sábado, octubre 28, 2023

LA FILARMÓNICA PRESENTÓ AL PIANISTA PAUL LEWIS Y LOS CANTANTES CVILAK Y PACHON


El Concierto Nº 15 de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires con la dirección de Srba
Dinic presentó a un notable pianista, Paul Lewis, en el Concierto Nº 4 de Beethoven. Y tras el
Intervalo de 20 minutos se escuchó la "Sinfonía Lírica" Op. 18 de Alexander von Zemlinsky con
la soprano Sabina Cvilak y el barítono Carles Pachon. Tanto el pianista como los cantantes se
presentaron por primera vez en el Teatro Colón. La obra de Zemlinsky data de 1923 (sus 52
años) y está basada sobre el libro "El jardinero" del célebre Rabindranath Tagore de la India
(nos visitó en los años 30). Las 7 canciones van alternando al barítono y la soprano y los 45
minutos incluyen interludios breves. Zemlinsky se casó con la hija de Schönberg. Creo recordar
que se escuchó la obra aquí hace bastante tiempo (unos 25 años). Por otra parte, en el R.E.D.
2000 Classical Catalogue figuran 7 grabaciones de la Sinfonía Lírica (y por mi parte tengo otra
grabación dirigida por Pesko).
Naturalmente, la presencia del Concierto Nº 4 de Beethoven (que correctamente el
programa coloca el dato de duración, 35 minutos) es la garantía de una música justamente
célebre y que atrae a artistas de calidad. Y eso me pasó en mi época joven (1950-70): nada
menos que 13 versiones: Backhaus con Previtali en Roma; Badura-Skoda en la Sinfónica
Nacional, Gulda 3 veces; nuevamente Backhaus pero con Lehmann en Amigos de la Música;
Kempff con Frühbeck de Burgos con nuestra Filarmónica; Arrau con Fuchs en la Sinfónica
Nacional; Richter-Haaser en la Asociación Wagneriana; y en Londres, Cherkassky con Sargent
con la London Philharmonic (26/1/64); por último, en TV, Curzon con la BBC de Londres. No
conocía a Paul Lewis; no pude leer su asombroso curriculum porque me tomó 25 minutos
encontrar un taxi que me llevó al Colón; llegué a las 19, 50. Y bien, lo escuché seguro y
brillante en el extenso primer movimiento (la melodía al principio mismo fue refinada). El
segundo movimiento es muy distinto: la orquesta cambia, es violenta; pero el pianista tocó
pianissimo y tristemente, como debe ser. Total diferencia con el rápido y alegre tercer
movimiento, tocado con impecable claridad por el pianista y la orquesta. En suma, un director
de orquesta inteligente y un pianista de indudable firmeza. Leyendo su carrera, veo que
estudió en Londres y fue alumno de Alfred Brendel. Baste citar las orquestas de Chicago,
Londres y Berlín para demostrar que es un intérprete de importancia. Agregar la Sinfónica de
Boston, el Concertgebouw de Amsterdam y la Gewandhaus de Leipzig. Realizó una serie de 4
programas de sonatas de Schubert en 25 lugares. Creo que la pieza añadida ante el aplauso fue
de Robert Schumann y estuvo muy bien tocada. En suma, un pianista que valió la pena conocer
en el Colón.
En cuanto a la gran obra de Zemlinsky, Srba Dinic volvió a demostrar su capacidad:
conoce a fondo la difícil partitura y logró un rendimiento admirable de una orquesta que
merece ser felicitada por su coordinación en arduos pasajes. Me resultó muy positiva Sabina
Cvilak; nació en Maribor, Eslovenia. Muy joven intervino en Leoben, Austria, con obras de
Lehar, Kalman y Lortzing. En Viena, nada menos que "Macbeth" de Bloch. En 2003, el oratorio
"Lazarus" de Schubert. Fue Antonia en "Los cuentos de Hoffmann" en Savonlinna. En la Ópera
de Viena cantó Wagner: de "El Oro del Rhin" al "Ocaso de los Dioses". En Eslovenia Fiordiligi y
Marguerite de "Faust". Canto Mimí en Washington, Desdemona en Palm Beach. Cantó el
Requiem Alemán de Brahms, el Requiem de Guerra de Britten en París. Últimamente cantó
Blanche en "Diálogos de Carmelitas" y Vitelia en "La clemenza di Tito" de Mozart. Sin duda fue
exitosa en las canciones Nos. 2, 4 y 6, dando sentido a cada frase y cantando con intensidad y
precisión.
El barítono Carles Pachon nació cerca de Barcelona. Todavía es joven, como lo revela
que obtuvo ganar concursos en 2017 y 2018. Al parecer en Pesaro cantó buena parte de las
obras de Rossini. En Zemlinsky se lo notó inmaduro al principio (los Cantos 1 y 3) pero su
timbre y la adaptación al personaje le dieron más calidad a los Cantos 5 y 7.
Pablo Bardin

