jueves, noviembre 30, 2023

LA FILARMÓNICA EN EL FOCO GANDINI CON DRUKER Y MASTRÁNGELO

En el Concierto Nº 19 de la Filarmónica dos artistas de categoría, el director de
orquesta Pablo Druker y la mezzosoprano Adriana Mastrángelo, cumplieron con el Foco
Gandini, basado en una obra de Gerardo Gandini: "Canciones Tristes" para mezzosoprano,
coro de niños y orquesta. Y para completar la inclinación del compositor, se escuchó una obra
esencial de Anton Webern, "Cinco piezas para orquesta" Op. 10, y dos partituras
fundamentales del romanticismo muy apreciadas por Gandini: "Variaciones sobre un tema de
Haydn" Op. 56ª, de Johannes Brahms, y cerrando el programa, la "Sinfonía Nº 3 en mi bemol
mayor, Op. 97, Renana", de Robert Schumann.
Sólo tengo una reserva: el Coro de Niños del Teatro Colón dirigido por César
Bustamante cantó en los minutos finales de la partitura de Gandini. Por cierto, Mastrángelo
cantó admirablemente en los textos de Fernando Pessoa, Jacobo Fijman y Gottfried Benn. El
cuarto texto es de Juan Ramón Jiménez; se llama la "Canción de invierno" y el Coro es de
niños, como si el invierno les dé una alegría; en cambio la mezzosoprano se mantiene triste,
sobre todo en el último minuto, ya sin coro y con ese especial colorido que parece de Webern.
La versión respondió a esa tristeza de los años finales de Gandini, notable en sus sonatas
breves para piano.
Con buen criterio, el concierto empezó son esas magníficas Variaciones de Brahms
donde el tema al parecer se creía erróneamente de Haydn en la época de Brahms. Pero es una
buena melodía y las variaciones son extraordinarias y una perfecta calidad de la escritura. De
paso, actualmente se lo llama "Variaciones sobre el coral de San Antonio". Fue un sólido
principio, tan distinto de la tristeza de Gandini. Pero en cambio tras los 20 minutos de
descanso escuchamos el arduo trabajo de Webern, muy bien presentado por Druker.
Margarita Pollini explica claramente esta música: "tres grupos: el de arcos, el de maderas y
metales, y el de los instrumentos `colorísticos´, que incluye armonio, celesta, mandolina,
guitarra, arpa y un set de percusión (glockenspiel, xilófono, cencerros, campanas, triángulo,
platillos, tambor y bombo) sin una función rítmica sino puramente tímbrica". Fueron escritas
entre 1911 y 1913 y nadie fue en Europa más audaz en esa época justo antes de la Primera
Guerra.
La Sinfonía Nº 3 es en realidad Nº 4 pero la que así llamamos era Nº 3 y pasó a Nº 4
porque Schumann realizó una serie de cambios. La Nº 3, llamada Renana, tiene la inusual
característica de llegar hasta 5 movimientos; el primero y el último muy brillantes, el 2º es un
scherzo que varía un tema popular, el 3º es tranquilo y grato. Pero el 4º está basado sobre la
inmensa catedral de Colonia y tiene una música sacra de fuerte ambiente. Druker es un
especialista en Düsseldorf y realizó un espléndido concierto, con la Filarmónica en lo mejor de
su tarea (espléndida la seguridad de los cornos). Druker conoce a fondo Alemania,
especialmente Frankfurt y Berlín.
Pablo Bardin

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