miércoles, mayo 25, 2022

VALIOSO CONCIERTO DE LA FILARMÓNICA DIRIGIDA POR ALEJO PÉREZ

                Alejo Pérez es un director de orquesta argentino de admirable carrera europea pero vuelve a su país con frecuencia y programa sus conciertos trayendo estrenos u obras raramente ejecutadas. El concierto del 13 de mayo es un claro ejemplo: "La isla de los muertos" ("Die Toteninsel") de Sergei Rachmaninov, el Concierto para oboe de Richard Strauss y "Die Seejungfrau" ("La sirena") de Alexander von Zemlinsky. Tanto la primera como la tercera obra tienen al mar como motivo esencial.

               Uno de mis primeros discos LP fue la grabación de Serge Koussewitzky con la Sinfónica de Boston de "La isla de los muertos" de Rachmaninov. Está basada sobre una famosa pintura de Arnold Böcklin (nació en Basilea, Suiza--no en Alemania como figura en el comentario del programa- en 1827; murió en Fiesole, Italia, en 1901). Sus siniestras alegorías influyeron fuertemente a los artistas alemanes del fin del siglo XIX y presagiaron el simbolismo. "La isla de los muertos" data de 1880 y su versión más famosa está en el Metropolitan de Nueva York (hay otras dos, similares). La tapa del disco que mencioné es justamente el cuadro de Böcklin. Empecé a ir a conciertos en 1951 a los 12 años; cuando fui consejero de Antonio Pini en el Colón en 1973 sugerí que se estrenara la obra en Buenos Aires y a Bruno D´Astoli le interesó y la estudió; sobre fines de Febrero iba a estrenarla cuando una huelga de músicos lo impidió, pero años después el director la estrenó. El poema sinfónico de Rachmaninov es su op. 29 y lo escribió en 1908 a los 35 años. Es una partitura muy lograda y da cabal impresión de lo que se ve en la pintura. Expresa Juan Ignacio Bühler en el programa: "Retrata una pequeña isla rocosa. A la orilla se acerca una balsa transportando un ataúd, con una silueta blanca de pie y otra oscura reclinada". La música "comienza con un clima oscuro, mientras una figura rítmica recurrente nos sugiere el vaivén del agua". Como si las olas se fueran intensificando se pasa del pp al ff, siempre en tono menor. "De este clima emerge el tema principal" que va creciendo en volumen, con notable orquestación, hasta llegar a un poderoso climax. Un silencio y aparece por primera vez en la producción del compositor ese Dies Irae que figura en varias obras suyas para culminar en su última partitura, esas "Danzas sinfónicas" que en la tercera danza el compositor se despide del mundo. La versión que escuchamos fue de calidad; sus casi 20 minutos dieron al público una fuerte impresión del amargo clima mortuorio y hubo un fuerte aplauso, pero el director incomprensiblemente no salió a saludar.

               En los años de la Segunda Guerra Mundial Richard Strauss creó una obra de indiscutible gusto trágico, las Metamorfosis; pero también una obra deliciosa de ambientación de mitad del siglo XVIII, "Capriccio": y varias obras instrumentales gratas completamente ajenas a la guerra. Apenas terminó, nos cuenta Bühler, "Strauss escribió el Concierto para oboe y orquesta en re mayor por sugerencia de John De Lancie, soldado estadounidense y oboísta profesional. En su acercamiento al Neoclasicismo Strauss empleó una orquesta reducida y la forma clásica de 3 movimientos". Quiso la casualidad que días antes escuché un espléndido álbum de música de Strauss editado en Argentina con 4 vinilos que nos dan obras para instrumento solista y orquesta, por los solistas de la Orquesta de la Staatskapelle Dresden y la dirección de Rudolf Kempe. Y bien, puedo afirmar que la versión del concierto que comento no le fue a la zaga. La Filarmónica tiene un gran oboísta desde hace largo tiempo: Néstor Garrote se perfeccionó desde 1985 en las Hochschule für Musik de Berna y Zürich. Tras varios años de tarea en Europa entró a la Filarmónica en 2001 y debe decirse: las maderas de nuestra Filarmónica se pueden lucir en cualquier lugar del mundo. Los 3 movimientos son tradicionales: Allegro moderato (muy exigente), Andante (melodía noble) y Vivace muy brillante, con una coda extensa marcada Allegro. Hay algo no habitual: los 3 movimientos están unidos. Fue un placer escuchar a Garrote, impecable en todo momento, y Pérez lo acompañó con ese color straussiano que conoce muy bien (recordar su gran dirección de "El Caballero de la Rosa") y la orquesta respondió  limpiamente.

               Estuve dos veces en Copenhague y en ambos casos vi la Sirenita en el Puerto y mi mujer sacó fotos. Es que los cuentos de Andersen son fundamentales para los daneses. Y ese es el tema del extenso poema sinfónico de Alexander von Zemlinsky; no tengo grabación pero me prestaron bastantes años atrás la de James Conlon dirigiendo la Orquesta Gürzenich de Köln; además lo escuché en Buenos Aires previamente. La editorial es Universal Edition de Viena y aquí la representa Barry Editorial. Zemlinsky, vienés, nació en 1872 y falleció en New York en 1942. En Viena fue director de orquesta en la Volksoper y en 1908 de la Ópera de la Corte. Luego fue director de la Ópera Alemana en Praga con mucho éxito y lo mantuvo hasta 1928. Creó 6 óperas y las presentó en distintas ciudades por primera vez: Viena, Munich, Stuttgart, Colonia y Zürich. Dos de estas óperas suelen darse juntas actualmente y tienen una fuerza truculenta: "Una tragedia florentina" y "El enano" ("Der Zwerg"). Su primera ópera, "Sarema", tuvo libreto de Arnold Schönberg (¡). De 1927 a 1932 trabajó con Klemperer en la Kroll Oper de Berlín. Schönberg fue su cuñado y su alumno; Berg lo admiraba y cita en su Suite Lírica un tema de la "Sinfonía Lirica" de Zemlinsky. Esta obra se escuchó en Buenos Aires hace un largo tiempo y existen (hasta el año 2000) 7 grabaciones; me prestaron la dirigida por Peskó. También hasta el año 2000 hubo 5 grabaciones de "Die Seejungfrau" ("La Sirena"); aparte de la de Conlon hay grabaciones de Peskó en Wergo, Kaspszyk en Vanguard, Chailly con la Orquesta RSO de Berlín en Decca y Dausgaard con la Orquesta Nacional Alemana RSO (como se ve, directores poco conocidos algunos). Antes de entrar a la obra que se escuchó quiero mencionar algo importante: la época de los años 1950 hasta 1970 dio poca importancia al compositor y hubo escasas grabaciones; nada menos que la Oxford History of Music apenas lo señala. En cambio la colección de grabaciones en CD del R.E.R. 2000 es impresionante: 7 obras orquestales. 8 de cámara incluso 4 cuartetos (los tengo y me parecen de gran calidad), 29 obras vocales y corales, y 7 de sus óperas están grabadas. Dos se vieron en el Colón: "Eine Florentinische Tragödie" ("Una tragedia florentina", sobre obra de Oscar Wilde) y "Der König Kandaules" ("El Rey Kandaules"), ópera de gran efecto.

               Y ahora vuelvo a "Die Seejungfrau". Tiene 3 movimientos. Bühler da una muy buena síntesis en el programa y lo cito. "En el comienzo del primer movimiento" ("Sehr mässig bewegt"; "Muy moderado, movido"; o sea dos tempi en el mismo movimiento) "una figura ascendente recrea la profundidad del océano, mientras que el cálido tema de la Sirena es introducido " por el violín (admirable el timbre y la belleza melódica de Xavier Inchausti). Luego "una feroz tormenta hace caer al Príncipe de su barco. La Sirena lo salva de morir ahogado". "El segundo movimiento" ("Sehr bewegt, rauschend": "Muy movido, ruidoso") "se inicia con una fiesta en el Palacio del Rey del Mar; la música se torna misteriosa y lúgubre cuando la protagonista se dirige al encuentro de la Bruja para pedirle que la convierta en humana" (como en "Rusalka" de Dvorák). "El pacto exige que entregue su voz; le esperará la muerte si no consigue el amor del joven. Consumado el pacto el movimiento regresa al baile del Palacio".  Tercer movimiento: "Sehr gedehnt, mit schmerzvollen Ausdruck·: "Muy prolongado, lleno de expresada tristeza". "El cierre de la obra nos introduce en el viaje de la Sirena a la superficie. La intensidad de la música va en aumento, retomando motivos de los movimientos anteriores, hasta estallar en el momento en que descubre al Príncipe junto a su prometida. La obra concluye con calma y cierto optimismo ya que la protagonista no muere sino que alcanza la inmortalidad al transformarse en una ´Hija del aire´". La música llega varias veces a grandes climax y tiene fuerte impacto; la obra es de 1903 cuando Zemlinsky tenía 32 años. Comparemos con Schönberg: "Noche transfigurada", 1899; Cuarteto en Re sin número, 1897; "Pelleas und Melisande", 1902-3; "Gurrelieder", 1900-1903 hasta el Lied der Waldtaube inclusive. En suma, Zemlinsky fue maestro de Schönberg, ¡y qué obras nacieron! Sí, es la exacerbada etapa final del romanticismo, potente y válida (como lo es Mahler). De modo que fue importante que "Die Seejungfrau" se haya escuchado y Pérez logró que la Filarmónica respondiera con eficacia a su bien madurada dirección.

Pablo Bardin

               

INTERESANTE CONCIERTO DE QUINTETO DE VIENTOS Y NONETO

               El 15 de mayo en la Ballena del CCK tuvo lugar un excelente concierto que permitió escuchar dos obras para quinteto de vientos y para terminar una para Noneto, en los tres casos con partituras que representan cabalmente la creación musical con esos instrumentos. Mariano Rey, especialista en clarinete, fue presentando a los compositores. La única molestia fue que parte del público aplaudió entre movimientos.

               Se inició con las Tres piezas breves de Jacques Ibert; no son muchos los espectadores que conocen la música para esta combinación de instrumentos, pero no hay quien no haya escuchado esta obra si el quinteto de vientos no le es ajeno. Esto es así porque la música es alegre y muy grata, incluso pegadiza y rítmica en los movimientos rápidos (primero y tercero). Este quinteto de artistas proviene de la Filarmónica de Buenos Aires: Claudio Barile, flauta; Néstor Garrote, oboe; Rey; Fernando Chiappero, corno; pero se enfermó Gabriel La Rocca, fagot. Rey mencionó rápidamente a su sustituto, que creo fue William Thomas Genz, miembro reciente de los fagotes (quizá extranjero); resultó ser un artista muy completo que pareció ser el habitual de este quinteto.

               Franz Danzi es uno de los mejores compositores de quintetos de viento. De él escuchamos el Quinteto para vientos en sol menor, op. 56 Nº 2, en 4 movimientos. Pero su vida tuvo etapas bien distintas, ya que escribió buena cantidad de óperas y estuvo casado con una soprano; después de la prematura muerte de ella se dedicó a la música sacra y a sinfonías y música de cámara: conciertos para fagot; para flauta; para oboe; cuartetos para fagot y cuerdas, un sexteto, varias sonatas, un quinteto para piano y vientos; y lo que importa en este concierto: quintetos para vientos op. 56 (3), op. 67 y op. 68.Y bien, el op. 56 Nº 2 es música refinada tanto en sus ideas elegantes como en su dominio instrumental: conoce muy bien las posibilidades de los instrumentos de madera como las del corno; los cinco se integran con buen gusto y facilidad en los 4 movimientos. Y nuestros ejecutantes lo supieron transmitir con evidente talento.

