De las 7 obras operísticas del año 2 son de Puccini y justamente célebres, pero fue mala idea repetir a un autor famoso en un año sin Wagner ni Rusia. "La Bohème" no resultó necesaria y además estuvo sólo correctamente cantada. De las 10 funciones de "Tosca" en 3 cantó la gran pareja de Anna Netrebko y Yusif Eyvazov. Fabián Veloz fue un buen Scarpia. Y dirigió Michelangelo Mazza, elegido por Netrebko y Eyvazov. El director "tiene previsto actuar" con ellos en "la Konzerthaus de Viena, la Ópera de Frankfurt, el Teatro Real de Madrid, Lucerna, Stuttgart y el Festival de Liubliana"; parecen ser conciertos más que óperas pero con orquesta.
Ya desde el Gran Abono los principales en 4 funciones son María Pía Piscitelli, Marcelo Puente y Zeljko Lucic (un gran Scarpia); y la directora es Keri-Lynn Wilson. En las últimas 3 también dirige Wilson y cantan Virginia Tola, Enrique Folger y Leonardo López Linares. En todas la escenografía es de Roberto Oswald; Aníbal Lápiz es director de escena y vestuarista; iluminación, Rubén Conde. Además de la Orquesta Estable, estuvieron el Coro Estable del Colón (director, Miguel Martínez) y el Coro de niños del Colón (César Bustamante, director).
Naturalmente "Tosca" se presentó con gran frecuencia en Buenos Aires, incluso antes de la reapertura del Colón en 1908. Por mi parte, pude verla con Tebaldi en agosto 1953, con nada menos que Bergonzi y Taddei; al cumplirse el centenario del nacimiento de la gran soprano en el programa aparece una foto de ella con su espléndido aspecto en el Colón; bienvenida. Desde 1908 hasta 1950 voy a citar algunos grandes nombres. Tosca: Claudia Muzio (1919, 1921, 1923, 1925, 1926, 1927, 1928 y 1933); Gina Cigna (1932); Maria Caniglia (1937, 1947). Cavaradossi: Caruso (1917); Gigli (1919, 1925, 1933, 1947); Martinelli (1921); Fleta (1922, 1923, 1924, 1927); Lauri Volpi (1922, 1926, 1928, 1932, 1937, 1939), Thill (1931); Tagliavini (1946, 1947); Del Monaco (1950). Scarpia: Ruffo (1908, 1926, 1931); Amato (1912); Crabbé (1917, 1929); Galeffi (1921, 1923, 1927, 1937); Stracciari (1928); Granforte (1929); Journet (1929). Directores de orquesta: Toscanini (1912); Marinuzzi (1915, 1917); Santini (1922, 1924, 1926); Panizza (1927, 1936, 1939, 1947); Calusio (1931, 1933, 1946); Serafin (1937); Votto (1950). Presenciados por mí después de 1953 (cito los interesantes)). 1954: Rigal con Taddei. 1962: Crespin con Raimondi y Taddei, dir. Cillario. Febrero 1964, Covent Garden: Callas, Cioni, Gobbi; dir Cillario. Julio 1965: Crespin, Tucker, MacNeil, dir Bartoletti. Julio 1975: Dimitrova, Francesconi, Mittelmann; dir Veltri. 1982: Marton, Domingo, Mastromei; dir, Perusso. En plena guerra de las Malvinas. Agosto 1992: Evstatieva, Milnes (Scarpia); dir Rudel. A partir de entonces, puesta de Oswald. Julio 1993: Kalinina/Eaglen; Aragall/Armiliato; Pons/Milnes; dir Veltri. Octubre 1998: Gorchakova, Lima, Vedeneiev; dir Gómez Martínez. 2003, reparto mediocre. Más allá no tengo datos.
