Es amplia la programación de Grandes Intérpretes en el Colón y ya vimos a Plácido Domingo, Roberto Alagna, Sondra Radvanovsky y Nadine Sierra, figuras de gran calidad. Menos valiosos han sido Nancy Fabiola Herrera y Jakub Józef Orlinski. La combinación de nuestra Verónica Cangemi con dos artistas nuevos aquí, el tenor Michael Schade y el pianista Justus Zeyen, fue interesante. Nuestra compatriota tiene con justicia sus seguidores.
Nacido en Canadá pero muy ligado a Alemania y Austria, Schade es un recitalista de amplio repertorio que cantó en salas famosas: Musikverein, Konzerthaus y Ópera Estatal de Viena, Concertgebouw de Amsterdam, Alice Tully Hall y Carnegie Hall de New York y Wigmore Hall de Londres. Recientemente se presentó en los festivales de Glyndebourne, Salzburgo, Lucerna y Verbier, en las Óperas de Hamburgo y Berlín y de la Canadian Opera Company. En su carrera cantó con las Orquestas de Cleveland y Boston, de Toronto y Montreal, etc., con directores como Mehta, Muti, Rattle y Thielemann. La Ópera Estatal de Viena le dio el título de Kammersänger. A su vez Cangemi ha realizado una gran carrera en Buenos Aires y Europa, y a los 59 años conserva su grato timbre y sus agudos. Es notable la cantidad de muy buenos pianistas especializados en acompañar a cantantes. Sin duda Justus Zeyen es uno de los mejores. Nació en Kiel (Alemania) y estudió con Cord Garben y Karl Engel. Trabajó con artistas valiosos como Diana Damrau y Juliane Banse y especialmente con Thomas Quasthoff, con quien realizó grabaciones para Deutsche Grammophon. Actuó en el Theater an der Wien y La Scala de Milán e intervino en festivales importantes: Berliner y Wiener Festwochen, Munich Opera Festival y el Tanglewood Music Festival.
El programa fue una positiva mezcla de Lieder famosos con obras para tenor y soprano, raramente escuchadas, con canciones italianas del Barroco y chansons francesas, algunas poco conocidas; fue una ayuda que hubiera traducción castellana correctamente presentada de piezas en alemán, francés e italiano. Pero además ocurrió algo válido que ya se había visto en tres conciertos del Festival Argerich con artistas que no eran ella y no habían vendido tanto: la venta de entradas a sólo $ 200 a los jóvenes entre 18 y 35 años, idea de Jorge Telerman. Si bien Schade tiene una carrera considerable, aquí no se lo conocía, y de esta manera hubo bastante público. En cierto momento Schade se dirigió a la audiencia y declaró su alegría de estar en Buenos Aires.
Los dos iniciaron el concierto con "Tanzlied" ("Canción de danza"), de los "Cuatro dúos" op. 78 de Schumann; el texto del primero es de Rückert y se basó en el amor de una pareja. Y en realidad ese tema dominará la mayor parte del concierto. Grandes cantantes los grabaron; los 4, Varady, Schreier, Eschenbach; iniciando la Segunda parte se escuchó "Er und sie" ("Él y ella"), segundo dúo, texto de Kerner. Y allí se advierte que grabaron los 2 "Duette" nada menos que Schwarzkopf y Fischer-Dieskau, que sin embargo era barítono, con Moore. Y nada menos que Lotte Lehmann y Lauritz Melchior grabaron el Nº 2. O sea que los 2 visitantes cantaron 2 interesantes dúos escritos en 1849, y se los sintió en grata colaboración. Me sorprendió que el 19/6/59 estuve en un concierto donde Favre, Drewsen y Galperin interpretaron el op.78.
Siguió un grupo de Lieder de Schubert: los tres primeros por ella, del 4º al 6º por él y el 7º por ambos. Los que cantó ella tienen textos de Goethe: "Lied der Mignon", "Lachen und Weinen" ("Riéndose y llorando") de Rückert y la justamente célebre "Gretchen am Spinnrade" ("Greta en el torno de hilar"), de Goethe, donde ella rememora el beso de Fausto. Resultaron buenas interpretaciones aunque algo carentes de dramatismo. Las 3 que cantó él fueron variadas. "Ständchen" ("Serenata") es justamente famosa por su bella melodía; el texto es de Schlegel sobre Shakespeare: Schade la cantó con fineza; pero me pregunto si el Colón es adecuado para los Lieder; creo que se necesitan salas mucho más pequeñas. Como el programa no lo aclara, me pregunto cuál de "An den Mond" ("A la luna") se escuchó, ya que hay dos con texto de Hölty y 2 versiones con palabras de Goethe, ambas muy grabadas; lo que se escuchó fue muy sutil y probablemente era Goethe 2. Pianista y cantante se lucieron en "Der Musensohn" ("El hijo de las musas") de Goethe, música rápida y feliz, grabadísima por muy diferentes voces. Cantaron juntos "Licht und Liebe" ("Luz y amor"), D. 382, texto de M. Collin. Me encontré con una grabación de Schade y Dawson, al piano G. Johnson, marca Hyperion. Cantaron bien los dos. Y la Primera Parte cerró con Schumann: la ya mencionada "Er und sie" y "Unterm Fenster" ("Debajo de la ventana"), Nº 3 de las canciones op. 34, texto de Burns pasado al alemán por Gerhard. Un buen final de Primera Parte, muy aplaudido.
