domingo, junio 27, 2021

“IDOMENEO”EN EL MET: LA PRIMERA MADUREZ DE MOZART

               Caso único en la historia, a los 24 años Wolfgang Mozart había creado diez óperas, entre ellas tres de notable calidad: los dramas "Mitridate, rè di Ponto" y "Lucio Silla" y la comedia "La finta giardiniera". Todas tuvieron algún mérito, hasta las escritas a edades increíbles (2 a ll años y 2 a 12) y fueron de distinto tipo: pieza sacra con música, comedia latina, ópera bufa, ópera seria, opereta alemana, ´serenata, drama musical, pieza dramática de festival: todas hasta 1775, sus 19 años. Una ópera, "Zaide", queda inconclusa (en el siglo XX fue completada). A los 24 años la Ópera de Munich le encarga "Idomeneo, rè di Creta", opera seria con libreto de Giambattista Varesco según Danchet. Se estrena el 29 de enero 1781 en el Teatro de la Corte (Residenz) de Munich. Tiene considerable éxito y demuestra que el compositor ha llegado a su primera madurez. Sucede cuando Mozart se ha peleado con el Arzobispo Colloredo de Salzburgo y renunciado a su puesto de organista, como consecuencia del rechazo del obispo en su visita vienesa a que Wolfgang intervenga en un concierto justamente tocando un concierto propio. También es cuando decide tomar sus propias decisiones en vez de cumplir lo que su padre Leopold le indicaba.

               El texto de "Idomeneo" fue escrito por el Abad Varesco, capellán de la corte de Salzburgo, y no le gustó a Mozart, quien le pidió numerosos cambios…y los obtuvo; los menciona en cartas a su padre. Introduce considerables diferencias con respecto a la opera seria italiana, ya que agrega coros y ballets como en Francia (curioso considerando que en ese país no fue bien tratado). Hay influencia del Gluck de su segunda época francesa. La obra está concebida en gran escala; dice C.B. Oldman en el Grove de 1954: "su fuerza trágica, la majestad de los coros y la brillantez de la orquestación le otorgan un lugar único dentro de las obras del compositor. Él tenía alta consideración sobre este drama" y cuando estuvo en Viena trató de lograr una versión en alemán; esto no ocurrió, pero sí hubo algunos agregados en la partitura: K.489 (dúo) y 490 (rondó), 1786.

               En Munich tanto el elector como los intérpretes estuvieron muy impresionados con "Idomeneo" y tanto Leopold como su hermana fueron a esa importante ciudad. "Idomeneo" ya es nada menos que K. 366, y su ballet, K.367. Tras un tiempo en Viena y su choque con Colloredo, sucede que el Gran Duque de Munich visita Viena y ve a Mozart dirigiendo "Idomeneo" en el Palais Auersberg. Su vida estará ligada en el futuro con Viena y Praga, y la siguiente ópera será "Die Entführung aus dem  Serail" ("El Rapto en el Serrallo").

               Bien se sabe que el siglo XIX y los principios del XX sólo se ocuparon de las obras más famosas mozartianas, y pese a su importancia "Idomeneo" quedó de lado durante demasiado tiempo; sin embargo, Alfred Loewenberg en su insustituible enorme libro de estrenos 1600-1940 da un listado considerable pero casi siempre en alemán en diversos arreglos y traducciones y ya en el siglo XIX; es verdad que sus datos llagan hasta 1940 pero ni Italia ni Argentina ni Brasil la conocieron hasta después de la Segunda Guerra Mundial. Y hasta hubo muy dudosos pasticcios en Francia y en Inglaterra usando fragmentos en libretos completamente ajenos a Grecia. Un dato interesante: A. Dachet escribió el texto para un gran creador: "Idoménée", en 5 actos, de André Campra: se estrenó en enero 1712 y se volvió a presentar en abril 1732 en París. Parece un buen candidato para ser grabado. En alemán entre 1802 y 1821 en diversas traducciones y arreglos: Kassel, Nuremberg, Hamburgo (concierto), Viena, Berlín, Frankfurt, Stuttgart, Leipzig (concierto), Königsberg. Salta hasta el período 1840- 1855: Weimar (1840), Dresden (1854). Aparte de reposiciones en ciudades ya mencionadas, hay versiones en alemán en países de otra lengua: Rotterdam (1880) o el retorno a Praga (1887). 1917, Karslruhe (en plena guerra). 1931: 150 años del estreno y los mozartianos parecen despertarse y con nuevos arreglos: Rother en Dessau, Richard Strauss y L. Wallerstein en Viena, cuyo arreglo se verá al año siguiente en Zürich y Berlín; también en 1931, un arreglo en Brunswick, otro arreglo de Wolf-Ferrari (¡) y Stahl en Munich. Y por fin, en Basilea en italiano. En París la dio el Conservatoire en francés en 1846 y esa entidad tardó hasta 1931 para darla en italiano: 2 años después en el Théâtre des Champs-Élysées. En 1931 la dan en checo en Praga, en francés en Bruselas pero en el arreglo de Strauss-Wallerstein; 1934 en inglés en Glasgow y con la misma traducción de los Radford en 1938 en Londres y 1939 en Cambridge. En Estados Unidos se dio en 1947 en inglés y en italiano.

               ¿Y Buenos Aires? Finalmente la estrenó en 1963, dirigida por Hans Schmidt-Isserstedt, régie de Hans Hartleb, atrayente escenografía de Ita Maximovna, y un buen reparto: Richard Lewis (Idomeneo, Idom), Waldemar Kmentt (Idamante, Idam), Wilma Lipp (Ilia, I), Elisabeth Grümmer (Electra, E), Gui Gallardo (Arbace) y Víctor De Narké (Gran Sacerdote). Injustamente el público fue bastante frío. Luego me entusiasmé cuando la vi en el Sadler´s Wells dirigida por Colin Davis en inglés el 29 de enero 1964 con un sólido elenco: Ronald Dowd (Idom), John Wakefield (Idam), Ava June (I), Rae Woodland (E) y Donald McIntyre (Arbace). Pese a que no me gusta ver una ópera en otro idioma que el original, estuvo tan bien interpretado y dirigido que salí muy conforme. Volviendo al Colón: 1981, director György Fischer, puesta del albanés Federik Mirdita; Stuart Burrows (Idom), Margarita Zimmermann (Idam), Inga Nielsen (I), Faye Robinson (E), Ricardo Cassinelli (Arbace); una buena versión tomando el criterio de hacer un Idamante cantado por una mezzo (fue un castrato en el estreno en Munich). La de 2003 tuvo un solo invitado: el excelente director de orquesta Steuart Bedford. El elenco fue rioplatense de grato nivel: Raúl Giménez (Idom), Adriana Mastrángelo (Idam), Laura Rizzo (I), Patricia Gutiérrez (E). De viaje en Alemania, no pude ver la versión de 2014 con una discutida puesta de Jorge Lavelli.

