jueves, noviembre 30, 2023

LA CAPPELLA MEDITERRANEA SE DEDICÓ A MONTEVERDI

La Cappella Mediterranea es un organismo fundado por el argentino Leonardo García
Alarcón en Europa, Hace ya bastantes años vino al Colón con su Cappella y estrenó para el
Mozarteum "Il diluvio universale", oratorio del siciliano Falvetti. En Europa abundaron sus
estrenos (o reestrenos) de valiosos compositores barrocos como Cavalli. El lunes pasado su
orquesta y un grupo de cantantes se instalaron en una zona equivalente a la abarcada por la
Orquesta Estable del Colón pero en el nivel más alto. Su director estuvo a cargo de un órgano y
una espineta, y desde allí controló a 11 intérpretes: 2 violines, violoncelo, viola da gamba,
contrabajo, 2 cornetti, fagot, archilaúd, tiorba y arpa. Los cantantes fueron de primer orden:
Mariana Flores (soprano), Coline Dutilleul (mezzosoprano), Christopher Lowrey (contratenor),
Valerio Contaldo y Matthew Newlin (tenores) y Andreas Wolf (bajo). Teniendo en cuenta el
escaso lugar disponible, estos 6 se combinan según el programa armado por García Alarcón. Y
es él quien inventó "Pecados Capitales". Cuando me llegó la Gacetilla del Colón me asombró
que hubiera nada menos que 8 páginas y que en ellas se decía quién cantaba y en qué obra de
Monteverdi.
El famoso Libro VIII de Madrigales aparece al principio con palabras puestas por el
Director: "Il Fuoco"; naturalmente cualquiera interesado en el compositor conoce "Hor che´l
ciel et la terra" y allí cantan los 6. Como le dijo el director a la gente, "L´incoronazione de
Poppea" es la ópera más dura y amarga y ya se verá por qué. Flores interpreta muy bien a
Poppea: es argentina pero trabaja en Europa y actuó en Asia y Australia. Su voz es natural y
tiene muy buen agudo. La acompaña Arnalta (el contratenor Lowrey) que cree peligroso el
interés de Poppea en Nerón. "Speranza, tu mi vai". Sigue "La Prodigalità", "Sì dolce è il
tormento" cantado por los 6 artistas y tomado de "Quarto scherzo delle ariose vaghezze";
pieza atrayente poco conocida. Curiosamente una Sinfonía (instrumental) formó parte de nada
menos que "Il Combattimento di Tancredi e Clorinda". Luego volvimos a "L´incoronazione di
Poppea, con una divertida "Chi parla?" de dos soldados: Valerio Contaldo y Matthew Newlin
(de Illinois), ambos con abundante tarea en Europa pero muy bien jugado al despertarse, como
si se conocieran desde siempre.
"L´Invidia", de "Il ritorno d´Ulisse in patria", en "Compagni, udiste?"; el excelente bajo
Andreas Wolf (alemán), de amplia carrera y valiosas grabaciones, aquí cantó Antinoo; los
compagni fueron Contaldo (Anfinomo), Lowrey (Pisandro) y Newlin (Eurimaco), que luego
Ulisse los atacará. "La Castità" es nuevamente del Libro Viii de Madrigales: Mariana Flores y
Coline Dutilleul cantaron brillantemente "Ardo e scoprir ahí lasso a due tenori". "L´Aria", de
una serie que desconozco, Libro II de "Musiche varie": "Voglio di vita uscir", muy bien
interpretado por Andreas Wolf. Siguió "La Superbia" ("La Soberbia"), la Sinfonía instrumental
de esa atrayente obra, "Il Ballo dell´ingrate". Esencial en "L´incoronazione di Poppea": "Son
risoluto al fine", Lowrey como Nerón y Wolf como Seneca, que quiere evitar el amor de Nerón
por Poppea; la discusión es extensa y Seneca sabe que Nerón coronará a Poppea y ordenará la
muerte de Seneca. Excelente el canto y la expresión de Wolf. En versión instrumental, "Non
morir, Seneca" (alumnos suyos). Continúa "La avaricia" con Nerón diciendo a Luciano
(Contaldo) "Ahora que murió Seneca, cantemos". Se pasa nuevamente al Libro VIII de
Madrigales, esta vez con el muy bello "Lamento de la ninfa", cantado con evidente calidad por
Flores, Contaldo, Newlin y Wolf. "La ira", tomada de "Scherzi musicali", es la fuerte protesta de
Newlin: "Eri giá tutta mia". Volviendo a "Il ritorno di Ulisse in patria" combina en un "Scherzo
amoroso" a Melanto (Dutilleul) y Eurimaco (Newlin): "Duri, e penosi son gl`amorosi fieri desir".
Es muy especial lo que siguió: la extensa "Selva Morale e Spirituale Madrigale a 5 voci"
(todos salvo Newlin). Luego volvió "Il ritorno di Ulisse in patria"; el invento esta vez es "La
Gola" ("La glotonería"): "Pastor d´armenti puo": Newlin (Iro) y Contaldo (Eumete). De vuelta
en la misma ópera: "La temperanza"; si bien la arma dentro de esta ópera, esta melodía es de
García Alarcón: "Imparate mortali" ("Aprendan, mortales"); cantó Newlin. Pero sigue "Dormo
ancora" y es el propio Ulisse (Contaldo) que lo canta. Del Libro IV de Madrigales: "Sì ch´io

vorrei morire"; cantan todos salvo Dutilleul en "La Lujuria". Pasamos a "La Caritá" de
"L´Orfeo": "Orfeo son io", muy bien cantado y expresado por Contaldo. Se volvió luego al Libro
VIII de Madrigales en "La Fortezza" ("La Fortaleza"), nuevamente con "Altri canti d´amore", y
allí cantaron todos. "La Tierra" fue una Sinfonía de García Alarcón. Del Libro II de "Musiche
varie" cantó Wolf impecablemente "S´apre la tomba". Y por último "El Agua", del Libro VIII de
Madrigales, la parte II de "Hor che`l ciel e la terra" termina todo: "Così sol d´una chiara fonte"
fue el broche final con los 6 cantantes.
La reacción de toda la gente (yo tenía un buen lugar en la fila 7 y me asombró la
cantidad de ellos) fue extraordinaria; por cierto, Monteverdi y García Alarcón tuvieron un éxito
total, sin olvidar la calidad de los cantantes y de los instrumentistas.
Pablo Bardin