Recuerdo 3 anécdotas que presencié. La primera: la única vez que Giuseppe di Stefano cantó en el Colón fue en un domingo de julio 1965, cuando se peleó con la Crespin y tras empezar pasablemente en el Primer Acto decayó fuertemente en los otros dos actos; atacó al teatro y sólo volvió décadas más tarde, cuando ya no cantaba, meramente para volver a mirar al Colón. La segunda: en 1978 ocurrió que el primero de 3 Cavaradossis, Giorgio Merighi, en la escena del fusilamiento recibió en el rostro un bombazo y en vez de "morir" salió rápidamente de la escena. La tercera: hubo apoyo a la puesta de Oswald para los dos primeros actos pero no en el tercero (que no lo cambiaron hasta el presente) porque la estructura que él hizo impedía saltar desde el tope como siempre se había hecho (caían a pocos metros en un suave colchón, aunque una vez el colchón la rebotó a Caniglia, el público lo vio y el final trágico se convirtió en una carcajada). Entonces Oswald pretendió rodearla de unos colores simbólicos del cielo; esos últimos segundos contrariaron al público y muchos atacaron a Oswald cuando salió a saludar. La siguiente vez eliminó "el cielo" y ella se tiró por una escalera descendente seguramente muy corta; un minuto después de la última nota ella salía a saludar…Esta vez se oscureció tanto el ambiente que no se sabe dónde cayó Tosca. Y de paso, el fusilamiento fue muy mediocre en la función de Gran Abono; resultó mejor con la "muerte" de Eyvazov. ¿Por qué hay una docena de gente que fusila? Bastaría con sólo 3. Y además la orientación va derecho hacia el centro del público y también podría atacar a algunos músicos.
Voy a referirme a la segunda de las 3 funciones de Netrebko y Eyvazov. Es seguramente la pareja de mayor rendimiento que yo haya visto. No sólo sus voces son óptimas, la seguridad con la que cantan es absoluta y si impresionan especialmente en los agudos es en parte porque los mantienen más allá de la partitura, para demostrar la belleza de las notas y el aguante sorprendente. Pero lo que más importa es que cantan en perfecto italiano y tienen un control extraordinario no sólo de la música sino de los gestos y la total comprensión de lo que debe suceder de acuerdo al libreto. Es cierto que el extraordinario Segundo Acto es trepidante en toda su acción salvo el "Vissi d´arte", donde Scarpia no tiene más remedio que mirar por la ventana mientras ella canta "viví del arte y del amor". Sí, lo cantó admirablemente. Y el público le hizo la mayor ovación que yo recuerde en mis tantos años de ir a ver ópera. Ella dejó que pasen los minutos hasta que se dio vuelta y la gente amainó. Fue un momento muy particular.
Un asunto interesante y que se puede comprobar visitando a Roma: cada acto sucede en un lugar cercano al que sigue: la Iglesia de Sant´Andrea della Valle; el Palacio Farnese, que en esa época estaba ocupado por el Barón Scarpia y de un lugar que existe pero no se ve: donde son torturados aquellos que están en contra de la Iglesia. No hay que olvidar que sólo cuando aparezca Garibaldi cambiarán las cosas. Y para terminar, la terraza de ese Castel Sant´Angelo que se ve desde el Vaticano. Tampoco hay que olvidar que el Norte de Italia está entonces en manos austríacas y que Napoleón (muy joven entonces) quiere atacarlos y que el Vaticano le teme. Por eso en la iglesia les llega una falsa noticia en la cual se dice que Napoleón fue vencido: y así el Sacristán (figura cómica) llama a los niños del coro y les cuenta la buena nueva; de allí el canto alegre y el baile hasta que aparece Scarpia: "Un tal baccano in Chiesa! Bel rispetto!"