miércoles, octubre 25, 2023

HASSAN Y SANGIORGIO TRABAJARON CON LA ORQUESTA SINFÓNICA NACIONAL


Tras varias semanas sin poder retornar a los conciertos de la Orquesta Sinfónica
Nacional pude estar el viernes 27 de octubre. Había apreciado el concierto dirigido por Lucía
Zicos el 29 de septiembre. Esta vez el viernes 27 de octubre me permitió conocer al director de
orquesta Alejandro Hassan y al violinista Pablo Sangiorgio.
Hassan explicó las obras que se iban a ejecutar, asunto necesario ya que no hay
programas. El concierto se inició con el Scherzo Sinfónico de Virtú Maragno. La obra data de
1952 cuando el compositor tenía 24 años. Ya a partir de 1947 empezó a escribir a los 19 años y
en la Enciclopedia de la Música Argentina de Rodolfo Arizaga de 1971 cita todas las obras de
Maragno hasta 1970 y son abundantes. Nacido en Santa Fe, fue discípulo de Gianneo,
Scaramuzza y De Raco y en Italia con Petrassi y Maderna. Luego tuvo a su cargo varias cátedras
(Rosario, La Plata, Buenos Aires Ciudad) y dirigió coros y orquestas. Como debido a problemas
míos de bajar y subir a 84 años, me quedé en la zona más alta y volví a comprobar que se ve
muy bien y que se escucha en detalle. Y nuevamente la percusión y los bronces se escuchan de
modo excesivo. En el caso del Scherzo de Maragno esto se nota especialmente porque es una
obra intensa y violenta.
De Max Bruch se suele escuchar su primer Concierto para violín, pero esta vez se eligió
una obra de especial carácter: la Fantasía Escocesa en Mi bemol, op. 46. Se nota que el autor
conoció melodías folklóricas de esa zona y las aplicó en esta partitura, donde la orquesta
acompaña al violinista casi en todo momento y más de una vez en efecto los bronces están
presentes, aunque en este caso también las obras más de cámara (flautas, oboe, clarinete,
fagote), y las cuerdas (en particular una melodía de violoncelo y contrabajo). Al principio, si
bien Pablo Sangiorgio tocó con buen gusto, estaba un poco relegado, pero esto se fue
cambiando: su técnica resultó ser muy segura y grata, y como lo dijo Jassan, la obra había sido
tocada por Sarasate. A medida que la música del violín fue más virtuosa, Sangiorgio demostró
ser un notable violinista.
Tras unos minutos de descanso, Jassan dio detalles sobre esa admirable obra de
Borodin, la Sinfonía Nº 2 en si menor. El poderoso primer movimiento fue realizado con la
fuerza necesaria. Cumplió con el arduo y fascinante Scherzo prestissimo. Y luego escuchamos
el tierno Andante, tan melódico. De modo directo fue al Final, Allegro, música brillante, de
perfecta escritura, y el director logró de la orquesta un entusiasmo indudable. En suma, esta
Sinfonía es una de las mejores del siglo 19 ruso.
Pablo Bardin

martes, octubre 17, 2023

EL FESTIVAL CHOPINIANA EMPEZÓ CON EL DÚO KREDA-GRANAT

La serie de 6 conciertos tendrá lugar en el Palacio Paz (Av. Santa Fé 750) en el notable
salón de gran belleza que ha sido a través de los años el ambiente para los habituales 6
conciertos los miércoles a las 19 horas. El 25 de octubre tuvimos la visita del Dúo Adrián Kreda-
Tamara Granat, tocando ambos en un piano poderoso. El siguiente será el 1 de noviembre con
los italianos del Dúo Scibilia-Sarnelli De Silva. De allí en más los pianistas serán argentinos:
Alberto Portugheis el 8 de noviembre, Edda María Sangrigoli el 15 de noviembre, José Luis Juri
el 22 de noviembre y Martha Noguera el 29 de noviembre. Como bien se sabe, Noguera es
desde el principio la Presidenta del Consejo de Administración de la Comisión Fundación
Chopiniana.
Tamara Granat es polaca; Adrián Kreda tiene triple nacionalidad: argentino, suizo y
polaco. Trabajan juntos desde hace 25 años. Han grabado las sonatas de Mozart para piano a 4
manos. Este concierto iba a presentar primeramente "A través de Polonia", op. 23, de Juliusz
Zarebski, y "Divertimento a la húngara, en sol menor, op. 54, D. 818, de Franz Schubert-.
Ocurrió al revés, con Schubert primero, pero este Divertimento es muy extenso, y como el
concierto se demoró porque recién a las 18,45 empezó a entrar la gente en la sala ya que los
artistas ensayaron hasta esa hora, recién a las 19,15 iniciaron la música y al principio no me di
cuenta del cambio, pero después de unos minutos reconocí la obra de Schubert. A las 19,50
terminó su música, tan entusiasta y libre. Fue entonces que Kreda habló con el público y dijo
que habían tocado Schubert; enseguida contó que Zarebski era de la época de Chopin y Liszt y
que había tenido una vida bastante corta. Allí nos explicó que iban a tocar su grata música; y
durante 20 minutos escuchamos: "Canto de la partida-Nostalgia-Mazurek, Krakowiak, Dumka,
Krakowiak, Kolomyjka". Kreda antes de tocar aclaró cada pieza.
Cuarto de hora de descanso para el público. La segunda parte se inició con una obra
muy conocida, la Polonesa op. 40 Nº 1 de Chopin, correctamente tocada por Kreda. Fue
interesante y útil que ofrecieran el "Tatra álbum, op. 12" de Ignacy Jan Paderewski, famoso
pianista de principios del siglo 20. Son 6 piezas de un estilo folklórico de esa zona (los
campesinos que viven cerca de las montañas Tatra) y se escuchan con placer. Finalmente
ofrecieron una obra de Chopin que según Kreda es una primera audición aquí (aunque
comprobé que hay varias grabaciones): "Gran dúo concertante op. 16ª sobre temas de la
ópera ´Roberto el Diablo` de Giacomo Meyerbeer". Conozco esta ópera y comprobé que las
melodías principales son auténticas en la obra de Chopin y estuvieron bien ejecutadas.
En cuanto a los artistas: son muy seguros ambos y como habían ensayado, el exceso de
volumen es el problema de esa sala y es difícil controlarlo. De todos modos hubiera preferido
una sensación menos violenta. Dieron dos piezas argentinas en los extras: una milonga de
Piazzolla de su pequeña ópera (que estos artistas conocen a fondo y la grabaron) y una breve y
simpática melodía: "Divertimento" de Saúl Cosentino, a quien conocí y tuvimos una amistad
hace ya un largo tiempo.
En suma, los dos pianistas demostraron su talento y es obvio que trajeron bastante
música no conocida aquí.
Pablo Bardin