LA FILARMÓNICA EN EL FOCO GANDINI CON DRUKER Y MASTRÁNGELO

En el Concierto Nº 19 de la Filarmónica dos artistas de categoría, el director de
orquesta Pablo Druker y la mezzosoprano Adriana Mastrángelo, cumplieron con el Foco
Gandini, basado en una obra de Gerardo Gandini: "Canciones Tristes" para mezzosoprano,
coro de niños y orquesta. Y para completar la inclinación del compositor, se escuchó una obra
esencial de Anton Webern, "Cinco piezas para orquesta" Op. 10, y dos partituras
fundamentales del romanticismo muy apreciadas por Gandini: "Variaciones sobre un tema de
Haydn" Op. 56ª, de Johannes Brahms, y cerrando el programa, la "Sinfonía Nº 3 en mi bemol
mayor, Op. 97, Renana", de Robert Schumann.
Sólo tengo una reserva: el Coro de Niños del Teatro Colón dirigido por César
Bustamante cantó en los minutos finales de la partitura de Gandini. Por cierto, Mastrángelo
cantó admirablemente en los textos de Fernando Pessoa, Jacobo Fijman y Gottfried Benn. El
cuarto texto es de Juan Ramón Jiménez; se llama la "Canción de invierno" y el Coro es de
niños, como si el invierno les dé una alegría; en cambio la mezzosoprano se mantiene triste,
sobre todo en el último minuto, ya sin coro y con ese especial colorido que parece de Webern.
La versión respondió a esa tristeza de los años finales de Gandini, notable en sus sonatas
breves para piano.
Con buen criterio, el concierto empezó son esas magníficas Variaciones de Brahms
donde el tema al parecer se creía erróneamente de Haydn en la época de Brahms. Pero es una
buena melodía y las variaciones son extraordinarias y una perfecta calidad de la escritura. De
paso, actualmente se lo llama "Variaciones sobre el coral de San Antonio". Fue un sólido
principio, tan distinto de la tristeza de Gandini. Pero en cambio tras los 20 minutos de
descanso escuchamos el arduo trabajo de Webern, muy bien presentado por Druker.
Margarita Pollini explica claramente esta música: "tres grupos: el de arcos, el de maderas y
metales, y el de los instrumentos `colorísticos´, que incluye armonio, celesta, mandolina,
guitarra, arpa y un set de percusión (glockenspiel, xilófono, cencerros, campanas, triángulo,
platillos, tambor y bombo) sin una función rítmica sino puramente tímbrica". Fueron escritas
entre 1911 y 1913 y nadie fue en Europa más audaz en esa época justo antes de la Primera
Guerra.
La Sinfonía Nº 3 es en realidad Nº 4 pero la que así llamamos era Nº 3 y pasó a Nº 4
porque Schumann realizó una serie de cambios. La Nº 3, llamada Renana, tiene la inusual
característica de llegar hasta 5 movimientos; el primero y el último muy brillantes, el 2º es un
scherzo que varía un tema popular, el 3º es tranquilo y grato. Pero el 4º está basado sobre la
inmensa catedral de Colonia y tiene una música sacra de fuerte ambiente. Druker es un
especialista en Düsseldorf y realizó un espléndido concierto, con la Filarmónica en lo mejor de
su tarea (espléndida la seguridad de los cornos). Druker conoce a fondo Alemania,
especialmente Frankfurt y Berlín.
Pablo Bardin

JOSÉ LUIS JURI T0CÓ EN NOVIEMBRE 22 EL FESTIVAL CHOPINIANA

José Luis Juri ha realizado una gran carrera pianística, viajando en muchos países del
mundo, de Europa a África (Egipto) y América Latina. En nuestro país ha trabajado en el
Mozarteum, en el Camping del Llao Llao, en San Isidro, en el Colón.
El programa se inició con dos de las famosas mazurkas de Fryderyck Chopin: op. 17 Nº
4 y op. 63 Nº 3, en Do sostenido menor. Se lo sintió expresivo y claro.
Confieso que no recuerdo haber escuchado las Cuatro Baladas opus 10 de Johannes
Brahms. A medida que las fui conociendo me resultaron pesadas, y especialmente las dos
últimas demasiado largas y repetidas. Eso sí: la tan frecuente en Brahms mezcla de dos notas
en la mano derecha y tres notas en la izquierda abundan, así como añadir en demasía cortas y
rápidas continuas 4 notas en semicorcheas. En suma, resultó que las 4 baladas llegaron a los 25
minutos. Pero ocurrió algo extraño: hubo un ruido ingrato y feo como si Juri se hubiera
encontrado con una falla del sonido de las notas.
Por cierto, terminar el programa con nada menos que la gran Sonata en si menor de
Franz Liszt implica tenerse confianza y Juri es un artista de categoría. Al parecer son las
características de este piano lo que no le satisface. Y me resultó notable: los pasajes lentos no
sólo eran correctos sino bellos en las manos de Juri. En cambio las dificultades de los primeros
minutos resultaron ásperas. Bastante más tarde, hay una etapa de contrapunto que salió bien.
Pero los minutos que hubieran debido ser los finales creo que se repitieron sin motivo. Al
terminar, si bien hubo público entusiasta, él habló con voz opaca y me pareció que dio a
entender que no se sintió cómodo en este piano. Tocó suave y agradablemente una pieza de
Chopin, como para expresar que el piano tiene sus limitaciones. No puedo opinar al respecto,
pero si el piano no está hecho para Liszt quizá hubiera sido mejor cambiar de obra.
Pablo Bardin

