Tuve mi primer contacto con "El Cónsul" ("The Consul") de Gian Carlo Menotti mediante la primera grabación en 1951, con Patricia Neway, Cornell MacNeil y Marie Powers, director Lehman Engel (el que hizo la primera grabación de "Porgy and Bess"). Pero los discos pertenecían a mi hermana casi 4 años mayor que yo, y le fascinaba esta obra pese a no ser seguidora de las óperas. Yo tenía sólo 12 años pero ya había escuchado varias italianas y francesas y empezaba a ir al Colón. Los discos tenían libreto y yo entendía el inglés; además algo sabía por mi padre de la Cortina de Hierro. Y aunque Rusia no está mencionada en la ópera, resulta obvio que se trata de ella: en el programa el inicio del Argumento dice: "En algún país centroeuropeo totalitario, a mediados del siglo XX": Stalin puro. Resulta notable que "El Cónsul" se programó este año antes de que empezara la guerra rusa con Ucrania, pero las excelentes notas de programa de Sebastiano De Filippi terminan con dos frases lapidarias: "Hoy ´El Cónsul´ resulta de lacerante actualidad. Deberíamos preguntarnos si tres cuartos de siglo no son suficientes para aprender las lecciones de la historia". Putin no las aprendió y es producto del equivalente ruso de la Gestapo.
En octubre de 1952 Böhm estrenó una ópera esencial: "Wozzeck" de Berg; estuve allí a pocos días de cumplir 14 años y volví a verla al año siguiente también en octubre; fue en mayo de 1953 que se estrenó en italiano "Il Console" con un brillante grupo de artistas argentinos (Bandín, Mattiello, Horakova, Casey, Feller, Viamonte, director de orquesta el italiano Alberto Erede). La volví a ver con similar reparto en noviembre 1958, director Martini y nuevamente enJulio 1967 con el mismo director y algunos cambios: siempre Bandín-Mattiello pero con Luisa Bartoletti y Ricardo Catena. Décadas más tarde se decidió ofrecerla en inglés; fue en 1999 y quien la puso en escena fue el propio Menotti largamente octogenario; admirable versión con dos artistas valiosas que están presentes en una grabación de ese mismo año: Susan Bullock y como la secretaria, Victoria Livengood. En Buenos Aires John Sorel fue Luis Gaeta.
Nacido en 1911 en el Norte de Italia, Menotti fue compositor precoz y en 1928 emigró a Filadelfia, donde estudió en el notable Curtis Institute; morirá en Estados Unidos a 96 años. Varias obras suyas se vieron en Buenos Aires aparte de "The Consul": pude ver las siguientes en Buenos Aires: la muy divertida (en italiano) "Amelia va al ballo" (Julio 1954 con Arizmendi y Cesari); la muy simpática "Amahl and the Night Visitors", escrita para televisión, donde el niño Amahl se encuentra con los Reyes Magos (con el Columbus Boy Choir en Washington en 1957, y en el ICANA de Buenos Aires en 1965). En La Plata en abril 1961 "The Saint of Bleecker Street", notable obra dramática ambientada en New York. En el Colón "The Medium" con Régine Crespin y la dirección de Mario Perusso en 1987 (hubo versiones anteriores en 1956 y 1959). Y en el Colón para los niños "Help, help, the Globolinks", una comedia sobre una presunta invasión alienígena; se dio en 1987 y 1993. Quiero mencionar también un ballet muy intenso cuya música tengo grabada pero que la vi en Buenos Aires: "Sebastian",
Datos útiles en el artículo de De Filippi: "´The Consul´ fue estrenada en 1950 en el Shubert Theater de Filadelfia. El éxito determinó que se ofreciera una temporada con ella en el Ethel Barrymore Theater de Nueva York. La aceptación internacional de la ópera fue inmediata y ya en 1951 se ofrecía en el Cambridge Theatre de Londres y en el Teatro Alla Scala de Milán. Menotti elaboró una edición en la que abrió los cortes realizados para las funciones iniciales y reescribió algunos pasajes. Se resistió a la invitación de ampliar la orquestación". Su estreno sudamericano fue "en Montevideo, en 1951. Desde entonces la ópera visitó los teatros Argentino de La Plata, Avenida y Colón".