               Louis Spohr (1784-1859) fue famoso aunque ahora raramente se lo escucha, al menos en Buenos Aires. Hay una muy considerable cantidad de grabaciones, sin embargo, entre ellas su único Noneto, op.31, en Fa,1813, del que hay 6 versiones en el catálogo R.E.R. 2000. Por mi parte lo escuché en Buenos Aires por el Noneto de Praga en 1961. Spohr era violinista y no es de extrañar que haya escrito 15 conciertos (todavía se toca el Nº 8). También hay nada menos que 34 cuartetos, numerosos quintetos, 4 conciertos para clarinete y 9 sinfonías. Pero también creó 10 óperas, 2 de ellas famosas y que se han grabado: "Faust" y "Jessonda". Y 2 oratorios, salmos, gran cantidad de Lieder (nada menos que 10 libros).  El Noneto está formado por el habitual quinteto de vientos más 4 cuerdas: violín, viola, violoncelo y contrabajo. Sus 4 movimientos son tradicionales en su forma aunque frescos y gratos; se siente la influencia romántica y la habilidad temática en su mejor nivel. Al quinteto se le añadieron Pablo Saraví (violín), Denis Golovin (viola), Cecilia Slamig (violoncelo) y Julián Medina (contrabajo), todos miembros de la Filarmónica y por ende bien acostumbrados al quinteto de vientos de esa orquesta. Los resultados fueron muy positivos: música linda y bien escrita y un conjunto de 9 artistas de primer orden habiendo estudiado las obras impecablemente.

               El concierto es parte de un equipo de programación de música clásica dirigido por el maestro Tomás Ballicora y con especial acento (aunque no en este concierto) en la música argentina. Ya pasaron sin mi presencia dos conciertos interesantes: del Centro Provincial de las Artes del Teatro Argentino dirigido por el brasileño André Dos Santos y de la bien conocida Sinfónica Juvenil Nacional dirigida por Mario Benzecry con una obra fundamental, el Concierto para orquesta de Bartók. Fuera de las orquestas también hubo un concierto argentino del notable Cuarteto Gianneo (sábado 7) y del Cuarteto de Maderas Fénix con obras argentinas (sábado 14). En la semana próxima habrá el 25 la Sinfónica Juvenil dirigida por Francisco Varela  con Antonio Formaro (piano) en música argentina; el 28 un programa Williams con soprano, pianos y violín; y siguiendo con el Ciclo Bach dos destacadas organistas el domingo 29: Ana Paula Segurola y María Cristina Deanna.

Pablo Bardin

LA GESTIÓN DE JORGE TELERMAN EN EL COLÓN

               Unos dos meses después de haber sido nombrado Director del Colón Jorge Telerman dio una conferencia en la que anunció algunos cambios importantes. Esto fue reflejado en La Nación en un artículo de Mauro Apicella y en un mail de Prensa Teatro Colón. No fui invitado aunque el Salón Dorado estuvo lleno. He aquí mis comentarios.

               La charla con Apicella fue previa a la reunión en el Salón Dorado. Empieza así: "En un coctel celebrado en el Salón Dorado que tuvo como broche una fotografía coral, Jorge Telerman presentó a los nuevos integrantes de su equipo y los lineamientos trazados para encarar su gestión". "Marcelo Ayub será el nuevo Director de Estudios". Me parece una buena elección; no sólo es un excelente pianista sino que conoce el teatro a fondo y su nivel es internacional. Diana Teocharidis deja su tarea del Teatro de la Ribera (donde dependía de Telemann) para tomar la Dirección del Centro de Experimentación (hace tiempo que Miguel Galperin renunció). Siendo ella coreógrafa deberá tener un criterio amplio que abarque, sí, la danza, pero también la música como la sabía manejar Gandini: novedades actuales muy difíciles de elegir pero también las músicas que fueron experimentales durante el siglo XX y merecen escucharse si están olvidadas y son de calidad válida. El director de orquesta inglés Jan Latham Koenig ha tenido una amplia y a veces discutida carrera. Vendrá para "ocuparse de la dirección musical (en el ámbito de la ópera, los conciertos especiales" (¿cómo se los define?) "y los conciertos de la Orquesta Estable, entre otras propuestas". No se menciona la Orquesta Filarmónica ni aparece Diemecke; ¿quedará para la Filarmónica? "Telerman convocó a Pablo Maritano para la dirección de programación" (y Producción).. Muy difícil de definir; como régisseur recuerdo que el Julio César de Haendel llegaba en avión…"No habrá cambios en la programación 2022", según Telerman; pero con justicia Apicella hace notar que algunos "hubo en el ballet y en el calendario del CETC" (Centro de Experimentación). Positivo: "No está en duda la llegada en noviembre de la soprano rusa Anna Netrebko". Pero lamentablemente Telerman "tampoco está en contra del sponsoreo del teatro, del alquiler de la sala ni de los cruces con la música popular". O sea que está a favor de los conciertos populares Único…Fundamental error en un director del Colón (¿o cede ante presiones políticas?). Si bien no logró avanzar, sí está de acuerdo "en la necesidad de rever la edad jubilatoria de los bailarines del Ballet Estable. Es un tema complejo, pero insistirá; asegura que ´es algo de sentido común`". "Quiere artistas en residencia como creadores de obra. Habría una obra sinfónica para estrenar en 2023, piezas de ballet y ópera en 2024". En cuanto a la ópera: "que salga del Colón y llegue a todo el país": muy caro y problemático, ya que la actividad en la ciudad sufriría. Quiere intercambios con Italia, lo cual es factible aunque arduo, y un ciclo dedicado al barroco (razonable).

               Me refiero ahora a la Gacetilla de prensa sobre Telerman. Se agrega aquí que Verónica Cangemi "se pondrá al frente de 2 actividades muy ambiciosas como el Festival de Música Barroca y Ópera en Camino" (supongo que "en camino" se trata de llevar gente del Colón a las provincias, especialmente Mendoza; es mendocina). ¿Pero no dijo ella a La Nación que tiene mucha tarea como cantante en Europa en estos próximos años?  Telerman: "Dentro de 3 años estaremos festejando el centenario del Colón. En 1925 se crearon sus cuerpos estables y empezó su funcionamiento tal como lo conocemos ahora. Defender el patrimonio es defender al teatro y lo que allí sucede; el Colón tiene que ser para todos y no para todo" (de acuerdo; ¿entonces por qué Único? "Es cuidar las condiciones laborales de quienes allí trabajan" (es de esperar que así sea; meses antes del Covid los cuerpos estables estaban enojados por pagas demasiado bajas). "Pensar qué es el Colón implica pensar políticas y traducirlas en acciones", "Habrá una serie de abonos nuevos. Abonos cruzados entre ballet, conciertos y óperas, promociones especiales a precios muy accesibles, como así también acciones en las escuelas" (esto último se acepta si las escuelas van al Colón, no viceversa, y para obras que los niños entienden y que les sean explicadas, pero eliminar esas actividades para 2 años del Colón anterior). En cuanto a la Ópera de Cámara, es evidente que la relación con Lombardero se cortó 2 años atrás. "Será integrada al nuevo espacio performático" (¿cuál?)" y de formación en la ópera, no sólo como taller de formación profesional sino como semillero, trabajando en una relación muy fuerte con el Instituto Superior de Arte del Colón". Creo que la Ópera de Cámara también debe ser para cantantes argentinos de importante carrera sin olvidar la posibilidad de  combinarla con artistas no argentinos. ¡Recuerden a Valenti Ferro! "A partir del 2023 y el 2024 la temporada tendrá un país invitado por año". En suma, hay aspectos positivos y negativos en lo que dijo Telerman, y debería entender que cualquier gran sala de ópera tiene que equilibrar lo conocido con lo valioso que aquí se ha olvidado. Esto vale también para el ballet. Y por supuesto recordar lo que no se dio en el Colón, como "Maria Stuarda" de Donizetti y presentarlo con artistas de primer rango. Este año habrá una gran artista que nos dará fragmentos de las reinas: Sondra Radvanovsky. Y hubo una cantante argentina que en otros teatros las dio a conocer: Adelaida Negri. Claro está que el pésimo estado de la Argentina va en contra, pero este año el Colón fue apoyado y hay que agradecerlo si se cree en la cultura.

Pablo Bardin

DOS CONCIERTOS EN EL COLÓN CON MÚSICA DE LOS SIGLOS XX Y XXI

               Fue muy interesante la música sinfónica la semana pasada en el Colón. El miércoles 4 hubo obras de Berio, Strasnoy y Ligeti en el programa Contemporáneo. Y el viernes 6 la Filarmónica dirigida por Diemecke ofreció una partitura de Johann Sebastian Bach en una especial versión de Anton Webern, el Adagietto de la Quinta sinfonía de Mahler, la versión de cámara del "Lied der Waldtaube" de los "Gurre-Lieder" de Schönberg, y "Rendering" de Berio sobre fragmentos de la Sinfonía Nº 10 de Schubert.

               El violinista italiano Francesco D´Orazio, de larga carrera, debutó aquí. "Actuó en Europa, América, Australia, China y Japón y grabó para 5 empresas. Se presentó en teatros tan importantes como La Scala, la Berliner Philharmonie, la Accademia Nazionale di Santa Cecilia, el Royal Albert Hall y en numerosos festivales- Colaboró cercanamente con Luciano Berio y estrenó más de 20 conciertos. Toca un violín de Giuseppe Guarneri o el de Vuillaume de 1863 (no se aclaró cuál tocó en el Colón). Se presentó con la Sequenza VIII para violín solo (1976) de Luciano Berio. Para el compositor "el violín es el instrumento más sutil y complejo". Tengo la primera grabación completa de las 13 Sequenzas; las compuso entre 1958 y 1995, nada menos que 37 años, y hay una particularidad: las Sequenza IX son dos: a para clarinete y b para saxofón contralto. La grabación es del Ensemble Intercontemporain. Dice el compositor sobre la Sequenza para violín, que dura 13 minutos: "Se basa en 2 notas, La y Si, que, como en una chacona, provee una extensión del instrumento para el progreso bastante diversificado y elaborado; la polifonía es real. Se trata de un homenaje a la Chacona de la Partita en re menor de Johann Sebastian Bach; coexisten técnicas del pasado y el presente" (y Berio añade curiosamente "del futuro").  D´Orazio, muy concentrado, dio una magnífica versión; en su madurez mantiene una habilidad notable.

               El argentino Oscar Strasnoy nació en 1970 y vive en Europa desde hace décadas. Aquí se han estrenado buena cantidad de sus obras incluso varias óperas; la única que me resultó valiosa fue "Requiem", sobre Faulkner. Esta vez me pareció un experimento. "Kuleshov", concierto para piano y orquesta de cámara, data de 2017 y fue un estreno latinoamericano, donde más allá de mi opinión sobre la obra destaco el virtuosismo evidente y arduo que desplegó Marcelo Balat, artista de gran madurez. Y el apoyo orquestal estuvo en las manos conocedoras de Pablo Druker, uno de varios directores de orquesta argentinos que trabajan aquí y en Europa y que dominan la música contemporánea. Resulta que Lev Kuleshov inventó en Rusia un efecto cinematográfico en la década de 1920. Nos cuenta Emanuel Fernández en el programa de mano: "Demostró que lo que una imagen sugiere a los espectadores radica más en la secuencia de montaje que en sí misma. Es una apropiación: una misma idea musical revela distintas facetas al ser intercalada con otros materiales. Podría descubrir una orquesta que irrumpe como una carcajada; un ragtime espectral, una determinada secuencia armónica; un pasaje pianístico que recuerda la belleza tornasolada del Tercer concierto para piano de Bartók". Mi reacción en cuanto a la última frase: nada escuché que me lo sugiera y tengo un especial cariño por esa obra. Sí advertí el ragtime espectral y la frecuente "orquesta carcajada". El pianista modificó una cuerda en determinado momento y realizó refinadas bellezas tímbricas en varios momentos, pero también debió repetir en demasía varios pasajes. En total, la idea básica tiene su interés pero me resultó medianamente lograda.

               Lamentablemente no tengo grabación del Concierto para violín de Ligeti (1990/92). El compositor vivió entre 1923 y 2006. Hay una interesante grabación en Deutsche Grammophon: S. Gavriloff, Ensemble Intercontemporain, Boulez, 1995 (no tengo datos después del año 2000).