EDUARDO DELGADO EN CHOPINIANA 2023

Por lamentables razones de salud debieron renunciar Alberto Portugheis y Edda María
Sangrigoli. Lástima en el caso de ella porque era interesante su programa, dedicado a las
fantasías de Beethoven, Schumann, Chopin y De Falla. Quien la reemplazó es Eduardo Delgado,
que a su vez había tocado en la Chopiniana antes del Covid. Ahora nos visitó nuevamente, esta
vez a los 80 años.
Tocó una pieza que no figura en el programa, breve, quizá chopiniana. Nunca estuve
de acuerdo con la Chacona de Bach según Busoni, completamente de tradición romántica,
pesada y exagerada. Sólo admiro el original pensado en el violín, donde la chacona cierra una
obra completa mucho más larga. Fue con verdadera molestia que escuché esta distorsión.
Cerró la Primera Parte con una buena obra de Alberto Ginastera: "Tres piezas argentinas", op.
6. Naturalmente es un Ginastera muy joven, de apenas 24 años, pero ya tenía su estilo, como
lo demostraron "Cuyana", "Norteña" y "Criolla". Fue en 1940. Delgado estuvo fuerte y claro.
La Segunda Parte se inició con dos obras famosas de Fryderyck Chopin: el Nocturno op.
48 Nº 1, que tiene un aspecto intermedio de violenta calidad antes de retornar a la música
lenta y triste. Extraña cosa: no hubo ningún tiempo antes de pasar al vertiginoso Estudio op. 25
Nº 12.
Y al fin llegamos a una obra de gran envergadura donde Delgado resultó muy
atrayente: las Variaciones y fuga sobre un tema de Händel, op. 25, de Johannes Brahms. Hay
que tener en cuenta que estamos en una obra fundamental de casi media hora con una
enorme variedad y sin parar. Mi favorita versión es la de Rudolf Serkin, pero Delgado merece
un fuerte aplauso en esta obra.
Un preludio sereno de Debussy y un Vals de Chopin completaron lo ocurrido.
Pablo Bardin

EL DIRECTOR NEIL THOMSON Y EL FAGOTISTA THEO PLATH DAN GARRA A LA FILARMÓNICA


El sábado 18 de noviembre tuvo lugar el concierto 18 del abono de la Orquesta
Filarmónica de Buenos Aires. Neil Thomson fue el director de orquesta y Theo Plath el
fagotista.
Resultó interesante escuchar la primera audición de "Saravá" de la compositora brasileña
Clarice Assada y del Concierto en Fa mayor para fagot y orquesta de Johann Nepomuk
Hummel. Tras los 20 minutos habituales se escuchó la magnífica Sinfonía Nº 5 de Sergei
Prokofiev.
En efecto, tal fue la programación como se concibió, pero hubo un absurdo error en lo
que apareció en el programa y en el comentario de Martín Baña: en vez de Hummel, el
Concierto para fagot de Nino Rota. Pero en la realidad se volvió a Hummel y nadie lo
avisó…Tras un minuto de música no tuve duda, el estilo del Concierto en 3 movimientos era
claramente de Hummel, ese compositor de considerable influencia (incluso Chopin) y que a su
vez estudió desde niño con Mozart.
Pero hay que mantener el orden, que empezó con el estreno de "Saravá" de Clarice
Assad, nacida en Rio de Janeiro en 1.978. La obra es de 2.013 y fue encargada por la Sinfónica
del Estado de Sao Paulo para conmemorar el nacimiento de Vinicius de Moraes. La breve
rapsodia evoca la música de Vinicius y sintetiza las melodías exuberantes del compositor
popular.
La colorida obra se escuchó con gusto y no dura más de 7 minutos.
Neil Thomson nació en Londres y estudió violín y viola con Norman del Mar. Luego fue
a Tanglewood y tomó clases de dirección con Ozawa y Bernstein. Desde 1992 hasta 2006 fue
profesor de dirección del Royal College of Music. Pasó por gran cantidad de conciertos como
director en lugares como el Mozarteum de Salzburgo, Cracovia, Lituania, Italia, Los Angeles,
Brasil y México. Más tarde ofreció su talento en Tokio, Goiás y Sao Paulo en Brasil. Grabó
discos en Londres y Liverpool, y Sinfonías de Santoro para Naxos.
Como dije, vino Theo Plath. Es fagotista principal de la Sinfónica de la Radio de
Frankfurt. Intervino en el Festival de Schleswig Holstein. Grabó conciertos como el de Fagot de
Mozart. Y bien, el Concierto para fagot y orquesta de Hummel data de 1805 y en mi libro del
año 2000 hay nada menos que 9 grabaciones de esta obra en 3 movimientos. Es sin duda
virtuosístico y así fue tocado por Plath; el público aplaudió tras cada movimiento. Bien
apoyado por la orquesta, Plath tocó con rapidez e intensidad. Lástima que luego quiso tocar
algo muy reciente, violento e ingrato.
Durante el intervalo muchos se quedaron preparando la estupenda Sinfonía Nº 5, en si
bemol mayor, op. 100, de Sergei Prokofiev. Recientemente el Colón no la programó. Yo
mantengo las obras que escuché entre los años 1950 y 1970 y la Quinta la escuché en
concierto en Washington con Ormandy y la Orq, Philadelphia (marzo 1957) y George Szell con
la Orq. Fil. de New York (abril 1, 1968). Visita en el Colón de la Filarmónica de New York con
Dimitri Mitropoulos (2/6/58). En el Colón: Ernest Bour con la Orq. de LRA (1954). 2/6/59 en el
Colón: Juan José Castro con la Sinfónica Nacional. Y 27/5/70: Martinotti, Orq, Sinf. Nacional.
Los 4 movimientos duran algo más de 40 minutos: Andante; Allegro marcato; Adagio; y
Allegro giocoso. Fue una versión poderosa, donde la música llegó a cada oyente preparada con
especial garra. Los cornos, las trompetas, los trombones, la tuba, la percusión, el piano y los
violines, todos se hicieron sentir con especial presencia. Espero que se acuerden de la sinfonía
Nº 6, que sólo se escuchó una vez y fuera del Colón.
Pablo Bardin