               El Met también tardó, pero después de la Segunda Guerra Mundial dio funciones en varios años y con grandes artistas como Idom: tanto Plácido Domingo como Luciano Pavarotti lo cantaron, pese a no ser especialistas mozartianos. He aquí los datos de la versión que comento, bastante reciente (marzo 27, 2017). Matthew Polenzani (Idom), Alice Coote (Idam); Nadine Sierra (I), Elza van den Heever (E), Alan Opie (Arbace), tata (Gran Sacerdote), Eric Owens /Voz de Neptuno), Michelle Bradley, Rihad Chareb (Mujeres de Creta), Rolando Sanz, David Crawford (Soldados troyanos). Dir de orq: James Levine; Dir del Coro: Donald Palumbo; Régie: Jean-Pierre Ponnelle; Decorados y trajes: Ponnelle; Luces: Gil Wechsler; Video: Barbara Willis Sweete.

               Grabaciones: tengo una muy buena: Wieslaw Ochman (Idom), Peter Schreier (Idam), Edith Mathis (I), Julia Varady (E). Hermann Winkler (Arbace), Eberhard Büchner (Gran Sacerdote de Neptuno), Siegfried Vogel (Voz del oráculo), Helga Termer y Heidi Riess (mujeres cretenses), Armin Ude y Wolfgang Hellmich (2 troyanos); dir de orq, Karl Böhm; Staatskapelle Dresden; dir de coro: Horst Neumann (Coro de Radio Leipzig). Deutsche Grammophon, 1979. Hace unos años recibí una extraña propaganda de otra grabación: los principales fragmentos en versión dirigida por Daniel Harding, inauguración de la temporada de La Scala 2005/6,74 minutos de música. Dir del coro: Bruno Casoni. Steve Davislim (Idom), Monica Bacelli (Idam), Camilla Tilling (I), Emma Bell (E), Francesco Meli (Arbace), Robin Leggate (Gran Sacerdote). Artistas noveles y correctos. Acudo ahora a mi catálogo RER 2000 de cds Y dvds; no tengo nada de datos después del 2000 salvo el de La Scala, que es DVD (régie, Luc Bondy; escenografía, Erich Wonder; trajes. Rudi Sabounghi; coreografía, Arco Renz; luces: Dominique Bruguière). Sin contar la de Böhm hay otras 7 grabaciones y doy los apellidos solamente, siempre en el mismo orden de aquella grabación. 1) Lewis, Pavarotti, Janowitz, Tarrés; dir de orq, Pritchard, OFilLondres; Glyndebourne. 1984, Butterfly (extraño nombre del sello). 2) único DVD: Langridge, Hadley, Kenny, Vaness; dir de orq, Haitink, OFilLondres; Glyndebourne. 1983, Castle Vision. 3) Magnífico reparto: Gedda, Dallapozza, Rothenberger, Moser (Schreier y Adam en otros personajes); dir de orq, Schmidt-Isserstedt (el que la estrenó en Buenos Aires), Orq. Staatsoper Dresden. 1971, EMI. 4) Pavarotti, Baltsa, Popp, Gruberova (Nucci en Arbace); dir de orq, Pritchard, OFilViena. 1988, Decca. 5) Rolfe Johnson, von Otter, McNair, Martinpelto; dir de orq, Gardiner, con su orquesta. 1991, Archiv (acento en la pureza de estilo). 6) Araiza, Mentzer, Hendrcks, Alexander; dir de orq, C. Davis, Orq. Radio Baviera. 1991, Philips. 7) Domingo, Bartoli, Murphy, Vaness (Hampson y Terfel en otros personajes); dir de orq, Levine, Orq. del Met. 1994/97, Deutsche Grammophon. Vale la pena mencionar grabaciones de arias sueltas: 1) Tutto nel cor, de E: Jurinac con Busch en Glyndebourne; 1951, publicado por EMI en 1987. 2) Se il padre perdesti, de I: L. Price, Te Kanawa, Gueden. 3) Fuor del mar, de IDOM: Simoneau con Paumgartner, especialista mozartiano. 1954/94, Philips. 4) Zeffiretti lusinghieri, de I: De los Ángeles, Schwarzkopf, E. Berger (1948). 5) D´Oreste, d´Ajace, de E: L. Price, Sass. Y algo más: la música de ballet: grabaciones de Gönnenwein y Hogwood.

               Mencioné antes a Paumgartner; y bien, fue él quien, además de escribir un libro fundamental sobre Mozart, realizó un análisis de la partitura publicado en un libro de gran tamaño y usado en el Festival de Salzburgo; tuve la fortuna de recibir un ejemplar de regalo por parte de un gran amigo. Y ahora sí iniciamos el desarrollo de la obra.

               OBERTURA: dura 4 minutos y medio y es magnífica. La edición Bärenreiter fue la utilizada en el Festival de Salzburgo de 1956. Flautas, oboes, clarinetes en La, fagotes, cornos en Re, trompetas en Re, timbales en Re y La y toda la cuerda normal. Todos tocan al principio del allegro en 4/4: música poderosa y militar en los primeros 6 compases, ya en el 7º un motivo de las cuerdas es contestado por las maderas, pronto hay tremolos, corridas de los violines en semicorcheas y fusas, fuertes acordes, pasajes sincopados. Luego, música más calma y de diálogo melódico, antes de retomar el potente material del principio; pero la obertura terminará suavizando los elementos y cerrará con suaves acordes en blancas. La razón es que al levantarse el telón nos encontramos con Ilia en una larga escena donde está sola y ella es la hija del líder troyano Príamo, que murió durante la guerra; terminar la obertura brillantemente sería contrario a la tristeza de la cautiva. Llamo a este artículo "La primera madurez de Mozart" justamente porque hay en esta ópera una sorprendente percepción psicológica. Notables especialistas ingleses dan en la tecla y los voy a mencionar. Edward Dent escribió un libro sobre las óperas de Mozart que está en mi biblioteca desde hace medio siglo y expresa lo siguiente: "En esta obra temprana de Mozart hay una fuerza monumental y una pasión extrema que no volverá a aparecer en sus óperas". También dice: "Lo primero que se nota en ´Idomeneo´ es la nobleza y dignidad del total de su concepción; no hay momento en la ópera en la que deja de lado su intensa seriedad". John Steane, que escribe el comentario para el disco, en cambio considera que hay en la partitura mucha excitación y alborozo y que es de todas sus óperas la más turbulenta y de mayor empuje. Sin embargo, considero que hay excepciones en la obra, como la deliciosa aria de Ilia "Zeffiretti lusinghieri".