jueves, octubre 12, 2023

FINGERLOS Y EL MOUISSI EN EL MOZARTEUM

La penúltima tarea del Mozarteum en el Colón fue la presentación del barítono Rafael
Fingerlos y el pianista Sascha El Mouissi. Presentaron un programa muy variado antes y
después del Intervalo. Claudia Guzmán realizó un estudio completo de la programación. Mi
impresión del concierto se basa en dos aspectos: la calidad de los artistas y el interés de la
música elegida. Fingerlos muestra desde el principio que su timbre es ingrato aunque conoce
en detalle lo que canta. El pianista fue admirable durante todo el concierto, siempre con notas
exactas y de bello sonido. Agradezco el comienzo porque desde hace largo tiempo soy un
entusiasta de Ralph Vaughan Williams. Escuchamos 5 canciones del ciclo "Songs of Travel"; los
textos son de un creador que siempre me impresionó, Robert Louis Stevenson; se trata de
nada menos que 50 poemas y el compositor puso en música a 9 de ellos; Fingerlos eligió 5.
Vaughan Williams tenía 29 años en 1901 y recién en 1905 los terminó. Dijo el escritor en "El
vagabundo": "Dadme la vida que amo y dejad que lo demás pase". El volumen fue publicado
en 1895, un año más tarde de su muerte. Tuve el placer de leer "En los mares del sur". El
siguiente en la noche del Colón fue "Let beauty awake" ("Que se despierte la belleza"). El
séptimo: "Whither must I wander?" ("¿Por dónde he de vagar?). Sabiendo Stevenson lo que le
ocurría, expresa: "Yo me voy para siempre y no vuelvo más". Guzmán dice: "Fundamental es el
rol del piano en estas obras, desde el emular los pasos del caminante hasta con amplios
arpegios que se despliegan cual el sol emergiendo en el horizonte ". "La penúltima canción es
"Bright is the ring of words" ("Brillante es el anillo de las palabras") donde es importante "I
have trod the upward and the downward slope" ("He recorrido la pendiente ascendente y la
descendente"): "He anhelado todo y me he despedido de la esperanza".
Franz Schubert fue el compositor de canciones por excelencia. El poeta austríaco
Johann Gabriel Seidl escribió "Der Wanderer an den Mond" ("El caminante a la luna").
Schubert lo musicalizó a los 29 años. Es una pieza muy bella, ideal para este compositor y muy
grabada, como es lógico. "Frühlingsglaube" ("Fe de primavera"), texto de Johann Ludwig
Uhland: está la naturaleza en primavera pero también la pérdida amorosa, y la calidad del
piano, tan refinado. Por último, el célebre "Der Lindenbaum" ("El árbol del tilo") dentro del
"Winterreise" ("Viaje de Invierno"), sin duda lo más importante del compositor, algo blando en
este cantante.
Por supuesto, todo aquel que esté interesado en Gustav Mahler sabe que "Des Knaben
Wunderhorn" ("El cuerno mágico de la juventud") lo fascinó al compositor durante un largo
período. Tal como lo armaron los poetas Ludwig Achim von Arnim y Clemens Brentano fue un
número gigantesco: 723 antiguas canciones alemanas. Naturalmente aunque Mahler
seleccionó una cantidad mucho menor, esas canciones fueron cantadas durante su vida y ya en
épocas recientes fueron grabadas por artistas célebres. En este concierto escuchamos
"Rheinlegendchen" ("Leyenda del Rin"): "Historia del pequeño anillo que mediante los
misterios del amor logrará unir al campesino sajón con la mujer de sus sueños". Durante varios
años Mahler vivió con Alma Schindler (1879-1964), de talento musical considerable, que
escribió canciones gratas como la que se escuchó en este concierto: "Bei dir ist es traut"
("Junto a ti todo está bien"), texto de Rainer Maria Rilke: "Permanezcamos en silencio: así
nadie nos conoce". Este pequeño grupo terminó con Ralph Benatzky (1884-1957), con su tan
conocida opereta "Im Weissen Rössl" ("La posada del caballito blanco") estrenada en Berlín el
8 de noviembre de 1930. "Es muss was wunderbares sein, von dir geliebt zu werden" ("Debe
ser algo maravilloso, ser amado por ti"). Al parecer fue una manera en la que Fingerlos se
sintió más cómodo.
Tras el Intervalo, dos arias de Mozart (por alguna razón no cantó un aria tardía: "Io ti
lascio, o cara, addio", K. 621ª). "Con un vezzo all´italiana" ("Con estilo italiano") es un aria de
"La finta giardiniera" ("La fingida jardinera"), K. 196, estrenada en enero de 1715 en Munich a
los 18 años. Dice el aria: "Aquella carita ha prendido fuego a mi corazón"; escrito para Nardo,

que es un bajo; no le resultó cómodo a Fingerlos. En cambio, estuvo bien en el célebre "Deh
vieni allá finestra" de "Don Giovanni".
Estuvo bien en 4 canciones de Brahms, donde brilló El Mouissi. "Wie bist du, meine
Königin" ("Cómo eres tú, Reina mía"), Op. 32 Nº 9. Compara a su amada "con la magnificencia
de la naturaleza, publicado por Georg Daumer, que termina cruelmente: "¡Déjame perderme
en tus brazos! Es en ellos donde la propia muerte ¡será dichosa!". "All´mein´ Gedanken"
("Todos mis pensamientos"), WoO33 Nº 30: "diálogo entre 2 jóvenes amantes". Data de 1894;
integra sus "49 Canciones Folklóricas Alemanas". "Tú eres mío y yo soy tuya, dijo ella
tristemente. Nunca conoceré a nadie que se te asemeje". "Der Gang zum Liebchen" ("El
camino hacia la amada") data de 1863, Op. 48 Nº 1. Sobre un poema de Josef Wenzig. "La luna
brilla y debería volver a ver a mi amada. ¡Oh brisas, soplad para que nadie se lleve a mi
amada!" Es un "envolvente vals". Por último, Da unten im Tale" ("Allá abajo en el valle"), WoO
33 Nº 6, de un poeta anónimo, "Por el tiempo que me amaste, te doy las gracias y te deseo
que en otro lugar te vaya mejor".
Por último, una "Notte Italiana". La primera es una pieza brevísima de Puccini, "Casa
mia, casa mia", de noviembre 1908, texto de él al amigo ilustrador Edoardo de Fonseca.
Puccini le dijo: "Te aconsejo que la tires al cesto". El texto popular dice: "Casa mía, por
pequeña que tú seas me pareces una abadía". Y la publicaron…Luego fuimos a la música en
serio: "Dolente immagine di Fille mia", texto anónimo, música de Bellini. La creó a los 20 años
antes de sus óperas. "Refieren a un amante apesadumbrado quien cree ver el espectro de su
amada muerta". Y su música ya es sutil. Es lo único serio en estas 5 obras. Francesco Tosti creó
una cantidad asombrosa de canciones (500). La que escuchamos, "Á vucchella" ("La boquita")
está en napolitano y con texto de D´Annunzio. Es de 1907, a los 61 años. "Picaresca, se centra
en una deseada boca femenina; que ella le dé un beso". En esta gracia estuvo cómodo
Fingerlos. Interesante la obra en Venecia de Reynaldo Hahn (1874-1947) "La barqueta". Forma
parte del ciclo "Venecia: canciones en dialecto veneciano" de 1901. Grata y espontánea, sería
valioso tener un grupo de la serie. Por último, volvemos a Nápoles con "Dicitencello vuie"
("Dígaselo usted") de Rodolfo Falvo (1873-1937). La melodía es de 1930 con texto de Enzo
Fusco. Es un canto extenso porque él termina enamorándose de otra mujer que aquella que lo
atraía y termina diciendo: "Te busco como al aire, te necesito para vivir". Esta canción
entusiasmó al público y los artistas terminaron con otras 4 piezas, pero no las logré identificar.
Pablo Bardin