LA FILARMÓNICA CON KUERTI, TERFEL Y FILIPCIC HOLM


El sábado 11 de noviembre tuvo lugar el Concierto Nº 17 de la Orquesta Filarmónica de
Buenos Aires. Fue director Julian Kuerti, que nos visitó años atrás. Retornó el bajo barítono
Bryn Terfel, que muy joven había cantado para el Mozarteum el Concierto dedicado a las
últimas canciones de Franz Schubert fuera del Colón. Ya bastante maduro retornó a Buenos
Aires y en el Colón se dedicó a la música celta de la Patagonia porque él es celta pero no dejó
de ser inesperado aquí.. Esta vez la primera parte estuvo dedicada a Richard Wagner y
colaboró con Carla Filipcic-Holm, nuestra especialista. Toda la segunda parte fue una
combinación de distintas etapas: 3 óperas, y luego curiosas mezclas de Jerry Block, George
Gershwin, Victor Herbert y Claude-Michel Schönberg (en "Les Misérables"). Y se agregó una
pieza brillante de Lehar pero sin cantante.
Terfel ya está grande y se nota. Por su parte Kuerti es un director muy eficaz y variado,
La Obertura extraordinaria de "Los maestros cantores de Nuremberg" estuvo tocada con gran
firmeza y claridad, con su asombrosa riqueza de contrapunto. Ya en el Acto Segundo Hans
Sachs, solo, recuerda lo que cantó en el Primer Acto Walther von Stolzing: "Was duftet doch
der Flieder" ("Qué suave aunque fuerte y pleno"); analiza la canción de Walther que le
emocionó. "La siento y no le encontré error. Pareció tan antiguo y sin embargo tan nuevo. Los
Maestros quedaron sin entender pero sin duda Hans Sachs salió contento". Si bien la voz de
Terfel fue inicialmente bastante dura, fue tomando color y conoce bien el personaje. Lo
siguiente fue la parte final de "El oro del Rin", "Abendlich strahlt der Sonne Auge" ("Vespertino
brilla el ojo del sol"), despedida de Wotan y final en los últimos minutos sin canto con una
estructura fortissimo (muy lograda por Kuerti). Terfel más firme.
Hace unos años Filipcic-Holm cantó en Montevideo "Tristán e Isolda" completo; estuve
allí, entusiasmado. Por cierto, "Mild und leise" ("Suave y quedo") es el inicio del canto de
muerte de Isolda, idealmente acompañado por la orquesta. Fueron muy bellos minutos.
Wagner orquestó de especial manera el principio del Tercer acto de "La Walkiria"; en la ópera
van llegando las walkirias en vuelo al tope de una montaña; es la cabalgata. Escuchamos la
poderosa música sólo en la orquesta, con muy convincente garra del director y la Filarmónica.
Y terminó con lo mejor: "Despedida de Wotan": cuando él deja dormida y rodeada de llamas
(Loge) a Brunilda. Sabe quién la despertará: el hijo de Siegmund y Sieglinde: Siegfried. Tuvimos
en el Colón a los dos mejores del mundo: Hans Hotter (Wotan) y Nilsson (Brunilda). Esta vez
hubo un director de orquesta de gran talento, aunque Ferdinand Leitner fue todavía mejor en
la totalidad de la Tetralogía. Y Terfel dio un muy buen resultado, con intensidad, buen alemán
y agudos gratos y expresivos. Gran final de Parte 1.
Parte 2. Beethoven: Fidelio: en el primer acto: "Ha! Welch ein Augenblick!" ("Ah! Qué
instante!"), cuando Pizarro se entera de la debilidad de Florestan durante el Primer Acto. Aquí
Terfel exageró, como si lo tuviera a mano y lo matase con furia. Y pasando al italiano, "Son lo
spirito che nega" del "Mefistofele" de Arrigo Boito, la llamada "canción del silbido", cosa que
Terfel llevaba a silbar hacia los jóvenes y muchos silbaron. En cambio, refinada la soprano en el
aria "Io son l´umile ancella" ("Soy la humilde servidora"), de "Adriana Lecouvreur" de
Francesco Cilea, sin duda una bella aria muy bien cantada.
De aquí en más terminó la ópera tradicional. El Preludio al Acto segundo de "Fiddler on
the roof" ("El violinista en el tejado", 1964, de Jerry Bock) es una preparación para la divertida
canción "If I were a rich man" ("Si yo fuera un hombre rico"), "con un estribillo y ritmo que
hace referencia a la música jasídica" (Luciano Marra de la Fuente) "sirve de presentación de
Tevye, que retrata la tradición de una comunidad judía en la Rusia prerrevolucionaria". Me
sorprendió gratamente con qué naturalidad y gracia lleva la extensa canción de comedia
musical y cómo da un sentido judío cuando él es celta.
George Gershwin compuso una sola ópera pero "Porgy and Bess" lo es y está basada
en un grupo negro. Estrictamente no debería ser reemplazada por artistas que no lo son. Sin
embargo, la deliciosa "Summertime" ("Tiempo de verano") fue cantada con mucho encanto

por Filipsic-Holm, que entendió la canción de cuna de Clara. Siguió "Bess, you is my woman
now" ("Bess, sos mi mujer ahora") y los dos cantan en blues con evidente entusiasmo. Victor
Herbert (1859-1929) escribió muchas operetas, como "The Enchantress" ("La Encantadora"):
"Art is calling for me" ("El arte me está llamando"), puramente musical. Y termina con "Stars"
("Estrellas") de "Les Misérables" de Claude-Michel Schönberg basada en Victor Hugo. Se trata
de una expresiva canción de Javert y estuvo bien cantada.
Fuera de programa Terfel se dedicó inicialmente a una canción celta de nuestro Sur. Y
luego cantaron los dos una divertida canción de los años 20: "Anything you can do I can do
better" ("Cualquier cosa que hagas la puedo hacer mejor"), ambos convincentes. Buen final.
Pablo Bardin