               En sus cartas al padre dice Wolfgang que el tenor Anton Raaff pese a ser sexagenario "es un absoluto maestro de los pasajes de bravura". En cambio el castrato dal Prato, que cantó Idamante, es "un inútil total". Por eso cuando estrena "Idomeneo" en Viena, simplifica ciertos pasajes y lo convierte en tenor lírico; sin embargo en las versiones actuales suele ser cantado por una mezzosoprano y hay que decir que de ambas maneras puede resolverse: tanto Léopold Simoneau como Janet Baker fueron musicalmente espléndidos. Ninguna grabación dio el personaje a un contratenor, que suele ser el reemplazo de los castrati. Los músicos estuvieron encantados en Munich con la obra, el teatro era y es una maravilla (el Cuvilliés) y el Elector Karl-Theodor consideró magnífica la música. El Cuvilliés fue bombardeado durante la Segunda Guerra Mundial pero luego se lo restauró muy bien.  El propio Mozart gozó intensamente toda su tarea. Alfred Einstein, que modificó el catálogo Köchel con gran precisión, es toda una autoridad en Mozart y opina así: "uno no se cansa de estudiar la partitura que siempre será un placer para cualquier músico verdadero, una explosión del poder de la invención musical". Y William Mann, autor de un indispensable libro sobre las óperas de Richard Strauss, opinó sobre "Idomeneo" que Mozart desarrolló la forma de la opera seria de tal manera que evitó las limitaciones de las décadas anteriores. Por mi parte creo que su ópera de despedida, "La clemenza di Tito", ya en las postrimerías de aquel género, también innova aunque menos que "Idomeneo". Si bien hay influencia del "Alceste" de Gluck, Mozart ante todo quiere "crear figuras humanas verosímiles en sus actos y sentimientos, marcados por cualidades individuales" (Attila Csampai en el folleto de la grabación de Böhm). Paumgartner hace notar la importancia de los coros (nada que ver con la opera seria), como también lo hace G. de Saint-Foix en el tercer volumen de los cinco que integra su monumental estudio (con Wyzewa) de la vida musical de Wolfgang Amédée Mozart (en francés). Un aspecto importante y valioso es la abundancia y riqueza de los coros, como en las óperas francesas. La variada orquestación aprovechó la calidad de la Orquesta de Munich, en la cual había varios músicos que provenían de la famosa Orquesta de Mannheim traídos por el Elector (que reinó en aquella famosa ciudad antes de hacerlo en la capital bávara). También hay tríos y cuartetos vocales. Y son aportes de la ópera francesa adoptados por Mozart las tres marchas y el ballet  (fue lo último que escribió en esta ópera). Algo valioso en el folleto de mis discos: el decorado de Quaglio para el estreno es atrayente y bien barroco; no así un vestuario bastante absurdo para Idomeneo.

               Tras la Obertura se abre el telón y se inicia el ACTO 1, CUADRO 1.  Departamentos de Ilia (I) en el Palacio real; hay una galería en el fondo. Si bien el libreto no lo aclara, estamos en Creta y el Palacio es nada menos que Knossós que conocimos como parte de un viaje de bodas invernal hace 49 años; también visitamos el magnífico Museo Arqueológico de Iráklion, y al día siguiente agregamos otras ruinas antiguas cruzando la montaña: Festós, Görtin y Haghia Triada. Knossós es famosa por el mito del laberinto, Teseo y el Minotauro. Idomeneus en la leyenda griega es hijo de Deucalion y nieto de Minos y Pasiphae. Cortejó a Helena y tuvo intervención distinguida en la Guerra de Troya. Según la Odisea volvió sin problemas a su Palacio, pero una tradición posterior relata que fue atacado por una tormenta terrible y prometió a Poseidón que sacrificará a la primera persona que lo encuentre cuando llegue a Creta. A diferencia de la ópera, mata a Idamante y ello provoca una plaga. Idomeneus es echado por el pueblo y huye al distrito de Sallentum en Calabria y luego a Colophon en Asia Menor, donde se instaló cerca del Templo de Apolo Clariano. En la ópera todos los nombres son romanos y el Dios es Neptuno. Lo de la plaga hace pensar en lo que le pasó a Edipo.

               Como es Neptuno el Dios que apoya a los troyanos y se desquita con tormentas contra todos los griegos (y por supuesto todos deben volver en barco), un enorme rostro de Neptuno domina la escena en la puesta de Ponnelle. Ilia (I) está sola en el recitativo y aria con la que se inicia el Primer Acto. Idom no aparece en el Primer Acto pero ella es prisionera del Rey; la única explicación es que el barco que la trajo es otro y siendo ella troyana Neptuno la salvó. En la puesta ella tiene su cuerpo limitado por cuerdas en los puños. En mi grabación el recitativo es extenso; la partitura de Paumgartner corta un largo pasaje, porque él la preparó para el Festival y consideró excesivo el texto; no pude comprobarlo pero creo que en el Met también hubo corte. En cierto modo sus palabras son contradictorias: "¿Cuándo cesarán mis ásperas desventuras? Mísera sobreviviente de una tempestad cruel" (no reacciona positivamente), "separada de mi padre y los míos, la sangre de las víctimas mezclada con la de sus salvajes enemigos, ¿qué destino más amargo me reservan los dioses?" (no parece saber que sus parientes murieron). Sin haber comprobado si las siguientes frases fueron cantadas, las creo duras y necesarias. "Murió la flota de Argos y quizá Idom haya sido pasto de las orcas. Pero Idam me rescató del mar y mi odio a los cretenses se convirtió en gratitud a quien me salvó, para luego darme cuenta de que soy una prisionera. ¿Idam me ama? No, el ingrato suspìra por Electra (E), princesa nada feliz, que ha dejado Argos debido a los tormentos que sufrió Orestes y vino aquí fugitiva". Aclara Saint-Foix: "E, tras la muerte de su madre, se refugió en Creta y allí sintió un violento amor por Idam, que a su vez ama a I".  I: "Carniceros sin piedad, ¿cuántos me rodean? Despedazad venganza, celos, odio y amor, de este infeliz corazón". Recitativo muy dramático que creo no debe tener cortes; es "accompagnato" por violines y violas. Sigue la intensa aria "¡Padre, hermanos, adiós!" ("Padre, germani, addio!). "Vosotros ya fuisteis, os perdí. Grecia, eres el motivo; ¿y amaré a un griego? Sé que tendría la culpa de abandonar a los de mi sangre; pero no puedo odiar ese semblante". Final en tresillos. Los siguientes recitativos son "secco", sólo clave. I: "Se acerca Idam. Triste corazón, palpitas y te asustas". Idam: a sus seguidores: "Juntad a los troyanos y que la corte se prepare a celebrar este día". A I: "Mi dolor está disminuido por un rayo de dulce esperanza. Minerva, protectora de Grecia, salvó a mi padre de la furia de las olas; se vieron sus naves en el mar bastante cerca; Arbace indaga en qué sitio su noble rostro nos espera. No lamentes más el destino troyano: he decidido darles la libertad. El único prisionero soy yo debido a los suaves lazos que tu belleza ha inspirado. ¿Pero enrojeces de cólera ante mi amor?"  El recitativo pasa a ser accompagnato por las cuerdas. I: "En tus palabras encuentro un ardor temerario. Piensa quién fue mi padre y quién es el tuyo" (parece ahora segura de la muerte de Príamo). El aria de Idam, "Non ho colpa", es bastante blanda (no era bueno el castrato, Mozart a propósito le escribe un aria fácil; no obstante, para Viena la mejoró en tesitura de tenor lírico). Adagio maestoso: "No tengo culpa y me condenas porque te adoro". Allegro con spirito: "¡La culpa es vuestra, Dioses tiranos! Y de pena afligido muero debido a un error que no es mío. Si lo deseas me atravesaré el pecho; lo leo en tus ojos pero quiero escucharlo, es todo lo que pido". Estos textos son repetidos varias veces y no impresionan. Entran los prisioneros e I en recitativo dice: "He aquí el miserable resto de los troyanos, salvados de la furia del enemigo". Idam: "Abriré estas cadenas, quiero consolarlos". Para sí: "¿Por qué no puedo hacerlo para mí?" Entran los prisioneros y hombres y mujeres cretenses. Idam: "Sáquenles las cadenas y hoy el mundo verá cómo dos pueblos gloriosos se reconcilian y logran una amistad perfecta. Helena armó a Grecia y Asia; ahora tenemos una nueva heroína, princesa amable y bella".  Entra el coro de troyanos y cretenses; es poco lógico que lo hagan en una habitación de I y como consecuencia el coro no debe ser numeroso; además el texto resulta dudoso ya que nada indica que sea I quien convierte en súbitos amigos a pueblos sanguinarios ni que haya amor evidente por parte de ella: quien lo hace es el joven hijo del Rey cretense. Es interesante que no sean sólo coros sino también dos mujeres cretenses y dos troyanos los que expresan ese súbito cambio. Todos: "Gocemos la paz, que triunfe el Amor, ahora todos los corazones están jubilosos". Es un Allegro con brio en ¾ con orquestación de toda la cuerda más oboes, fagotes y cornos, o sea bien sonora pero sin trompetas y timbales; el coro canta en bloque respetando su tesitura normal. Dos mujeres cretenses (soprano y contralto al unísono): "Gracias a quien extinguió las antorchas de la guerra; ahora la tierra podrá reposar"; música simple y grata. Enseguida el Coro repìte las mismas palabras y la misma música. Dos troyanos: "¡Debemos nuestra libertad a vosotros, dioses piadosos! Y a esos bellos ojos" (de I). Se la deben a Idam pero no lo admiten. Tenor y bajo cantan con simpática melodía antes de que el Coro cante lo mismo por tercera vez.

