sábado, noviembre 26, 2022

JUSID DIRIGE MÚSICA ARGENTINA EN LA FILARMÓNICA


               Conocí a Federico Jusid cuando se presentó joven en una competencia liderada por Martha Argerich y tocó, creo, una obra de Prokofiev. Luego vi su nombre en la música de algunas películas argentinas. Ahora el Teatro Colón le comisionó una obra con la cual se cerró el concierto Nº 17 (penúltimo) de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires: "Bidaia-Viajes para acordeón y orquesta sinfónica", estreno mundial.  Todo el concierto fue bastante extenso (terminó a las 22,15) y fue dedicado a la música argentina.

               Se inició con "Helles Bild", de Alex Nante, primera audición en Sudamérica. Obtuvo el segundo premio en la Competencia de Composición de Basilea. El nombre proviene de la obra homónima de Vasili Kandinsky, "Pintura clara". Con mi mujer pasamos dos horas analizando en detalle la magnífica colección de este gran pintor en el Lenbachhaus de Munich; Kandinsky era el conductor de la gran colección Der Blaue Reiter. Pero también estuvimos en Basilea, donde recorrimos el gran Museo de Bellas Artes, que va de Holbein a los impresionistas y expresionistas, y allí hay algunos cuadros de Kandinsky. Por supuesto, convertir en música al efecto que le produce al compositor mirar cuadros no es cosa fácil, pero hubo en Argentina un creador que supo hacerlo en varias series: Roberto García Morillo. Lamento decir que el cuarto de hora de Nante no me convenció; él ya había realizado obras sobre Kandinsky y Klee, y en este caso su relación con la obra visual (dice Nante) es "más espontánea o intuitiva". Así lo siente él; a mí me resultó repetitiva.

               Hace ya mucho tiempo (alrededor de 40 años) conocí el Concierto para arpa, op. 26, de Alberto Ginastera. Habituado como estaba (y estoy) a que el arpa es un instrumento sereno y bello, no me pareció que el lenguaje violento del compositor en la parte inicial (Allegro giusto) y en la final (Liberamente capriccioso-Vivace) fueran lo justo para este instrumento. Escrito en 1956, a 40 años, su estilo sigue siendo muy rítmico y similar al malambo; nada que ver con un arpa. Sin embargo, hay al menos 6 grabaciones, dos de ellas en Londres; no conozco a los arpistas pero sí a 3 directores (Bátiz, Leaper y Hickox); la lista viene del año 2000. Curiosamente en 1946 había creado una Sonatina para arpa. Fue Jusid quien realizó la versión para acordeón muy bien ejecutada por Iñaki Alberdi; quizás el cambio sea positivo ya que no está tan tapado como el arpa. El movimiento del medio, Molto moderato, es demasiado extenso y tranquilo, pasa poco; pero al menos no hay ataques orquestales. Al parecer la Filarmónica tocó bien el arreglo (los gestos de Jusid son muy claros).

               La Parte II nos trajo 2 obras de Jusid; nació en 1957 y ha vivido tanto en Argentina como en Europa en una multitud de trabajos, incluso para TV.  La "Kinetic Overture" responde a su título: es en efecto bastante ruidosa aunque técnicamente bien resuelta. En cuanto a "Bidaia", está dedicada a Alberdi, que es vasco; es una palabra euskera para referirse al viaje. No domino ese lenguaje y me resultan extrañas las palabras, pero así dice Jusid: La obra "está estructurada en 5 movimientos principales: Inauteriak (carnaval), Ontziz (navegando), Exmistak (chispas), llunak (sombras) y Makinak (máquinas). Estos movimientos están precedidos e intercalados por pasajes de acordeón solo, ad libitum. En la coda la orquesta bebe del material expuesto por el solista, que improvisa en contrapunto con estas variaciones". Si bien la obra tiene momentos de interés, es demasiado larga (unos 40 minutos), aunque Jusid sabe orquestar y Alberdi tiene talento. Creo innecesario que la obra empiece con 5 minutos hablados por la recitante Luisina Brando.

Pablo Bardin

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