MADAMA BUTTERFLY EN EL COLÓN


Como pasó en amplia parte del año, la célebre "Madama Butterfly" de Giacomo
Puccini fue presentada por Divina Italia en el Colón. Pude ver la función del viernes 10, Abono
Nocturno Tradicional. Y ocurrió que la soprano coreana Anna Sohn, que había sido
protagonista el 7 de noviembre, fue sustituida por la argentina Daniela Tabernig. El Director
Musical fue Jan Latham Koenig (7, 10, 12 y 15). Directora de Escena: la brasileña Livia Sabag.
Escenografía del Rosarino Nicolás Boni. Vestuario: Sofía Di Nunzio, argentina, difícil tarea en el
Colón ("Giulio Cesare" y "Die Soldaten"); varias obras en el Argentino de La Plata; y
abundantes puestas en Europa y Rio de Janeiro. José Luis Fiorruccio ingresó al Colón en 1967 y
continúa con la iluminación. No estoy de acuerdo con el uso del video en óperas de tiempo
atrás: Matías Otálora.
Hay aspectos de Sabag que creo erróneos y ella lo escribe en el programa: "A partir del
segundo acto vemos la casa parcialmente destruida y el terreno original deformado,
modificado e invadido por tierra y lodo, sugiriendo un violento alud". A favor: respeta las
actitudes japonesas.
Un gran amigo se tomó el trabajo de enviarme los datos básicos de todas las versiones
de "Madama Butterfly". Voy a presentar algunas de ellas. 30 temporadas desde 1908. Cio Cio
San: Lucrezia Bori, Rosetta Pampanini, Gilda Dalla Rizza, Isabel Marengo; y ya desde mi
presencia: Victoria de los Ángeles, Antonietta Stella, y muy especialmente, Renata Scotto.
Directores de orquesta: Arturo Toscanini (1912), Tullo Serafin (1914, 1938), Vincenzo Bellezza
(1924), Gabriele Santini (1926), , Hector Panizza (1929, 1949, 1952), Ferruccio Calusio (1933,
1939, 1958), Pedro Calderón (1964, con la Scotto), Francesco Molinari Pradelli (1968, con
Gabriella Tucci), Oliviero De Fabritiis (1980), Daniel Oren (1994, con Yoko Watanabe,
japonesa), Otras japonesas: Teiko Kiwa (1924), Atsuko Azuma (1974), Yasuko Hayashi (1984),
Yan Wang (1997). Algunos Pinkerton: Pedro Mirassou, Amedeo Bassi, Eugene Conley (con De
los Ángeles), Flaviano Labò (1958), George Shirley (1964), Giuseppe Giacomini (1974).
Sharpless: Giuseppe De Luca (1911, 1912, 1914, 1926), Victor Damiani (1933, 1938, 1952),
Angel Mattiello (1949, 1964, 1968). El mayor salto fue entre el año 2000 (Susan Bullock,
Marcus Haddock, Luis Gaeta; Reinaldo Censabella) y 2014 (Patricia Racette, James Valenti,
Fabián Veloz; Ira Levin).
La versión actual es la siguiente: Cio-Cio San: Anna Sohn, que sólo actuó en la primera
de los 4 que le tocaban); Daniela Tabernig, que la reemplazó en la del 12 de noviembre; y
Mónica Ferracani (días 9 y 16). Pinkerton: Riccardo Massi (5 días); Fermín Prieto (4 días).
Sharpless: Alfonso Mujica (4 días); Omar Carrión (3) y Leonardo López Linares (2). Suzuki:
Nozomi Kato (4); María Luján Mirabelli (3); Cecilia Díaz (2). Goro: Sergio Spina (4); Ramiro Pérez
(2) y Gabriel Centeno (2). Spina fue muy adecuado. Príncipe Yamadori: Sebastián Sorarrain (4);
Ramiro Pérez (3); y Fernando Grassi (2). Tío Bonzo: Christian Peregrino (5); Emiliano Bulacios
(4). Comisario Imperial: Sergio Wamba (5); Juan Barrile (4). Kate Pinkerton: Mariana Carnovali
(5); Rosario Mesiano (4). Oficial: Augusto Nureña (5); Edgardo Zecca (4). Yacuside: Carlos
Esquivel (5); Mariano Crosio (4). La Prima: Carmen Nieddu (5); Constanza Castillo (4). La
Madre: Marta Del Giorgio (5); Marina Torres (4). La Tía: Carina Hoxter (5); Roxana Horton (4).
Dolore: Alina Geldymuradov Rutkauskas; Uma Michelle Florencio; Lisandro Silva (no aclaran
días). Figurantes: 6; Figurante estable: Enrique Leyes. Es considerable en los roles breves
cuánta gente es nueva.
Las dos obras de Puccini de mayor importancia son "Tosca" y "Madama Butterfly" en
su versión definitiva. Originariamente el primer acto era demasiado largo; la familia de esa
geisha de 15 años tenía una presencia excesiva antes de que llegara el tío bonzo, monje
budista (Christian Peregrino, buen trabajo) que la maldice porque ella se convirtió al
cristianismo sin que se lo pidiera Pinkerton. Toda la familia es budista y la rechaza, dejándola
con el marino estadounidense. A pesar de Suzuki, que es budista pero quiere a la geisha y la va
a acompañar (Nozomi Kato es de Tokyo y cantó Suzuki en Italia y Estados Unidos). El marino

