Este año hemos tenido a Jan Latham-Koenig en el Colón y las dos orquestas: la Estable
y la Filarmónica de Buenos Aires. En el Nº 13 de los conciertos de la Filarmónica lo tuvimos.
Además volvió al Colón Sergei Babayan, que nos visitó con Martha Argerich en su anterior
visita e impresionó por su perfección técnica, tocando en 2022 con Martha brillantemente.
Babayan es armenio pero actualmente es ciudadano estadounidense y reside en New York.
Fue discípulo del famoso Mikhail Pletnev en el Conservatorio de Moscú. Se presentó con
Valery Gergiev, en el Barbican Centre con la Sinfónica de Londres, el Théâtre des Champs-
Élysées, en el Festival de Salzburgo y en el Festival Gergiev con la Filarmónica de Rotterdam.
Ha actuado con muchas orquestas valiosas; las mejores: la Gewandhaus de Leipzig, la
Filarmónica de Radio France, la Orquesta de Cleveland y la Orquesta del Festival de Verbier. Es
artista exclusivo de Deutsche Grammophon; su último disco es "Rachmaninov". Grabó con
Argerich sus propias transcripciones para 2 pianos de obras de Prokofiev.
Dicho todo esto, ocurrió algo muy negativo en este concierto: se eliminó una obra
esencial comentada en la página 11 del programa, "Modernidad y neotonalismo, por Martín
Baña": el Concierto Nº 2 de Prokofiev se estrenó el 23 de agosto de 1913, cuando también
escribió la fantástica Suite Escita. El Concierto, muy difícil, es "un gran desafío para su
ejecución; reproduce en el teclado la agitación continua tan característica de las máquinas. La
versión original se perdió durante la guerra civil; Prokofiev decidió reconstruir el Concierto en
París hacia 1923, donde la estrenó al año siguiente actuando él mismo como solista". Recuerdo
una charla con un pianista norteamericano que tocaba la obra pero la consideraba ser muy
ardua; él la tocó en el Colón; hace ya muchos años la escuché. Creo que Babayan es capaz de
hacer frente al Concierto Nº 2, pero fue eliminada y nadie lo explicó; no me parece admisible;
como también es muy difícil para la orquesta, ¿será ésta la que pidió un cambio? No lo sé; sólo
afirmo que fue una triste noticia no escucharla en el Colón. Y ocurrió algo especial: Babayan
eligió una obra favorita de Argerich: el Concierto Nº 1 en Do mayor, op.15, de Beethoven.
Como era de esperar, estuvo muy bien tocada (de paso, mucha gente aplaudió después del
primer movimiento) y apoyada correctamente por la orquesta. Babayan ofreció una pieza
extra; creo que fue el último movimiento de la Sonata Nº 6 de Beethoven, pieza intensa y muy
característica del autor. Pero un Prokofiev se salvó al principio del concierto: la Obertura sobre
temas hebreos, Op. 34, compuesta en 1919 y "estrenada al año siguiente en Nueva York".
Dura unos 8 minutos y está basada en dos temas; fue presentada en buen estilo en este
concierto.
Pasamos a la música francesa en la segunda parte. Erik Satie escribió lo que él llamó
"Gymnopédies" en 1888; Claude Debussy orquestó dos de ellas: la primera y la tercera. Son
finos y convincentes en manos de Debussy y se los escuchó bien logrados en este concierto. Y
recordamos que el Grupo de los Seis se basó en Satie; tres de ellos fueron valiosos: Honegger,
Milhaud y Poulenc; tuvimos a este último a través de su única Sinfonietta, compuesta en 1947
"y estrenada en Londres al año siguiente". Tiene 4 movimientos para una orquesta no muy
grande. Dominan las melodías simpáticas y gratas. Primer movimiento: "Allegro con fuoco",
liviana y divertida. Segundo: "Molto vivace" (aplaudida erróneamente), en efecto vivaz. Tercer
movimiento: "Andante cantábile", expresiva y con cierto encanto. Cuarto movimiento: "Très
vite et très gai" ("Muy rápido y muy alegre"), sin duda la música más comunicativa. La
orquesta y su director funcionaron bien en esta música fresca y joven.
y la Filarmónica de Buenos Aires. En el Nº 13 de los conciertos de la Filarmónica lo tuvimos.