miércoles, octubre 11, 2023

JUVENTUS LYRICA PRESENTÓ DON GIOVANNI EN EL AVENIDA


"Don Giovanni" de Mozart con libreto de Lorenzo Da Ponte se estrenó el 29 de octubre
de 1787 en el Teatro Nacional de Praga y fue un enorme éxito. Van 24 años de Juventus Lyrica,
que justamente empezó con "Don Giovanni". Ana D´Anna y el maestro Antonio Russo crearon
el 5 de marzo de 1999 su formación del género lírico. Ana D´Anna es actualmente la secretaria
y ejerce la dirección artística y el Presidente es su marido, Horacio Jaunarena; Russo
lamentablemente murió. La dirección ejecutiva está en manos de María Jaunarena. El año
próximo celebrarán las bodas de plata.
La Dirección musical está a cargo de André Dos Santos. La escenografía e iluminación la
realizan Gonzalo Córdova con un grupo de 6 artistas. María Jaunarena está en la Dirección
escénica y el vestuario; esto último tiene 7 personas. 0rquesta: violines 1: 5. Violines 2: 3.
Violas: 3. Violoncelos: 3. Contrabajos: 2. Flautas: 2. Oboes: 2. Clarinetes: 2. Fagotes: 2. Cornos:
2. Trompetas: 2. Trombones: 3. Percusión: 1. Clave: 2. Mandolina: 1. Total orquesta: 35. Coro:
dirección: Pablo Manzanelli. Sopranos: 4. Contraltos: 4. Tenores: 6. Bajos: 6. Maestros
internos: 17. En cuanto al elenco, aclaro que estuve en el primero, 6 de octubre; además hubo
funciones el 8, el 12 y el 14. Don Giovanni: Alejo Álvarez Castillo; Gabriel Vacas (cover).
Leporello: Juan Salvador Trupia (6,8,14); Carlos Esquivel (12). Donna Elvira: Johanna Padula;
Cecilia Pérez San Martín (cover). Donna Anna: Eugenia Coronel Bugnon (6. 8, 12); Sabrina
Schulthess (14). Don Ottavio: Carlos Ullán (6, 14); Rodrigo Olmedo (8, 12). Zerlina: Natacha
Nocetti (6, 12); Sol Risé (8, 14). Masetto: Antony Fagúndez (6, 8, 14); Franco Gómez (12).
Commendatore: Mario De Salvo (6, 8, 12); Carlos Esquivel (14). Furias: 5 (3 hombres, 2
mujeres).
Datos fundamentales sobre André Dos Santos: nacido en Brasil. Intensa actividad
musical en Brasil, Grecia y Austria. Fue asistente en la Ópera de París en variadas
producciones, como "Capriccio", "Falstaff", "Los siete pecados capitales", "Los cuatro rústicos"
(Wolf-Ferrari). Trabajó con Thielemann, Conlon, Bedford, Ulf Schirmer. En su país fue
preparador del Festival Amazonas de Ópera (Manaus).Obras arduas como "Los troyanos",
"Diálogos de carmelitas", "Tristán e Isolda", "Pelléas et Mélisande". Fue preparador en varios
países. Estrenó en Sao Paulo "Bodas en el monasterio" de Prokofiev. Desde 2005 fue
preparador en Juventus Lyrica. En cuanto a María Jaunarena, por supuesto he escrito muchas
veces sobre obras donde ella participó.
Sólo quiero mencionar dos aspectos. Uno me pareció interesante en Don Ottavio: en
sus dos arias el agregado de gratos detalles que no figuran pero resultan adecuados (incluso
una nota muy alta). El otro asunto es posible que no haya manera de hacerlo en esta puesta:
los minutos finales del primer acto, donde 3 grupos de ejecutantes se plantan a la izquierda, al
fondo y a la derecha; pero aquí no estaban. En el original paran cuando el abuso de Don
Giovanni se hace evidente y lo atacan. Aquí aquellos grupos son imitados en la orquesta. Y
pasó lo mismo con las 3 melodías que escuchó Don Giovanni mientras comía poco antes de la
llegada del Comendador.
Quiero mencionar que conocía sólo 3 artistas muy buenos: Trupia fue un Leporello
excepcional, una voz muy grande y de notable timbre y mucha gracia durante toda su tarea. Y
De Salvo tuvo la justa presencia del Comendador que primero lo ve Leporello en el Cementerio
y luego aparece en la casa de Don Giovanni, allí donde está comiendo. Muy alto, pide a Don
Giovanni que admita sus errores pero éste mantiene su personalidad; le da la mano y el
Comendador lo manda al infierno (las Furias, que no he visto en otras versiones). Di Salvo
canta con fuerza y calidad.
Ignoro de dónde vienen los cantantes en los otros personajes salvo Ullán, que ya
cantaba Don Ottavio hace un largo tiempo pero mantiene su capacidad. El programa sólo da
los nombres de cada artista y no sé si son argentinos o no. ¿Fueron formados por Juventus o
les dieron datos de artistas de otros países? Esa carencia de datos me obliga a dar mi opinión
por lo que escuché. Alejo Álvarez Castillo supo manejarse con buen control de sus distintos

