"Il Turco in Italia" es una divertida ópera de Rossini. En 1979 el Colón la
presentó, en 2000 nuevamente y ahora la volvió a poner para los aficionados. Si tenemos en
cuenta que Maria Callas la interpretó en La Scala en 1954 y la grabó con Gavazzeni (tengo esa
grabación) fue también una gran figura cómica aunque aquí la conocimos sólo en grandes
óperas dramáticas en 1949 en "Aida", "Norma" y "Turandot". En la página 07 está la imagen
de ella riéndose en su rol de Florinda.
El Colón recién presentó "Il Turco in Italia" en 1979 y lo repitió en el 2000. Director,
Juan E. Martini en 1979; régie de Renato Cesari. Mayo 2000: director Walter Attanasi: régie de
Alberto F. Alberto. Personajes por orden: Selim: Sesto Bruscantini y David Pittsinger. Fiorilla:
Ruth Welting y Ángeles Blancas. Don Geronio: Enzo Dara en ambos años. Don Narciso: Dante
Ranieri y Gregory Kunde. Prosdocimo: Cesari y Gustavo Gibert; Zaida: Evelina Iacattuni y Alicia
Cecotti. Por mi parte estuve presente en los dos años.
Jordi Bernàcer fue el director musical y es un artista de gran carrera que bien valía la
pena tenerlo en esta circunstancia. Desde 2015 es Director Residente de la Ópera de San
Francisco. Estudió en Valencia y Viena. Trabajó con directores importantes: Maazel, Gergiev,
Mehta y Prêtre. Dirigió 13 orquestas españolas, orquestas de valor como Los Angeles, Baden-
Baden; en Italia 4 orquestas de jerarquía (incluso Nápoles). Realizó numerosas grabaciones.
No estoy a favor del trabajo de Pablo Maritano y de sus ayudantes, ya que los cambios
en cuanto a la ópera resultaron de muy dudosa lógica. En su biografía (página 13) dice con
respecto a "El rapto en el serrallo" "incluyó la revisión de la dramaturgia original", o sea el
mundo turco…Gonzalo Córdoba Estévez nació en 1985 y se formó en la carrera de
Escenografía y diseño de espectáculos en los talleres del Colón, pero se dedicó a otros lugares
de trabajo como el cine. En este caso hay un inmenso escenario que cambia con frecuencia
durante toda la obra, rara vez con sentido aunque técnicamente bien hecho. Así Maritano
cambia de lugar a cada uno de los artistas, complicándoles la vida sin sentido. Caetano Vilela
ha realizado numerosas iluminaciones para óperas en Brasil; aquí le da al público lo que
Maritano le exige, con inventos como una cocina, naturalmente con cocineros, y varios
protagonistas pasan por la cocina, cosa absurda. El dramaturgo de esta ópera fue el célebre
Felice Romani, y su esencia está en el personaje que dice "Voglio fare un drama buffo e non
trovo l´argumento": tiene un extraño apellido, Prosdocimo, y aquí lo convierten en el conserje
del hotel cuando es un creador de dramas bufos (no bufo a secas). Algo importante: la versión
escuchada pone el acento en "giocoso", y cambia profundamente la época, ya que la pasa a
mediados del siglo XX, cuando Turquía había cambiado profundamente. La obra se estrenó en
agosto de 1814. En esta versión me resulta violento y desagradable que la espléndida Obertura
se arruine no musicalmente (estuvo muy bien tocada y comprendida por Bernácer) sino por
una gran cantidad de erróneos videos; fue responsable Renata Schussheim, de muy extensa
actuación en obras de arte visual a partir de 1966. Pero queda en claro que el responsable en
cuanto a su vestuario en este caso es Maritano; ella realizó un vestuario según el momento en
que sucede la obra. Sin embargo, es responsable de los videos.
La partitura es más extensa de lo que yo conocía; se trata de la edición crítica de
Margaret Bent. Por cierto, hubo un excelente trabajo de la Orquesta Estable y del Coro Estable
dirigido por Miguel Martínez. Algo curioso y nuevo: lo que está tocado habitualmente en el
"recitativo secco" ahora lo fue por un pianoforte en manos de Cecilia Fracchia. También hay
una reunión de gitanos adivinadores en un jardín del hotel.
Años atrás tuvimos la visita de Erwin Schrott en un personaje que ha cantado por el
mundo: Don Giovanni. Ahora lo tenemos nuevamente aunque es un turco visitante muy
seguro de sí mismo. No obstante, su timbre de voz no tiene la firmeza y seguridad de Giovanni;
él en una entrevista publicada recientemente se considera en pleno placer cantando a este
turco. Sí, al principio está muy entusiasmado con Fiorilla, y ella está cantada por Irina Lungu,
que ya fue notable artista en lugares como el Covent Garden, las óperas de Viena y Zürich, la
Ópera de Berlín. Ella canta sola su primera aria: "Non si da follia maggiore". Ella está casada
con Geronio, a quien considera muy aburrido. En la vida real este barítono ha cantado en La
Scala, Viena, "L´elisir d´amore" en múltiples lugares, también el Metropolitan de Nueva York.
Tal como se lo vio aquí, repitió múltiples movimientos con los brazos mientras pasaba a cada
rato desde un lugar a otro. Sin duda brilló Santiago Ballerini, gran intérprete argentino del bel
canto con una asombrosa facilidad en las notas más agudas; aquí, en Estados Unidos y en
Europa dio cuenta de su gran capacidad. Y este Narciso dominó como cantante de primera.
Germán Alcántara es argentino; hizo el arduo personaje de Prosdocimo con gran facilidad en
los agudos siendo barítono, y apareció muchas veces ya que iba preparando su "drama buffo".
Por último, fue importante Francesca di Sauro, mezzosoprano, como Zaida, el otro amor del
turco. Ella cantó bien y dio a entender que el turco no sabe qué decidir, si ella o Fiorilla.
Previamente en el Acto Primero se van acercando el Turco con Fiorilla; sus relaciones
son intensas. Pero luego recibe una carta de su marido donde ella queda divorciada; no lo
tolera (para entonces ella coqueteaba doblemente con el Turco y Narciso) y escuchamos su
arrepentimiento en "Squallida veste". Como dijo Stendhal, se trata de "una locura organizada".
Volviendo a Fiorilla, no cabe duda: Irina Lungu es una cantante de gran calidad, y a medida que
avanza la noche ella sabrá contenerse y eventualmente recuperar a su marido y en cierto
modo admitir sus excesos. ¿Volverán las andanzas de Fiorilla? Es posible, pero sólo si pasara a
ser una mujer rica de gran seguridad.
Pablo Bardin