               Entra Elettra (E); recitativo: agitada por los celos ataca a Idam: "Príncipe, ultrajas a toda Grecia protegiendo al enemigo". Idam: "A Grecia le bastó ver vencido al enemigo. Princesa, es más digno de mí ver contentos a los vencidos. Se acerca Arbace; ¿qué significa ese llanto?" Arbace (Ar): "Señor, el mal más terrible…" Idam: "¿Ya no vive mi padre?" Ar: "¡No vive! Lo que no logró Marte lo hizo Neptuno, el Dios inexorable; ¡de los héroes el más digno se ahogó cerca de una orilla extranjera!". Idam: "I Ilia, soy el mortal más triste! ¡El Cielo os ha satisfecho! ¡Corramos a la playa! Estoy desesperado". Hay un sinsentido en esto: se ahoga cerca de una isla ajena y ni siquiera se sabe cuál. Pero en efecto Idam y Ar corren a la playa…El recitativo, inicialmente con clave, luego es un Allegro assai de cuerdas. E queda sola y tanto el recitativo accompagnato como el aria son momentos álgidos de la obra.  Tanto I como E fueron cantados por notables artistas madre (E) e hija (I): de apellido Wendling, fueron amigas de Mozart en Mannheim y las sabia cantantes de calidad. Por eso estos minutos de E son muy modernos y difíciles. Recitativo, naturalmente accompagnato: "¿Extinto Idom? ¡El Cielo conspira en mi contra! Idam puede disponer de un imperio y de su corazón; ¿y a mí no me queda ni siquiera la sombra de una esperanza?" Iniciado Allegro, sigue Larghetto: "Grecia verá con deshonra a una esclava troyana compartir el trono y la cama nupcial" (llama esclava a la hija del rey Príamo).  Sigue Allegro assai: "En vano, E, amas al ingrato. ¿Sufre una hija de un rey que tuvo de vasallos a reyes" (Agamenón antes de morir) "que una vil esclava aspire al gran honor? ¡Oh vergüenza, furia, dolor! ¡Ya no resisto!" Un acompañamiento áspero da el clima para sus palabras. El aria "Tutte nel cor vi sento" es uno de los grandes momentos de la ópera. "Siento en el corazón todas las furias del crudo infierno; lejos de tan gran tormento están el amor, la gracia, la piedad." Allegro assai, 4/4, orquesta completa; pasajes cromáticos, trémolos, contrastes de f y p, escritura vocal con grandes saltos. "Que aquella que me robó aquel corazón que traicionó al mío sienta mi furia, venganza y crueldad". No sólo estas últimas palabras se repiten varias veces sino que luego retoman las primeras frases de modo más contundente, y lo mismo hace luego con las segundas en tono más desesperado, hasta que huye de la escena. Mozart hace algo innovador: tras seis compases orquestales cambia el escenario sin solución de continuidad:

               SEGUNDO CUADRO. Caen olas sobre una playa rodeada de rocas. Hay fragmentos de barcos derruidos. Es fuerte el juego escenográfico en la puesta de Ponnelle. Y magistral la manera en la que Mozart nos hace entrar en el drama, al escucharse el Coro lejano y el Coro cercano ("vicino"), ambos expresando "¡Dioses, piedad!", todos tenores y bajos. Coro cercano: "Ayuda, justos Dioses, búsquennos con luces" (extraña frase). Coro lejano (dos grupos de tenores y dos de bajos para cantar en terceras, cuartas y quintas y a un compás de distancia un grupo del otro): "El cielo, el mar, el viento, nos oprimen de terror". Coro cercano: también a un compás de distancia entre grupos: "¡En brazos de la cruda muerte nos lleva la impía suerte!" Ambos grupos repiten las palabras hasta que sus voces se esfuman- La orquesta, que había dado un marco expresivo pero no melódico, sigue directamente a la Escena VI, en la que tras 8 compases p aparece Idom en la playa en recitativo accompagnato: "Al fin a salvo".  Otros 12 compases orquestales y Andante, dice Idom: "El mar está tranquilo, la brisa sopla suavemente, y el joven Dios" (¿Apolo?) "pone doradas las playas. Sólo yo en estas áridas playas sufro tal malestar que estoy extenuado y no tengo calma. La tuve en el reino de Neptuno hasta que tu ira se hizo sentir en olas y rocas; yo impresionado te pedí liberarme del naufragio de mi nave y en holocausto prometí sacrificar en tu altar al primer mortal que aparezca en la playa. ¡Oh voto insano, atroz! ¡Juramento cruel! ¿Qué otro Dios podría ayudarme?" Aria de Idom (Paumgartner la cortó): "Vedrommi intorno": "Veré a mi alrededor la sombra doliente que de noche y de día me dirá ´soy inocente´. Herido en el pecho su cuerpo, su pálido cadáver me señalará mi crimen. ¡Qué horror y dolor! ¡Cuántas veces este corazón atormentado morirá!" ¿Habría salvado la vida sin ese juramento? Otros (los que lo acompañan) la salvaron… Se va acercando un hombre. Recitativo secco: "¡Cielos, qué veo! Llega la desventurada víctima. ¡Altares detestables!" Dos acordes de cuerdas cierran las palabras de Idom. Sigue Recitativo secco de padre e hijo. Idam: "Extranjero, deja de lado tu temor, te ayuda quien puede hacerlo". No se reconocen. Idom: "Te seré obligado el resto de mi vida; ¿qué querrás de mí en cambio?" Idam: "Mi premio será la satisfacción de haberte salvado y protegido; mis problemas me enseñaron a simpatizar con los de los otros". Idom: "¿Son grandes tus desventuras?" Idam: "El más amado objeto de mi amor yace muerto en los abismos del mar, el héroe Idom. Pero tú lloras; ¿lo conoces?" Idom: "Nadie puede ser más lamentado que él". Idam: "¿Vive todavía?" Idom: "¿Por qué sientes tanta ternura por él? Idam: "Es mi padre". Con la orquesta, Presto: Idom: "¡Dioses sin piedad!" Idam: ¿Lloras el destino de mi padre conmigo?" Idom: "¡Hijo!" Idam: "Amado padre, déjame abrazarte". Idom se aparta turbado. Idam: "¿Huyes desesperado?" Idom: "¡No me sigas, te lo prohíbo! Hubiera sido mejor para ti no haberme visto; ¡deplora haberme visto!". Se va rápidamente. El acompañamiento orquestal es parco pero expresivo. ¿Por qué no se reconocieron? Hay un motivo: el sitio de Troya duró 12 años y no se vieron durante ese largo lapso; probablemente Idam tendrá 20 años y al irse el padre a la guerra el hijo tenía 8 años. Téngase en cuenta que no hay mención de la madre, quizás una mera aventura de Idom.