momentos, como esa difícil "Finch´al dal vino", tan rápida; o el encanto de "Deh vieni allá
finestra" con mandolina; o cuando la conquista a Zerlina de modo tan dulce; o ataca
hábilmente a Masetto.
Me pareció una artista de categoría Eugenia Coronel Bugnon como Donna Anna tanto
cuando lucha contra Don Giovanni como al contarle a Don Ottavio lo que ocurrió (música de
intensidad evidente) o cuando la muerte del padre le hace imposible casarse con Don Ottavio
al menos por un año. Johanna Padula (Donna Elvira) fue marcada inicialmente de una manera
grotesca pero luego se deja llevar por Leporello creyendo que es Don Giovanni y más tarde
cantó un recitativo y aria que Mozart escribió para Viena; y allí Padula cantó bien. Además se
había combinado con Donna Anna en el final de la Primera Parte para atacar a Don Giovanni.
Sin embargo hacia el final Donna Elvira intenta que Don Giovanni se porte decentemente y
éste la burla, justo antes de la llegada del Commendatore. En cuanto a Natacha Nocetti, su
Zerlina está bien, conquistando a Masetto de un modo picaresco. Y Masetto, muchacho poco
brillante, en la oscuridad deja que Don Giovanni lo ataque violentamente; pero Antony
Fagundez cumple bien con su personaje.
Dos Santos dirigió sólidamente, conociendo cada detalle y obteniendo trabajo
adecuado de una buena orquesta y de un coro correcto.
Pablo Bardin

martes, octubre 10, 2023

ARTISTAS BRASILEROS EN LA FILARMÓNICA DE BUENOS AIRES


El Nº 14 de los conciertos de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires tuvo lugar en el
Colón el sábado 7 de octubre a las 20 hs con artistas brasileros: el Director de orquesta Claudio
Cruz de notable carrera y el pianista Arnaldo Cohen en el Concierto para piano Nº 1 en si
bemol menor Op. 23 de Piotr Ilich Tchaikovsky. Cruz programó al principio la Obertura de "Il
Guarany" de Antonio Carlos Gomes y en la Parte II una importante obra de Heitor Villa-Lobos,
las Bachianas Brasileiras Nº 7.
Cruz ya tiene una carrera valiosa y amplia. Actualmente es director titular y musical de
la Orquesta Sinfónica Juvenil del Estado de Sáo Paulo y hace un tiempo fue director titular de
la Orquesta Sinfónica del Teatro Municipal de Rio de Janeiro. Fue director invitado en Japón
(Sinfónica de Hiroshima, Orquesta de Cámara de Osaka), la Sinfónica de Jerusalén, en Francia
la Sinfónica de Avignon, la Orquesta de Cámara de Toulouse, y en Austria el Festival de
Carintia. En América del Sur la Filarmónica de Montevideo, el Festival Internacional de Música
de Cartagena (Colombia). Naturalmente donde más ha dirigido fue en el enorme Brasil;
algunos de ellos: la Filarmónica de Minas Gerais; la Sinfónica de Porto Alegre; la Orquesta de
Cámara Villa-Lobos. Dirigió varias óperas como "El rapto del serrallo" o "Rigoletto". Grabó
obras brasileras pero también Mozart y Beethoven. Y recibió varios premios incluso el de
Gomes. Y esto último con toda razón, como lo pudimos comprobar en una versión admirable
de "Il Guarany" (la obra de Gomes se estrenó en nada menos que en La Scala en 1870). La
Obertura mantiene en todo momento su carácter inspirado y ornamentado y Cruz le dio toda
la intensidad; cada gesto suyo reflejó su sentido.
Por cierto me sorprendió la calidad del pianista Arnaldo Cohen, que aparentemente no
había venido al Colón anteriormente y ahora lo hizo teniendo más de 70 años y pareciendo
mucho menos en su seguridad. Pero por supuesto, quién no recuerda a Argerich a 82 años, y
yo en París ví un Rubinstein de 84 años en el Concierto Nº 1 de Brahms. Cohen estudió con un
gran artista brasilero que nos visitó, Jacques Klein, y con Bruno Seidlhofer. En 1972 a los 24
años ganó el Concurso Internacional de piano Busoni en Bolzano. O sea, tiene ahora 75. Se
instaló en Londres en 1981 y desde allí dio conciertos en La Scala, el Concertgebouw de
Amsterdam, el Champs-Élysées en París, la Gewandhaus de Leipzig, La Fenice de Venecia, y en
Londres la Filarmónica, el Royal Festival Hall, el Barbican Center y el Royal Albert Hall. En
Estados Unidos el Symphonic Center de Chicago, la Orquesta de Cleveland, la Filarmónica de
Los Angeles. Y le tocaron directores como Menuhin, Masur y Sawallisch. En discos grabó
Brahms (las Variaciones sobre un tema de Haendel), obras de Liszt en Naxos, y Brasiliana en el
sello sueco Bis. Grabó Rachmaninov en la Sinfónica de Sao Pulo dirigida por Neschling. Integró
el Trio Amadeus con Brainin y Lovett. En suma, ha realizado una gran carrera.
Los 40 minutos del Concierto Nº 1 de Tchaikovsky se han apreciado en Buenos Aires en
cantidad única, y apenas recientemente la tuvimos a Argerich. En cuanto a grabaciones no hay
grandes artistas que no lo hayan grabado desde Rubinstein a Sviatoslav Richter. Y bien, esta
versión brasileña demostró ser de primer orden, tanto el pianista como el director y la
orquesta. Los tempi fueron los adecuados en cada uno de los 3 movimientos, siendo
especialmente grato cuando el segundo acto pasa de una serena belleza lenta a un juego
rápido vertiginoso. Y ello vuelve a ocurrir en el brillante tercer movimiento. El entusiasmo del
público llevó al famoso vals de Chopìn de especial celeridad, y así se despidió alegremente
Cohen.
Como era de imaginar, las Bachianas Brasileiras Nº 7 de Heitor Villa-Lobos fueron
musicalmente el momento más álgido del concierto. Así figura en el programa: I. Preludio
(Ponteio). II. Giga (Quadrilla caipira). III. Toccata (Desafio). IV. Fuga (Conversa). Dice
Fischerman: "Escritas a lo largo de 15 años entre 1930 y 1945". "La Nº 7 fue compuesta en
1942 y estrenada 2 años después". La obra en efecto es una mezcla admirable del país en el
que vive (o vivió) el compositor, ya que estuvo en París bastantes años. Creo que vale la pena
agregar aquí una visita (creo que la última) de Villa-Lobos. En mi libro "Orquesta

