martes, agosto 29, 2023

EL QUE DICE SI EL QUE DICE NO

Hace muchos años compré "Der Jasager" en una grabación alemana. La escuché varias
veces y me pareció digna de Kurt Weill y Bertolt Brecht, autores que trabajaron juntos en esa
Alemania que había vivido una caída de fondos debido al Mariscal Foch (francés) que exigía
una enorme cantidad de dinero después del final de la Guerra del Catorce. Las tendencias de
Weill y Brecht eran comunistas. Weill vivió sólo 50 años (1900-1950). Su pareja fue Lotte
Lenya, que luego lo acompañó a los Estados Unidos y allí realizó notables discos en alemán:
pero no intervino en "Der Jasager". En el año 2000 figura una grabación: Coro Fredonia; Coro
de la Universidad de Dortmund; Westfalia C.D., director W. Gundlach. Dura una media hora y
se completa con "Down in the valley", compuesta en Estados Unidos.
Aquí hemos visto obras valiosas de Kurt Weill: "Aufstieg und fall der stadt Mahagonny"
("Grandeza y decadencia de la ciudad de Mahagonny") en el Colón; "Die Dreigroschen oper"
(la ópera en 3 groschen", basada sobre algo similar de Londres; "Der Silbersee", en la sala del
San Martín; y recientemente en otra sala, "Die Sieben Todsünden" (Los 7 pecados mortales").
Durante varias décadas fui un entusiasta del Coliseo porque presentó muy buenos
conciertos desde que se inauguró, tras largo tiempo de haber cerrado. Lamentablemente dos
personas que hace varios años eran Presidente de la Fundación Cultural Coliseum, Cristiano
Rattazzi (también líder de los automóviles italianos en Córdoba) y la Directora general y
artística Elisabetta Riva, en ese momento habían cancelado los admirables conciertos de
tantos años. Este año curiosamente volvieron con Donizetti en obras cómicas que conozco y a
las que no pude ir por razones de salud. Qué extraño volver a la música de otros países cuando
están auspiciados por Viva Italia, que a su vez presenta en el Colón toda una serie de óperas
italianas con buenos cantantes pero mediocres puestas parciales.
Dos artistas de amplia carrera dominaron: Víctor Torres (bajo barítono) como el
Maestro; y Adriana Mastrángelo como la madre del niño, siendo este Adam D´Onofrio, algo
débil. Los 3 estudiantes son Alvaro García, Ramiro Cony y Jesús Villamizar. El notable Coro de
niños del Teatro Colón está dirigido por César Bustamante y está repartido entre niños y niñas.
La Orquesta es más liviana en "El que dice sí" que en "El que dice no". Cuatro primeros violines
manejados por Elías Gurevich; 3 segundos, guiados por Cecilia Isas. Dos violoncelos (el
primero, Bruno Bragato), 1 contrabajo. Flauta, Patricia da Dalt (de primer orden). clarinete (1),
saxofón (E. Barri), guitarra (1), acordeón (1), percusión (1), pianos (2). Total, 18. Las funciones
fueron 4 en agosto: 24, 25, 26 y 27. Fui en de 24. Natalia Salinas dirigió la orquesta en "El que
dice sí". Tuvo compromisos en el Colón y el Argentino de La Plata. A partir de 2019 dirigió en 4
países suropeos, a partir de Francia.
El público fue entrando gradualmente desde las 19,45 (en entradas aceptables aunque
algo duras). El coro de niños se divirtió durante 20 minutos hasta que empezaron. Hicieron lo
que los directores de escena (que fueron responsables en ambas obras) les indicó (entraban,
cantaban 10 segundos, se iban…). En "El que dice Sí" se cantó en alemán, como debe ser; la
expedición es en busca de medicinas y obliga a pasar por una zona peligrosa, alta y estrecha. El
niño se enferma pero insiste en ir del otro lado porque quiere ver a un familiar; sin embargo su
debilidad no lo tolera, y los 3 estudiantes le dicen que es tradición caer en el vacío, y
amargamente así ocurre, un triste final. La edición es de Universal Edition Viena; la representa
Barry Editorial aquí.
Brecht fue a la Escuela Karl-Marx en Neukölln y quiso revisar la obra; fue "Der
Neinsager" ("El que dice No"); no estaba disponible Weill; no sé quién le puso la música, y así
pasamos a un compositor argentino actual: Martín Matalón. Su música es violenta, lejana de
ambos: Brecht y Weill. Si sólo la música fuera problemática no sería tan grave, pero la puesta
en escena de Violeta Zamudio y Nahuel Di Pierro llegaron a niveles que me resultaron
intolerables. Lo lamenté especialmente en el caso de Di Pierro, que hizo una carrera de canto
muy interesante: grandes personajes en lugares como el Covent Garden, Zürich, París, Aix-en-
Provence, Pesaro, Liceu de Barcelona. Lamento decir que sus ideas y las de Violeta Zamudio

traen el asunto al Covid y al disparate, como si tuviera algo que ver. Dudo haber visto algo tan
grotesco como el pueblo y su vestimenta. Matalón decidió hacer el texto en francés, y al final
creo que no él sino los otros dos son los que pasan a hablar en argentino, decir barbaridades y
pasar caminando entre gente que fue a verlos. No desecho que quizá puede haber una versión
tolerable del texto original; ojalá así sea. Esto mejor olvidarlo.
Pablo Bardin

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