Esta versión que se vio en el Colón es estreno sudamericano y ciertamente valió la pena. Es un Ligeti dramático. Y parece Ginastera la manera en que anuncia los 5 movimientos: I. Praeludium: Vivacissimo luminoso-attacca: II. Aria, Hoquetus, Choral: Andante con moto-attacca: III: Intermezzo: Presto fluido. IV. Passacaglia: Lento intenso. V: Appassionato: Agitato molto. Hay especial insistencia en la percusión y son numerosos los momentos en los que se la escucha fff. Si bien el violín tiene fuerte presencia, la orquesta también se escucha variada e imaginativa. La Editorial es Schott Music y aquí la representa Barry editorial. Bien dice Fernández: "La partitura combina una infinidad de recursos como la microtonalidad, polirritmos, densos entramados polifónicos, yuxtaposiciones inesperadas, instrumentos inusuales, referencias a la música medieval y renacentista, auto-citas y melodías provenientes del folklore húngaro y búlgaro, el extraño coral para ocarinas". Y por supuesto el violín está muy exigido ("pasajes furiosamente contorsionados"). La obra fue escrita a los 67-69 años y él murió en 2006 a los 83. Si bien de nacimiento húngaro, pasó a vivir en Austria. En el segundo movimiento el Aria es una melodía muy bella y tradicional. Conviene aclarar qué es el hoquetus medieval: nos dice Willi Apel en el Harvard Dictionary of Music: "El truncamiento de la línea melódica en fragmentos (con frecuencia notas solas) dados en dos partes alternativamente. No sólo es parte de un motete sino que puede ser una forma musical independiente". Apel menciona una curiosa similitud con "durchbrochene Arbeit" ("romper trabajo") en Mozart, Haydn y Beethoven: "fragmentos de una melodía son tocados por diferentes instrumentos alternándose en sinfonías o cuartetos". Sin partitura ni CD, sólo puedo decir que me resultó una muy buena versión: el violinista es notable y el director, un especialista en la sensibilidad y exactitud de este tipo de material; la orquesta respondió con seguridad.                                                              

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               Dos de las cuatro obras que dirigió Diemecke el viernes 6 de mayo tienen una característica: escritas por compositores del siglo XX, se basan en obras del siglo XVIII (Johann Sebastian Bach) o siglo XIX (Franz Schubert). Anton Webern (1883-1945) utiliza de "La Ofrenda Musical" ("Musikalisches Opfer"), el Ricercare A, BWV 1079, de J. S. Bach. La compuso para el rey Federico "El Grande", que sabía música y tocó para Bach un tema (Bach lo había visitado). De esos 50 minutos Weber eligió este ricercare a 6 voces; lo orquestó en 1935 "para una formación de cámara y con la particularidad de dividir cada línea entre varios instrumentos", escribe Margarita Pollini en el programa de mano. Y cita a Webern: "Mi orquestación intenta revelar la interrelación de los motivos. También intenta mostrar cómo veo el carácter de la obra". El Ricercare en cuestión es una Fuga. Tengo un magnífico álbum en vinilo donde está grabado la mayor parte de la música de Webern dirigida por Boulez. Allí al final de 4 discos (8 lados) figura este Ricercare de Bach-Webern que dura 7 minutos y está transcripto para orquesta de cámara. Está grabado por la Sinfónica de Londres dirigida por Pierre Boulez. Dice Humphrey Searle: "Las 6 partes pasan continuamente de un instrumento a otro logrando un efecto caleidoscópico. Bach no aclaró con qué instrumentos tocarlo; la versión de Webern es una interpretación creativa de un gran compositor por otro". Y dice Susan Bradshaw: "Esta vista ´espressivo´ de la fuga está coloreada por bronces con sordina, armónicos de arpa y cuerdas divididas; el ´tutti´ sólo se escucha al triunfal cierre de la música". Encontré muy cuidadosa la marcación de Diemecke y los fascinantes cambios de color se escucharon bien. El compositor y director Bruno Maderna nos visitó en agosto 1964 y una de las obras fue esta Fuga (Ricercata) de Bach-Webern con la Filarmónica.

               Voy a ser breve con el famoso cuarto movimiento, Adagietto, para cuerdas y arpa, de la Quinta Sinfonía de Mahler, ya que se ha tocado con frecuencia sola o dentro de la sinfonía. Por supuesto se sabe que la razón para su popularidad fue el uso de Visconti en su película sobre la obra de Mann que sucede en Venecia. Pero fuera de eso la Quinta es justamente famosa y obra de repertorio. Encontré algo exagerada la dirección de Diemecke, que marcó muy extensas paradas en varios momentos, estirando la música.

               Después del intervalo escuchamos la versión de cámara del "Lied der Waldtaube" (la Canción de la Paloma del Bosque) de los Gurre-Lieder de Schönberg. Escuché los "Gurre-Lieder íntegros en Buenos Aires (director Horst Stein) y en Viena (1969, director Krips y la mezzo fue Christa Ludwig) y luego en Buenos Aires, director Calderón. Pero no recuerdo esta versión de cámara posterior de esta canción tan expresiva; dura unos 11 minutos. "¡Tove ha muerto! Su corazón calló pero el del Rey late salvajemente aunque también esté muerto. ¿Adonde fluyen ahora los pensamientos de Tove? Los del Rey se pierden en la lejanía. He buscado el dolor y mucho encontré. He visto al Rey llevando el féretro. Un monje quiso quitar del cordel para tocar el ángelus; pero vió llegar el cortejo; la campana tañó un toque de muerto. Fue el halcón de Helwig que, cruel, destrozó la paloma de Gurre". Interesante la transcripción madura que hizo Schönberg, muy bien tocada por la orquesta; Diemecke entendió la música. Y Guadalupe Barrientos, que en años recientes estudió repertorio alemán, tuvo su poderosa voz en plenitud y le dio sentido al texto, además de cantar con cuidadosa afinación.

               Aunque no tengo el dato exacto, sé que escuché "Rendering" ("Interpretación") en Buenos Aires; es el título que en inglés puso Luciano Berio a fragmentos de la Sinfonía Nº 10, en Re mayor, D. 936ª, de Franz Schubert. O sea, la sinfonía que no pudo terminar antes de morir. Fue escrita por Berio en 1968-69 y grabada dirigida por él con la London Symphony en 1998 (RCA); hay otra grabación con Eschenbach dirigiendo en 1996 la Sinfónica de Houston (Koch). No pude medir la extensión de la obra pero la sentí bastante extensa, unos 45 minutos. No me extrañó que fuera largo el primer movimiento, Allegro, ni el Andante que siguió, pero sí el Scherzo, que en vez de unos 6 minutos duró al menos 15, como si tuviera dos tríos volviendo al scherzo. Fue estrenada por la Orquesta del Concertgebouw de Amsterdam dirigida por Nikolau Harnoncourt.  

               

NANCY FABIOLA HERRERA SE PRESENTÓ EN EL COLÓN

               El programa del Colón Grandes Intérpretes se inició con Plácido Domingo e iba a continuarse con dos cantantes españolas, la conocida soprano Ainhoa Arteta y la mezzosoprano Nancy Fabiola Herrera, con nuestro Marcelo Ayub como pianista acompañante. Pero Arteta se enfermó y finalmente el concierto fue con Herrera y Ayub, por supuesto cambiando el programa.

Así, la Primera Parte fue dedicada a la música española y la Segunda a obras en francés. Las 7 primeras canciones son poco conocidas aquí. El catalán Eduardo Toldrá vivió entre 1895 y 1962. De las Seis canciones escuchamos "Mañanita de San Juan" (Anónimo), de 1940, y "Nadie puede ser dichoso", con texto de Garcilaso de la Vega (compuesto en 1941). Toldrá fue un notable violinista y formó un cuarteto con el que presentó la totalidad de los cuartetos de Beethoven y los llevó por Europa. Hombre de refinado gusto, compuso un cuarteto, hizo homenaje a algo muy típico de Cataluña, la sardana (compuso 25), una ópera cómica, "Vistas al mar" (obra orquestal con 3 grabaciones en el catálogo R.E.R.). Victoria de los Ángeles grabó varias canciones suyas (aunque no las que se escucharon en el Colón, que en R.E.R. no figuran). Sea como fuere, las que ofreció Herrera tienen la naturalidad y facilidad melódica del autor y ella las cantó con buen timbre y cuidada expresión; Ayub, como en todo el programa, fue un admirable acompañante, siempre exacto y en estilo (no sé cuándo aprendió las obras considerando que el programa fue distinto). Garcilaso de la Vega tuvo corta vida (1503-36), ya que su talento poético no evitó ser un guerrero del emperador Carlos V (Carlos I en España) y luchar en Francia, donde murió. Pero dejó sonetos, octavas y silvas de renovadas estructuras rítmicas y de rima. Curiosamente hubo otro autor notable llamado Garcilaso de la Vega, pero mitad Inca. No fue poeta sino historiador y tuvo vida larga (1539-1616).

               La breve biografía de Herrera en el programa de mano sólo da datos entre 2019 y 2022 y la presenta como artista versátil que canta zarzuelas, óperas italianas, francesas y españolas, pero también obras no operísticas como "Shéhérezade" de Ravel, los nada fáciles "Gurrelieder" de Schönberg, el Requiem de Mozart, Grabó "Goyescas" de Granados. Pero está identificada con "Carmen" y la cantó entre otros lugares en el Met, el Covent Garden, en la Arena de Verona, en las óperas de Munich, Berlín y Roma y en ciudades inesperadas como el Bolshoi y las de Sidney y Japón. En suma, tiene una carrera versátil. Un amigo me recordó que hace 4 años cantó en el Colón "L´Italiana in Algeri".

               Anton García Abril tuvo una vida larga (1933-2021) Y sus obras fueron variadas. Las pocas grabaciones en el R.E.R. son de empresas como Marco Polo, que siempre graba obras por `primera vez, o pequeñas como Analekta Recording y Ensayo. Son obras para orquesta como el Concierto mudéjar para guitarra, o en un caso Tres canciones españolas con texto de García Lorca. No olvidar que el catálogo R.E.R. sólo cita las obras que se conseguían en Gran Bretaña, puede haber grabaciones españolas que no salen de allí o no van a Londres. Carezco de un catálogo reciente español y me resultaron nuevas dos canciones con texto de Antonio Gala: "No por amor" y "Agua me daban a mí". Me parecieron bastante logradas y cantadas con habilidad. El compositor escribió más de 130 canciones, además de ópera, música para cine y televisión.  

               Reconozco no conocer ni de nombre a Miquel Ortega, nacido en 1963. Por cierto que en los últimos 50 años no faltan compositores de vanguardia, pero no es éste el caso. La primera canción, bastante breve, se llama "Memento" (de García Lorca) y fue cantada con voz atenuada. Y volvimos a García Lorca con ese bello "Romance de la luna, luna" que no toleraría música extrema; me resultó bastante expresiva y la artista la cantó con carácter. Antes y después de Ortega ella salió del escenario. Quedó Ayub, que ejecutó una obra famosa de Ernesto Lecuona, "Malagueña", de la Suite "Andalucía", melódica, atrayente y muy difícil; Ayub estuvo a la altura de las exigencias.