Nuevo en el Colón, Justin Brown (inglés) es presentado en el programa de modo erróneo como "director de musical" cuando es director de ópera y de concierto. Estudió en Tanglewood con Ozawa y Bernstein. Entre 2008 y 2020 fue director musical del Badische Staatstheater en Karlsruhe. Estuve en compañías como la Deutsche Oper Berlin, la Ópera de Frankfurt, la Staatsoper de Stuttgart, el Gran Teatro de Ginebra, la Ópera Nacional Inglesa, la Monnaie de Bruselas y la Bayerische Staatsoper de Munich. Como director de conciertos también tuvo una notable carrera: "la Sinfónica de Londres, la Sinfónica de la BBC, la Filarmónica Real, la Filarmónica de Oslo, las Filarmónicas de San Petersburgo y de Dresden y la Sinfónica de Dallas. En suma, una carrera importante.
La puesta es de argentinos; Rubén Schuchmacher como régisseur, Jorge Ferrari en escenografía y vestuario y Gonzalo Córdova en iluminación.
ACTO 1, ESCENA 1. Se inicia con una canción en francés (del propio Menotti) que escucha Magda Sorel (Carla Filipcic Holm, soprano); sale de una victrola. En la grabación original que mencioné, la de Neway y MacNeil, la canción está grabada por una cantante popular, como corresponde; la grabada para Buenos Aires en cambio es una cantante operística no mencionada; lo hace aceptablemente pero altera el sentido de la canción "Tu reviendras et voudras m´enfermer dans tes bras" ("Volverás y querrás encerrarme en tus brazos"). Marcado por una irrupción orquestal violenta, entra John Sorel (Leonardo Neiva, barítono), lastimado en una pierna, y agarrándose de la mesa hace que caigan y se quiebren varias cosas; John se cae. Logra sentarse en una silla. Vuelve el disco. Él grita: "¡Magda!" Magda entra desde la alcoba y la sigue la Madre (el contexto dirá luego que lo es de John aunque Magda la llama Madre). Magda (M): "¿Qué pasó?" John (J): "Me lastimé" M: "Madre, trae algo, J está lastimado". La Madre (Md, Virginia Correa Dupuy, mezzosoprano) trae una fuente y vendas. J: "No es serio pero duele; tuve que correr para llegar aquí". M: "¿Fue la Policía?" La Md cierra la puerta que J dejó abierta. J: "Sí". Las mujeres cantan juntas, lamentando lo ocurrido. J: "Me dieron orden de ir a lo de Nana. A medianoche todos dimos nuestros nombres. No sé quién nos traicionó. Nos escapamos al escuchar ruido cercano" (pero lo hirieron). La Md: "¡Tú y tus amigos! ¿Por qué no traen a casa pan y no sólo miedo y sangre?" M: "Amargo amor el de libertad, que encierra hasta el aire que respiramos". Md. "¡Rápido, llega la Policía!" En el libreto M lleva a J a subir al techo; en esta versión hay en el piso una bajada que no se ve y J se oculta allí; es una variante aceptable. La Md encuentra papeles comprometidos y los mete en la cuna del niño. Ambas tratan de disimular la sangre que J dejó en el piso. Entra el Agente de la Policía Secreta (APS, Héctor Guedes, bajo) con dos agentes (figurantes). Tiran por el suelo el contenido de los cajones, ropa y papeles. La Md, comunicándose con M: "Para los jóvenes la paciencia es una virtud, pero nosotras las viejas hemos llorado y visto mucha sangre, demasiada traición. Hasta la muerte parece demasiado lenta para darnos nuestro reposo". APS pregunta a M: "¿Cómo se llama?" M: "Magda Sorel". APS: "¿Y la vieja?" M: "Mi madre" (pero es la de J). APS: "¿Cuándo