Pero él está en la iglesia porque tiene el dato que se ve desde el primer minuto en la iglesia: Angelotti, ex cónsul de Roma, huye de prisión y se refugia en la capilla familiar. Su hermana es la marquesa Attavanti. Mario Cavaradossi es un pintor; está haciendo un cuadro con la imagen de María Magdalena; canta la expresiva aria "Recondita armonia". Como vio una imagen de la bella marquesa, le da ese aspecto a la pintura. Cavaradossi respeta a Angelotti y quiere ayudarlo; le ofrece refugiarse en su casa rodeada de jardines; y le da su comida. Pero llega Tosca llamando "Mario!"; cree que su amante la engaña; en un extenso dúo se van abrazando, hasta que ella reconoce a la Attavanti en el cuadro y se enoja; él logra calmarla y ella se va. Él se escapa con Angelotti y le dice que puede refugiarse en un foso del jardín. Volvemos a Scarpia y el Sacristán le cuenta que la comida no está y que Cavaradossi se llevó la llave de la capilla de la Marquesa; ella nunca aparece pero dejó un abanico. Vuelve Tosca, preocupada; Scarpia la convence que Mario la engaña; ella decide ir a la casa del pintor. Sin que Tosca lo sepa, Scarpia manda al agente Spoletta que vaya a ver qué pasa en esa casa. Empieza a entrar gente para el Te Deum mientras Scarpia va pensando que por un lado debe atrapar al pintor y por otro que Tosca es muy atrayente. En los minutos finales se canta un poderoso Te Deum con mucha gente y Scarpia se arrodilla. En esta versión el Sacristán es Gustavo Gibert, artista de vasta carrera, que le da gracia al personaje aunque vocalmente está disminuido. Angelotti fue correctamente interpretado por Emiliano Bulacios. Y Scarpia en este primer contacto permite que Fabián Veloz, barítono de fuerte carrera, dé considerable carácter a este Scarpia, con algunos momentos exagerados sin embargo. El Te Deum es breve pero estuvo bien cantado, fortissimo.
Segundo Acto. Scarpia, solo, recuerda la belleza de Tosca. Llega Spoletta, que admite no haber encontrado a Angelotti, enfureciendo a Scarpia; pero trajo a Cavaradossi porque cree que miente de manera ostentosa. Entra el pintor, niega todo. Entretanto, se escucha un canto religioso con coro y Tosca (es la segunda y última actividad del coro). Al terminar, Scarpia manda que ella venga; Tosca le dice que lo del abanico era falso y que ella pasó un buen rato en esa casa. Ve a Mario, éste le dice en voz baja "Calla todo lo que viste allá". Scarpia: "Mario Cavaradossi, el Juez lo espera para que usted dé testimonio". A Roberti, torturador (no se lo ve). "Primeramente las formas habituales". Diálogo inútil de Scarpia con Tosca respecto al abanico; ella dice: "Fueron celos tontos". Scarpia: "Decir la verdad podría evitarle una hora muy penosa". Ella: "¿Qué hacéis en esa habitación?" Scarpia: "Se debe cumplir con la ley. Su amante tiene ligados manos y pies; un cerco ganchudo le aprieta las sienes; con cada negación rebosa sangre". Se escucha un gemido prolongado. "Usted puede salvarlo". "Sciarrone, suéltenlo". Ella dialoga con Mario sin verlo; él le dice: "¡Calla, desprecio el dolor!". Tosca a Scarpia: "No sé nada". "¡Monstruo, lo atormenta!" Él: "Vuestro silencio lo hace". A Spoletta: "¡Abra la puerta, así se escuchan sus lamentos!" Pero Mario les dice: "¡Los