               Volvió Herrera y se animó con los célebres "Cinco cantos negros" de Xavier Montsalvatge (1912-2002). Tuve la suerte de conocerlo en el año 2000 cuando fui a un concierto con una muy buena orquesta de las Canarias, y con mi amigo Carlos Singer se produjo una charla simpática y directa. Los cantos negros fueron escritos en 1947 y son su obra más famosa. En Buenos Aires las cantó admirablemente Victoria de los Ángeles en 1962 y con algo menos de carácter Teresa Berganza en 1967. Por supuesto está muy grabada aunque sólo las mencionadas son grandes figuras; de los Ángeles la grabó con la orquestación del autor y dirigió Frühbeck de Burgos. Dato notable: escribió la música para un gran número de ballets. Otras obras: la ópera "El gato con botas" sobre Perrault, la Sinfonietta Folia Daliniana, la Sinfonía Mediterránea, la Sinfonía de Requiem para soprano y orquesta. En suma, un compositor importante de Cataluña. Los Cinco cantos negros son: "Cuba dentro de un piano" (de Rafael Alberti); "Punto de habanera, siglo XVIII" (Néstor Luján); "Chévere" (de Nicolás Guillén); "Canción de cuna para dormir a un negrito" (Ildefonso Pereda Valdés) y "Canto negro" (Guillén). Herrera, que había sido bastante circunspecta antes de Montsalvatge, aquí agregó gritos y gestos bastante exagerados, si bien parte de la música lo permite. Ciertamente no le dio la gracia a la Canción de cuna pero el Canto negro permite cierta intensidad popular. Allí su traje muy colorido y variado funcionó bien. Es notable cómo el compositor pone bastantes acordes disonantes que sin embargo se aceptan como parte del clima de América Central y su gente.

               En la Segunda Parte Herrera apareció con un traje de violento rojo. Lo más interesante del programa a mi parecer fue la inclusión de 3 canciones de Pauline Viardot García (1821-1910). Mezzosoprano, fue hermana de la Malibran e hija de Manuel del Popolo García, famoso cantante rossiniano. Gran artista, Schumann y Brahms le dedicaron obras. Liszt le dio lecciones de piano. En 1839, a sólo 18 años, el empresario Louis Viardot la contrató para el Théâtre Italien en París. Cantó con los grandes rossinianos: Grisi, Tamburini, Rubini y Lablache. Su voz no era de especial belleza pero la manejaba con extraordinaria habilidad. Su marido la llevó por las grandes ciudades europeas, donde siempre tuvo gran éxito. Cantó Fidès de "Le Prophète" de Meyerbeer 200 veces. Moscheles dijo: "Es la vida y el alma de la ópera". En 1859 cantó el "Orphée" de Gluck en la versión de Berlioz en el Théâtre Lyrique 140 veces. A partir de 1863 se instaló en Baden-Baden y empezó a componer operetas con libretos de Turgenev (¡); la guerra de 1870 la obligó a retornar a París y allí publicó varias colecciones de canciones como las que escuchamos en el concierto de Herrera. Si bien no parece haber ido a España, por algo es García, y las canciones elegidas son de ambiente español: "Madrid", "Havanaise" (no olvidemos que Cuba fue parte de España durante largo tiempo) y "Les filles de Cadix" ("Las hijas de Cádiz"). Música fresca y de mucho encanto, muy bien transmitida por Herrera, que además en la tercera canción usó las castañuelas con toda precisión.

               Salen ambos, retorna Ayub, quien toca el Preludio de "Werther"; al terminarlo aparece la mezzosoprano y canta ese soliloquio dramático tan importante: "Werther!...Werther!...Qui m´aurait dit…Ces lettres!" ("Werther! Werther! Quién me hubiera dicho…Estas cartas!"). Aquí la gente veterana (como yo) siempre tiene el canto y la imagen de Régine Crespin en este personaje; fue el único momento dramático y Herrera, con buen francés, estuvo bastante eficaz. "Samson et Dalila" es la gran ópera de Camille Saint-Saëns y si bien Dalila tiene otras atrayentes arias, la más célebre es "Mon coeur s´ouvre à ta voix" ("Mi corazón se abre ante tu voz"); los graves no son poderosos en la voz de esta artista pero sí el agudo y llegó con fuerza a esa nota que impacta a Sansón. Y llegamos a esa "Habanera" (que es tanto de Yradier como de Bizet) con la que conquista a José. En realidad hay un breve recitativo antes de la habanera: "L´amour est un oiseau rebelle" ("El amor es un pájaro rebelde").  Pasamos del concierto al show: la cantante bajó al pasillo central y empezó a hacerle gestos sensuales a miembros del público, incluso entrando entre dos filas. Sí, lo cantó bien, pero me parecieron recursos baratos.

               Hubo dos piezas fuera de programa, ya subida al escenario: un fragmento de zarzuela muy atrayente y cantado a la perfección: "Tierras de Granada", de "La Tempranica" de Gerónimo Giménez, y "Nana" de Montsalvatge, la 6ª canción que compuso aparte de los "Cinco cantos negros", para mí menos interesante que los famosos.

Pablo Bardin

RALPH VOTAPEK EN EL SALÓN DORADO DEL COLÓN

               No hay ni hubo un pianista extranjero de primer orden que viniera tanto a la Argentina como Ralph Votapek. Lo escuché en 1966 por primera vez; él y yo teníamos 28 años; ahora llegamos a los 83, y lo asombroso es que su recital, cerrando los ojos, fue idéntico en firmeza y seguridad que el de aquel lejano año. Premio Naumburg y Medalla de Oro en el Primer Concurso Internacional Van Cliburn. La Gacetilla de Prensa coincide con mi opinión al referirse a que "Su estilo de interpretación combina la fuerza, la poesía y la calidez sonora de los grandes pìanistas de nuestros tiempos". No pude verlo, sólo escucharlo, porque el Salón Dorado es chato y hay que estar muy cerca para ver a los artistas, pero el placer fue inmediato y no tuvo ningún momento dudoso. A diferencia de otros artistas, Votapek no sólo demostró su arte a través de tantas décadas en la Ciudad de Buenos Aires, sino que visitó numerosas provincias, con frecuencia avalado por el Mozarteum; por ejemplo Jujuy (la Sra Silvia Cornejo estuvo presente y rememoramos la actividad en la capital de esa provincia donde tantos artistas se presentaron). Yo mismo tuve la experiencia de invitarlo a dar un concierto en el Teatro Argentino de La Plata cuanto todavía no existía el actual teatro; cambiar ideas con él evidenció su natural simpatía.

               "Actuó 16 veces con la Orquesta Sinfónica de Chicago" (¡nada menos!). También tocó con la Orquesta de Filadelfia, las Filarmónicas de New York y Los Angeles, la Boston Pops con Fiedler, las Sinfónicas de Pittsburgh y San Francisco". Se presentó "en diferentes países europeos y de Oriente, como así también en Latinoamérica". Dio "recitales en el Carnegie Hall y el Lincoln Center. Como camarista, recordar los siguientes grupos: Juilliard Quartet, Fine Arts, New World y Chester String Quartet". Conviene agregar que su mujer también es pianista y tocaron juntos en Buenos Aires (los ví y eran impecables) y que hijos de ellos también fueron músicos (justamente uno de ellos formó parte del Chester String Quartet y tengo un disco de música de Estados Unidos). En Buenos Aires fue muy apreciado en gran cantidad de obras de Gershwin interpretadas con absoluta frescura y conocimiento de estilo. Grabó en varios sellos, como RCA, London, Cambridge, nuestra EDUL y Pickwick.

               Los conciertos en el Salón Dorado tienen un estricto límite de una hora y eso obliga al artista a atenerse a ese criterio. Él también es notable en Beethoven o Schumann, pero no cabían y el programa fue dedicado a Francia (Debussy y Ravel), España (De Falla) y Rusia (Prokofiev). La calidad de estilo e interpretación no flaqueó en ningún momento.

               Claude Debussy: "Estampes":  1903; "Pagodes", "Soirée dans Grenade" y "Jardins sous la pluie" ("Jardines bajo el agua". Más "Masques" ("Máscaras"), brillante y difícil, 1904. El Debussy impresionista en su mejor etapa interpretado con sensibilidad y comprensión.

               Maurice Ravel: "Valses nobles y sentimentales", título tomado de Schubert que así nombró a una bella obra suya; 8 piezas que alternan entre rápidas y lentas, siempre con refinados acordes donde suaves disonancias nos llevan al siglo XX; la obra es de 1911, antes de la guerra, y muy distinta que "La Valse". Votapek dio su exacto sentido a cada vals.

               "Cuatro piezas españolas" de Manuel De Falla: Les puso título francés ("Quatre pièces espagnoles") y las compuso entre 1902 y 1908, dándole especial carácter a cada  pieza: "Aragonesa", más bien rápida y con la gracia de esa zona; "Cubana" (no olvidemos que Cuba fue española largo tiempo aunque ya Estados Unidos la había invadido, pero De Falla le da un clima caribeño lejano a toda guerra); "Montañesa" no aclara de dónde es la montaña; la música es más bien lenta y nostálgica; y "Andaluza", rápida y tensa, de la zona que más comprendió el compositor. Votapek se sintió muy cómodo en los climas de cada pieza.

               La última obra fue una Sonata breve pero muy característica del estilo de Prokofiev: la Nº 3, en La menor, Op.28. En apenas 8 minutos contrastan un material rápido y disonante y una melodía lenta. La conocí de niño en un 78 rpm de Sigi Weissenberg y me entusiasmó; por cierto la versión de Votapek me hizo el mismo efecto tantos años después: fue perfecta.

Una sola pieza fuera de programa pero fue un bello "Nocturno" de un compositor muy querido por Votapek: Francis Poulenc; ubiqué la obra pero no el número (los Nocturnos son 8 y los compuso entre 1929 y 1938). Votapek los grabó, también Tharaud y Rogé.

               En suma, un concierto memorable para quien ha seguido la carrera tan extensa (en Argentina, 56 años) de este gran pianista; los que no lo han visto antes se habrán sorprendido, pero obviamente muchos lo recordaban: las entradas estuvieron agotadas.

Pablo Bardin

 

jueves, mayo 12, 2022

EL TENOR BECZALA INICIÓ LA TEMPORADA DEL MOZARTEUM

               El recital del tenor Piotr Beczala inició la temporada Nº 70 del Mozarteum Argentino y fue un acontecimiento que (no me cabe duda) será lo más importante de este año. El Covid le obligó a postergar su visita. La entrevista que tuvo con La Nación reveló claramente su placer por estar en Buenos Aires y cantar en el Colón. Camillo Radicke es su habitual acompañante en el piano y viene por segunda vez a Buenos Aires, ya que debutó aquí hace 22 años con la Filarmónica de Dresden, su ciudad natal. El programa de mano trae una excelente síntesis de su carrera. Nació en Silesia (Polonia). Se formó en la Academia de Música de Katowice con maestros de la calidad de Pavel Lisitsian y Sena Jurinac. "Debutó en el Landestheater de Linz (Austria) y en 1997 pasó a cantar en la Ópera de Zürich con grandes roles verdianos pero también el Fausto de Gounod, Edgardo en "Lucia di Lammermoor", el Tamino mozartiano y Rodolfo en "La Bohème". Desde 2006 es estrella en el Met neoyorkino: el Duque en "Rigoletto", "Eugen Onegin", el Príncipe en "Rusalka" de Dvorak, Des Grieux en "Manon", "siendo partner usual de etrebko y Damrau". Cantó con notable éxito "Lohengrin" en la Semper Oper de Dresden, fue figura frecuente en el Festival de Salzburgo, fue nombrado Kammersänger en Viena (2019), se presentó en Milán y Munich. Obtuvo numerosos premios discográficos. En suma, uno de los más valiosos tenores de la actualidad "por la belleza de su voz y su contundente solidez técnica".

               Muchos artistas van calentando la voz gradualmente en sus recitales, pero no Beczala. Inició el recital con "Questa o quella" de "Rigoletto" con la voz plena y un claro entendimiento del personaje. Nueve obras en la Primera Parte, once piezas en la Segunda; sumando, 20 sin que el pianista toque alguna pieza para que el tenor descanse. Y 6 variadas piezas al final fuera de programa. Cantó en italiano, polaco, ruso, francés y ya en los extras finales, también en alemán. Y mezcló canciones italianas de Tosti y Donaudy con arias operísticas, cosa nada común. No hubo la más mínima sensación de cansancio. Y salvo el Intervalo de 20 minutos, anunciado por su actual director, Luis Alberto Erize, donde el Mozarteum ofreció un brindis de champagne para celebrar los 70 años y se recordó a esa gran figura que fue Jeannette Arata de Erize, el recital finalizó a las 22,30. Tenor y pianista siempre listos y concentrados. Los Comentarios al programa tomaron 5 páginas y los realizó Claudia Guzmán, quien ofreció no sólo firmes opiniones sino algo poco habitual: la traducción castellana de todo lo que se cantó (salvo por supuesto las piezas extras). Es justo también señalar el buen gusto y la pureza de las impecables intervenciones del pianista.