fue promovido por Goro el casamentero y lo lleva a una casa en alto, desde donde ve a
Nagasaki y los barcos que tienen oficiales de la Armada como Pinkerton, que quiere pasar un
tiempo en la casa con Madama Butterfly, y como Goro recibió dinero los apoya a Butterfly y
Pinkerton. Se quedan solos y queda claro que están ella enamorada y él contento. Quiero
mencionar una maravilla única: la relación de la Callas y de Gedda con la dirección de Von
Karajan en el final del Primer Acto, en La Scala de Milán. Riccardo Massi en 2007 integró la
Accademia della Scala. Debutó como Radamés en el Metropolitan de Nueva York en 2012.
Cantó "Tosca" en Dresden, Covent Garden y Viena, "Manon Lescaut" en Génova y "Norma" en
Barcelona. Y aquí cantó bien como Pinkerton, su voz poderosa y clara. Daniela Tabernig en el
Colón cantó "Don Giovanni", "Pagliacci", "Rusalka", "Andrea Chénier" y "Volo di notte" sobre
Saint-Exupéry en Buenos Aires. Naturalmente su Madama Butterfly de 15 años cuenta
aspectos duros incluso la muerte del padre y su voz es dulce. Pero conviene recordar que a
principios del Acto Primero cambian ideas Pinkerton y Sharpless (Alfonso Mujica), quien le
insiste que Butterfly no sólo acepta casarse sino que sin autorización pasó al cristianismo.
Mujica le da mucho sentido a su personaje.
Acto Segundo. Pasaron 3 años. Nació un hijo de Pinkerton y ella. Nada se sabe de él,
que volvió a los Estados Unidos. El cónsul Sharpness viene a verla con una carta de Pinkerton
donde dice que llegará a Japón; pero Sharpless le pregunta a Butterfly qué haría si Pinkerton
no regresara; ella contesta que optaría por la muerte. El cónsul trata de convencerla de
casarse con el príncipe Yamadori. Pero ella le muestra el niño que tiene, con aspecto de
Pinkerton. Llega Yamadori y ella lo rechaza (correcto trabajo de Sebastián Sorarrain). Mujica
lamenta el dolor de Cio-cio San pero sabe que Pinkerton va a querer el niño. Al irse ella lo trata
sin afecto. Se queda con Suzuki, y al verla dudosa le canta "Un bel dí vedremo", la magnífica
aria (única del acto) con respecto a la llegada de su amante y que ella esperará que él suba.
Bella combinación poco después de ambas cantando y finalmente se sientan delante de la
ventana. Se escucha un atrayente coro que termina el acto.
Tercer acto. No me dediqué (injustamente) con la dirección muy talentosa de Jan
Latham-Koenig con numerosas ideas de contenido japonés (gran talento de Puccini) y una
orquesta que respondió cabalmente ya en los dos actos anteriores. Debo reconocer que los
minutos iniciales del Tercer acto me resultan poco claros. Pero después de eso llegan el cónsul
y Pinkerton con su mujer (interviene escasamente). Cio-Cio San todavía duerme pero no
Suzuki, que enseguida se desespera y entiende lo que pasa (Nozomi Kato, muy expresiva y
sólido sonido). Y ocurre algo especial: Pinkerton se da cuenta de lo trágico que va a pasar y
protesta antes de salir rápidamente. Buen trabajo de Massi. Y llegan los tremendos minutos
finales. Tiene una espada y dice: "Con honor muere quien no puede vivir con honor". Le dice al
niño: "juega, juega" y "se clava la espada justo cuando llega Pinkerton gritando "¡Butterfly!"
tres veces. Terrible final.
Pablo Bardin

BÉLA BARTÓK Y JUAN JOSÉ CASTRO CON CENSABELLA Y DE SALVO

La Sinfónica Nacional trabajó con el Director Diego Censabella y el barítono Mario De Salvo el
miércoles 8 de noviembre en dos obras importantes: la Suite del ballet "El Mandarín
Maravilloso" de Béla Bartók y el muy extenso "Martín Fierro" de Juan José Castro con el Coro
Polifónico Nacional. Si bien Censabella elogió la calidad musical de la obra de Bartók nada dijo
de la sensualidad de la partitura. Por mi parte estuve presente el 20/4/58 con la Sinfónica
Nacional dirigida por Juan José Castro y el 15/8/66 por André Vandernoot y la Filarmónica de
Buenos Aires. Y justamente este Castro es el que escribió el "Martín Fierro". Según Censabella
hace un largo tiempo que no se lo tocó y cantó, de tal modo que la gran historia en varias
partes empezó 8,30 y finalizó a las 10,20, casi 2 horas. Por cierto fue una experiencia difícil y
ardua tanto en la música de Castro como en la narrativa de Fierro, admirablemente cantado
por De Salvo.
Los más violentos en la orquesta de Bartók son los clarinetes, los cornos, las
trompetas, los trombones y la percusión. La orquesta estuvo bien ensayada; la partitura se
entendió.
En cuanto a "Martín Fierro", debo admitir que como me senté muy atrás no pude leer
lo cantado por Fierro y el Coro amplio, que cantó tanto de frente al público como a la izquierda
y la derecha. Es justo felicitar a De Salvo por mantener su muy amplio canto tanto en las más
agudas que en las del medio, y además lograr mantenerse cuando hay fragmentos fortissimo
de la orquesta, sobre todo en las partes finales. Confieso que me resultaría interesante
encontrar una grabación realizada a fondo, orquesta y cantantes. Sin duda Juan José es el más
profundo de los talentosos tres, José María y Washington. Juan José nació en 1895 y "Martín
Fierro" es de 1944. Vale la pena volverlo a escuchar con lo escrito de Fierro y poder apreciar en
detalle la partitura.
Pablo Bardin

EL CORO DE NIÑOS DEL COLÓN DIRIGIDO POR BUSTAMANTE EN CONCIERTOS DEL MEDIODÍA

Los Conciertos del Mediodía del Mozarteum se acercan al final con el Coro de Niños
del Teatro Colón dirigido por César Bustamante. Esto ocurrió el 7 de noviembre en la sala
principal del Teatro San Martín. Fue muy interesante que el concierto estuviese dedicado a
compositores franceses, especialmente Francis Poulenc, y de un compositor belga que vivió en
París largo tiempo: César Franck.
El programa se inició con "Ave Verum Corpus", de Poulenc (1899-1963), breve pieza de
1952, grabada 8 veces en el R.E.D. Classical 2 aparecen como "voces masculinas" en el
Catalogue, donde figura "voces femeninas"; aquí fueron voces de niños y niñas, quizás hasta
los 18 años. Bustamante dio explicaciones de allí hasta el final del programa. Consideró que
fueron primera audición en esta ciudad "Cuatro pequeñas plegarias de San Francisco de Asís";
hay nada menos que 12 grabaciones en el R.E.D. y de "voces masculinas", pero en verdad
tuvieron buen sonido en voces masculinas y femeninas: en francés: "Salve, Santa Señora";
"Todopoderoso"; "Señor, yo te ruego"; "Oh mis muy queridos hermanos". En la siguiente obra
de Poulenc Bustamante inició sus ejecuciones en piano (donde además tocaba breves notas
para que los cantantes iniciaran cada pieza) y tomó su lugar la directora Helena Cánepa,
combinación que continuará hasta el final del concierto. Las "Petites voix" ("Pequeñas voces")
ya no son litúrgicas sino 5 canciones para 3 voces de niños y niñas. Hay sólo 3 grabaciones. "La
niñita sabia"; "El perro perdido"; "Regresando de la escuela"; "El pequeño niño enfermo"; y "El
erizo". Textos de M. Lay. Bien cantados por el grupo.
Por cierto, el "Panis angelicus" de César Franck es muy famosos; se cantó
correctamente. Y pasamos a Gabriel Fauré (1845-1924): "Maria, Mater gratias" data de 1888;
hay 7 grabaciones y está pensada para tenor, barítono y órgano; op- 47 Nº2. Muy diferente a
cómo se escuchó en este caso. Muy distinta "La nuit" ("La noche") de Ernest Chausson (1855-
1899). Lo cantaron bien Florencia García Barrera (soprano) y Mora Molinelli Wells
(mezzosoprano) con Bustamante al piano.
El retorno de Franck fue un extenso Alleluia pero no es seguro que lo haya escrito él;
no está en el R.E.R. Lo hicieron razonablemente.
Y finalmente, un bello Claude Debussy (1862-1918): "Salut Printemps" ("Salud
Primavera"), obra suya de 20 años sobre versos de Anatole de Ségur. "Bienvenida Primavera,
juvenil temporada". En suma, un concierto agradable.
Pablo Bardin

