La serie de 6 conciertos tendrá lugar en el Palacio Paz (Av. Santa Fé 750) en el notable
salón de gran belleza que ha sido a través de los años el ambiente para los habituales 6
conciertos los miércoles a las 19 horas. El 25 de octubre tuvimos la visita del Dúo Adrián Kreda-
Tamara Granat, tocando ambos en un piano poderoso. El siguiente será el 1 de noviembre con
los italianos del Dúo Scibilia-Sarnelli De Silva. De allí en más los pianistas serán argentinos:
Alberto Portugheis el 8 de noviembre, Edda María Sangrigoli el 15 de noviembre, José Luis Juri
el 22 de noviembre y Martha Noguera el 29 de noviembre. Como bien se sabe, Noguera es
desde el principio la Presidenta del Consejo de Administración de la Comisión Fundación
Chopiniana.
Tamara Granat es polaca; Adrián Kreda tiene triple nacionalidad: argentino, suizo y
polaco. Trabajan juntos desde hace 25 años. Han grabado las sonatas de Mozart para piano a 4
manos. Este concierto iba a presentar primeramente "A través de Polonia", op. 23, de Juliusz
Zarebski, y "Divertimento a la húngara, en sol menor, op. 54, D. 818, de Franz Schubert-.
Ocurrió al revés, con Schubert primero, pero este Divertimento es muy extenso, y como el
concierto se demoró porque recién a las 18,45 empezó a entrar la gente en la sala ya que los
artistas ensayaron hasta esa hora, recién a las 19,15 iniciaron la música y al principio no me di
cuenta del cambio, pero después de unos minutos reconocí la obra de Schubert. A las 19,50
terminó su música, tan entusiasta y libre. Fue entonces que Kreda habló con el público y dijo
que habían tocado Schubert; enseguida contó que Zarebski era de la época de Chopin y Liszt y
que había tenido una vida bastante corta. Allí nos explicó que iban a tocar su grata música; y
durante 20 minutos escuchamos: "Canto de la partida-Nostalgia-Mazurek, Krakowiak, Dumka,
Krakowiak, Kolomyjka". Kreda antes de tocar aclaró cada pieza.
Cuarto de hora de descanso para el público. La segunda parte se inició con una obra
muy conocida, la Polonesa op. 40 Nº 1 de Chopin, correctamente tocada por Kreda. Fue
interesante y útil que ofrecieran el "Tatra álbum, op. 12" de Ignacy Jan Paderewski, famoso
pianista de principios del siglo 20. Son 6 piezas de un estilo folklórico de esa zona (los
campesinos que viven cerca de las montañas Tatra) y se escuchan con placer. Finalmente
ofrecieron una obra de Chopin que según Kreda es una primera audición aquí (aunque
comprobé que hay varias grabaciones): "Gran dúo concertante op. 16ª sobre temas de la
ópera ´Roberto el Diablo` de Giacomo Meyerbeer". Conozco esta ópera y comprobé que las
melodías principales son auténticas en la obra de Chopin y estuvieron bien ejecutadas.
En cuanto a los artistas: son muy seguros ambos y como habían ensayado, el exceso de
volumen es el problema de esa sala y es difícil controlarlo. De todos modos hubiera preferido
una sensación menos violenta. Dieron dos piezas argentinas en los extras: una milonga de
Piazzolla de su pequeña ópera (que estos artistas conocen a fondo y la grabaron) y una breve y
simpática melodía: "Divertimento" de Saúl Cosentino, a quien conocí y tuvimos una amistad
hace ya un largo tiempo.
En suma, los dos pianistas demostraron su talento y es obvio que trajeron bastante
música no conocida aquí.
Pablo Bardin
salón de gran belleza que ha sido a través de los años el ambiente para los habituales 6
conciertos los miércoles a las 19 horas. El 25 de octubre tuvimos la visita del Dúo Adrián Kreda-
Tamara Granat, tocando ambos en un piano poderoso. El siguiente será el 1 de noviembre con
los italianos del Dúo Scibilia-Sarnelli De Silva. De allí en más los pianistas serán argentinos:
Alberto Portugheis el 8 de noviembre, Edda María Sangrigoli el 15 de noviembre, José Luis Juri
el 22 de noviembre y Martha Noguera el 29 de noviembre. Como bien se sabe, Noguera es
desde el principio la Presidenta del Consejo de Administración de la Comisión Fundación
Chopiniana.
Tamara Granat es polaca; Adrián Kreda tiene triple nacionalidad: argentino, suizo y
polaco. Trabajan juntos desde hace 25 años. Han grabado las sonatas de Mozart para piano a 4
manos. Este concierto iba a presentar primeramente "A través de Polonia", op. 23, de Juliusz
Zarebski, y "Divertimento a la húngara, en sol menor, op. 54, D. 818, de Franz Schubert-.
Ocurrió al revés, con Schubert primero, pero este Divertimento es muy extenso, y como el
concierto se demoró porque recién a las 18,45 empezó a entrar la gente en la sala ya que los
artistas ensayaron hasta esa hora, recién a las 19,15 iniciaron la música y al principio no me di
cuenta del cambio, pero después de unos minutos reconocí la obra de Schubert. A las 19,50
terminó su música, tan entusiasta y libre. Fue entonces que Kreda habló con el público y dijo
que habían tocado Schubert; enseguida contó que Zarebski era de la época de Chopin y Liszt y
que había tenido una vida bastante corta. Allí nos explicó que iban a tocar su grata música; y
durante 20 minutos escuchamos: "Canto de la partida-Nostalgia-Mazurek, Krakowiak, Dumka,
Krakowiak, Kolomyjka". Kreda antes de tocar aclaró cada pieza.
Cuarto de hora de descanso para el público. La segunda parte se inició con una obra
muy conocida, la Polonesa op. 40 Nº 1 de Chopin, correctamente tocada por Kreda. Fue
interesante y útil que ofrecieran el "Tatra álbum, op. 12" de Ignacy Jan Paderewski, famoso
pianista de principios del siglo 20. Son 6 piezas de un estilo folklórico de esa zona (los
campesinos que viven cerca de las montañas Tatra) y se escuchan con placer. Finalmente
ofrecieron una obra de Chopin que según Kreda es una primera audición aquí (aunque
comprobé que hay varias grabaciones): "Gran dúo concertante op. 16ª sobre temas de la
ópera ´Roberto el Diablo` de Giacomo Meyerbeer". Conozco esta ópera y comprobé que las
melodías principales son auténticas en la obra de Chopin y estuvieron bien ejecutadas.
En cuanto a los artistas: son muy seguros ambos y como habían ensayado, el exceso de
volumen es el problema de esa sala y es difícil controlarlo. De todos modos hubiera preferido
una sensación menos violenta. Dieron dos piezas argentinas en los extras: una milonga de
Piazzolla de su pequeña ópera (que estos artistas conocen a fondo y la grabaron) y una breve y
simpática melodía: "Divertimento" de Saúl Cosentino, a quien conocí y tuvimos una amistad
hace ya un largo tiempo.
En suma, los dos pianistas demostraron su talento y es obvio que trajeron bastante
música no conocida aquí.
Pablo Bardin
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