               La segunda aria verdiana fue de Riccardo en "Un Ballo in Maschera": "Di´ tu se fedele il flutto m´aspetta", en la que el gobernante pide a Ulrica que lea su fortuna haciéndose pasar de pescador; un aria difícil expresada admirablemente. Durante todo el recital los artistas salieron brevemente de escena varias veces (quizá para tomar agua el tenor). La pegadiza y bella "Mattinata" de Leoncavallo fue escrita para Caruso; el autor escribió texto y música; se inicia así: "La aurora di bianco vestita"; muy placentero el trabajo de los artistas. De inmediato hubo un cambio: figuraban dos arias de "Il Trovatore" verdiano, pero "Deserto sulla terra" no se cantó; aunque se escuchó "Ah, sì, ben mio", del Acto III; Manrico declara su amor por Leonora pero también la posibilidad de morir; interpretación muy expresiva del tenor. Antes escuchamos "Quando le sere al placido" de "Luisa Miller", atrayente aria verdiana, muy bien comunicada por

Beczala, en la que Rodolfo cree que Luisa lo engaña y donde experimenta un gran dolor.  Francesco Paolo Tosti (1846-1916) escribió 500 canciones, cantidad fenomenal, y muchas se hicieron famosas porque el compositor tuvo facilidad melódica y eligió bien los textos en las mejores, como se comprobó escuchando las elegidas por Beczala (de paso, los polacos escriben el apellido marcando la l con un pequeño corte; hay que ser polaco para pronunciarlo bien…). En mi catálogo R.E.R. de grabaciones en CD disponibles en el año 2000 algunas canciones de Tosti tienen muchas grabaciones, otras muy poco. Así, "L´ultima canzone" tiene una cantidad de versiones de famosos: Bruson, Pavarotti, Carreras, R. Raimondi, Gigli, Pinza, Pasero y Di Stefano (tenores y bajos). En cambio, sólo Matteuzzi grabó "Chi sei tu che mi parli", con texto de D´Annunzio; "¿Por qué una enorme melancolía dirige mi cerebro?", canción muy expresiva. La tercera, "Ideale", tiene gran cantidad de grabaciones: Domingo, Björling, Lauri-Volpi, Caruso, Lanza, Schipa, Bergonzi, Carreras; también barítonos: Stracciari, De Luca; o una soprano: Sutherland. Magnífica la versión del artista polaco: "Regresa, querido ideal, torna un instante a sonreírme aún". Pero si hasta ese momento escuchamos grandes interpretaciones, creo que lo elegido para cerrar la Primera Parte fue la mayor revelación: Stanislaw Moniuszko (1819-72) fue el más importante compositor operístico polaco de la segunda mitad del siglo XIX: 10 óperas y 11 operetas. Mi experiencia es de sólo un vinilo: una versión acortada de "Hrabina" ("La Condesa"), muy bella, de melodías atrayentes y finas. Una puesta en escena mediocre de "Flis" ("El Balsero"), comedia simpática, en el Delta; y una película de su mejor obra,"Halka", intenso drama (hay una grabación en CD de la Ópera de Varsovia). Sólo figura la Obertura de "Straszny dwór" ("La mansión embrujada"): en el Colón escuchamos un extenso fragmento del Tercer Acto; nos dice Guzmán: "Stefan, un joven húsar, luego de admirar el retrato de Hanna, una de las bellas jóvenes que habita la mansión, rememora a sus padres y a la promesa de no casarse, de dar la vida por su patria, mientras admira un reloj supuestamente encantado". La obra es considerada actualmente su mejor ópera, pero los rusos dominaban Polonia entonces y la consideraban patriótica; por eso la prohibieron. No fue con las óperas que le fue bien salvo "Halka" sino con sus 270 canciones y además sus 6 misas. Si embargo sus mejores óperas tienen un estilo propio de gran frescura, mucha melodía y escritura muy cantable.  Todo esto lo escuchamos en el concierto; el libreto es de Checinski. He aquí el contenido básico. Primer fragmento: "Silencio alrededor, una noche brillante. ¡ésta es una mansión terrible! El viejo Maciej estaba diciendo la verdad, aquí hay hechizos.  Piensa en la visión de la hermosa Hanna; no lo pienses, ¡prometiste vivir sin casarte!" Segundo fragmento: "El reloj marca la medianoche. Maciej dijo que desde hace mil años un alma regresa para el arrepentimiento y pone a este reloj roto en rotación. El reloj ha terminado de tocar la polonesa. ¡Esta melodía qué momentos recuerda! ¡Ah, las zonas celestiales! Puedo ver a mi madre con su sonrisa angelical, ella guarda a sus hijos". Tercer fragmento: "¡Oh madre! Cuando nos dejaste huérfanos terminó ese canto sincero proveniente del vientre de mi padre. Por la causa más sagrada se apresura a entregar su sangre…Ruega a Dios ¡para que Él pueda calmar las guerras de ira!" Estos textos tan expresivos están plenamente reflejados en la música y los escuchamos en los sonidos magníficos de Pieczala completamente compenetrado con Stefan. El público supo apreciarlo y así terminó la primera parte del concierto.

               Tras una grata charla con amigos y un buen champagne se reanudó el concierto. Su comienzo no fue tan justificable porque Stefano Donaudy (1879-1925) es bastante inferior a Tosti y podría no estar en el concierto. Un dato: no figura en el Diccionario Grove (está en otro nivel que Tosti). Sin embargo, algunas de sus melodías han sido grabadas por cantantes de primer rango. "Vaghissima sembianza", texto de su hermano Alberto: "Muy vaga apariencia de una antigua mujer amada", grabada por Bonisolli, Caruso, Lanza, Corelli, Gigli y Bergonzi.  No hay grabación de "Freschi luoghi, prati aulenti" ("Frescos lugares, nobles prados, permaneced siempre en flor"), cantado suavizando mucho la voz. Y su canción más conocida, "O del mio amato ben", que es una canción de mujer, no deben cantarla los tenores: "¡Oh, de mi bienamado perdido encanto"; no obstante, no sólo la grabaron Auger, Muzio, Jo y Ponselle; ¡también los tenores!: Schipa, Gigli, Pavarotti y Bergonzi.

               Aquí no es habitual, pero el año pasado Elena Maximova cantó una considerable cantidad de canciones de Rachmaninov. Nacido en 1873, compuso 8 decenas de canciones entre 1890 y 1916. Primero escuchamos "Un sueño" (1893), Nº 5 de 6 canciones op. 8: texto de Heine adaptado por Pleshcheyev: breve (apenas 1 minuto y medio); así termina: "Desde todas partes hubo palabras de amor…¡Pero eso fue un sueño!" Ambos artistas supieron dar su exacto sentido  y refinamiento a la canción. Las 12 canciones op. 21 son de 1902; escuchamos la Nº 5, "Sirenas/Lilas", texto de Ekaterina Beketova, donde liga la belleza de las lilas con el florecimiento de su felicidad, un canto atrayente pero más adecuado a una cantante. Es curioso, conocí hace muchos años la canción op. 4 Nº 4 (de 6) pero en inglés y por el tenor John McCormack: "O cease they singing, maiden fair"; "No me cantes, bella doncella", texto de Pushkin: música de indudable encanto admirablemente interpretada. Por último, una canción rápida, op. 14 Nº 11 (de 12): "Agua de manantial", texto de Fyodor Tyutchev. Somos muchos los que la conocemos en arreglo orquestal como una danza espectacular en la cual la bailarina se zambulle a toda velocidad en los brazos del bailarín. Apenas dura unos 3 minutos y fue cantada con alegre impulso y volumen, el piano acompañando brillantemente. "Se oye el sonido de la primavera en las aguas. ¡La primavera está llegando!" "Eugen Onegin" es la gran ópera de Tchaikovsky y la hemos apreciado en el Colón; es muy escuchada en el Met. Onegin despierta la ira de su amigo Lensky por intentar seducir a Olga, amada por Lensky, y el poeta lo desafía a un duelo con espadas. Se basa en una obra de Pushkin, que asombrosamente morirá como Lensky en un duelo. Justo antes del duelo canta una extensa y dolorosa aria: "Kuda, kuda, kuda vi udalitis". "¿Dónde os habéis marchado, dorados días de mi juventud? La ley del destino es justa. Tanto si caigo herido por la flecha mortal o si ésta se desvía, acepto mi destino. Hay un tiempo predeterminado para la vida y el sueño." Segunda estrofa. "El recuerdo de un joven poeta será agotado por el río Leteo. ¿Vendrás tú, bella dama, a derramar una lágrima sobre mi urna prematura? ¡Te espero, corazón mío!" No puedo olvidar la magnífica versión de Nicolai Gedda, pero ciertamente la de Beczala fue emocionante, un gran tenor con sensibilidad indudable.  

               Llegamos a la ópera francesa con la muy atrayente aria "L´amour…Ah! Lève toi, Soleil" de "Roméo et Juliette", donde Romeo expresa su amor a una dormida Julieta en una inspirada melodía del mejor Gounod; con francés impecable y unos agudos plenos de gran belleza, Beczala demostró sentirse igualmente cómodo en la ópera francesa.

Con razonable criterio las dos arias de la "Tosca" pucciniana se escucharon con "Recondita armonia" primeramente y luego "E lucevan le stelle" (figuraba al revés en el programa de mano). Fue un contundente final de concierto reflejando sentimientos muy distintos en cada aria y demostrando que Beczala resuelve también lo trágico.

               Y llegamos a las piezas extras. Ante un público entusiasmado (y no sólo en la galería y el paraíso, aunque desplegaron un considerable griterío) se fueron escuchando nada menos que 6 piezas: el tenor mantuvo su voz hasta el final, siempre perfectamente acompañado por su talentoso pianista. Primero: "¿Pourquoi me réveiller?" de "Werther" de Massenet, Segundo: "La fleur que tu m´avais jetée" de "Carmen" de Bizet, en ambos casos recordándome a Gedda en sus fraseos y la calidad vocal. Tercero: otro género, la canzonetta napolitana, con esos "Catarí" que los aficionados hemos escuchado tantas veces. Cuarto: llegamos al alemán y la opereta con "Dein ist mein ganzes Herz" en "Das Land des Lächelns" ("La tierra de la alegría", Japón visto por Franz Lehar). Excelente. Quinto: "Zueignung" ("Dedicatoria"), uno de los mejores Lieder de Richard Strauss. Nº 1 de los 8 Lieder aus letzte Blätter (Canciones de los últimos diarios), texto de H. von Gilm; op. 10 (1885), un Strauss de apenas 21 años pero ya de gran fuerza e impacto; poderosa versión sin cansancio del tenor; Sexto: no pude identificarlo pero me pareció una de las canciones breves y livianas de Rachmaninov, cantada suavemente. Y gestos de despedida.

               Sólo me queda desear que alguna vez venga a protagonizar una ópera; y si no, dar otro recital con material renovado y con el mismo pianista.

Pablo Bardin

 

 

lunes, mayo 09, 2022

EL CÓNSUL DE MENOTTI BIENVENIDO EN EL COLÓN

               Tuve mi primer contacto con "El Cónsul" ("The Consul") de Gian Carlo Menotti mediante la primera grabación en 1951, con Patricia Neway, Cornell MacNeil y Marie Powers, director Lehman Engel (el que hizo la primera grabación de "Porgy and Bess"). Pero los discos pertenecían a mi hermana casi 4 años mayor que yo, y le fascinaba esta obra pese a no ser seguidora de las óperas. Yo tenía sólo 12 años pero ya había escuchado varias italianas y francesas y empezaba a ir al Colón. Los discos tenían libreto y yo entendía el inglés; además algo sabía por mi padre de la Cortina de Hierro. Y aunque Rusia no está mencionada en la ópera, resulta obvio que se trata de ella: en el programa el inicio del Argumento dice: "En algún país centroeuropeo totalitario, a mediados del siglo XX": Stalin puro. Resulta notable que "El Cónsul" se programó este año antes de que empezara la guerra rusa con Ucrania, pero las excelentes notas de programa de Sebastiano De Filippi terminan con dos frases lapidarias: "Hoy ´El Cónsul´ resulta de lacerante actualidad. Deberíamos preguntarnos si tres cuartos de siglo no son suficientes para aprender las lecciones de la historia". Putin no las aprendió y es producto del equivalente ruso de la Gestapo.