vio a su marido por última vez?" M: "Hace 2 semanas". APS: "¿Usted espera que se lo crea? ¿Dónde está?" M: "No lo sé". APS: "¿Cuándo cree que vuelva?" M: "No lo sé". APS: "¿Este niño es suyo?" M: "Sí". APS: "Parece enfermo". Ve a un saco que tiene sangre. "¿Es el de su marido?" M: "Sí". Md: "¿Qué quiere de él". APS, suavemente: "No estoy hablando con usted". Y le dice a M, con tono untuoso: "Su marido tiene muchos amigos, queremos conocerlos. La dejo si nos ayuda". M: "No sé nada". APS: "El coraje es una cosa muy egoísta. Tenemos maneras extrañas de hacer hablar a la gente. No lo que usted cree; pero el corazón puede acelerarse mucho. Puede tolerar dolores pero no controlar el corazón. Piénselo; nos volveremos a ver". Toda esta escena está muy bien expresada por Guedes y ambientada muy dramáticamente por la orquesta, manejada con intensidad por el director. La Md comenta que los agentes se llevaron al zapatero y su mujer llora. "Me dan piedad los hombres, ese poco de tierra mojado por las lágrimas de las mujeres". M llama a J, que sube y se abrazan. Largo diálogo entre ambos. Algunos fragmentos de especial interés: M: "Nos vas a dejar". J: "Debo tratar de pasar la frontera esta noche". M no lo convence de quedarse. La Md apoya la partida. J a M: "Mañana ve al Consulado. Cuéntales lo que hice. No cerrarán las puertas a mi mujer, mi madre y mi niño". M: "Si las cosas fallan ¿a quién debo llamar?" J: "A nadie, sus vidas estarían en peligro". J a ambas: "Cuando un chico de la calle tire una piedra y rompa el vidrio esa será la señal. Llamen a Assan el vidriero para que reemplace el vidrio; él les dará noticias mías". Y va a ver al niño. El terceto que entonces se escucha es el primer momento de muy bella calidad en la ópera. Los 3 cantan lo mismo. "Ahora, labios, decid adiós. Debe pronunciarse la palabra pero el corazón no debe tenerlo en cuenta. De modo que mis labios dicen adiós. Que las lágrimas amorosas no suavicen las luces que determinan nuestro camino. La rosa contiene el verano en su sueño invernal. Que la esperanza sea el puerto al que no llegan las palabras. La partida convierte al tiempo en lágrimas y corazones en relojes. Debes dormir sabiendo que tu sueño es sólo eso". Los artistas cantaron muy bien y la orquesta acompañó con el clima adecuado. Un atrayente interludio nos lleva a…
SEGUNDA ESCENA. "Más tarde el mismo día. La escena representa la sala de espera del Consulado; habitación poco iluminada, con bancos. La mesa de la Secretaria está al lado de una escalera que va a la oficina del Cónsul". Hábilmente realizado, ambos ambientes (la casa de Sorel y la sala del Cónsul) están pegados y en la oscuridad se pasa de uno al otro. Nunca se lo ve al Cónsul ni se sabe en qué país está. Creo evidente que se trata de un país de la Cortina de Hierro rusa y el Cónsul probablemente es de un país europeo como Suiza; ningún dato permite saberlo. La Secretaria (S, Adriana Mastrángelo en un impecable trabajo) está activa en una máquina de escribir. Mr. Kofner (Alejandro Spies, bajo en esta ocasión, también es barítono) se acerca a S cuando ésta grita "Next" (el próximo o la próxima). Es un hombre alto, un caballero de considerable edad. S: "Creo que ya lo he visto". Kofner (K): "Sí, ayer y anteayer y cada día desde hace muy largo tiempo". S: "No es nuestra culpa si nunca trae todos los documentos". Ella pregunta y él dice "sí": "¿Trajo su certificado de nacimiento? ¿y su certificado de salud? ¿y su vacunación? ¿y su declaración jurada? ¿y su estadística de banco? ¿y su pasaporte? ¿y 3 fotografías?" "Pero no tienen el tamaño adecuado, deben ser de 3 por 3; y deben estar certificados por un notario". "Hay un notario aquí cerca; él puede hacerlo de inmediato; puede traer las fotos" K: "Sí, mañana y pasado y pasado". Muy eficaz el trabajo de Spies en canto y actuación. Se presenta ahora la Mujer extranjera ("Foreign Woman", Marisú Pavón), que se expresa en italiano y Kofner la ayuda (esto funcionaba mal cuando se daba "El Cónsul" en italiano). "Me preocupa mi única hija; se escapó de casa con uno de vuestros soldados " (es extraño, "vuestros" implica que no es soldado del régimen sino del país de la embajada). "Pasaron 3 años sin encontrarla hasta que recibí una carta suya. Dice: ´mamá, me enfermé y creo que moriré´. ´Mi marido me abandonó y me dejó con un bebe de 3 meses en este país extranjero. Mamá, ¡ven! Tengo mucha necesidad de tu ayuda´. S: "Debe llenar esta demanda. Si es aceptada debe pedir una visa; puede tardar varios meses". Mujer extranjera: "Pero está muy enferma, debo verla de inmediato". S: "No puedo hacer nada", la Mujer Extranjera sigue llenando el papel hasta el final del acto. Pavón interpreta al personaje de modo muy verosímil. Entran el Mago y Vera Boronel. La S habla brevemente por teléfono con un amigo que la llamó; está muy contenta. M: "¿Puedo hablar con el Cónsul?" La S: "Nadie puede hablar con el Cónsul; está ocupado". M: "Comuníquele mi nombre". La S: "Su nombre es un número". M: "Pero soy Magda Sorel, la mujer de Sorel, que ama la libertad". "Cuéntele mi historia". La S: "¿Cuál es su historia?" M: "Mi vida está en peligro. Dominan como halcones la Policía Secreta y los espías. Nuestra casa se convirtió en una trampa para mi marido." La S: "No veo cómo podemos ayudarla. Usted no una ciudadana nuestra". M: "Sólo el Cónsul puede ayudarme. Mi marido está secretamente en vuestro país". La S: "Entró ilegalmente a nuestro país". M: "Se escapó de la Policía". La S: "Es un caso criminal". M: "No entiende, J es un héroe". La S: "Un caso irregular". M: "¿Podrá usted contarle mi problema? Ayudarme a escapar con mi niño. Ustedes son nuestros amigos, estamos oprimidos". La S: "Estamos en paz con su país. Sus leyes son nuestras leyes". "Le doy estos papeles. Su necesidad es un pedido, sus esperanzas figurarán. Vuelva la próxima semana". Y aquí empieza una serie de explicaciones muy trabajosas de M y la S siempre contesta "¿Qué hay para explicar?" M vuelve a su asiento con los papeles. Siendo 1950 y teniendo en cuenta la Cortina de Hierro, quizás el país de salvación sea Suiza. Siguiendo con la obra, hay un dialogo entre el Mago y Vera Boronel y luego se escucha un Quinteto de todos los que esperan allí en canto simultáneo de 7 cuartetas en inglés, lo que hace absurdo que cante con ellos la italiana. Algunas frases: "En habitaciones de espera interminable la luz se disminuye y muere el corazón. La contestación llega tarde o la muerte, pronto". El Quinteto es musicalmente atrayente, y a su final la Mujer extranjera se va, los otros se quedan, y se cierra el Primer Acto.