EL CORO DE NIÑOS DEL COLÓN DIRIGIDO POR BUSTAMANTE EN CONCIERTOS DEL MEDIODÍA


Los Conciertos del Mediodía del Mozarteum se acercan al final con el Coro de Niños
del Teatro Colón dirigido por César Bustamante. Esto ocurrió el 7 de noviembre en la sala
principal del Teatro San Martín. Fue muy interesante que el concierto estuviese dedicado a
compositores franceses, especialmente Francis Poulenc, y de un compositor belga que vivió en
París largo tiempo: César Franck.
El programa se inició con "Ave Verum Corpus", de Poulenc (1899-1963), breve pieza de
1952, grabada 8 veces en el R.E.D. Classical 2 aparecen como "voces masculinas" en el
Catalogue, donde figura "voces femeninas"; aquí fueron voces de niños y niñas, quizás hasta
los 18 años. Bustamante dio explicaciones de allí hasta el final del programa. Consideró que
fueron primera audición en esta ciudad "Cuatro pequeñas plegarias de San Francisco de Asís";
hay nada menos que 12 grabaciones en el R.E.D. y de "voces masculinas", pero en verdad
tuvieron buen sonido en voces masculinas y femeninas: en francés: "Salve, Santa Señora";
"Todopoderoso"; "Señor, yo te ruego"; "Oh mis muy queridos hermanos". En la siguiente obra
de Poulenc Bustamante inició sus ejecuciones en piano (donde además tocaba breves notas
para que los cantantes iniciaran cada pieza) y tomó su lugar la directora Helena Cánepa,
combinación que continuará hasta el final del concierto. Las "Petites voix" ("Pequeñas voces")
ya no son litúrgicas sino 5 canciones para 3 voces de niños y niñas. Hay sólo 3 grabaciones. "La
niñita sabia"; "El perro perdido"; "Regresando de la escuela"; "El pequeño niño enfermo"; y "El
erizo". Textos de M. Lay. Bien cantados por el grupo.
Por cierto, el "Panis angelicus" de César Franck es muy famosos; se cantó
correctamente. Y pasamos a Gabriel Fauré (1845-1924): "Maria, Mater gratias" data de 1888;
hay 7 grabaciones y está pensada para tenor, barítono y órgano; op- 47 Nº2. Muy diferente a
cómo se escuchó en este caso. Muy distinta "La nuit" ("La noche") de Ernest Chausson (1855-
1899). Lo cantaron bien Florencia García Barrera (soprano) y Mora Molinelli Wells
(mezzosoprano) con Bustamante al piano.
El retorno de Franck fue un extenso Alleluia pero no es seguro que lo haya escrito él;
no está en el R.E.R. Lo hicieron razonablemente.
Y finalmente, un bello Claude Debussy (1862-1918): "Salut Printemps" ("Salud
Primavera"), obra suya de 20 años sobre versos de Anatole de Ségur. "Bienvenida Primavera,
juvenil temporada". En suma, un concierto agradable.
Pablo Bardin

JORGE DE LA VEGA Y FERNANDO PÉREZ EN CONCIERTOS DEL MEDIODÍA


Este año los Conciertos del Mediodía han debido pasar de un lugar a otro. Por única
vez presentaron a Jorge de la Vega y Fernando Pérez el 31 de octubre en el Teatro Coliseo.
Tanto por los artistas como por el lugar el Mozarteum Argentino tuvo un gran éxito con una
interesante selección de obras interpretadas idealmente.
Tanto el flautista Jorge de la Vega, que ha cumplido 40 años de trabajo en la Orquesta
Estable del Colón, y el pianista Fernando Pérez, de amplísima labor internacional en recitales y
solista con orquesta, tanto en Buenos Aires Ciudad como en el país, pero también en Europa,
así como el Festival Vancouver y el Festival Iberoamericano de la Universidad de Pretoria en
Sudáfrica. Además realizó múltiples grabaciones y fue eminente pedagogo. Pasados los 60
años siguen estando en plenitud.
La obra extensa fue la Sonata para flauta y piano, en Mi mayor, Op. 167, "Undine", de
Carl Reinecke (1824-1910). La obra es de 1882; él era entonces el Director Musical de la
Orquesta de la Gewandhaus de Leipzig. Se basó en una obra célebre y fantástica de Friedrich
de la Motte Fouqué escrita en 1811. Dice Claudia Guzmán: "El ser sobrenatural, en su anhelo
de poseer un alma humana, experimentaba los avatares de la existencia en el mundo de los
hombres". El Allegro inicial, de forma sonata; "prevalece el primero de los 2 temas". Sigue el
Intermezzo: Allegro vivace: "Notas breves en sucesivos y veloces saltos interválicos". El
"Andante tranquillo" en efecto es tranquilo inicialmente pero luego hay una "agitación que se
produce en medio del discurso". Y el Finale cumple con su título: "Agitato ed appassionato,
quasi presto". Ese amor de ella no durará porque el hombre le arrebata su felicidad; el cierre
es "lento y contemplativo". Fue excelente la labor de ambos artistas en todo momento.
Georges Enesco (1881-1955) era rumano. Estando joven en París fue discípulo de
Massenet y Fauré en el Conservatorio. La obra fue publicada en 1904 (sus 23 años): "Cantabile
y Presto"; la primera, ondulante y con interesante armonía, está pensada para que sea la
flauta la que domina; el Presto en cambio tiene para ambos instrumentos "un gran despliegue
virtuosístico", y por cierto lo tuvo por estos artistas.
Henri Dutilleux (1916-2013) fue comisionado por Claude Delvincourt en 1942 (plena
guerra, París dominada por los nazis) para que a los 26 años creara una obra de concurso para
el examen final de la cátedra de flauta. En 3 movimientos, se toca sin solución de continuidad:
"Sonatina para flauta y piano: Allegretto, Andante y Animé (Animado)". Dutilleux pronto será
un compositor francés importante, pero ya le da un carácter especial: "intensidad, gestualidad
y carácter sombrío" y "modulaciones armónicas". Impecable la interpretación de estos artistas
de primer orden.
Ambos estuvieron muy cómodos en 4 Cuadros tangueros de José Carli (1929-2020),
presentado por Jorge de la Vega, que lo conoció, y en verdad tanto el flautista como Pérez
fueron perfectos y los nombres lunfardos funcionaron con naturalidad: "La Parda", "La
Musetta", "Vals de la Grela Ostinata", y la más extensa, "La Blonde".
Pablo Bardin