Sinfónica Nacional" figura la programación de la orquesta en 1953 en el Gran Rex y con
grandes artistas: Markevich, Van Beinum, Rieger, Prohaska. Villa-Lobos estrenó obras suyas:
"Bachianas brasileiras N0. 8", la "Sinfonía Nº 6 (Sobre la línea de las montañas del Brasil)", el
"Choros Nº 6" y el poema sinfónico "Erosión". Estuve presente a mis 14 años y llevé un
cuaderno donde muchas otras obras de este autor figuran porque estuve en numerosos
conciertos. Mi entusiasmo sobre su numerosa obra nunca cambió y lo mantengo a 84 años, de
manera que estas bachianas No. 7 me convencieron en todo momento. Música fuerte y con
sentido en todo momento. Y al final, varios minutos para la orquesta y Cruz, con un público al
que realmente le gustó.
Pablo Bardin

domingo, octubre 08, 2023

SONYA YONCHEVA Y MALCOLM MARTINEAU DEBUTARON EN EL COLÓN

Como lo indican sus biografías en el programa de su debut en el Colón, la soprano
Sonya Yoncheva nació en Plovdiv (Bulgaria) en 1981. Estudió en Ginebra (Genève). Ganó
premios en 2010 (Operalia) y 2011 (Opus Klassik). Integró la academia "Le Jardin des Voix" de
William Christie, especializado en el Barroco. Así, cantó en "Dido and Aeneas" de Purcell,
Cleopatra en "Giulio Cesare" de Haendel en Versailles, y Poppea en "L´incoronazione di
Poppea" de Monteverdi. Cantó luego en obras del tardío siglo XVIII y del XIX y del Veinte.
Estuvo en los mayores teatros de ópera: Metropolitan de New York, Covent Garden, La Scala,
la Ópera de Baviera (Munich), la Ópera de Berlín y las óperas de Viena y París. Abundante
repertorio: además de los habituales, "Medea" de Cherubini, "Il Pirata" de Bellini, "Fedora" y
"Siberia" de Giordano, "Iolanta" de Tchaikovsky, "Iris" de Mascagni y de Verdi "Luisa Miller" y
"Don Carlo". Dio recitales en muchos lugares como México, Santiago de Chile, Budapest,
Atenas, Montecarlo y Tokio, y los habituales.
En cuanto a Malcolm Martineau, es un notable pianista acompañante de Inglaterra.
Trabajó con Janet Baker, Elina Garanca, Susan Graham, Angela Gheorghiu, Felicity Lott, Anne
Sofie von Otter, Thomas Allen, Thomas Hampson y Simon Keenlyside. Tocó en abundantes
salas del mundo como el Barbican Center, la Sala Gaveau, el Suntory Hall de Tokio, el Teatro
Mariinsky de San Petersburgo y una amplia cantidad de otros lugares. Su discografía abarca
cien CDs.
El programa está dedicado a la música italiana (salvo el Tango en Re de Albéniz) y
domina Puccini con 8 piezas (4 en cada parte). La Parte I tuvo 4 piezas de Puccini, de las cuales
la primera, "Sole e amore", pareció "La Bohème". Yoncheva vino vestida en un largo traje
blanco. Las 4 piezas nos llevan al Puccini joven; lamento decir que el artículo sobre Puccini de
Grove (editado por Eric Blom) pone 8 piezas de canto y piano y no son de las que escuchamos
en este concierto. Dice Margarita Pollini: "Sole e amore" "es una melodía de 1888 que fue
integrada luego al cuarteto de ´La Bohème`". En cuanto a "Terra e mare", es de 1902,
"miniatura exquisita". En el caso de "Mentia l´avviso", data de 1883 y el texto es de nada
menos que Felice Romani y dice Pollini: tiene "los trazos de un aria posterior, ´Donna non vidi
mai` de ´Manon Lescaut`". En cuanto a "Canto d´anime", es de 1904 sobre versos de Luigi
Illica, "para honrar un contrato con la firma Gramophone Recording Company". Me resultó
una melodía muy expresiva. El canto de Yoncheva fue intenso en estas 4 canciones, aunque
con algunas notas agudas un poco forzadas.
Giuseppe Martucci (1856-1909) fue autor de conciertos para piano, sinfonías, música
de cámara y obras para piano. Pero escribió canciones, como la serie "La canzone dei ricordi"
(1887); en ella está "Al folto bosco, placida umbria" ("En la espesura del bosque, plácida
sombra"); el compositor la define así: "poemetto lirico"; y la escribió para voz y orquesta, de
manera que escuchamos una versión para voz y piano. La música es refinada y el piano toca
atrayente música antes de que la voz cante el texto: tanto Yoncheva como Martineau fueron
artistas de primer rango en esta bella obra.
Y llegamos a Francesco Paolo Tosti, un italiano que vivió muchos años en Inglaterra en
la época de Victoria, quien apreciaba las simples melodías como "L´ultimo bacio" e "Ideale".
Con buen gusto las hicieron llegar la cantante y el pianista. Son dos de sus mejores, y es
abundante la cantidad de las buenas canciones.
Fue interesante escuchar tres de las canciones de Verdi. La tarea de Yoncheva dio
cabal sentido de música expresiva. "In solitaria stanza" ("En solitario cuarto") es la tercera de
las "6 Romanze" de 1838, texto de Vittorelli. "Ad una Stella" ("En una estrella"), también
tercera de "Album di sei romanze" con texto de Maffei; data de 1845, difícil año de óperas
problemáticas ("Alzira" y "Giovanna d´Arco"), pero la canción resulta atrayente. "L´esule" ("El
exiliado"), suelto, es de un año especial, 1839, su primera ópera: "Oberto, Conte di San