               En octubre de 1952 Böhm estrenó una ópera esencial: "Wozzeck" de Berg; estuve allí a pocos días de cumplir 14 años y volví a verla al año siguiente también en octubre; fue en mayo de 1953 que se estrenó en italiano "Il Console" con un brillante grupo de artistas argentinos (Bandín, Mattiello, Horakova, Casey, Feller, Viamonte, director de orquesta el italiano Alberto Erede). La volví a ver con similar reparto en noviembre 1958, director Martini y nuevamente enJulio 1967 con el mismo director y algunos cambios: siempre Bandín-Mattiello pero con Luisa Bartoletti y Ricardo Catena. Décadas más tarde se decidió ofrecerla en inglés; fue en 1999 y quien la puso en escena fue el propio Menotti largamente octogenario; admirable versión con dos artistas valiosas que están presentes en una grabación de ese mismo año: Susan Bullock y como la secretaria, Victoria Livengood. En Buenos Aires John Sorel fue Luis Gaeta.

               Nacido en 1911 en el Norte de Italia, Menotti fue compositor precoz y en 1928 emigró a Filadelfia, donde estudió en el notable Curtis Institute; morirá en Estados Unidos a 96 años. Varias obras suyas se vieron en Buenos Aires aparte de "The Consul": pude ver las siguientes en Buenos Aires: la muy divertida (en italiano) "Amelia va al ballo" (Julio 1954 con Arizmendi y Cesari); la muy simpática "Amahl and the Night Visitors", escrita para televisión, donde el niño Amahl se encuentra con los Reyes Magos (con el Columbus Boy Choir en Washington en 1957, y en el ICANA de Buenos Aires en 1965). En La Plata en abril 1961 "The Saint of Bleecker Street", notable obra dramática ambientada en New York. En el Colón "The Medium" con Régine Crespin y la dirección de Mario Perusso en 1987 (hubo versiones anteriores en 1956 y 1959). Y en el Colón para los niños "Help, help, the Globolinks", una comedia sobre una presunta invasión alienígena; se dio en 1987 y 1993. Quiero mencionar también un ballet muy intenso cuya música tengo grabada pero que la vi en Buenos Aires: "Sebastian",

               Datos útiles en el artículo de De Filippi: "´The Consul´ fue estrenada en 1950 en el Shubert Theater de Filadelfia. El éxito determinó que se ofreciera una temporada con ella en el Ethel Barrymore Theater de Nueva York. La aceptación internacional de la ópera fue inmediata y ya en 1951 se ofrecía en el Cambridge Theatre de Londres y en el Teatro Alla Scala de Milán. Menotti elaboró una edición en la que abrió los cortes realizados para las funciones iniciales y reescribió algunos pasajes. Se resistió a la invitación de ampliar la orquestación". Su estreno sudamericano fue "en Montevideo, en 1951. Desde entonces la ópera visitó los teatros Argentino de La Plata, Avenida y Colón".

               Nuevo en el Colón, Justin Brown (inglés) es presentado en el programa de modo erróneo como "director de musical" cuando es director de ópera y de concierto. Estudió en Tanglewood con Ozawa y Bernstein. Entre 2008 y 2020 fue director musical del Badische Staatstheater en Karlsruhe. Estuve en compañías como la Deutsche Oper Berlin, la Ópera de Frankfurt, la Staatsoper de Stuttgart, el Gran Teatro de Ginebra, la Ópera Nacional Inglesa, la Monnaie de Bruselas y la Bayerische Staatsoper de Munich. Como director de conciertos también tuvo una notable carrera: "la Sinfónica de Londres, la Sinfónica de la BBC, la Filarmónica Real, la Filarmónica de Oslo, las Filarmónicas de San Petersburgo y de Dresden y la Sinfónica de Dallas. En suma, una carrera importante.

               La puesta es de argentinos; Rubén Schuchmacher como régisseur, Jorge Ferrari en escenografía y vestuario y Gonzalo Córdova en iluminación.

               ACTO 1, ESCENA 1. Se inicia con una canción en francés (del propio Menotti) que escucha Magda Sorel (Carla Filipcic Holm, soprano); sale de una victrola. En la grabación original que mencioné, la de Neway y MacNeil, la canción está grabada por una cantante popular, como corresponde; la grabada para Buenos Aires en cambio es una cantante operística no mencionada; lo hace aceptablemente pero altera el sentido de la canción "Tu reviendras et voudras m´enfermer dans tes bras" ("Volverás y querrás encerrarme en tus brazos"). Marcado por una irrupción orquestal violenta, entra John Sorel (Leonardo Neiva, barítono), lastimado en una pierna, y agarrándose de la mesa hace que caigan y se quiebren varias cosas; John se cae. Logra sentarse en una silla. Vuelve el disco. Él grita: "¡Magda!" Magda entra desde la alcoba y la sigue la Madre (el contexto dirá luego que lo es de John aunque Magda la llama Madre). Magda (M): "¿Qué pasó?" John (J): "Me lastimé" M: "Madre, trae algo, J está lastimado". La Madre (Md, Virginia Correa Dupuy, mezzosoprano) trae una fuente y vendas. J: "No es serio pero duele; tuve que correr para llegar aquí". M: "¿Fue la Policía?" La Md cierra la puerta que J dejó abierta. J: "Sí". Las mujeres cantan juntas, lamentando lo ocurrido. J: "Me dieron orden de ir a lo de Nana. A medianoche todos dimos nuestros nombres. No sé quién nos traicionó. Nos escapamos al escuchar ruido cercano" (pero lo hirieron). La Md: "¡Tú y tus amigos! ¿Por qué no traen a casa pan y no sólo miedo y sangre?" M: "Amargo amor el de libertad, que encierra hasta el aire que respiramos". Md. "¡Rápido, llega la Policía!" En el libreto M lleva a J a subir al techo; en esta versión hay en el piso una bajada que no se ve y J se oculta allí; es una variante aceptable. La Md encuentra papeles comprometidos y los mete en la cuna del niño. Ambas tratan de disimular la sangre que J dejó en el piso. Entra el Agente de la Policía Secreta (APS, Héctor Guedes, bajo) con dos agentes (figurantes). Tiran por el suelo el contenido de los cajones, ropa y papeles. La Md, comunicándose con M: "Para los jóvenes la paciencia es una virtud, pero nosotras las viejas hemos llorado y visto mucha sangre, demasiada traición. Hasta la muerte parece demasiado lenta para darnos nuestro reposo". APS pregunta a M: "¿Cómo se llama?" M: "Magda Sorel". APS: "¿Y la vieja?" M: "Mi madre" (pero es la de J). APS: "¿Cuándo vio a su marido por última vez?" M: "Hace 2 semanas". APS: "¿Usted espera que se lo crea? ¿Dónde está?" M: "No lo sé". APS: "¿Cuándo cree que vuelva?" M: "No lo sé". APS: "¿Este niño es suyo?" M: "Sí". APS: "Parece enfermo". Ve a un saco que tiene sangre. "¿Es el de su marido?" M: "Sí". Md: "¿Qué quiere de él". APS, suavemente: "No estoy hablando con usted". Y le dice a M, con tono untuoso: "Su marido tiene muchos amigos, queremos conocerlos. La dejo si nos ayuda". M: "No sé nada". APS: "El coraje es una cosa muy egoísta. Tenemos maneras extrañas de hacer hablar a la gente. No lo que usted cree; pero el corazón puede acelerarse mucho. Puede tolerar dolores pero no controlar el corazón. Piénselo; nos volveremos a ver". Toda esta escena está muy bien expresada por Guedes y ambientada muy dramáticamente por la orquesta, manejada con intensidad por el director. La Md comenta que los agentes se llevaron al zapatero y su mujer llora. "Me dan piedad los hombres, ese poco de tierra mojado por las lágrimas de las mujeres". M llama a J, que sube y se abrazan. Largo diálogo entre ambos. Algunos fragmentos de especial interés: M: "Nos vas a dejar". J: "Debo tratar de pasar la frontera esta noche". M no lo convence de quedarse. La Md apoya la partida. J a M: "Mañana ve al Consulado. Cuéntales lo que hice. No cerrarán las puertas a mi mujer, mi madre y mi niño". M: "Si las cosas fallan ¿a quién debo llamar?" J: "A nadie, sus vidas estarían en peligro". J a ambas: "Cuando un chico de la calle tire una piedra y rompa el vidrio esa será la señal. Llamen a Assan el vidriero para que reemplace el vidrio; él les dará noticias mías". Y va a ver al niño. El terceto que entonces se escucha es el primer momento de muy bella calidad en la ópera. Los 3 cantan lo mismo. "Ahora, labios, decid adiós. Debe pronunciarse la palabra pero el corazón no debe tenerlo en cuenta. De modo que mis labios dicen adiós. Que las lágrimas amorosas no suavicen las luces que determinan nuestro camino. La rosa contiene el verano en su sueño invernal. Que la esperanza sea el puerto al que no llegan las palabras. La partida convierte al tiempo en lágrimas y corazones en relojes. Debes dormir sabiendo que tu sueño es sólo eso". Los artistas cantaron muy bien y la orquesta acompañó con el clima adecuado. Un atrayente interludio nos lleva a…