ACTO II, PRIMERA ESCENA. En la casa de los Sorel un mes después. Se vuelve a escuchar la canción del principio del Primer Acto, "Tu reviendras", y se aclara que proviene del Café de enfrente. La Md pregunta: "¿Hay noticias?" M: "No. Esa música me vuelve loca. Todos los días voy al Consulado; el Cónsul no quiere verme; he llenado papeles y papeles para nada. Ni una palabra de J desde que se fue. Mira al niño, pobre monito; sólo sus ojos están vivos, ya ni siquiera llora. Hubiera sido mejor que no nazca". La Md en una larga reacción: "Nunca ví a un niño tan pequeño y triste". Le hace jueguitos y palabras tontas pero el niño no reacciona y duerme. Ella canta inútilmente una canción de cuna en 4 estrofas muy elaboradas y sensibles (cantadas por Correa Dupuy con su bien conocido refinado gusto) pero la canta para sí misma, el niño duerme sin oírla. A su vez Magda duerme pero con una pesadilla: entra J lastimado, la S lo sigue con maldad opresiva. Lo que sueña M se escucha: un diálogo amargo de ella con J: éste dice que la S es su hermana y hay que darle las llaves de la casa. "Ella comerá con nosotros y excavará nuestro sepulcro". M: "El pan está blanco como la piel de los muertos". Se va la S, que no cantó. M: "Tu hermana es la muerte, ella desea el niño para el sepulcro". Desaparece J y aparece el APS que le toma la mano, M se horroriza; desaparece el APS y M se despierta sentada ante la mesa. Viene la Md, M le cuenta lo que soñó, la Md le dice: "Los sueños nunca son verdaderos". M: "Algo le pasó a J, nunca lo volveré a ver". Una roca quiebra el vidrio; la tiraron desde la calle. M: "¡La señal!" M llama un número por teléfono. "¿Hablo con Assan, el vidriero? ¿Puede venir a arreglar un vidrio roto?" Contesta Assan positivamente. Pero de inmediato llaman a la puerta y entra el APS, muy afable: "Me gusta usted tanto que la miro con gran cuidado. Sabemos que frecuenta cierto consulado y pide una visa". M: "¿Qué quiere, dinero?" APS: "El dinero que pueda darme no paga algo llamado silencio. Su marido tiene muchos amigos y quisiéramos conocerlos. Y en ese caso usted podrá volver a ver a su marido". M lo ataca violentamente, el APS se asusta y contesta: "Lo lamentará". M: "¡Asesino! Si vuelve aquí ¡lo mataré!" Llega Assan, el APS se va. Mientras M dialoga con Assan, la Md comprueba que el niño ha muerto pero no lo dice. M: "¿Cómo está J?" Assan (A): "Sigue escondido en las montañas". "Sólo saldrá si se entera que usted puede ir a la montaña". M: "Dígale que no vuelva, que la c asa está vigilada. Dígale que cruce la frontera tan rápido como pueda". "Dígale que pronto estaremos con él". A: "¿Es verdad?" M: "No debe saber la verdad". M va a la alcoba para buscar algo que quiere entregar a A; en ese lapso la Md se acerca a A y le dice que el niño murió y que J no lo debe saber. Vuelve M, le da a A un paquete para J y A se va (buen trabajo de Sebastián Sorrarain). M sospecha que el niño ha muerto, le habla a la Md, ésta llora. Md: "Lloro por nosotras y por J, por mi hijo, a quien no veré nunca más. Los viejos vivimos para cosas simples pero es como si estuvieran muertos. Tienen aliento prestado; Dios los recibe suavemente" Notable intensidad la de Correa Dupuy en esta despedida del mundo, si bien no es seguro que vaya a morir pronto. M pone una vela en la cuna y llora. Ya en la oscuridad cae el telón. Un expresivo Interludio nos lleva a…
ACTO II, ESCENA II. Unos días más tarde en el Consulado. Además de los otros ya conocidos, aparece Anna Gómez (AG, Marina Silva), exhausta y frenética. La S le dice: Tuvo "3 años en campo de concentración. Marido prisionero no se sabe dónde. Sin documentos. No veo qué podemos hacer por usted". AG: "·¡Pero algo debe hacerse! Dejo el país al final de este mes. Mi permiso ha expirado. Fui a todos los consulados y ninguno me dio una solución. La S: "Quizá le convenga volver a su país". AG: "¿Se da cuenta de lo que significa para mí?" (quizá la España de Franco). La S: "Bueno, veré lo que puedo hacer; llene este papel y vuelva mañana". Silva dio carácter a su trágico personaje. M le pide al Mago que le