Bonifacio". La canción tiene texto de Temistocle Solera, quien será el autor de los textos de 5
óperas verdianas. "L´esule" tiene clima y la cantante supo darle interés.
En la Parte II sólo hubo Puccini (salvo el Tango en Re de Isaac Albéniz, bien tocado por
Martineau) pero lo empezó ella con la primera ópera, "Le Villi", con una simpática canción, "Se
come voi piccina" ("Si como usted pequeña") que evita los aspectos trágicos de la obra. De allí
en más, escuchamos las arias más famosas de las óperas fundamentales, naturalmente con
arreglos pianísticos. "Vissi d´arte" en el segundo acto de "Tosca"; "Donde lieta uscí" de "La
Bohème"; y "Un bel dí vedremo" de "Madama Butterfly", un final conmovedor. Gran
entusiasmo de la gente, llevando a una despedida con tres fragmentos ideales: ese "O mio
babbino caro" de ·Gianni Schicchi" de Puccini, con esa melodía tan sincera que se da por
sentido que esa joven se casará pronto. Pasando a un buen francés, esa "Habanera" de
"Carmen" en la que ella conquista a quien será su amante; y "Adieu, notre petite table"
("Adiós, nuestra pequeña mesa"), en la que Manon (de Massenet) sabe que dejará a Des
Grieux pero lo lamenta.
Un programa que resulta algo corto en la segunda parte y que siendo ella búlgara
podría haber añadido música rusa; también quedándose en la música italiana, hubiera sido
interesante elegir Donizetti y Bellini. Sin embargo, Yoncheva es una artista atrayente y fue
valioso conocerla.
Pablo Bardin

jueves, octubre 05, 2023

JAEDEN IZIK-DZURKO DEBUTÓ PARA EL MOZARTEUM

Los Conciertos del Mediodía del Mozarteum Argentino han tenido este año una
particular evolución: primeramente en una sala del CCK, donde les cambiaron el horario de las
13 a las 14. Luego en el Teatro San Martín, primeramente en la sala de abajo y luego la de
arriba, mucho más grande. Y ahora, cambiando los artistas y el lugar, el 3 de octubre en el
Auditorio de Belgrano debutó en Buenos Aires Ciudad el pianista canadiense Jaeden Izik-
Dzurko. Nació en 1999 en Salmon Arm de Columbia Británica. Obtuvo el Premio al Mejor
Intérprete de Música de Cámara en el XX Concurso Internacional de Piano de Santander
Paloma O´Shea en 2022.
Quiero recalcar que el Auditorio de Belgrano fue creado por una escuela que está al
lado y tiene una sólida acústica que fue apreciada primeramente por Mario Videla, que la
utilizó varios años, y luego fue el lugar preferido por la Orquesta Sinfónica Nacional durante
muchos años. Eventualmente pasaron al lugar nuevo del CCK. Ambos tienen pisos que van
subiendo, lo cual es un problema para gente que como yo me instalo muy arriba, pero se
escucha muy bien.
Ignoro si Izik-Dzurko tiene origen familiar europeo, supongo que sí. Obtuvo el
Concurso de Becas Gina Bachauer de Juilliard y ganó el Gran Premio en el Concurso Nacional
de la Federación de Festivales de Música de Canadá. En este año se presentará en varios
lugares de Europa: Essen, Munich (Alemania), Jerez de la Frontera, Tenerife y el Palau de la
Música Catalana de Barcelona, París y el Wigmore Hall de Londres.
Lo que escuché en este concierto comprobó que es un artista valioso. Los comentarios
de Claudia Guzmán dejan evidente que España es la base de la "Alborada del gracioso", que es
la cuarta pieza de la suite para piano "Miroirs" ("Espejos") de Maurice Ravel, que nació muy
cerca de España (Ciboure, en los Pirineos) y fue gran amigo de Ricardo Viñes, catalán pianista
residente en París, como también ocurrió en el caso de Isaac Albéniz. Como Izik-Djurko inició
su concierto con la obra de Ravel y luego eligió dos de las doce piezas de "Iberia" de Albéniz,
resultó claro que conoce a fondo esa música y la ofreció con auténtico conocimiento y placer.
En cuanto a la "Alborada del gracioso", Ravel luego la orquestó con su extraordinaria habilidad,
pero sin duda tocarla con la manera natural y precisa que nos ofreció hizo que en pocos
minutos supimos que teníamos a un pianista de primer orden. En cuanto a "Iberia", eligió "El
Albaicín", pieza inicial del tercero de los cuadernos, esa estupenda zona de Granada que tuve
el placer de visitar con mi mujer y sentir que el cante jondo estaba cerca. Y luego, "Eritaña", el
último del cuarto cuaderno, es en consecuencia el Nº 12. Vale la pena citar (como hace
Guzmán) palabras de Debussy: "Es la alegría de las mañanas, una multitud incesante que pasa
echándose a reír, entonados por el ruido de los tambores. Jamás la música ha alcanzado
impresiones tan diversas, tan coloridas".
Antes de "Iberia" escuchamos a Chopin: "Scherzo Nº 3, en Do sostenido menor, Op.
39". Guzmán hace notar que "Chopin inició la obra entre las húmedas paredes del monasterio
de Valldemossa" (en la isla de Mallorca), "el agravamiento de su salud lo obligó a alejarse de la
composición de la obra, culminándola recién en la primavera de ese año 1839, al arribar a
Marsella". En efecto, este Scherzo combina lo dramático con "un luminoso y calmo coral
ornamentado". El pianista lo entendió cabalmente, con una perfección indudable,
demostrando que su carrera ha madurado.
La última obra fue la "Sonata Nº 1, en Fa sostenido menor, Op. 11", de Robert
Schumann, bastante temprana (1833 a 1835, 23 a 25 años). Creo que en el programa hubo un
pequeño error: el primer movimiento se inicia con "Un poco adagio", y como lo aclara
Guzmán, "sigue Allegro vivace, inspirado en un fandango", de "enérgico ritmo". El segundo
movimiento está titulado Aria, poco habitual en una sonata; es grata de escuchar. El tercero es
un Scherzo denominado "Allegrissimo", y lo es, pero hay un Intermezzo en el centro, "amplio y
luminoso". El cuarto movimiento es un Rondó, "Allegro un poco maestoso", rápido y como si
fuera una marcha, pero luego hay un contrapunto. Es interesante lo siguiente: "Dedicada a

