martes, octubre 10, 2023

ARTISTAS BRASILEROS EN LA FILARMÓNICA DE BUENOS AIRES


El Nº 14 de los conciertos de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires tuvo lugar en el
Colón el sábado 7 de octubre a las 20 hs con artistas brasileros: el Director de orquesta Claudio
Cruz de notable carrera y el pianista Arnaldo Cohen en el Concierto para piano Nº 1 en si
bemol menor Op. 23 de Piotr Ilich Tchaikovsky. Cruz programó al principio la Obertura de "Il
Guarany" de Antonio Carlos Gomes y en la Parte II una importante obra de Heitor Villa-Lobos,
las Bachianas Brasileiras Nº 7.
Cruz ya tiene una carrera valiosa y amplia. Actualmente es director titular y musical de
la Orquesta Sinfónica Juvenil del Estado de Sáo Paulo y hace un tiempo fue director titular de
la Orquesta Sinfónica del Teatro Municipal de Rio de Janeiro. Fue director invitado en Japón
(Sinfónica de Hiroshima, Orquesta de Cámara de Osaka), la Sinfónica de Jerusalén, en Francia
la Sinfónica de Avignon, la Orquesta de Cámara de Toulouse, y en Austria el Festival de
Carintia. En América del Sur la Filarmónica de Montevideo, el Festival Internacional de Música
de Cartagena (Colombia). Naturalmente donde más ha dirigido fue en el enorme Brasil;
algunos de ellos: la Filarmónica de Minas Gerais; la Sinfónica de Porto Alegre; la Orquesta de
Cámara Villa-Lobos. Dirigió varias óperas como "El rapto del serrallo" o "Rigoletto". Grabó
obras brasileras pero también Mozart y Beethoven. Y recibió varios premios incluso el de
Gomes. Y esto último con toda razón, como lo pudimos comprobar en una versión admirable
de "Il Guarany" (la obra de Gomes se estrenó en nada menos que en La Scala en 1870). La
Obertura mantiene en todo momento su carácter inspirado y ornamentado y Cruz le dio toda
la intensidad; cada gesto suyo reflejó su sentido.
Por cierto me sorprendió la calidad del pianista Arnaldo Cohen, que aparentemente no
había venido al Colón anteriormente y ahora lo hizo teniendo más de 70 años y pareciendo
mucho menos en su seguridad. Pero por supuesto, quién no recuerda a Argerich a 82 años, y
yo en París ví un Rubinstein de 84 años en el Concierto Nº 1 de Brahms. Cohen estudió con un
gran artista brasilero que nos visitó, Jacques Klein, y con Bruno Seidlhofer. En 1972 a los 24
años ganó el Concurso Internacional de piano Busoni en Bolzano. O sea, tiene ahora 75. Se
instaló en Londres en 1981 y desde allí dio conciertos en La Scala, el Concertgebouw de
Amsterdam, el Champs-Élysées en París, la Gewandhaus de Leipzig, La Fenice de Venecia, y en
Londres la Filarmónica, el Royal Festival Hall, el Barbican Center y el Royal Albert Hall. En
Estados Unidos el Symphonic Center de Chicago, la Orquesta de Cleveland, la Filarmónica de
Los Angeles. Y le tocaron directores como Menuhin, Masur y Sawallisch. En discos grabó
Brahms (las Variaciones sobre un tema de Haendel), obras de Liszt en Naxos, y Brasiliana en el
sello sueco Bis. Grabó Rachmaninov en la Sinfónica de Sao Pulo dirigida por Neschling. Integró
el Trio Amadeus con Brainin y Lovett. En suma, ha realizado una gran carrera.
Los 40 minutos del Concierto Nº 1 de Tchaikovsky se han apreciado en Buenos Aires en
cantidad única, y apenas recientemente la tuvimos a Argerich. En cuanto a grabaciones no hay
grandes artistas que no lo hayan grabado desde Rubinstein a Sviatoslav Richter. Y bien, esta
versión brasileña demostró ser de primer orden, tanto el pianista como el director y la
orquesta. Los tempi fueron los adecuados en cada uno de los 3 movimientos, siendo
especialmente grato cuando el segundo acto pasa de una serena belleza lenta a un juego
rápido vertiginoso. Y ello vuelve a ocurrir en el brillante tercer movimiento. El entusiasmo del
público llevó al famoso vals de Chopìn de especial celeridad, y así se despidió alegremente
Cohen.
Como era de imaginar, las Bachianas Brasileiras Nº 7 de Heitor Villa-Lobos fueron
musicalmente el momento más álgido del concierto. Así figura en el programa: I. Preludio
(Ponteio). II. Giga (Quadrilla caipira). III. Toccata (Desafio). IV. Fuga (Conversa). Dice
Fischerman: "Escritas a lo largo de 15 años entre 1930 y 1945". "La Nº 7 fue compuesta en
1942 y estrenada 2 años después". La obra en efecto es una mezcla admirable del país en el
que vive (o vivió) el compositor, ya que estuvo en París bastantes años. Creo que vale la pena
agregar aquí una visita (creo que la última) de Villa-Lobos. En mi libro "Orquesta

Sinfónica Nacional" figura la programación de la orquesta en 1953 en el Gran Rex y con
grandes artistas: Markevich, Van Beinum, Rieger, Prohaska. Villa-Lobos estrenó obras suyas:
"Bachianas brasileiras N0. 8", la "Sinfonía Nº 6 (Sobre la línea de las montañas del Brasil)", el
"Choros Nº 6" y el poema sinfónico "Erosión". Estuve presente a mis 14 años y llevé un
cuaderno donde muchas otras obras de este autor figuran porque estuve en numerosos
conciertos. Mi entusiasmo sobre su numerosa obra nunca cambió y lo mantengo a 84 años, de
manera que estas bachianas No. 7 me convencieron en todo momento. Música fuerte y con
sentido en todo momento. Y al final, varios minutos para la orquesta y Cruz, con un público al
que realmente le gustó.
Pablo Bardin

No hay comentarios.: