Javier Camarena es uno de los mejores tenores de la actualidad, y el público no olvida su concierto en el Colón de hace 5 años. Este año está anunciado para la reposición de "L´elisir d´amore" de Donizetti a partir del martes 2 de agosto, dos meses (demasiado) después de la primera función de "Nabucco". Habrá 4 funciones para los abonos con Camarena, Sierra y Ambrogio Maestri y 3 con elenco argentino, todo desde el 2 al 10 de agosto. Será la cuarta ópera del año. Se agregó el concierto de Camarena fuera del abono denominado Grandes intérpretes, donde ya vimos a Plácido Domingo, Nancy Fabiola Herrera, Roberto Alagna, Sondra Radvanovsky y Nadine Sierra. Y ya está anunciado el contratenor Jakub Jozef Orlinski para el lunes 8 de agosto. A ello se añadió otro gran tenor pero iniciando el abono del Mozarteum el lunes 9 de mayo: Piotr Beczala. O sea, 4 tenores de gran categoría entre mayo y el fin de julio (aunque Domingo ahora es barítono). El concierto del sábado 30 de julio fue agregado, y el hecho de que el Colón me envió hoy 31 una larga explicación de una cena armada por el Director General Jorge Telerman
que se realizó después del concierto con la presencia de Camarena, Rosales y el pianista Ángel Rodríguez pero también del Jefe de Gabinete Felipe Miguel, del Ministro de Cultura Enrique Avogadro, del Secretario General de Relaciones Internacionales Fernando Straface. Y el menú fue preparado por Germán Martinegui. Que una cena en la zona del Primer Piso pudiera ser peligrosa (incendio) no pareció afectar a nadie. De paso, tanto Telerman como Miguel quisieron dar a entender que buscaban apoyo para enviar a artistas del Colón a las provincias.
Camarena fue presentado por arreglo con Elisa Wagner/ICP. El pianista Ángel Rodríguez ha trabajado muchas veces con Camarena. Fue idea del tenor traer al Colón a una joven soprano chilena, Alyson Rosales, que resultó ser una revelación muy positiva. La Parte I se inició con dos fragmentos de "I Capuleti e i Montecchi", la ópera de Vincenzo Bellini que cuenta el drama de Romeo y Julieta no según Shakespeare sino sobre un autor italiano; la obra se presentó en 1830 en el Teatro La Fenice de Venecia con libreto del famoso Felice Romani. Buenos Aires la vio por primera vez en el Teatro de la Victoria en 1852; el Colón sólo la presentó en julio de 1971 con Renata Scotto (tuve el honor de tener una entrevista con ella), Renzo Casellato (Romeo) y Umberto Grilli (Tebaldo). Y es precisamente con la bella cavatina de Tebaldo que se presentó Camarena, tras mencionar su alegría de estar dando un recital en el Colón y de presentar a la notable soprano Alyson Rosales. Tebaldo (Primer Acto) está enamorado de Giulietta y lo confiesa ante Capello con una bella cavatina, "È serbato a questo acciaro" ("Está reservado a este acero"), con un texto que si bien se promete vencer con la espada a Romeo pronto piensa en Giulietta. El tenor hace un gran trabajo ya desde la primer aria del programa; tiene 46 años y su voz y estilo están en pleno: un refinado belcantista. A su vez Alyson Rosales impresionó muy bien en su dramática combinación de recitativo, "Eccomi in lieta vesta" ("Heme aquí en alegre vestido") y aria "Oh! quante volte" ("¡Oh! ¡Cuántas veces!"). Comenta Rodolfo Biscia en el programa de mano: "Cuya triste melodía reproduce la de un aria de ´Adelson e Salvini´, primera ópera del compositor". Antes del recitativo hay varios minutos orquestales muy atrayentes; algo se pierde en piano pero Rodríguez supo darle fineza y exacto tempo al tenor y la soprano. Ella se cree condenada ya que cree muerto a Romeo y no acepta casarse con Paris. Toda esa música es de principios de la Escena IV y llega a los 13 minutos (es lenta y expresiva). Buena idea la de Camarena al combinar dos pasajes fundamentales de un Bellini de categoría. Tengo la espléndida grabación dirigida por Giuseppe Patanè con Beverly Sills (Giulietta), Janet Baker (Romeo) y Nicolai Gedda (Tebaldo).
Como se recordará, "Spirto gentil", aria de "La Favorita" de Donizetti, tuvo inmenso éxito con Alfredo Kraus cuando se presentó la ópera en 1967 (gran versión con Cossotto, Bruscantini y el director Bartoletti). La última reposición fue en 1995 con Ramón Vargas, Gloria Scalchi y Hvorostovsky. La de Camarena fue superior a Vargas pero no llegó a los niveles memorables de Kraus.
