miércoles, octubre 19, 2022

LA FILARMÓNICA ESTRENÓ CONCIERTO PARA ORQUESTA DE E. BENZECRY


               El Concierto para orquesta de Esteban Benzecry es un encargo del Teatro Colón que debió estrenarse hace 2 años, pero el covid lo interrumpió. Lo escuchamos el viernes 16 de septiembre dirigido por Enrique Arturo Diemecke. La obra es muy difícil y seguramente fue el motivo de no permitir público en el ensayo general.  

               En la primera parte se escuchó el Concierto para violín Nº 1 en Sol menor, op. 26, de Max Bruch, la única partitura suya que se escucha con frecuencia en Buenos Aires Ciudad. Debutó en el Colón Noa Wildschut, neerlandesa joven que ya tocó con orquestas importantes, como Pittsburgh, la orquesta de cámara del Concertgebouw, la Filarmónica Real de Estocolmo, la Filarmónica de Dresden, la Royal Philharmonic de Liverpool, la Royal Philharmonic de Londres. También interviene en música de cámara. Y desde 2016 empezó a grabar para Warner Classics.

               El Concierto mencionado fue presentado en la etapa 1950-70 por B. Gimpel y el Director Kinsky (Julio 1957) y Nicolás Chumachenco con Smetácek y la Orquesta de LRA (Septiembre 1964). Y se volvió a escuchar con frecuencia desde entonces; es una obra de juventud. Vivió Bruch entre 1838 y 1920. El Concierto Nº 1 para violín data de 1864-66, revisado en 1868. Quien le hizo un gran favor fue Salvatore Accardo, que en 3 discos Philips grabó toda la obra de Bruch para violín y orquesta (Kurt Masur dirige la Orquesta Gewandhaus de Leipzig). Tres conciertos, la Fantasía escocesa (que aquí se conoció) y obras tardías: "Konzertstück", Serenata y Adagio. Leyendo el artículo del Diccionario Grove aparecen 3 óperas, gran cantidad de obras corales, 3 sinfonías y muchísimos Lieder. Siempre mantiene su romanticismo por más que pasen los años. La cantidad de grabaciones de este concierto es fenomenal; sólo menciono lo más importante: Kreisler, Milstein, Mutter, Perlman, Menuhin, Heifetz, Zukerman, Stern, Vengerov, Francescatti.

               Lamento decir que la versión del viernes pasado no me convenció. Noa Wildschut, en bello traje blanco, tocó en todo momento con poco volumen; se movió de un lado al otro a medida que pasaba la música, sobre todo en el tercer movimiento rápido. Y Diemecke largó abundantes fff en los pasajes puramente orquestales, lo cual sólo funciona con un (una) violinista que tiene intensidad y además toca las notas tan cual están escritas, pero no es su caso. Wildschut luego le habló al público en inglés y tocó una de las sarabandes de las partitas de J. S. Bach, en versión aceptable, pero algo más brillante hubiera sido mejor.