Además volvió al Colón Sergei Babayan, que nos visitó con Martha Argerich en su anterior
visita e impresionó por su perfección técnica, tocando en 2022 con Martha brillantemente.
Babayan es armenio pero actualmente es ciudadano estadounidense y reside en New York.
Fue discípulo del famoso Mikhail Pletnev en el Conservatorio de Moscú. Se presentó con
Valery Gergiev, en el Barbican Centre con la Sinfónica de Londres, el Théâtre des Champs-
Élysées, en el Festival de Salzburgo y en el Festival Gergiev con la Filarmónica de Rotterdam.
Ha actuado con muchas orquestas valiosas; las mejores: la Gewandhaus de Leipzig, la
Filarmónica de Radio France, la Orquesta de Cleveland y la Orquesta del Festival de Verbier. Es
artista exclusivo de Deutsche Grammophon; su último disco es "Rachmaninov". Grabó con
Argerich sus propias transcripciones para 2 pianos de obras de Prokofiev.
Dicho todo esto, ocurrió algo muy negativo en este concierto: se eliminó una obra
esencial comentada en la página 11 del programa, "Modernidad y neotonalismo, por Martín
Baña": el Concierto Nº 2 de Prokofiev se estrenó el 23 de agosto de 1913, cuando también
escribió la fantástica Suite Escita. El Concierto, muy difícil, es "un gran desafío para su
ejecución; reproduce en el teclado la agitación continua tan característica de las máquinas. La
versión original se perdió durante la guerra civil; Prokofiev decidió reconstruir el Concierto en
París hacia 1923, donde la estrenó al año siguiente actuando él mismo como solista". Recuerdo
una charla con un pianista norteamericano que tocaba la obra pero la consideraba ser muy
ardua; él la tocó en el Colón; hace ya muchos años la escuché. Creo que Babayan es capaz de
hacer frente al Concierto Nº 2, pero fue eliminada y nadie lo explicó; no me parece admisible;
como también es muy difícil para la orquesta, ¿será ésta la que pidió un cambio? No lo sé; sólo
afirmo que fue una triste noticia no escucharla en el Colón. Y ocurrió algo especial: Babayan
eligió una obra favorita de Argerich: el Concierto Nº 1 en Do mayor, op.15, de Beethoven.
Como era de esperar, estuvo muy bien tocada (de paso, mucha gente aplaudió después del
primer movimiento) y apoyada correctamente por la orquesta. Babayan ofreció una pieza
extra; creo que fue el último movimiento de la Sonata Nº 6 de Beethoven, pieza intensa y muy
característica del autor. Pero un Prokofiev se salvó al principio del concierto: la Obertura sobre
temas hebreos, Op. 34, compuesta en 1919 y "estrenada al año siguiente en Nueva York".
Dura unos 8 minutos y está basada en dos temas; fue presentada en buen estilo en este
concierto.
Pasamos a la música francesa en la segunda parte. Erik Satie escribió lo que él llamó
"Gymnopédies" en 1888; Claude Debussy orquestó dos de ellas: la primera y la tercera. Son
finos y convincentes en manos de Debussy y se los escuchó bien logrados en este concierto. Y
recordamos que el Grupo de los Seis se basó en Satie; tres de ellos fueron valiosos: Honegger,
Milhaud y Poulenc; tuvimos a este último a través de su única Sinfonietta, compuesta en 1947
"y estrenada en Londres al año siguiente". Tiene 4 movimientos para una orquesta no muy
grande. Dominan las melodías simpáticas y gratas. Primer movimiento: "Allegro con fuoco",
liviana y divertida. Segundo: "Molto vivace" (aplaudida erróneamente), en efecto vivaz. Tercer
movimiento: "Andante cantábile", expresiva y con cierto encanto. Cuarto movimiento: "Très
vite et très gai" ("Muy rápido y muy alegre"), sin duda la música más comunicativa. La
orquesta y su director funcionaron bien en esta música fresca y joven.
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