Pasamos a Verdi con el famoso dúo del Cuarto Acto de "La Traviata", "Parigi, o cara, noi lasceremo", donde ambos quieren creer que ella se recuperará y podrá convivir con Alfredo. El perfecto ajuste de Camarena y Rosales fue un gran placer: no sólo sus voces son las adecuadas para esta obra sino que en los pasajes donde cantaron juntos la exactitud de la melodía (un Verdi genial) no pudo ser mejor. Sin duda no sólo el tenor fue de primer orden: ella también (su timbre es muy bello y su musicalidad, auténtica). La Primera Parte cerró con una grata melodía de "I Lombardi alla prima crociata": "La mia letizia infondere" ("Mi regocijo quiero infundir"). El Colón sólo la presentó en 2005, dirigida por Bonynge y con un reparto heterogéneo. El tenor es Oronte y está enamorado de Giselda, doncella cristiana que está confinada en un harén en el palacio de Acciano, tirano de Antioquía. Se lo cuenta a Sofía, esposa de Acciano que en secreto se convirtió al cristianismo. Estuvo muy bien cantado por Camarena, con noble timbre y mucha expresión.
La Segunda Parte empezó con recitativo y aria de "Le roi d´Ys" de Édouard Lalo. Biscia lo resume así: "Es la alborada que canta el caballero Mylio el día de su boda con Rozenn, una de las hijas del rey, poco antes de que las aguas sumerjan la ciudad de Ys". Su obertura es muy interesante y se ha tocado con alguna frecuencia, pero la ópera no fue representada en el Colón. El aria sucede al principio del Acto Tercero, cuando Mylio está por casarse con Rozenn. En la ópera su canto está acompañado de Coro; aquí escuchamos por supuesto sólo al tenor y con piano, pero la melodía es atrayente; tras un breve recitativo, el aria "Vainement, ma bien aimée"("Vanamente, mi muy querida"), cuenta en 4 estrofas que se casará con Rozenn. Camarena lo cantó con suavidad y dulzura. Olvidaba mencionar que esta vez el público pudo ver la traducción de los textos con el sistema tradicional: una pequeña pantalla a considerable altura. También que para los recitales se cubre la zona de la orquesta y se instala allí el piano.
Camarena tiene buen dominio del idioma francés, y ello se confirmó tanto en Lalo como en Massenet. Escuchamos de "Manon" el monólogo de Des Grieux: el caballero está instalado en un lugar sagrado donde se ha recluido; el recitativo "Je suis seul" ("Estoy solo") lleva a una famosa aria, "Ah! Fuyez, douce image" ("¡Ah! Escapad, dulce imagen" de Manon); es un aria intensa bien resuelta por Camarena, muy musical aunque su voz es algo liviana para este personaje. Tuvimos en el Colón al Des Grieux Ideal: Nicolai Gedda (1970).
Volvimos a Julieta con el recitativo y aria del "Roméo et Juliette" de Charles Gounod: "Dieu! ¿Quel frisson court dans mes veines?" ("¡Dios! ¿Cuál estremecimiento corre en mis venas?"); "Amour, ranime mon courage" ("Amor, reanima mi coraje"). Se trata del primer cuadro del Cuarto Acto, cuando el Hermano Laurent le dio una poción después de haberla casado con Romeo; al tomarla parecerá muerta pero tras unas horas despertará. En el recitativo, sola, teme que la poción no funcione y no podrá evitar casarse con Paris; en la extensa aria se asusta, cree ver al fantasma de Tybalt pero finalmente toma la poción: "Romeo, es por ti que la tomo". El final será trágico porque el mensaje del Padre Laurent no llega a Romeo; él la cree muerta y toma un veneno; ella se apuñala y mueren juntos. La música del recitativo y aria es muy intensa y se pudo comprobar que el talento de Alyson Rosales es auténtico.
No me atrajo la "Habanera" de "Carmen" en un arreglo para piano solo de Rodríguez, porque si bien es virtuosístico también resulta ser excesivo; hubiera sido mejor que no lo hubiera tocado pero pienso que los minutos de descanso de Rosales le fueron necesarios porque la Parte II cerró con las célebres arias del Primer Acto de "La Bohème" pucciniana: "Che gélida manina" (Rodolfo), "Sì, mi chiamano Mimì" y a dúo, "O soave fanciulla" ("Oh suave muchacha"), con ambos cantando; los últimos segundos estarán fuera del escenario y cantarán el Do agudo como triunfo de su amor. Los dos cantaron con calidad y se complementaron; un grato fin para el concierto.
Las piezas extras fueron 5 y las cantó sólo él, evitando las óperas. "A vucchella" de Tosti, canzonetta con texto de D´Annunzio cantada suavemente; la cantidad de grabaciones es enorme; menciono a Caruso, Pavarotti, Schipa, pero también Tebaldi. Siguió un bolero mejicano, "Franqueza" (no sé quién es el autor), donde naturalmente se sintió muy cómodo. Luego, como tributo a Buenos Aires, un tango famoso, "Volver" ("con la frente marchita"), muy bien expresado. La cuarta pieza fue una canción mejicana célebre, "Muñequita linda", de María Grever (1894-1951); la grabó Domingo. Es muy agradable y Camarena estuvo en lo suyo. Y finalmente, "Malagueña" (creo que de Lecuona), en la que hizo una demostración asombrosa de hasta qué agudo puede llegar y cuántos segundos aguanta en una nota determinada. ¡Llegó al Fa sobreagudo!
No voy a citar las "biografías" del programa de mano porque son muy débiles, sobre todo la de Camarena. Sólo quiero mencionar dos cosas: que Rosales estudió en Stuttgart y que Rodríguez acompañó a muchos brillantes artistas: Pavarotti, Domingo, Villazón, Sierra, entre otros.
Pablo Bardin
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