               Esteban Benzecry nació en Lisboa en 1970 y se convirtió en ciudadano francés en 2011. Sus padres son argentinos. Ciertas obras suyas han tenido notable repercusión, como "Rituales Amerindios" y "Colores de la Cruz del Sur".  El Concierto para orquesta es un estreno mundial. Es una obra extensa, alrededor de los 40 minutos; durante el intervalo fueron muchos los miembros de la Filarmónica que se quedaron, probando sus abundantes solos. Voy a citar lo expresado por Benzecry en las páginas denominadas por Juan Ignacio Bühler "Virtuosismo y expresión".  "Cuando me contrataron para proponerme un encargo pensé en componer un concierto para orquesta dedicado a los integrantes de la Filarmónica de Buenos Aires y a su director titular. Toda la obra está atravesada por el lucimiento y explotación de diferentes recursos en las distintas familias de instrumentos, tanto en su rol de solistas como en los tutti. Se estructura en 4 movimientos y en cada uno desarrollo temas con giros melódicos y rítmicos inspirados en nuestro folklore mediante el empleo de las escalas pentatónicas de las regiones andinas, el canto tritono del folclore mapuche y de las bagualas, más los ritmos urbanos con reminiscencias del tango, la milonga y el jazz. El primer movimiento, "Nitholpeyüm" (´El comienzo´ en lengua mapuche) abre con un gran tutti orquestal sobre la nota Do, para luego exponer uno de los temas principales, que se desarrollará a lo largo de toda la obra. Se sucederán solos del trombón bajo y del trombón tenor en diálogo con el corno solista, al que le continúa un solo de tuba con un canto tritono de reminiscencia mapuche. La trompeta se destaca con un solo melancólico y pasajes virtuosos. El movimiento cierra con un tema misterioso y amenazante a cargo de los contrabajos, que anticipa el segundo movimiento, "Espacios reverberantes". Empieza con un murmullo virtuoso de los contrabajos, al que le continúa una breve cadenza del contrabajo solista, que desemboca en una de la orquesta con carácter de scherzo y texturas de canon estrecho. Brinda una sensación de espacialización y una reverberación permanente del sonido. El tercer movimiento, ´Wara Wara´ (´Estrellas´, en lengua aymara) presenta un clima nocturno y bucólico. Se inicia con un solo de contrafagot, al que le suceden diferentes solos en las maderas, siempre integrados en una orquestación donde dialogan en forma de dúos, tríos y cuartetos de vientos y de cuerdas. Se destaca un diálogo entre el arpa, el corno y el clarinete bajo que desemboca en una brillante noche estrellada bajo el ritmo de una baguala. El último movimiento, ´Urbano´, evoca ritmos ciudadanos. Comienza con un carácter tenebroso y dramático en el registro grave, al que le continúa un tango melancólico donde la voz cantante la lleva el violín solo, para luego llegar a una sección central protagonizada por un ensamble de percusión y piano, con ritmos sincopados y solos con aire de jazz en los metales. En el final se aprecia un tutti orquestal contrapuntístico con ritmos de candombe, milonga, carnavalito, y una coda muy brillante y virtuosa donde se reponen los temas desarrollados a lo largo de toda la obra".

               Por cierto, esta síntesis del autor es muy útil y exacta para entender cabalmente lo que se propuso. Hay habilidad y experiencia en Benzecry, que se mantiene en una tendencia suya de aprovechar sus conocimientos de los aborígenes de América del Sur, siendo portugués y judío pero muy relacionado con Argentina porque sus padres viven aquí tras su etapa en Portugal. Es discutible su exaltación de los mapuches, teniendo en cuenta que tanto en Argentina como sobre todo en Chile, los hay correctos y trabajadores pero también violentos que queman iglesias. Y los mapuches chilenos pasaron a la Patagonia y mataron a los tehuelches. No está mal que un europeo defienda a una tribu: la más gran obra del siglo XX es "La consagración de la Primavera" de Stravinsky. En cuanto al tango, más allá de que existe en Europa, lo creo muy auténtico argentino o en el caso de Piazzolla, la exaltación de Buenos Aires Ciudad que fue enorme éxito en Europa. En la mayor parte de esta ciudad descendemos de europeos.

               No está de más señalar que soy un entusiasta (y lo escribí con frecuencia) del magnífico trabajo de Mario Benzecry a cargo de la Orquesta Juvenil San Martín en la manera de la venezolana desde hace más de 25 años y que entiendo plenamente su entusiasmo por el gran desarrollo de su hijo: Esteban Benzecry indudablemente es muy capaz y técnicamente este Concierto está realizado con indudable talento. Creo que Diemecke (salvo su presentación hablada) hizo un gran trabajo y que la Orquesta respondió con seriedad. Por supuesto no tengo partitura pero me animo a decir que fue una versión adecuada. Una reserva: aquí se llegó a hacer buen jazz pero el país de origen es Estados Unidos; no corresponde aquí en una obra sinfónica.

Pablo Bardin

 

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