               En la Escena VIII Idam está solo. Recitativo accompagnato: "¡Qué gélido horror llena mis sentidos! ¿Acaso merecí ese desdén, esas amenazas? Lo seguiré y sabré cuáles fatales infortunios me esperan". Aria de Idam: "Il padre adorato": "Encuentro a mi adorado padre sólo para perderlo. Huye temblando con horror. Creí morir de alegría y amor; ¡dioses bárbaros! El dolor me mata". Musicalmente correcta, el aria tiene débil libreto. Parte.

               Dentro de la misma escena Mozart llama INTERMEZZO a una celebración cerrando el acto. El mar sigue calmo. Las tropas cretenses desembarcan; llegan mujeres a verlos.  Enseguida una Marcha a toda orquesta (con trompetas y timbales), género que gusta a Mozart (muchos de sus divertimenti están presentados con una marcha). Sigue un coro sobre ritmo de chacona y que, duro contenido sin que lo sepan, es una alabanza al Dios del mar: "¡Honremos a Neptuno! Que su nombre resuene y que se lo venere. Sepamos celebrarlo con danza y música". Sigue un Allegretto en 2/4 de canto solista: dos sopranos en terceras: "Neptuno sopla desde una concha de oro, símbolo de su reino. Se divierte Portunus, todavía niño, jugando con su delfín y con Anfitrite; nos hizo triunfar sobre el dios de Hades. Amables nereidas, ninfas adorables que con Galatea forman un cortejo a la gran diosa, agradezcan a esos dioses que han secado nuestros llantos" (por la ausencia de sus maridos). Vuelve el Coro (Paumgartner en cambio intercala el Ballet a la francesa, bastante extenso) con el mismo texto al principio para luego añadir "Escuchemos las trompetas, vayamos a preparar el solemne sacrificio".  Telón.

               Cuando se decide que Idam lo cante una mezzosoprano es importante que esté vestida como un hombre; en cambio tenía puesto un traje femenino bastante feo. No entiendo que Ponnelle haya permitido que figure Idom en la parte final del acto; ni figura en el libreto ni tiene sentido; y parece abrazar a Idam pero lo rechaza. En cuanto al sacrificio no se aclara en qué consiste: ¿es un animal o un humano? Si es humano, ¿cómo admitir la alegría de todos?

               Es admirable el ajuste y el fraseo de la orquesta de Levine y del Coro de Palumbo, y esto se mantendrá durante toda la ópera, Hace 20 años que Polenzani canta en el Met y es un elemento muy serio y capacitado; aunque el "tour de force" viene en el segundo acto, expresa en este acto su tristeza por la errónea actitud para salvar su vida y la angustia al comprobar que se encontró con su hijo. Prefiero un tenor como Idam; aquí tuvimos una mezzo inglesa, Alice Coote, que se maneja bien en personajes donde simula ser un hombre, aunque su canto esta vez no pasó de la corrección. Conocí a Elza Van den Heever, de raigambre holandesa, como Elisabetta en "Maria Stuarda" de Donizetti y me impresionó bien, con sólida técnica en su arduo y antipático personaje (gracias a Schiller). Por cierto, esta Electra post asesinato vía Orestes de Clitemnestra tiene la ambición de casarse con Idam porque cree muerto a Idom y como lo expresó su recitativo y aria del Primer Acto detesta a Ilia. Van den Heever dio fuerte carácter a sus palabras y cantó con firmeza y soltura la difícil aria. Por su parte, Nadine Sierra (Ilia) es una talentosa joven soprano lírica y en el primer acto, tanto cantando sola como con Idam, cantó con bello timbre y mucho carácter.

               ACTO II. Escena I. Estamos en los departamentos del Rey, que cambia ideas con Arbace. Se declara en recitativo accompagnato: "Sabes cuán mortal fue mi espada contra los troyanos; orgulloso por ello, me encontré en el estrecho con el furioso Neptuno". Arbace: "Estuvo unido a Eolo" (dios del viento) "y Júpiter en contra tuyo, y así convulsionó su reino" (el mar) "en tu contra". Idom: "Me forzó a realizar un sacrificio humano en la primera persona que se me acerque en la playa" (miente, la idea fue del propio Idom). "Fue mi hijo. "Indícame cómo salvarlo!" Arbace: "Debe encontrar otro lugar fuera de Creta para vivir. Quizás otro Dios podría protegerlo". Idom: "Que vaya a Argos con Electra" (¿puede E vivir tan cerca de Micenas?) "Diles que se preparen rápidamente". Arbace canta un aria extensa que no me figura ni en la grabación de Böhm ni en la partitura de Paumgartner. El estilo es bien tradicional, metastasiano. Escena II: I e Idom. Recitativo con clave: I: "Si el Dios de Delos" (Apolo) "apareciera en todo su esplendor en el horizonte de Argos, aquí ya está en este día. Señor, vuestra augusta presencia revive a vuestros súbditos". Idom: "Noble princesa, que tus bellos ojos se serenen y se disipe el dolor. Dispón de mí y de todo lo que poseo, tendrás prueba de mi amistad". Bella aria, muy expresiva, de I: "Se il padre perdei": Andante, ma sostenuto, 2/4: Tras 14 compases orquestales, entra la voz solista: "Si perdí a mi padre, la patria, el descanso, tú me eres padre y Creta es donde vivo con amor. Ya no recuerdo la angustia, ahora el cielo me da alegría que compensa mis pérdidas". Y vuelve "Si perdí a mi padre". Son frecuentes los momentos de lucimiento con canto florido y es muy grata la escritura orquestal. Al terminar el aria I se va e Idom se queda solo. Recitativo accompagnato: "¿Por qué la princesa frigia repentinamente testimonia su felicidad? ¿Amará ella al príncipe? Para Neptuno habrá 3 víctimas: el padre, el hijo e I serán inmolados sobre el mismo altar". Tras esta intensa reflexión Idom canta su aria más difícil: "Fuor del mar": "Fuera del mar tengo un mar en mi pecho más funesto que el otro y Neptuno no cesa de amenazarme". Orquesta completa, poderosa, similar a la Obertura, Allegro maestoso en 4/4.  "Ahora ya no recuerdo la angustia, el cielo me ha dado alegría y poder sentirme contento compensando mis pérdidas". Este segundo párrafo el completamente contrario al primero y sólo puede entenderse como una ilusión del rey. Ello no obstante, tanto la trabajada y asertiva orquestación como la exigente escritura vocal con pasajes de coloratura y otros de canto de fuerte impacto hacen del aria uno de los puntos altos de la ópera. Llega E y en breve recitativo con clave Idom le asegura que la apoya en su idea de casarse con Idam aunque sin dar detalle (no menciona enviarlos a Argos); Idom se va.