miércoles, noviembre 08, 2023

EL FAURÉ QUARTETT SE DESPIDIÓ DEL MOZARTEUM


El año pasado el Fauré Quartett vino por primera vez a la Temporada del Mozarteum
Argentino e impresionó muy positivamente. Ahora vinieron en el séptimo y último concierto
de 2023 y lograron un resultado de evidente calidad en obras de Schubert, Brahms y
Schumann. Ellos no se ocupan de los tradicionales cuartetos sino que se basan en otra
combinación: el piano y las cuerdas. Escuchamos a Dirk Mommertz (piano), Erika Geldsetzer
(violín), Sascha Frömbling (viola) y Konstantin Heidrich (violoncelo). Cuando vinieron el año
pasado no me dejó de extrañar que hayan tomado a Fauré como figura fundamental; ninguno
de ellos es francés y sus "biografías" en el programa son poco claras salvo Heidrich, que nació
en Hamburgo. Pero hay una razón: Fauré escribió cuartetos para piano y cuerdas: Nº 1, Op. 15;
Nº 2, Op. 45. El Nº 1 fue famoso: en el R.E.D. Classical 2000 Catalogue hay nada menos que 14
grabaciones.
Hace 28 años que este grupo de cámara alemán se fundó en Karlsruhe. Han grabado
en 2008 los cuartetos con piano de Brahms. Pero surgió un motivo para llamarse Fauré: en
1995 se cumplió el 150 aniversario del nacimiento de Gabriel Fauré y quisieron conmemorarlo.
La obra de Schubert es "Adagio y rondó concertante", en fa mayor, D. 487. El rondó
está en "Allegro vivace". El compositor sólo tenía 19 años, Dice Claudia Guzmán: "La primera
interpretación pública que se conoce data del 1 de noviembre de 1861, en Viena, mientras que
su publicación se efectivizó recién en el año 1865. Sería éste su único legado en lo que hace a
la escritura para cuarteto con piano". En el R.E.D. Classical 2000 Catalogue hay 7 grabaciones
de esta obra. Comenta Guzmán: en el Rondó se "presenta, sucesivamente, 4 temas diversos en
los cuales se evidencia el virtuosismo, particularmente en la parte del piano". Y en efecto,
tanto en esta partitura como en las siguientes, domina Dirk Mommertz; y en cuanto a las
cuerdas, el violoncelista es impecable. Geldsetzer toca correctamente pero un poco
demasiado liviana; y el violista salva bien su parte.
Conozco bien el Cuarteto Nº 3 para piano y cuerdas en Do menor, Op. 60, de Johannes
Brahms. No sabía en cambio que se lo llama nada menos que "Werther", tan famoso como
ópera de Massenet. Si bien Brahms terminó el Nº 3 después de los primeros 2, lo había
empezado antes; no obstante, lo trabajó lentamente, en etapas: 1869 y 1875. La tonalidad en
do menor también la utilizó en la Primera sinfonía y en el primer cuarteto de cuerdas. Este Op.
60 es intenso y dramático en el primer movimiento de 1856; terminó el Scherzo en 1861 y los
dos últimos movimientos son de 1875. No obstante, la obra total funciona admirablemente. La
estrenó el propio Brahms en el piano y estaban presentes Wagner y su mujer, Cosima. En el
R.E.D. hay 16 grabaciones de esta magnífica obra, con artistas como Rubinstein, Stern y
Piatigorsky. La versión de Fauré Quartett fue de gran categoría, si bien el pianista dominó, pero
los de cuerda tocaron con fuerte carácter y en el tercer movimiento fue conmovedor el
violoncelista.
Si bien el Quinteto de Robert Schumann es justamente célebre, también resulta muy
atrayente el Cuarteto para piano y cuerdas; ambos datan de 1842. El Op. 47 está en Mi bemol
mayor. Escribió su esposa Clara: "Es una obra hermosa, tan juvenil y plena de frescura".
Expresa Claudia Guzmán: "Se trata de una creación signada por la fluidez y el equilibrio entre
las partes como por una síntesis magistral de técnicas compositivas diversas, integradas en una
misma unidad estilística. El vertiginoso Scherzo tiene dos tríos contrastantes de magistral
escritura contrapuntística". Clara Schumann intervino en el estreno el 8 de diciembre en la
Gewandhaus de Leipzig. Los miembros del Fauré Quartett estuvieron en muy buena forma. En
el R.E.D. es impresionante la cantidad y calidad de los que lo grabaron: 28, varios de ellos
célebres (Rubinstein, Serkin, Richter).
Hubo dos obras fuera de programa: Mussorgsky: "La gran puerta de Kiev" de "Cuadros
de una exposición", transcripción del Fauré Quartett para cuarteto con piano. Y Antonin
Dvorák/Fritz Kreisler, "Canciones que me enseñó mi madre", transcripción del Fauré Quartett.
Pablo Bardin