En la Segunda parte pasamos al canto en francés. "Romance" es curiosamente parte de "Deux romances" con texto de Paul Bourget, autor muy frecuentado en los primeros años de Debussy. Es música para una voz de soprano liviana (en la grabación íntegra de todas las melodías de Debussy la cantante es Mady Mesplé) y sólo dura casi 3 minutos. He aquí parte del texto muy refinado: "El alma evaporada y que sufre, el alma dulce, el alma olorosa de los lirios divinos que corté en el jardín de tu pensamiento, ¿dónde la mandaron los vientos a esta alma adorable de los lirios?". Palabras del compositor: "Todo lo bueno que hay en mi espíritu está aquí; juzguen ustedes mismos". Siguió "Villanelle" de Berlioz; me extrañó no encontrar grabación, al menos hasta el año 2000. Según el Larousse en francés, es una canción popular de Nápoles desde el siglo XVI, liviana y fácil, con palabras agradables; canción campesina. Las hubo en el siglo XX, cuando se pudieron cantar o bailar. No la encontré cómoda a la soprano. De allí pasamos al gran creador de canciones francesas, Gabriel Fauré. Se cantaron 4; la más famosa, "Après un rêve" ("Después de un sueño"); recuerdo con placer las interpretaciones de Souzay (1955 y 1968); una de sus melodías más refinadas y fue bien cantada. Es la primera de 3 canciones op. 7, anónimo, arreglo de Bussine. Hay gran cantidad de grabaciones del arreglo para violoncelo y piano. Luego, "Adieu", Nº 3 de "3 poèmes d´un jour" ("3 poemas de un día"), texto de Grandmougin; "Sylvie", op. 6 Nº 3, 1878, texto de P. de Coudens. Finalmente, "Fleur jetée" ("Flor tirada"), op. 39 Nº 2 (1884), texto de Silvestre. Estas 3 últimas canciones fueron bien cantadas y con francés comprensible por Schade. Es curioso, nada menos que 3 famosas artistas las cantaron en Buenos Aires en el período 1950-70: Marian Anderson (1954), Souzay (julio 1955) y De los Ángeles (septiembre 1955).
La siguiente etapa llevó a Cangemi a lo que mejor hace: barroco: Antonio Lotti, 1667-1740, "Pur dicesti, o boca bella" ("Sin embargo dijiste, oh bella boca") y clásico: Giovanni Paisiello (1740-1816), "Nel cor più non mi sento" ("Ya no siento mi corazón") e "Il mio ben quando verrà" ("Cuando vendrá mi bien"). En ambos casos, gratas melodías y mucha coloratura. Completamente cómoda en música de considerable dificultad; la gente más tradicional la reconoció plenamente y la saludó con fuertes aplausos, bien merecidos.
Es célebre "La danza" de Gioacchino Rossini, Nº 8 de "Soirées musicales" de 1835, 5 años más tarde de su última ópera, "Guillaume Tell". Lógicamente ha sido muy grabada por los tenores famosos ya que es un Rossini entusiasmante. Fue pasablemente cantado por Schade pero no convence en una tarantela. En cambio ambos cumplieron positivamente en 2 bellas canciones de Massenet de "6 poèmes d´amour", textos de P. Robiquet, 1879; "Oh! Ne finis jamais" ("¡Oh! Nunca termines"), Nº 6; y "Ouvre tes yeux bleus" ("Abre tus ojos azules"), Nº 3. Fueron muy bien recibidas.
Un famoso dúo de "La viuda alegre" de Lehár fue cantado agradablemente y hasta bailaron un poco. Y terminaron con Guastavino (creo que "Pueblito, mi pueblo"), con bastante buena pronunciación del tenor. En suma, un concierto variado, con novedades y estilos interesantes.
Pablo Bardin
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