               SEGUNDA ESCENA. "Más tarde el mismo día. La escena representa la sala de espera del Consulado; habitación poco iluminada, con bancos. La mesa de la Secretaria está al lado de una escalera que va a la oficina del Cónsul". Hábilmente realizado, ambos ambientes (la casa de Sorel y la sala del Cónsul) están pegados y en la oscuridad se pasa de uno al otro. Nunca se lo ve al Cónsul ni se sabe en qué país está. Creo evidente que se trata de un país de la Cortina de Hierro rusa y el Cónsul probablemente es de un país europeo como Suiza; ningún dato permite saberlo. La Secretaria (S, Adriana Mastrángelo en un impecable trabajo) está activa en una máquina de escribir. Mr. Kofner (Alejandro Spies, bajo en esta ocasión, también es barítono) se acerca a S cuando ésta grita "Next" (el próximo o la próxima). Es un hombre alto, un caballero de considerable edad. S: "Creo que ya lo he visto". Kofner (K): "Sí, ayer y anteayer y cada día desde hace muy largo tiempo". S: "No es nuestra culpa si nunca trae todos los documentos". Ella pregunta y él dice "sí": "¿Trajo su certificado de nacimiento? ¿y su certificado de salud? ¿y su vacunación? ¿y su declaración jurada? ¿y su estadística de banco? ¿y su pasaporte? ¿y 3 fotografías?" "Pero no tienen el tamaño adecuado, deben ser de 3 por 3; y deben estar certificados por un notario". "Hay un notario aquí cerca; él puede hacerlo de inmediato; puede traer las fotos" K: "Sí, mañana y pasado y pasado". Muy eficaz el trabajo de Spies en canto y actuación. Se presenta ahora la Mujer extranjera ("Foreign Woman", Marisú Pavón), que se expresa en italiano y Kofner la ayuda (esto funcionaba mal cuando se daba "El Cónsul" en italiano). "Me preocupa mi única hija; se escapó de casa con uno de vuestros soldados " (es extraño, "vuestros" implica que no es soldado del régimen sino del país de la embajada). "Pasaron 3 años sin encontrarla hasta que recibí una carta suya. Dice: ´mamá, me enfermé y creo que moriré´. ´Mi marido me abandonó y me dejó con un bebe de 3 meses en este país extranjero. Mamá, ¡ven! Tengo mucha necesidad de tu ayuda´. S: "Debe llenar esta demanda. Si es aceptada debe pedir una visa; puede tardar varios meses". Mujer extranjera: "Pero está muy enferma, debo verla de inmediato". S: "No puedo hacer nada", la Mujer Extranjera sigue llenando el papel hasta el final del acto. Pavón interpreta al personaje de modo muy verosímil. Entran el Mago y Vera Boronel. La S habla brevemente por teléfono con un amigo que la llamó; está muy contenta. M: "¿Puedo hablar con el Cónsul?" La S: "Nadie puede hablar con el Cónsul; está ocupado". M: "Comuníquele mi nombre". La S: "Su nombre es un número". M: "Pero soy Magda Sorel, la mujer de Sorel, que ama la libertad". "Cuéntele mi historia". La S: "¿Cuál es su historia?" M: "Mi vida está en peligro. Dominan como halcones la Policía Secreta y los espías. Nuestra casa se convirtió en una trampa para mi marido." La S: "No veo cómo podemos ayudarla. Usted no una ciudadana nuestra". M: "Sólo el Cónsul puede ayudarme. Mi marido está secretamente en vuestro país". La S: "Entró ilegalmente a nuestro país". M: "Se escapó de la Policía". La S: "Es un caso criminal". M: "No entiende, J es un héroe". La S: "Un caso irregular". M: "¿Podrá usted contarle mi problema? Ayudarme a escapar con mi niño. Ustedes son nuestros amigos, estamos oprimidos". La S: "Estamos en paz con su país. Sus leyes son nuestras leyes". "Le doy estos papeles. Su necesidad es un pedido, sus esperanzas figurarán. Vuelva la próxima semana". Y aquí empieza una serie de explicaciones muy trabajosas de M y la S siempre contesta "¿Qué hay para explicar?" M vuelve a su asiento con los papeles. Siendo 1950 y teniendo en cuenta la Cortina de Hierro, quizás el país de salvación sea Suiza. Siguiendo con la obra, hay un dialogo entre el Mago y Vera Boronel y luego se escucha un Quinteto de todos los que esperan allí en canto simultáneo de 7 cuartetas en inglés, lo que hace absurdo que cante con ellos la italiana. Algunas frases: "En habitaciones de espera interminable la luz se disminuye y muere el corazón. La contestación llega tarde o la muerte, pronto". El Quinteto es musicalmente atrayente, y a su final la Mujer extranjera se va, los otros se quedan, y se cierra el Primer Acto.

               ACTO II, PRIMERA ESCENA. En la casa de los Sorel un mes después. Se vuelve a escuchar la canción del principio del Primer Acto, "Tu reviendras", y se aclara que proviene del Café de enfrente. La Md pregunta: "¿Hay noticias?" M: "No. Esa música me vuelve loca. Todos los días voy al Consulado; el Cónsul no quiere verme; he llenado papeles y papeles para nada. Ni una palabra de J desde que se fue. Mira al niño, pobre monito; sólo sus ojos están vivos, ya ni siquiera llora. Hubiera sido mejor que no nazca". La Md en una larga reacción: "Nunca ví a un niño tan pequeño y triste". Le hace jueguitos y palabras tontas pero el niño no reacciona y duerme. Ella canta inútilmente una canción de cuna en 4 estrofas muy elaboradas y sensibles (cantadas por Correa Dupuy con su bien conocido refinado gusto) pero la canta para sí misma, el niño duerme sin oírla. A su vez Magda duerme pero con una pesadilla: entra J lastimado, la S lo sigue con maldad opresiva. Lo que sueña M se escucha: un diálogo amargo de ella con J: éste dice que la S es su hermana y hay que darle las llaves de la casa. "Ella comerá con nosotros y excavará nuestro sepulcro". M: "El pan está blanco como la piel de los muertos". Se va la S, que no cantó. M: "Tu hermana es la muerte, ella desea el niño para el sepulcro". Desaparece J y aparece el APS que le toma la mano, M se horroriza; desaparece el APS y M se despierta sentada ante la mesa. Viene la Md, M le cuenta lo que soñó, la Md le dice: "Los sueños nunca son verdaderos". M: "Algo le pasó a J, nunca lo volveré a ver". Una roca quiebra el vidrio; la tiraron desde la calle. M: "¡La señal!" M llama un número por teléfono. "¿Hablo con Assan, el vidriero? ¿Puede venir a arreglar un vidrio roto?" Contesta Assan positivamente. Pero de inmediato llaman a la puerta y entra el APS, muy afable: "Me gusta usted tanto que la miro con gran cuidado. Sabemos que frecuenta cierto consulado y pide una visa". M: "¿Qué quiere, dinero?" APS: "El dinero que pueda darme no paga algo llamado silencio. Su marido tiene muchos amigos y quisiéramos conocerlos. Y en ese caso usted podrá volver a ver a su marido". M lo ataca violentamente, el APS se asusta y contesta: "Lo lamentará". M: "¡Asesino! Si vuelve aquí ¡lo mataré!" Llega Assan, el APS se va. Mientras M dialoga con Assan, la Md comprueba que el niño ha muerto pero no lo dice. M: "¿Cómo está J?" Assan (A): "Sigue escondido en las montañas". "Sólo saldrá si se entera que usted puede ir a la montaña". M: "Dígale que no vuelva, que la c asa está vigilada. Dígale que cruce la frontera tan rápido como pueda". "Dígale que pronto estaremos con él". A: "¿Es verdad?" M: "No debe saber la verdad". M va a la alcoba para buscar algo que quiere entregar a A; en ese lapso la Md se acerca a A y le dice que el niño murió y que J no lo debe saber. Vuelve M, le da a A un paquete para J y A se va (buen trabajo de Sebastián Sorrarain). M sospecha que el niño ha muerto, le habla a la Md, ésta llora. Md: "Lloro por nosotras y por J, por mi hijo, a quien no veré nunca más. Los viejos vivimos para cosas simples pero es como si estuvieran muertos. Tienen aliento prestado; Dios los recibe suavemente" Notable intensidad la de Correa Dupuy en esta despedida del mundo, si bien no es seguro que vaya a morir pronto. M pone una vela en la cuna y llora. Ya en la oscuridad cae el telón. Un expresivo Interludio nos lleva a…

               ACTO II, ESCENA II. Unos días más tarde en el Consulado. Además de los otros ya conocidos, aparece Anna Gómez (AG, Marina Silva), exhausta y frenética. La S le dice:  Tuvo "3 años en campo de concentración. Marido prisionero no se sabe dónde. Sin documentos. No veo qué podemos hacer por usted". AG: "·¡Pero algo debe hacerse! Dejo el país al final de este mes. Mi permiso ha expirado. Fui a todos los consulados y ninguno me dio una solución. La S: "Quizá le convenga volver a su país". AG: "¿Se da cuenta de lo que significa para mí?" (quizá la España de Franco). La S: "Bueno, veré lo que puedo hacer; llene este papel y vuelva mañana". Silva dio carácter a su trágico personaje. M le pide al Mago que le permita comunicarse con la S, pero el Mago dice que ya está en la séptima vez que viene y no puede darle el lugar, aunque se apiada y entonces M habla con la S y ésta se niega, no puede cambiar el sistema. Entonces le toca al Mago, curiosamente llamado Nika Magadoff, asombrosamente parecido al gran pianista Nikita Magaloff. Pablo Urban, tenor, lo interpreta adecuadamente. Por mi parte creo que este personaje cómico está fuera del sentido de esta ópera y es un error de Menotti. La escena es extensa y repetitiva, basada en trucos de mago. Se presenta como "ilusionista, telepático, prestidigitador, hipnotizador, ventrílocuo, electro-levitación; o sea, un gran mago". Hace un juego transformando el diario de Kofner en agua. Dice a la S que mostró su talento ante el Duque de Alba y la Reina de Bélgica; la S le pide documentos, él dice: "El arte es el único pasaporte de un artista". Le saca un reloj a Kofler, lo "destruye" y aparece en el seno de la Mujer extranjera, que se enoja. Luego los hipnotiza a todos y los hace bailar. Pero la S no cede: "si no me presenta documentos haré que lo echen". Al Mago se le caen cosas al piso, y la S toma una vara que explota enviando un cohete por el aire. Y entretanto todos siguen bailando. La S no tolera más danza, el Mago los despierta, pero no encuentra sus documentos y sigue tirando cosas al suelo. La S vuelve con su "Next" y M les pide que la dejen pasar a ella. Ante el pedido de documentos, dice: "No puedo darle todos los documentos que me pide, no me los quieren dar. La Policía Secreta va todos los días a mi casa. Seguramente el Cónsul puede hacer una excepción". La S: "Hay miles de casos como el suyo". "Quisiéramos ayudarla pero necesitamos tiempo". M: "Si quiere ayudarme tiene que ser hoy". S: "Su caso es difícil y muy irregular". M: "¡Mentirosa!" La S: "Si ésta es su manera debo pedirle que se vaya". La escena siguiente es la más importante de la ópera y de gran lucimiento trágico para M: "Hemos llegado a que los hombres les sacan el mundo a los hombres. No hay casa ni sepultura para el que muere sobre tierra. El hombre será cazado sin esperanza de refugio. ¿Hay alguno detrás de estas puertas a quien se le pueda explicar el corazón? ¿Ha visto al Cónsul alguna vez? ¿Habla?" Boronel y Kofner: "¿No hay nadie en esa habitación? ¡S, hable!" La S: "¡Claro que pueden ver al Cónsul, pero es un hombre muy ocupado!" A M: "Llene este formulario y veré lo que puedo hacer. Firme aquí". Pero M le saca el papel y empieza lo esencial: "¡Papeles! Mi niño murió, la madre de J se está muriendo. Mi propia vida está en peligro. Le pido ayuda y sólo me da papeles. ¿Cuál es su nombre? Magda Sorel. ¿Edad? 33. ¿Color de ojos, color del pelo? ¿Soltera o casada? ¿Religión y raza? ¿Lugar de nacimiento, nombre del padre, de la madre? ¡Papeles!" (Rompe el suyo y agarra una cantidad que está en el escritorio y los tira por el aire). "Vea mis ojos, tienen miedo de dormir. Mire mis manos, son las de una mujer vieja". Tras una larga pausa: "¿Las secretarias no son seres humanos como nosotros? ¿Qué harán sus papeles ante una bala? Tengo miedo y necesito su ayuda. Mi nombre es mujer. Edad: Todavía joven. Color del pelo: gris. Color de los ojos: el de las lágrimas. Ocupación: ¡Esperar, esperar! ¡Vendrá el día cuando nuestros corazones inflamados quemarán vuestras cadenas de papel! Advierta al cónsul: ese día ni tinta ni sello podrá encarcelar nuestras almas. ¡Ese día vendrá!" La ovación fue tremenda en intensidad y duró varios minutos, con total justicia a una gran interpretación y la voz wagneriana (no olvido su asombrosa Isolda de Montevideo). La S, por primera vez conmovida, le dice a M: "Es posible que el Cónsul pueda verla un minuto. Voy a verlo, espere aquí" (y entra a la oficina del Cónsul). Breve reacción de Boronel, Kofner y Gómez: "¿Esperamos en vano? ¡S, hable!" Vuelve la S y dice: "Una visita muy importante está con el Cónsul. Usted podrá verlo cuando el visitante se haya ido." De inmediato aparece el APS mientras dice la S: "Sra. Sorel, puede pasar". Pero M lo ve aterrada y se desmaya. Terminó el Acto II.