permita comunicarse con la S, pero el Mago dice que ya está en la séptima vez que viene y no puede darle el lugar, aunque se apiada y entonces M habla con la S y ésta se niega, no puede cambiar el sistema. Entonces le toca al Mago, curiosamente llamado Nika Magadoff, asombrosamente parecido al gran pianista Nikita Magaloff. Pablo Urban, tenor, lo interpreta adecuadamente. Por mi parte creo que este personaje cómico está fuera del sentido de esta ópera y es un error de Menotti. La escena es extensa y repetitiva, basada en trucos de mago. Se presenta como "ilusionista, telepático, prestidigitador, hipnotizador, ventrílocuo, electro-levitación; o sea, un gran mago". Hace un juego transformando el diario de Kofner en agua. Dice a la S que mostró su talento ante el Duque de Alba y la Reina de Bélgica; la S le pide documentos, él dice: "El arte es el único pasaporte de un artista". Le saca un reloj a Kofler, lo "destruye" y aparece en el seno de la Mujer extranjera, que se enoja. Luego los hipnotiza a todos y los hace bailar. Pero la S no cede: "si no me presenta documentos haré que lo echen". Al Mago se le caen cosas al piso, y la S toma una vara que explota enviando un cohete por el aire. Y entretanto todos siguen bailando. La S no tolera más danza, el Mago los despierta, pero no encuentra sus documentos y sigue tirando cosas al suelo. La S vuelve con su "Next" y M les pide que la dejen pasar a ella. Ante el pedido de documentos, dice: "No puedo darle todos los documentos que me pide, no me los quieren dar. La Policía Secreta va todos los días a mi casa. Seguramente el Cónsul puede hacer una excepción". La S: "Hay miles de casos como el suyo". "Quisiéramos ayudarla pero necesitamos tiempo". M: "Si quiere ayudarme tiene que ser hoy". S: "Su caso es difícil y muy irregular". M: "¡Mentirosa!" La S: "Si ésta es su manera debo pedirle que se vaya". La escena siguiente es la más importante de la ópera y de gran lucimiento trágico para M: "Hemos llegado a que los hombres les sacan el mundo a los hombres. No hay casa ni sepultura para el que muere sobre tierra. El hombre será cazado sin esperanza de refugio. ¿Hay alguno detrás de estas puertas a quien se le pueda explicar el corazón? ¿Ha visto al Cónsul alguna vez? ¿Habla?" Boronel y Kofner: "¿No hay nadie en esa habitación? ¡S, hable!" La S: "¡Claro que pueden ver al Cónsul, pero es un hombre muy ocupado!" A M: "Llene este formulario y veré lo que puedo hacer. Firme aquí". Pero M le saca el papel y empieza lo esencial: "¡Papeles! Mi niño murió, la madre de J se está muriendo. Mi propia vida está en peligro. Le pido ayuda y sólo me da papeles. ¿Cuál es su nombre? Magda Sorel. ¿Edad? 33. ¿Color de ojos, color del pelo? ¿Soltera o casada? ¿Religión y raza? ¿Lugar de nacimiento, nombre del padre, de la madre? ¡Papeles!" (Rompe el suyo y agarra una cantidad que está en el escritorio y los tira por el aire). "Vea mis ojos, tienen miedo de dormir. Mire mis manos, son las de una mujer vieja". Tras una larga pausa: "¿Las secretarias no son seres humanos como nosotros? ¿Qué harán sus papeles ante una bala? Tengo miedo y necesito su ayuda. Mi nombre es mujer. Edad: Todavía joven. Color del pelo: gris. Color de los ojos: el de las lágrimas. Ocupación: ¡Esperar, esperar! ¡Vendrá el día cuando nuestros corazones inflamados quemarán vuestras cadenas de papel! Advierta al cónsul: ese día ni tinta ni sello podrá encarcelar nuestras almas. ¡Ese día vendrá!" La ovación fue tremenda en intensidad y duró varios minutos, con total justicia a una gran interpretación y la voz wagneriana (no olvido su asombrosa Isolda de Montevideo). La S, por primera vez conmovida, le dice a M: "Es posible que el Cónsul pueda verla un minuto. Voy a verlo, espere aquí" (y entra a la oficina del Cónsul). Breve reacción de Boronel, Kofner y Gómez: "¿Esperamos en vano? ¡S, hable!" Vuelve la S y dice: "Una visita muy importante está con el Cónsul. Usted podrá verlo cuando el visitante se haya ido." De inmediato aparece el APS mientras dice la S: "Sra. Sorel, puede pasar". Pero M lo ve aterrada y se desmaya. Terminó el Acto II.