desafío!" Ella sigue negando, Scarpia le pregunta: "¿Dónde está Angelotti?" Ella no contesta, logra ver a Mario, se estremece con el sangrado de su amante, que le dice: "¡No sabes nada!" Scarpia: "¡Háganlo callar!" Tosca llora: "¡Me tortura el alma!" Mientras Spoletta dice "Nil inultum remanebit", se escucha un "¡Ahimé!" de Mario, y ella cede: "En el pozo del jardín". Scarpia: "Basta, Roberti". Sciarrone: "¡Se desvaneció". Scarpia: "Tráiganlo". Mario reacciona, se comunica con ella; pero Scarpia grita: "¡Spoletta, ve al pozo del jardín!" Mario: "¡Me engañaste, maldita!" Entra Sciarrone y le dice a Scarpia: "¡En Marengo ganó Bonaparte! ¡Melas se fugó!" Cavaradossi canta "¡Victoria!", gran lucimiento de Eyvazov. En toda la escena anterior fueron muy expresivos ella y Scarpia. Cavaradossi: "¡Vuelve la libertad, tiranos flagelados! Me alegro en mi dolor. ¡Tiembla tu corazón, lívido carnicero!" Scarpia: "¡Moribundo, te espera el verdugo!" (erróneo, lo matarán fusilándolo). Quedan solos ella y Scarpia. Ella pregunta cuánto dinero quiere para salvarlo a Mario. Dice Scarpia: "Me dicen venal, pero quiero otra merced de una mujer bella. Tu llanto fue lava para mis sentidos y el odio de tus ojos sólo añadió fuego a mi sangre. ¡Te juré mía!" Ella quiere irse. "Te libero pero es una esperanza falaz. ¡la Reina daría gracia a un cadáver!" Tosca: "¡No me toques, demonio!" Scarpia: "¡Espasmos de ira y espasmos de amor! ¿Oyes al tambor? Es la última marcha de los condenados, allí se levanta un patíbulo" (nuevo error). "Mario sólo tiene una hora de vida". Es entonces que ella canta "Vissi d´arte", quejándose que ella siempre dedicó su fe a Dios; ¿por qué no la está ayudando ahora? Ya mencioné el enorme aplauso del público. Scarpia: "Me pides una vida, ¡sólo te pido un instante!" Entra Spoletta: "Angelotti se suicidó cuando nos vio". Scarpia: "Cuélguenlo de la horca". Ella con respecto a su amante: "Demando que se lo libere de inmediato". Scarpia: "No puedo hacer gracia abierta. Todos deben creer que murió." Se dirige a Spoletta: "El prisionero será fusilado como hicimos con el Conde Palmieri, una ejecución simulada". Tosca: "Quiero verlo". Él, a Spoletta: "En la hora cuarta la dejará pasar". Ella: "Quiero un salvoconducto para irnos juntos de aquí". Él pregunta: "¿Civitavecchia?". Ella: "Sí". Pero mientras Scarpia escribe ha pasado algo que cambia todo: al querer tomar un vaso de vino se encontró con un cuchillo mientras él escribia. Scarpia termina el escrito y camina hacia ella: "¡Tosca, finalmente mía!" Pero ella le clava el cuchillo. Él: "¡Maldita!" Ella: "¡Éste es el beso de Tosca!" Él: "Ayuda, me muero. ¡Socorro!" Ella: "¿Te sofoca la sangre? ¡Muere, maldito!" Muere. "Ahora lo perdono". Ella dice una célebre frase hablada: "¡Ante él temblaba toda Roma!" Muy bien expresada, por cierto. Ella encuentra en manos de Scarpia el permiso pedido y decide ponerle una vela de cada lado. Y un crucifijo sobre el cuerpo. Cuidadosamente sale y se va. Veloz en este acto cumple bien con su personaje, sobre todo con los pasajes melifluos y falsos y por otro lado siendo malvado. Y Darío Schmunck, a quien vi en tantos personajes de tenor agudo, da fuerte carácter a Spoletta. Carlos Esquivel fue correcto como Sciarrone.