Clara por Florestán y Eusebius", los dos caracteres de los cuales siempre hablaba Schumann.
En 1840 se casó con Clara Wieck. Muy buena la interpretación de Izik-Djurko, artista que
debería volver en años futuros a Buenos Aires tras este concierto elegido con inteligencia.
Pablo Bardin

miércoles, octubre 04, 2023

LUCÍA ZICOS DIRIGIÓ A LA SINFÓNICA NACIONAL


El viernes 29 de septiembre Lucía Zicos dirigió a la Orquesta Sinfónica Nacional en la
Sala Auditorio Nacional en el CCK. El programa tuvo dos obras famosas: el Preludio al Primer
Acto de "Lohengrin" y luego el Concierto para piano de Grieg con Paula Peluso. Y tras unos
minutos, la Sinfonía Nº 6, en Si mayor, "La muerte del cometa", de Alberto Williams.
A diferencia del brillante Preludio del Tercer Acto, el del Primer Acto es lento y
refinado, retratando el hecho fundamental de Lohengrin, su esencial presencia religiosa.
Wagner realiza así el sentido profundo de la música. La versión fue correcta, aunque en el
principio no me pareció cabalmente expresiva.
El Concierto para piano de Edvard Grieg es célebre; se ha grabado con gran frecuencia
y se tocó en Buenos Aires muchas veces. Está en La menor, Op. 32, y lo compuso a los 25 años,
presentándolo al año siguiente en Copenhague (1869). Luego Liszt conoció este concierto y
felicitó al compositor, que nació y murió en Bergen. Curiosamente no volvió a crear otro
concierto, aunque escribió una gran cantidad de piezas líricas para piano. Volviendo al
Concierto, conocí con especial interés la versión de Argerich con Calderón en la Filarmónica de
Buenos Aires (28/7/69). He apreciado en varios conciertos a Paula Peluso, artista de calidad.
Esta vez me resultó un poco variable, con detalles algo dudosos en el extremo agudo. Sin
embargo tuvo momentos positivos, dando carácter a la música. La apoyó Zicos con la
Orquesta, en muchos pasajes intensos y muy melódicos. Lo que no entiendo es que el piano
quedó allí después de Grieg; Williams no necesitaba su presencia; quizá hubo un problema
técnico.
Según dijo Zicos, que al principio del concierto habló con el público, el Sexto concierto
de Williams fue compuesto en 1938, aunque además del compositor hubo otro director: Albert
Wolff, en 1940; existe la grabación. De todos modos, la versión de Zicos es la primera desde
entonces. Comentó brevemente el sentido de las tres partes de "La muerte del cometa". Como
lo hemos podido apreciar este año, escuchamos en la misma orquesta las sinfonías 1 y 2, de
tremenda fuerza y conocimiento, bastante más largas que la Nº 6; ésta tiene tres movimientos
que sólo llegan a los 20 minutos, sin duda interesantes. Según los pasajes, se aprovechan
especialmente los cornos, las trompetas, los trombones; pero según los momentos, también se
lucen las cuerdas. Probablemente Willams se acordó del cometa Halley, que asustó a tanta
gente. Sea como fuere, esta música tuvo carácter y corresponde agradecer a Zicos por su
iniciativa. Es verdad que el concierto sólo duró una hora sumando las tres obras, pero lograr
que estos minutos estén realizados con seguridad no es cosa fácil, y opino que se logró.
Pablo Bardin

martes, octubre 03, 2023

Rachmaninov, Concierto 3

Los primeros dos conciertos sobre Rachmaninov habían sido muy buenos en la Sala del
Teatro Coliseo, con la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires dirigida por Srba Dinic y con la
notable interpretación de Nelson Goerner en los conciertos Nos. 1, 2 y 4. Además hubo una
versión de gran nivel de la Sinfonía Nº 2. Una interpretación profunda de las Danzas sinfónicas,
Op. 45, sin duda la partitura importante final, de audaces melodías en tres danzas: "Non
allegro", "Andante con moto (Tempo di valse)" y la compleja tercera, que mezcla "Lento assai"
con "Allegro vivace" y que en los últimos minutos cita el famoso tema de la muerte que
también figura en otras obras de Rachmaninov. Pocos meses más tarde en efecto el
compositor murió.
Goerner había sido admirable en los anteriores conciertos, pero logró en el Concierto
para piano Nº 3, en Re menor, Op.30, una calidad extraordinaria. Es verdad que este concierto
resulta el más extenso, llegando a los 45 minutos, El "Allegro ma non tanto" dura 19 minutos y
el pianista toca casi todo el tiempo con toda una variedad de dificultades. Goerner ejecutó con
tremenda seguridad y belleza tímbrica, al extremo de que aquellos que lo escuchamos lo
sentimos como si fuera el compositor. El segundo movimiento, "Intermezzo: Adagio", es
distinto en cuanto a la orquesta, porque la atrayente melodía es presentada por ellos; luego la
asume el pianista, gradualmente llegando a un momento de considerable brillantez. Y pasa con
naturalidad al "Finale (Alla breve"). El Intermezzo duró 12 minutos y el Finale 14 minutos. Ese
movimiento fue de tal calidad que me transportó a la idea de total perfección. Dinic acompañó
con garra y entusiasmo mientras que Goerner "fue" Rachmaninov en todo momento. Luego
ante el público entusiasmado tocó una breve pieza quizá del mismo compositor (no la conocí).
En suma, la Nº 3 por Goerner fue ideal. Qué buena idea el haber realizado los tres conciertos
con intérpretes de tal calidad. Y debo decir que encuentro la acústica bastante correcta, a
diferencia de gente que la considera fría. No perdí nada.
Pablo Bardin