               Escena V, a cargo de E. Recitativo accompagnato: "Parto, ¿y la única persona que amo y adoro estará conmigo? ¡Demasiado estrecho es mi corazón para tanta alegría! Lejos de la rival yo con melindres y lisonjas sabré extinguir su luz y que brille la mía". El aria sólo tiene cuerdas y a "mezza voce"; en sol mayor los primeros violines hacen escuchar una grata melodía introductoria de 15 compases para la única aria dulce de E: "Idol mio". "Ídolo mío, si de mala gana tu otro amor te cede, no me ofende tal rigor, más me seduce el amor austero". Su melodía avanza en semicorcheas de a dos, pequeños ornamentos y tesituras de rango escaso. La música de la segunda estrofa es bastante distinta aunque no el texto. "La pasión cercana echará al ardor lejano de tu seno; la mano del amor tiene más poder con la cercanía". Primeros y segundos violines se unen en terceras u octavas; se suceden trinos, apoyaturas, tresillos. La voz al principio no tiene dificultades hasta que llega a las palabras "l´amante cor", 4 veces; la 2ª tiene 5 compases de coloratura con semicorcheas y tresillos de fusas. Luego retorna a la primera estrofa y a la segunda, con mínimos cambios: "l´amante cor" 6 veces, con una curiosidad: el último "cor" coincide con la primera nota de la siguiente Marcia en 2/2. Se inicia "p assai" con flautas, fagotes, trompas y trompetas con sordina y timbales suavizados. Desde el 5º compás, cuerdas pp con sordina. Explicando los pp, canta E (6º compás): "Escucho lejano sonido armonioso que me llama a embarcar; ya voy" (y parte). Sigue la Marcia, que tiene 3 partes (2ª y 3ª con repetición); en la 2ª se unen los oboes y en la 3ª también los clarinetes; también en la 3ª las cuerdas sacan las sordinas pero se mantiene el pp; pero al repetir la 3ª van todos desde el pp al ff porque han entrado al escenario. Cambia la escenografía: vemos el llamado Puerto de Sidón y barcos cerca de la orilla (hábiles dibujos para los barcos). Visten de blanco a E; está acompañada por gente de Argos, Cretenses y Marineros. Recitativo secco de E, breve: "Playas de Sidón, para mí de llanto y dolor, enemigas de mi amor, os dejo al fin con un extremo adiós". Sigue un extenso Coro con intervención de E, Andantino en 5/8: "Placido è il mar": "Está plácido el mar, vamos, todo nos tranquiliza, tendremos feliz suerte, sí, partamos ya"; estas ultimas palabras se repiten muchas veces. E: "Suaves céfiros, soplad; calmad la ira del frío boreal; sed corteses con vuestra grata llegada, que se expande para los que aman". Según la partitura de Paumgartner, puede cantarlo E pero también dos muchachas jóvenes. Luego el Coro repite sus anteriores frases. Escena VII. Recitativo con clave, violoncelo y contrabajo: Idom: "Debes partir, príncipe". Idam: "¡Oh cielo!" Idom: "Tardas demasiado. Ve y que la fama de mil heroicas empresas precedan tu retorno. Si quieres aprender el arte de reinar comienza dando tu apoyo a los infortunados y convertirte en alguien cada vez más digno de tu padre y de ti mismo". El Trío de Idom, Idam y E es una de las grandes bellezas de esta ópera. Un Andante en ¾ de liviana orquestación: oboes, trompas y cuerdas. Idam: "Antes de partir, permíteme, padre, besar tu mano". E: "Acepta que mi corazón te exprese un adiós lleno de gratitud, noble soberano". Idom: a E: "Vete y serás feliz". A Idam: "Hijo, ésta es tu suerte. Secunda nuestra plegaria, cielo". Idam y E se unen a Idom en esta frase. E: "¡Grande es mi esperanza!" Idam para sí: "Me voy pero mi corazón permanece aquí". "¡Adiós!", expresan los tres. Idom e Idam, para sí: "¡Cruel destino!" Idam para sí: "¡Ilia!" Idom para sí: "¡Hijo mío!" Idam: "¡Padre, qué partida!" E: "Dioses, ¿qué pasará?" Allegro con brio, 2/2, E, Idom, Idam: "Que cese esta confusión, el cielo nos mandará su mano compasiva". Esta frase es muy repetida ya que la cantan durante nada menos que 50 compases pero la música es intensa y tiene momentos de fuerte impacto. Pero es débil comparado con lo que ocurre mientras Idam, E y los marineros van a embarcarse: Più allegro, 4/4, sólo 6 compases orquestales llevan al tremendo coro con el que finaliza el Acto: "¡Nos llega un nuevo terror! ¡Qué ronco mugido!" Porque se desencadenó repentinamente una gran tormenta. En la orquesta algo nada habitual en esa época: la flauta piccolo. "La furia de los dioses se ha ensañado en el mar. ¡Neptuno, piedad!" El mar se levanta; rayos y truenos. Lo peor: un monstruo formidable surge de las aguas. Coro: "Cuánto odio, cuánta ira nos muestra Neptuno. Si el cielo se enoja, ¿cuál es nuestra culpa? ¿Quién es el reo?" Idom: "¡Yo soy el reo, bárbaro Dios!" Durante el coro orquestación muy elaborada y frecuentemente cromática. El Recitativo a plena orquesta es la confesión plena de Idom, momento trágico en la ópera y reflejado por Mozart de manera emocionante y magistral. Allegro en 4/4 con orquesta completa salvo los clarinetes. "Yo soy culpable, castígame: que mi muerte te satisfaga. Pero si pretendes otra víctima, no te puedo entregar un inocente, y si quieres tenerla…eres injusto y no puedes pretenderla". El Coro Final es muy fuerte; un Allegro assai en 12/8: "¡Corramos, fuguémonos de este monstruo despiadado! ¡Ya somos su presa! ¡Destino traidor, ¿quién es más cruel? ¡Corramos, fuguémonos!" Aunque estas dos palabras se repiten demasiado, la música mantiene la intensidad del drama. Lástima que el monstruo no se ve ni el coro se va…

               ACTO III. Jardín Real. Recitativo: I: "¡Soledad amiga, brisas amorosas, plantas florecientes y bellas flores! Escuchad los lamentos de una infeliz amante. ¡Cuánto te cuesta callar, afligido corazón, cerca de quien te conquistó!" Y sobreviene el aria más conocida y amable de la ópera: "Zeffiretti lusinghieri". Dos estrofas, 6 minutos, Grazioso, ¾. Tras 17 gratos compases de liviana orquestación (maderas sin oboe, cornos y cuerdas) I canta esta música bella y que da esperanzas, pese al desastre acontecido. "Céfiros suaves y halagüeños, volad hacia mi tesoro y decidle que lo adoro y que conserve fiel su corazón". La melodía es simple pero pronto abundan las semicorcheas subiendo y bajando. Repite el texto pero cambiando la música, que ahora abarca blancas que duran 3 compases y mayor rango, mientras la orquesta aporta breves frases melódicas y tresillos en fusas y negras. La segunda estrofa lleva a una tonalidad menor: "Y vosotras, plantas y sinceras flores bañadas por mi amargo llanto, decidle que nunca vieron bajo el cielo amor más raro". Tras un calderón vuelven los "Zeffiretti" muy similares a la segunda vez, pero su cierre se une a un recitativo accompagnato porque ve que Idam se acerca: "¿Le digo lo que pienso o me callo? ¿Me quedo, parto o me escondo? ¡No puedo decidir!" Llega Idam (recitativo secco): "Princesa, me animo a ofreceros mi presencia; no me guía un temerario afecto; sólo quiero contentaros y morir". I: "¿Tú, morir?" Idam: "Un monstruo salvaje hace horrendas masacres por todos lados, debo ir al combate y tratar de vencerlo. ¡O que la muerte termine mis tormentos!" I: "Vive, te lo pido". Idam: "¿Qué escucho? ¡Adorada princesa?" I: "Mi corazón perturbado no puede evitar mi debilidad: demasiado amor y miedo está mezclado". Recitativo accompagnato (semicorcheas de violines): "¿Oigo bien o escucho lo que quiero? ¿O una gran pasión excita mis sentidos y un dulce sueño llega a mi opreso corazón? I: "Siento mil remordimientos: ¡mi sagrado deber, mi honor, mi país, reprochan mi rebelde amor! Si quieres morir, la tristeza me habrá matado antes de que mueras". Dúo, Larghetto; oboes, cornos y cuerdas: es muy débil el libreto: "Spiegarti non possio". I: "No puedo explicarte cuánto te adora mi corazón; pero aunque en silencio mi corazón lo expresa". Idam: "Voces de mi ídolo: escuchándolas siento insólito  contento inundando mi pecho". I: "Vida de mi alma". Idam: "Delicia de mi corazón". Ambos: "No sabe lo que es la alegría ni el encanto si no sintió en su pecho amor tan afortunado". En la palabra "diletto" ("encanto") ambos por orden cantan una abundante coloratura en fusas. Y cerrando el dúo repiten 4 veces "tan afortunado". Habiendo mencionado el horror del monstruo este dúo resulta muy blando. Escena III. Recitativo accompagnato de cuerdas y clave. Entran Idom y E. Idom, para sí: "¡Qué veo!" I a Idam: "¡Nos descubrieron!" Idam: "No temas". E para sí: "He aquí el ingrato". Idom para sí: "Sospeché la verdad. Idam: "Señor -ya no oso llamaros padre- concede una gracia a tu fiel súbdito. ¿En qué te ofendí? ¿Por qué me huyes, me odias y aborreces?" Idom: "¡Vete, te lo ordeno! Huye de tu orilla nativa y refúgiate en un asilo seguro". I a E, inocentemente: "Princesa compasiva, ¡consuélame!" E: "¿Yo consolarte? ¿Cómo?" Para sí: "Me insulta la indigna". Idam: "¡Entonces me iré! ¿Pero dónde?" (¿acaso no sería Argos? Esa era la idea de Idom y E). "¡Oh I, oh padre!" I: "Quiero seguirte o morir", Idam: "Quédate y vive en paz; ¡adiós!" Sigue el Cuarteto que Mozart consideraba crucial y lo es, donde 4 personajes disímiles terminan cantando las mismas palabras. Allegro, 4/4; maderas salvo oboes, cornos y cuerdas. La orquesta toca la melodía principal antes de que lo haga Idam: "Andrò ramingo e solo"; "Me iré vagabundo y solo, buscando la muerte en otro lado hasta que la encuentre". I: "Me tendrás compañera en el dolor allí donde vayas, y donde mueras moriré yo". Idom: "¡Neptuno despiadado!" (tres fuertes acordes). Idom: "¿^Quién por piedad me mata?" E: "¿Cuándo tendré mi venganza?" Idam e I, a Idom: "Calma tu mirada airada". Idam, I e Idom: "Se me parte el corazón". Los cuatro: "Sufrir tanto no se puede" ("Soffrir" en cantantes y orquesta: fp); "peor que la muerte es dolor tan grande. Suerte tan dura, pena mayor nadie tuvo"; en "nadie" ("nessun"), calderón fp. Y vuelve "Andrò ramingo" y todo el resto; la frase con "soffrir" se escucha en las 4 voces pero separadas como canon, para luego cantan juntos por un tramo; mismos textos pero cantados separados, y al final Idam con una sola frase: "Andrò ramingo e solo"; la orquesta cierra pp mientras parte Idam.

               ESCENA IV. Recitativo accompagnato, Allegro, 4/4 (maderas salvo clarinetes, corno y cuerdas). Arbace a Idom: "En el palacio una inmensa cantidad de gente agolpada requiere a los gritos que les habléis. El Gran Sacerdote del Dios del Mar los guía". Idom para sí: "¡El caso es desesperante!"  A Arbace: "Entiendo". E para sí: "¿Nuevo desastre?" I para sí. "¿Se está rebelando el pueblo?" Idom: "Voy a escucharlos". E: "Te seguiré". I: "Yo también". Arbace en rotundo y extenso recitativo accompagnato: "¡Sidón desventurada! Veo en ti el lúgubre reflejo de destrucción, horror y muerte. Sidón, ciudad del llanto, y este palacio, el del dolor. Un solo Dios podría salvarnos, pero el Cielo está sordo para nosotros. ¡Veo a toda Creta terminar en ruinas su gloria! ¡Sus miserias no terminarán!" Se cortó el aria de Arbace en la que se ofrecía como sacrificio y así salvar al Rey y al Príncipe.

               Gran Plaza delante del Palacio Real. Idom, acompañado por Arbace y séquito, se sienta en el trono. Vista del magnífico Templo de Neptuno, con la estatua del Dios al fondo. Recitativo accompagnato del Gran Sacerdote: "¡Mira a tu alrededor, Señor, y ve cuál horrible masacre hace el cruel monstruo en tu noble reino! ¡Mira los charcos de sangre en las calles! Verás a moribundos con cuerpos engordados con veneno negro. Miles y miles han muerto; esas fauces están siempre llenas de sangre. Sólo tú puedes salvar al resto de nuestra gente. ¡Al templo! ¡Quién es la víctima? Devuelve a Neptuno lo que le corresponde". Idom: "¡No sigas! Ministro sagrado, pueblo, escuchad: la víctima es Idam; y ahora, Dioses, veréis a un padre desangrar a su hijo". Y parte a buscar a Idam. Coro Adagio en 2/2, toda la orquesta salvo clarinetes: "¡Oh voto tremendo! ¡espectáculo horrendo! Ya reina la muerte, se abren las puertas del cruel abismo". Gran Sacerdote: "¡Oh Cielo clemente! El hijo es inocente y el juramento inhumano; detén la mano de este padre fiel". Resulta extraño: el Gran Sacerdote es de Neptuno y no lo puede atacar. Coro: repite el texto anterior. Todos parten desolados.

               Vista exterior del magnífico templo de Neptuno; la estatua del Dios al fondo. O sea, lo que ya apareció en la escena anterior, pero con más cercanía. Marcha lenta, "sempre sotto voce" (p). Cavatina con Coro de Idom con Sacerdotes; 2/2, Adagio ma non troppo. Orquesta completa salvo trompetas y timbales. Música noble. Idom: "Recibe, Rey del Mar, nuestras plegarias; aplaca tu ira, tu rigor". Sacerdotes y Gran Sacerdote: Repiten lo cantado por Idom. Éste continúa: "Que vuelvan a sus cuevas los vientos del este y del sur" (¡), "que retorne la suave brisa al mar y cese la furia. Acepta el arrepentimiento de tus devotos y concédenos tu favor". Los Sacerdotes vuelven a repetir "Recibe", etc.