Tercer Acto: La plataforma de Castel Sant´Angelo. Casamata. Lámpara. Amplio libro de registros con materiales para escribir. Un banco y una silla. Hay una pequeña escalera por la que se accede a la plataforma. Se debería ver a distancia al Vaticano y la Basílica de San Pedro. Es de noche pero gradualmente va apareciendo luz. Se escuchan campanas de iglesia para maitines. Voz de un pastor que guía su rebaño. Creo que esta canción está de más, la zona no es para pastores; por supuesto, se lo escucha desde lejos; linda voz la de Guadalupe Fustinoni. Aparece un Carcelero (Leonardo Fontana, bajo), que ha subido por la escalera. Desde otra escalera (agregada por Oswald, se hunde en el centro de la muralla) aparece un piquete de guardias liderado por un Sargento; traen a Cavaradossi; el Sargento entrega al Carcelero una hoja; éste abre el libro y llama: "Mario Cavaradossi: le queda una hora. Un sacerdote le espera". Cavaradossi: "No; pero le pido un favor". Carcelero: "Si puedo…". Cavaradossi: "Dejo en el mundo una querida persona. Permitid que le escriba unas pocas líneas. Este anillo es lo único que me queda. Se lo daré si me promete que entregará el papel a ella". Carcelero: "Escriba". Cavaradossi escribe unos segundos, pero pronto canta su famosísimo "Y lucían las estrellas" ("E lucevan le stelle"). Menciona recuerdos de su amor por Tosca pero luego se desespera: "Moriré y nunca he amado tanto la vida". Admirable el canto de Eyvazov, de rotunda firmeza. A Tosca le han permitido pasar y le entrega a Mario el salvoconducto para Floria Tosca y al caballero que la acompaña. "¡Estás libre!" Cavaradossi ve la firma: "¿Scarpia que cede? ¡Ésta es su primera gracia". Ella: "¡Y la última!" Y le cuenta en detalle cómo mató a Scarpia. "Mis manos estuvieron sucias de sangre". Mario, conmovido, le canta: "¡Oh dulces manos, gentiles y puras! Estas manos fueron victoriosas dando muerte". Tosca: "Tengo mis joyas y nos espera una carroza. Pero antes serás fusilado, suplicio simulado. Tú caes, los soldados se van, y nosotros nos iremos a Civitavecchia". Ambos imaginan con entusiasmo cómo será esa nueva vida. Cantan en éxtasis, brillantemente (magníficos cantantes). Llega un grupo de soldados. Carcelero: "¡Llegó la hora!" Mario: "Estoy listo". Diálogo de los amantes sobre su caída, muy convencidos de que no morirá. Quieren los soldados ponerle una venda pero él no lo acepta. El pelotón ataca con fusiles y fuerte ruido; Mario cae. Ella: "¡Es un artista!" Se van los soldados, ella le dice que todavía no se mueva, pero segundos más tarde se da cuenta que él murió y se desespera. Gran ruido cuando Spoletta y Sciarrone llegan: "¡Allí está ella!" Spoletta a Tosca: "¡Pagarás bien cara su vida!" Tosca, atacando a Spoletta: "¡Con la mía!" "Oh Scarpia, ante Dios!" Y se tira, no por el parapeto sino por la escalera en esta versión. Poco visible porque en esos últimos segundos todo se oscurece. Probablemente no se tira. Segundos después los artistas salen a saludar y los principales son aplaudidos durante largo tiempo.
Pero hay algo para agregar: la dirección de orquesta. Ya mencioné que fue elegido por Netrebko y que hay detalles de los cantantes que el director acepta, pero también es cierto que se trata de un director de valiosa y amplia carrera. Michelangelo Mazza, ítalo-polaco, primer violín en el Teatro Regio de Parma, asistente de Neschling en Sao Paulo; grabó las óperas de Verdi en Parma. Fue director en el Bolshoi, en el enorme Waldbühne de Berlín, las Filarmónicas de Colonia y Hamburgo, en Lucerna, en teatros de Catania y Cagliari. Tuvo muy buen control en esta "Tosca".
