jueves, noviembre 30, 2023

JOSÉ LUIS JURI T0CÓ EN NOVIEMBRE 22 EL FESTIVAL CHOPINIANA

José Luis Juri ha realizado una gran carrera pianística, viajando en muchos países del
mundo, de Europa a África (Egipto) y América Latina. En nuestro país ha trabajado en el
Mozarteum, en el Camping del Llao Llao, en San Isidro, en el Colón.
El programa se inició con dos de las famosas mazurkas de Fryderyck Chopin: op. 17 Nº
4 y op. 63 Nº 3, en Do sostenido menor. Se lo sintió expresivo y claro.
Confieso que no recuerdo haber escuchado las Cuatro Baladas opus 10 de Johannes
Brahms. A medida que las fui conociendo me resultaron pesadas, y especialmente las dos
últimas demasiado largas y repetidas. Eso sí: la tan frecuente en Brahms mezcla de dos notas
en la mano derecha y tres notas en la izquierda abundan, así como añadir en demasía cortas y
rápidas continuas 4 notas en semicorcheas. En suma, resultó que las 4 baladas llegaron a los 25
minutos. Pero ocurrió algo extraño: hubo un ruido ingrato y feo como si Juri se hubiera
encontrado con una falla del sonido de las notas.
Por cierto, terminar el programa con nada menos que la gran Sonata en si menor de
Franz Liszt implica tenerse confianza y Juri es un artista de categoría. Al parecer son las
características de este piano lo que no le satisface. Y me resultó notable: los pasajes lentos no
sólo eran correctos sino bellos en las manos de Juri. En cambio las dificultades de los primeros
minutos resultaron ásperas. Bastante más tarde, hay una etapa de contrapunto que salió bien.
Pero los minutos que hubieran debido ser los finales creo que se repitieron sin motivo. Al
terminar, si bien hubo público entusiasta, él habló con voz opaca y me pareció que dio a
entender que no se sintió cómodo en este piano. Tocó suave y agradablemente una pieza de
Chopin, como para expresar que el piano tiene sus limitaciones. No puedo opinar al respecto,
pero si el piano no está hecho para Liszt quizá hubiera sido mejor cambiar de obra.
Pablo Bardin

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