               Escena VI. Allegro vivace, 4/4: trompetas y timbales en bambalinas. Coro: "¡Estupenda victoria! ¡Eterna es tu gloria! ¡Triunfa, Señor!" Recitativo secco: entra Arbace: "Señor, el príncipe Idam, el héroe que desesperado buscaba la muerte encontró el triunfo. Cayó furibundo sobre el monstruo, lo venció y lo mató. Estamos salvados". Idom: "Neptuno, indignado, nos volverá a atacar. Arbace, con tu dolor verás que Idam encontró lo que buscaba y el triunfo será su propia muerte". Arbace: "¿Qué veo?" Entra Idam con ropa blanca, la cabeza coronada por una guirnalda de flores, rodeado de guardias y sacerdotes.

               Escena VII. Largo 4/4, cuerdas. Recitativo Idam: "¡Mi querido padre! Estoy a tus pies; en este extremo período fatal, acepta un último beso sobre esta mano que abrirá mis venas. Ahora comprendo que tu turbación no era ira sino amor paternal. Idam es mil veces afortunado si quien me dio la vida la toma y la ofrece al cielo, procurando así la paz de su pueblo y la propia, y de los dioses el amor sacro y veraz". Idom: "Ahora estoy resuelto; recibe mi último abrazo…y muere". Idam para sí: "Oh I!" A Idom: "Sé feliz; ¡adiós!" Idom: "¡Adiós!"  Y cuando está por asestar el golpe aparece I: "¡Para! ¿Qué haces?" Idom: "Sacrifico la víctima que prometí a Neptuno". Si bien en el diálogo previo no parecían estar presentes, intervienen el Gran Sacerdote y E; el primero dice: "No turbe el sacrificio". I: "Yo soy su sacrificio" (sólo puede ser Idam, Neptuno no acepta reemplazos).  La reacción de E para sí: "¡Qué contraste!" es extraña, porque parece aceptar el sacrificio de Idam; ¿por qué, si ya no está el monstruo? ¿Pensará como Idom que si no se cumple el sacrificio Neptuno enviará otro monstruo? Hay un recitativo de I de dudoso contenido: empieza bien: "Idam es inocente, es tu hijo y la esperanza del Reino". Pero lo que sigue es inaceptable: "Los dioses no son tiranos y todos interpretan mal su voluntad: quieren eliminar los enemigos de Grecia, no sus hijos". No es cuestión de "los dioses", sino de Neptuno, cuya brutalidad se hizo evidente con el monstruo. Recordar mi artículo sobre "Los troyanos" de Berlioz: en el momento en que un troyano quiere demostrar que el ruido del Caballo es porque hay tropa griega adentro, aparece un monstruo y literalmente se traga al troyano…I dice: "soy troyana, mátenme" y se prosterna delante del Gran Sacerdote. Se oye un gran estrépito subterráneo; la estatua de Neptuno se anima; el Gran Sacerdote cae en éxtasis delante del altar. Una voz grave y profunda anuncia el veredicto del cielo, dice el libreto; en realidad sólo de Neptuno. El texto original era largo; a Mozart le pareció que debía ser breve; lo consultó con su padre Leopold, que estuvo de acuerdo. Pero se llegó a dos variantes: una bastante breve y otra brevísima. Leopold sugirió (y tuvo razón) que las palabras del Dios fueran acompañadas por tres trombones: contralto, tenor y bajo (además de dos cornos. "Idom cesará de ser Rey. Lo será Idam e I será su esposa". Tras ese minuto del Dios hay una breve reacción en Recitativo: Idom: "¡Oh cielo piadoso!" Idam: "I". I: "Idam, ¿oíste?" Arbace: "¡Oh alegría, amor, Dioses!"

               Pero E siente distinto este desenlace y su recitativo y aria son poderosos ejemplos del Mozart dramático. Recitativo accompagnato de maderas salvo clarinetes, cornos y cuerdas: "¡Oh furor! ¡Adiós amor y esperanza! Ya arden en mi cuerpo las Euménides. ¿Veré a Idam en brazos de mi rival? No; seguiré a mi hermano Orestes en los abismos sin fin. ¡Triste sombra! recibe a mi espíritu: te acompañaré en el infierno, en el llanto eterno". Aria compleja de dos breves estrofas donde hay mucha repetición de palabras pero la garra enfurecida de la música hace certero impacto. Aria; allegro assai, 4/4; amplia orquesta: maderas salvo clarinetes, cornos, trompetas, timbales y cuerdas. "De Orestes y de Ajax siento los tormentos en mi pecho, de Alecto la antorcha ya me da la muerte. En la orquesta trémolos, trinos, acordes. "Arrancadme el corazón, serpientes, o un hierro terminará con mis dolores". Hacia el final tiene que afrontar dos veces una escala que la lleva al do agudo y luego desciende hasta el siguiente do. La orquesta abunda en acordes y fp. Se va angustiada.

               Última escena. Clarinetes, cornos y cuerdas. Adagio, 4/4. Idom, Idam, I, Arbace, Gran Sacerdote, séquito y pueblo. Tras 8 agradables compases orquestales, Idom da un discurso: "¡Pueblo! A vosotros Idom os impone una última ley como Rey. Os anuncio paz. El sacrificio ha terminado, quedo desligado de mi promesa. A Idam, mi querido hijo, cedo el trono de Creta y el soberano poder. ¡He aquí la esposa real! Mirad en este bello par un don del cielo para vosotros. ¡Oh Creta afortunada, y yo feliz!". Se corta en esta función el aria de Idom "¡Torna la pace!. Sigue un Coro, Allegro vivace en 2/2; orquesta completa salvo clarinetes. "Que bajen el Amor, el Himeneo y Juno a los esposos que reinarán: diosa benigna, inculca la paz de tu espíritu en sus pechos". Todo el texto se repite, muy apoyado por la orquesta, y ésta cierra la ópera sin canto. Esta versión no incluye el Ballet que se vio en el estreno.

               Los cantantes resolvieron bien sus personajes en los Actos 2º y 3º. Polenzani no sólo demostró su sólido estilo y grato timbre sino que supo expresar como actor el gran conflicto que obsesiona a Idom. Coote fue asentándose y ofreció un buen Idam. Sierra confirmó su belleza de timbre y musicalidad y actuó con naturalidad. Van der Heever, correcta en el Segundo Acto, en el Tercero resolvió las grandes dificultades de su aria y expresó plenamente la angustia de E. Un trabajo sobrio y adecuado de Alan Opie como Arbace fue positivo aunque le cortaron las arias. La voz poderosa de Eric Owens se escuchó por apenas un minuto como Neptuno, y como Gran Sacerdote un bajo para mí nuevo, Noah Baetge, cumplió con el personaje. Reitero mi opinión con respecto a orquesta y coro y sus líderes, Levine y Palumbo: inmejorables.

               En suma, "Idomeneo" es fundamental en la carrera única de Mozart pese a debilidades de libreto y merece ser una ópera de repertorio, como lo hizo el Met con figuras tan valiosas como Domingo (1994 y 2000), Vaness y Studer como E, Von Otter como Idam,

Pablo Bardin