ACTO III, ESCENA I. En el Consulado varios días más tarde. Sólo está M; le dice la S: "El Cónsul está en una recepción en la Embajada de Turquía". Entra Boronel; la S le expresa que tiene buenas noticias, sus papeles están casi listos; Rocío Arbizu (buena tarea) firma lo que la S le indica. Las dos juntas expresan: "Todos los documentos deben estar firmados. Cada cuestionario debe contestarse, uno debe tener sus papeles". Inesperadamente entra Assan que pregunta por M; le dice que J quiere volver, sabe que murió el bebe. M: "¡No debe venir, lo agarrarán!" Assan: "Sabe que murió su madre" (no estaba confirmado en el Acto anterior), "quiere venir" (único objeto verla a M). "Si lo arrestan todos estamos perdidos. Usted debe encontrar alguna manera de evitar que él vuelva". M le da una carta a Assan para entregársela a J y asegura que evitará que venga J (no aclara su contenido). "Todos estarán salvados". M olvidó su maleta, la ve Boronel; tratan de encontrar a M, pero ya se fue. Queda sola la S, monologando sobre su pesada actividad: "Mejor no recordar, mejor olvidar, ¿cómo sino tolerar esta tarea?" Y entonces entra J buscando a M; la S le dice que poco antes se fue. Él le dice que debe quedarse en este edificio porque afuera la policía lo espera; en la embajada está seguro. Pero los policías ya están en el hall cercano y le sacan el revolver. Lo golpean y entran donde está la S, que afirma: "Aquí no lo pueden arrestar, está en contra de todas las reglas internacionales". El APS dice: "No es un arresto, él está con nosotros por su libre intención". J: "Déjenme llamar a mi mujer". APS: "Lo hará desde el cuartel general". La S: "Mañana hablaré con el Cónsul. Y ahora llamaré por teléfono a su mujer". Telón. Amargo Interludio.
ACTO III, ESCENA II. Casa de M. El teléfono llama, pero al atenderlo está quebrada la comunicación. M: "Perdóname, J, nunca pensé hacer esto". Pone la cabeza cerca del mechero del gas y la cubre con un chal negro. Se va muriendo, y aquí Menotii inventa un final desagradable que no me resulta adecuado. La S va llamando "El (o la) próximo/próxima) y con aspecto espectral van apareciendo Vera Boronel, Anna Gomez, Mujer Extranjera, y el Sr. Kofner, seguidos por J y la Md vestida de blanco como para casarse con su hijo. Cantan: "Las fronteras de la Muerte están abiertas, ¡todos a bordo! No hay que cruzar ningún obstáculo ni cadenas, ninguna bandera ni avión. Horizontes, no hay guardia para besar y matar". M: "J, te escucho". Una voz le hace preguntas. M: "Oh Madre, por qué estás aquí?" Aparece el Mago: "La danza comenzó", y bailan como si fuera un vals macabro. La Madre a M: "¿Por qué no vienes a bailar?" M: "Madre, te creía muerta. Te veo tan joven. Me siento vieja y triste". La Madre: "Me casaré con tu J, él me lo prometió". M: "¿Por qué sus palabras pesan como piedras en mi corazón? Es sólo un sueño". J: "¿Dónde está nuestro niño?" M: "Ha muerto". J: "¿Por qué dejaste que se muera?" M: "Murió de hambre y frío". Madre y J: "Pesadas son las flores que pronto usarás". M: "Nadie me llamará". Madre y J: "Llegó el tiempo de decirnos adiós". M: "J, no te vayas sin mí, espérame". El Mago: "Te sientes cansada con ganas de dormir". El teléfono suena, M no lo alcanza". Se cierra el telón.
Tarea eficaz del régisseur y los responsables de la escenografía y vestuario y de la luz. Y muy firme la dirección de orquesta. En suma, una exitosa versión de una obra muy dura y de valor, más allá de algunos errores de criterio.
Pablo Bardin