               ACTO III, ESCENA I. En el Consulado varios días más tarde. Sólo está M; le dice la S: "El Cónsul está en una recepción en la Embajada de Turquía". Entra Boronel; la S le expresa que tiene buenas noticias, sus papeles están casi listos; Rocío Arbizu (buena tarea) firma lo que la S le indica. Las dos juntas expresan: "Todos los documentos deben estar firmados. Cada cuestionario debe contestarse, uno debe tener sus papeles". Inesperadamente entra Assan que pregunta por M; le dice que J quiere volver, sabe que murió el bebe. M: "¡No debe venir, lo agarrarán!" Assan: "Sabe que murió su madre" (no estaba confirmado en el Acto anterior), "quiere venir" (único objeto verla a M). "Si lo arrestan todos estamos perdidos. Usted debe encontrar alguna manera de evitar que él vuelva". M le da una carta a Assan para entregársela a J y asegura que evitará que venga J (no aclara su contenido). "Todos estarán salvados". M olvidó su maleta, la ve Boronel; tratan de encontrar a M, pero ya se fue. Queda sola la S, monologando sobre su pesada actividad: "Mejor no recordar, mejor olvidar, ¿cómo sino tolerar esta tarea?" Y entonces entra J buscando a M; la S le dice que poco antes se fue. Él le dice que debe quedarse en este edificio porque afuera la policía lo espera; en la embajada está seguro. Pero los policías ya están en el hall cercano y le sacan el revolver. Lo golpean y entran donde está la S, que afirma: "Aquí no lo pueden arrestar, está en contra de todas las reglas internacionales". El APS dice: "No es un arresto, él está con nosotros por su libre intención". J: "Déjenme llamar a mi mujer". APS: "Lo hará desde el cuartel general". La S: "Mañana hablaré con el Cónsul. Y ahora llamaré por teléfono a su mujer". Telón.  Amargo Interludio.

               ACTO III, ESCENA II. Casa de M. El teléfono llama, pero al atenderlo está quebrada la comunicación. M: "Perdóname, J, nunca pensé hacer esto". Pone la cabeza cerca del mechero del gas y la cubre con un chal negro. Se va muriendo, y aquí Menotii inventa un final desagradable que no me resulta adecuado. La S va llamando "El (o la) próximo/próxima) y con aspecto espectral van apareciendo Vera Boronel, Anna Gomez, Mujer Extranjera, y el Sr. Kofner, seguidos por J y la Md vestida de blanco como para casarse con su hijo. Cantan: "Las fronteras de la Muerte están abiertas, ¡todos a bordo! No hay que cruzar ningún obstáculo ni cadenas, ninguna bandera ni avión. Horizontes, no hay guardia para besar y matar". M: "J, te escucho". Una voz le hace preguntas. M: "Oh Madre, por qué estás aquí?" Aparece el Mago: "La danza comenzó", y bailan como si fuera un vals macabro. La Madre a M: "¿Por qué no vienes a bailar?" M: "Madre, te creía muerta. Te veo tan joven. Me siento vieja y triste". La Madre: "Me casaré con tu J, él me lo prometió". M: "¿Por qué sus palabras pesan como piedras en mi corazón? Es sólo un sueño". J: "¿Dónde está nuestro niño?" M: "Ha muerto". J: "¿Por qué dejaste que se muera?" M: "Murió de hambre y frío". Madre y J: "Pesadas son las flores que pronto usarás". M: "Nadie me llamará". Madre y J: "Llegó el tiempo de decirnos adiós". M: "J, no te vayas sin mí, espérame". El Mago: "Te sientes cansada con ganas de dormir". El teléfono suena, M no lo alcanza". Se cierra el telón.

               Tarea eficaz del régisseur y los responsables de la escenografía y vestuario y de la luz. Y muy firme la dirección de orquesta. En suma, una exitosa versión de una obra muy dura y de valor, más allá de algunos errores de criterio.

Pablo Bardin

lunes, mayo 02, 2022

LA ACADEMIA BACH DE BUENOS AIRES INICIÓ SU CICLO 2022

               Desde que Mario Videla inició la Academia Bach de Buenos Aires en la Iglesia Metodista Central desde hace unos 40 años, asistí asiduamente a sus conciertos; además el custodio Van der Meulen (director de coros) siempre cuidó a la Iglesia y la mantuvo impecable (somos amigos y él tiene en la actualidad 95 años admirablemente llevados). El Covid afectó gravemente a la Academia, que debió cerrar en 2020; sobre el final de 2021 ofreció varios conciertos en pocas semanas. Pero este año finalmente vuelven a la normalidad y dan un ciclo que se inicia en abril y termina en octubre: 6 conciertos (4 en la Metodista, 1 en la Iglesia San Juan Bautista, 1 en el Convento de la Iglesia, repetido debido a que es pequeño, y una conferencia sobre "Artaserse" de Leonardo Vinci (sí, el padre de Leonardo Da Vinci) en el Auditorio Fundación Beethoven; programación con gran variedad de compositores cumpliendo el título de este año: "Bach y la Corte de Dresde".

               La velada se inició con 2 obras de Johann Sebastian Bach: el Concierto en La menor, BWV 1041, para violín concertante, cuerdas y bajo continuo; solista, Pablo Saraví; y la Cantata BWV 114, "Ach, lieben Christen, seid getrost" ("Ah, queridos cristianos, consolaos") para solistas (mezzo soprano, tenor y barítono), coro, flauta, oboe, cuerdas y continuo. Y algo muy valioso que se ha escuchado rara vez: "Litaniae Lauretanae", ZWV 152, para solistas (soprano, mezzosoprano y tenor), oboe, cuerdas y bajo continuo, de Jan Dismas Zelenka (1679-1745). Órgano, dirección y comentarios, Mario Videla.

               Como sucede cuando ningún ejecutante está apurado para llegar al Colón, el concierto duró 2 horas, de 18,05 a 20,05, y no hubo interrupciones. O sea que Videla habló mucho, quizá demasiado, pero sus datos están como siempre bien basados. Lo que molestó fue la sucesión de chistes innecesarios e infantiles. Sólo dos conciertos para violín nos han llegado pero parece seguro que escribió más; ambos son impecables y se tocan con frecuencia. Trabajo límpido de Saraví, gran concertino y especialista en la calidad de los instrumentos (ha escrito libros al respecto); lo acompañaron Fabrizio Zannella y Mariana Saraví (supongo que hija de Pablo) en violines, Marcela Magin, viola; José Araujo, perfecto violoncello; Fernando Fieiras, contrabajo nítido; y por supuesto Videla (preferiría que tocara un clave, no un órgano chico).

               Videla siempre hace cantar al público pero generalmente lo hace al final; esta vez los hizo cantar el coral de cierre de la Cantata 114 con el texto de Joseph Klug de 1535 traducido al castellano como es habitual; se inicia así: "El Salmo dice que el Señor al enemigo vence", y la gente cantó el Coral correctamente. El GCC-Grupo de Canto Coral fue creado por Néstor Andrenacci en 1973; es un espléndido coro de cámara que colabora con Videla desde que empezó la Academia Bach; grabó 11 registros fonográficos en su carrera y llevó al coro a distintos países americanos y europeos. Andrenacci tiene varios coros a su cargo. Esta vez hubo 9 sopranos (2 de ellas invitadas), 9 contraltos, 5 tenores y 4 bajos (uno de ellos, Tamino Andrenacci).

               La Cantata fue presentada para el 17º Domingo después de Trinidad – Leipzig, 1724. El texto es de Johannes Gigas (1, 4 y 7: los coros) y son anónimos para las arias y los recitativos. Videla demostró con la ayuda de los intérpretes la extraordinaria variedad del Coro inicial, en Sol menor, 80 compases, 6/4, donde se lució el oboe del veterano y talentoso Andrés Spiller (también apoyó Gabriel La Rocca en fagot). Hubo una gran decepción con el Aria Wo wird in dieser Jammertale" ("¿Dónde habrá en este valle de lágrimas?"), cantada de modo asaz ingrato por el tenor Matías Tomasetto (hubo un grupo del público que lo protestó); la música es interesante, sin embargo, y al revés del cantante, se lució la admirable flautista Patricia Da Dalt, olvidada en el folleto del día pero que está en el del ciclo. Siguió el Recitativo del barítono, de denso texto: se inicia "¡Oh pecador, soporta con paciencia!" y termina "sobrepasando esta corrupción del pecado, a la inocencia y la gloria"; fue bien resuelta por el bajo del coro Marcos Devoto. El Nº 4 es un Coral de sopranos con bajo continuo, muy bien cantado: "Así como un grano de trigo no germina si no penetra en la tierra". Nº 5, aria de mezzosoprano: Virginia Correa Dupuy dio sentido al texto y belleza a la melodía: "Oh muerte, ya no te temo". Nº 6, recitativo de tenor con bajo continuo: "Piensa pues en tu alma"; Tomasetto algo mejor. Y el Coral final con todos los instrumentos,"Dormidos o despiertos somos hijos de Dios", cantado con firmeza y muy bien acompañado.  En suma, una cantata de considerable interés más allá de la mediocridad de algunos textos.

               Sólo tengo de Zelenka las 6 Trio Sonatas, que me parecen excelentes. Mi catálogo R.E.R. de CDs tiene de él 9 obras orquestales, 3 de cámara y 21 obras religiosas; o sea, 33 obras, lo cual es bastante considerable y revela que es un compositor valioso. Hay una grabación de las "Litaniae Lauretanae (Salus Infirmarum)", ZWV 152 (1741-44): Nancy Argenta (soprano), Michael Chance (contratenor), Christophe Prégardien (barítono), Gordon Jones (bajo), Coro de Cámara de Stuttgart, Tafelmusik (dir. Bernius). Zelenka trabajó en la Corte de Dresden; bohemio, estuvo en Dresden ya en 1710 como contrabajista de la orquesta de la Corte. Entre 1716 y 1719 estudió con Fux en Viena y con Lotti en Italia, volviendo en 1719 a Dresden. En 1729 fue nombrado director de música sacra y en 1733 obtuvo el título de compositor de la Corte, que conservó hasta su muerte. Se caracterizó por el llamado "stile misto", notable por su consistencia polifónica y la plenitud de sus armonías. Escribió nada menos que 21 misas, 3 Requiems, 2 Te Deum, 3 oratorios italianos y 3 cantatas. La librería del Estado de Dresden tiene la mayor colección de composiciones en manuscrito.

               Las Litanías de la Virgen de Loreto son de plena madurez del compositor y fueron interpretadas hace 25 años por Andrenacci; fue fácil atraer a Videla para que se escuche en el primer concierto de este año: una media hora de intenso placer artístico. Está dividida en 7 partes, iniciándose con un Kyrie eleison de gran belleza aunque sin sentido trágico como en Bach. La Nº2 es un "Pater de coelis" para soprano e instrumentos: 189 compases en 3/8; dramático, en re menor, tiene considerable dificultad, y Graciela Oddone logró resolverlo en buena medida; termina "Madre de Cristo, ruega por nosotros". Todo el Nº 3 concierne al Coro alabando a la Virgen; "Mater Divinae Gratiae", Vivace, 4/4; el coro se lució en las manos siempre seguras de Andrenacci. Nº  4: "Virgo prudentissima": similar pero más detallado; termina con "Stella matutina, ora pro nobis". En Do mayor, Grave-Vivace, 4/4, bastante breve (44 compases); además del coro canta también la mezzosoprano. Nº 5: "Salus infirmorum" ("Salud de los enfermos"); pese al escaso texto, dura 100 compases; es para mezzosoprano, en La menor, Andante en ¾: música expresiva y variada, fue bien cantada por Correa Dupuy. Nº 6: "Regina angelorum"; extenso (164 compases), en Fa mayor, Allegro en 2/4, para tenor; aquí mejoró Tomasetto pese a algunos momentos demasiado tensos. Nº 7, "Agnus Dei": magnífico final para coro, solistas e instrumentos: 109 compases, Fa mayor, Grave-Vivace assai e sempre staccato, 4/4; muy bien cantado. En suma, una revelación que me dio ganas de conocer mucho más del compositor.

               El próximo concierto será el 14 de mayo a las 18 hs en la Iglesia San Juan Bautista, con música de Bach para órgano, tocada por Videla, pero también habrá arias y Lieder del Libro de Ana Magdalena Bach y Canciones religiosas del Cancionero de "Schmelli", con esos admirables artistas casados, Correa Dupuy con Igor Herzog (tiorba).

Pablo Bardin