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La función de Gran Abono fue realizada unos días antes de la que vengo de comentar. Hay dos aspectos de especial calidad: el gran Scarpia de Zelyko Lucic (nacido en Serbia), que yo había visto en mi computadora cuando cantó Scarpia en el Met; y la muy interesante directora de orquesta Keri-Lynn Wilson. Ya tiene más de 20 años de trabajo. Fundó la Ukrainian Freedom Orchestra. En esta temporada marcó su debut en el Met con "Lady Macbeth de Mtsensk" de Shostakovich. Una entrevista de Cecilia Scalisi en La Nación revela que está casada con Peter Gelb, director general del Met. Netrebko fue cancelada en el Met por su afinidad con Putin. Wilson, canadiense, es la primera mujer en dirigir en la Arena de Verona, la Ópera de Roma y el Teatro Nacional de Tokio. Creció en Winnipeg, la ciudad canadiense con más ucranianos. Dice ella: "Esta profesión es una combinación de liderazgo y autoridad tamizada con el estilo personal de cada uno". Con la orquesta "lo que quiero es la pasión recíproca"; no me cabe duda de que así fue con la Orquesta Estable del Colón. "Tosca fue mi primer amor en la ópera. La aprendí con Nello Santi y es la obra que más he dirigido". "Aquí me encontré con la mejor escenografía porque logra capturar el espíritu y la esencia de la gran ópera sin perder la intimidad de algunas escenas fundamentales". Algunas tareas de Wilson: dirigió "La Traviata" y "Carmen" en el Covent Garden; "Tosca" y "Madama Butterfly" en la Ópera de Viena; 6 óperas en el Bolshoi, que admira mucho; entre ellas "Iolanta", "Don Carlo" y "Manon Lescaut". También ha dirigido obras no operísticas en la Filarmónica de Los Angeles, la Sinfónica de la Radio de Baviera, la Philharmonia de Praga, el Mozarteum de Salzburgo y la Sinfónica de Montreal. En suma, es una artista notable.
En sólo 4 líneas el programa dice con respecto a Lucic, barítono dramático: cantó en el Met, la Scala, el Covent Garden, la Ópera de París, la Ópera de San Francisco y la Ópera de Viena. Sin duda una figura de primer orden. Sólo se menciona que cantó en el Met "Barnaba" de "La Gioconda". En suma, fue un privilegio tenerlo para "Tosca" en el Colón y tanto en sus gestos como en la fuerza de su canto y muy buen italiano nos dio un Scarpia para recordar.
María Pía Piscitelli trabajó mucho y bien en el Colón: "Simón Boccanegra", "Un ballo in maschera", Don Carlos", "La forza del destino", "Andrea Chénier y "Norma", además del Requiem de Verdi. La recuerdo con placer, pero ahora pasaron muchos años sin venir y creo que está en una etapa final de su carrera; por supuesto, musical y correcta, como siempre lo fue; no obstante, la voz perdió volumen y el drama tiene menos empuje de lo deseable en ciertos pasajes.
Marcelo Puente es argentino; en el Colón cantó "Un ballo in maschera". Habitualmente trabaja en Europa como tenor lírico spinto. "En la última temporada debutó con "Madama Butterfly" en la Ópera de Viena y con "Tosca" en la Ópera de Marsella. Este año hará "Andrea Chénier" en la Ópera Nacional de Grecia. Y bien, su tarea en el Colón me resultó de mediano interés, con buen canto pero sin garra.
Como era de esperar, Luis Gaeta interpretó el Sacristán con la gracia y la experiencia de su gran carrera. Mario De Salvo fue un eficaz Angelotti. Como Spoletta Iván Maier me resultó muy nasal. Cumplieron aceptablemente Cristian De Marco (Sciarrone), Claudio Rotella (Carcelero) y Florencia García Barrera (Pastor). No mencioné que en ambas versiones hubo nada menos que 38 figurantes.
En suma, "La Tosca" de Victorien Sardou tuvo gran éxito en su momento; ahora la recordamos por ser la base de una ópera cuyo interés no declina.
Pablo Bardin