"MITRIDATE" DE MOZART
Al componer a los 14 años "Mitridate, rè di Ponto", ese fenómeno único que fue Wolfgang Amadeus Mozart ya había escrito cuatro obras escenificadas. En 1768 en Salzburgo a 11 años había compuesto "Die Schuldigkeit des ersten Gebotes", traducible como "La obligación de cumplir el Primer Mandamiento", pieza sacra con música, K. 35, texto de Jakobus Widmer, estrenada en Marzo el Arzobispado de la Corte de Salzburgo; similar a un auto sacramental, la música es asombrosa en su conocimiento técnico dentro del estilo de la época. Tengo una grabación excelente dirigida por Sawallisch en el Mozarteum de Salzburgo con cantantes como Mathis, Margaret Price, Lilian Sukis y Claes Ahnsjö; los personajes son Justicia, Cristiandad, Compasión, Un cristiano apático y Mundanalidad. Nada menos que una hora y media de música. Apenas dos meses después estrena una comedia en latín, "Apollo et Hyacinthus seu Hyacinthis Metamorphosis", texto de Rufinus Widl, en la Universidad de Salzburgo. Típico texto sobre un mito griego, presentado como Intermezzo de una obra de Widl, "Clementia Croesi". Tengo la impresión de que en años recientes se estrenó aquí. En la serie Philips de óperas mozartianas está la notable grabación dirigida por Hager con Rolfe Johnson, Augér, Mathis, Wulkopf y Schwarz; una hora 22 minutos. Es curioso que el Benedictino Widl haya elegido este mito, ya que trata del amor de Apolo y Jacinto y su rivalidad con Céfiro, suavizada por otros personajes agregados, el Rey Oebalus, padre de Jacinto, y Melia, hermana de éste. Ya en esta obra, ni siquiera adolescente, hay penetración psicológica y algunos fragmentos de gran calidad.
Al año siguiente escribe una opera buffa, "La finta semplice", sobre texto de Goldoni arreglado por Coltellini; si bien la compuso en Viena a los 12 años, la estrenó en Salzburgo al año siguiente. Una consecuencia positiva de ese triste año 1957 durante el cual el conflicto entre D´Urbano y la Orquesta del Colón eliminó parte de la temporada fue la visita de la Ópera de Cámara de Turín, que ente otras obras nos trajo el estreno de "La finta semplice"; la obra no volvió a darse. Es su op.51. En Octubre de ese mismo año (1768) presentó en Viena "Bastien und Bastienne", curiosamente denominada "opereta alemana" en Grove, cuando el género no existía… Pieza breve, de unos 50 minutos, aquí se dio con frecuencia; y el dato curioso es que trata el mismo tema que "Le devin du village" de Jean-Jacques Rousseau, que data de 1752 y casi se dio en el Colón durante la breve gestión de Sanguinetti.
Hay un enorme salto en estilo y madurez entre "Bastien und Bastienne" y "Mitridate"; desde Diciembre de 1769, cuando llegan Wolfgang y su padre Leopold en Italia, hasta el período en que compone y estrena "Mitridate" en Milán, el niño se convirtió en adolescente y su técnica se ha perfeccionado en apenas un año. Wolfgang envía a su madre y su hermana cartas muy divertidas mientras toma contacto con los teatros de ópera de diversas ciudades; en Verona, dice, hay ópera todos los días y se hace amigo del gran violinista y compositor Locatelli. Mozart da conciertos de órgano o clave en varias ciudades como Mantua, que además ofrece muy buena ópera; y él va componiendo arias a la italiana para ejercitarse. En Milán conocen a Piccinni, importante creador de óperas. También Wolfgang compone motetes para dos jóvenes castrati. Y muy importante: el Conde Firmian, Gobernador de Lombardía, le regala los nueve volúmenes de las obras de Metastasio, el más influyente libretista de ese período del bel canto (y lo será durante décadas). Entre Marzo y Julio 1770 padre e hijo se trasladarán sucesivamente a Florencia, Roma y Nápoles, absorbiendo diversos estilos. Para entonces ya conocían bien el estilo anterior de Jommelii y Hasse. Cuando pasan por Bologna, Wolfgang impresiona al famoso Padre Martini realizando dos fugas sobre sujetos proporcionados por Martini; allí también conocen al célebre castrato Farinelli. En Roma y en Nápoles le proponen componer una ópera, pero padre e hijo son fieles al compromiso que ya asumieron con Milán, a pesar de que no saben cuál será el libreto. En una nueva visita a Bologna estudia contrapunto con Martini. Para entonces sabe que el libreto será el de "Mitridate" pero sólo se pondrá a componer cuando llegue a Milán, ya que en esa época había que saber quiénes iban a ser los cantantes y como algunos tenían ciertas características vocales y otros tenían otro estilo, no tenía sentido escribir hasta tener los datos. Y esto siguió siendo cierto en pleno siglo XIX, ya que Verdi también componía según qué cantantes iban a estrenar la ópera. Además en Bologna Mozart es nombrado académico a 14 años.
A partir de Octubre 1770, ya instalado en Milán, empieza a escribir la ópera; Leopold cuenta a su mujer que hay intrigas y quieren sustituir arias mozartianas. El 1º de diciembre cuenta que recién llegó el "primo uomo"; en esa época había "primo" y "secondo uomo", "prima" y "seconda donna", y cada uno tenía un cierto número de arias precedidas de recitativo secco (con clave). Era la ópera metastasiana, imitada por todos los otros libretistas y en consecuencia "ley" para todos los compositores italianos o que escribían ópera italiana. Los ensayos anduvieron muy bien; tanto instrumentistas como cantantes estaban contentos; y la primera representación, el 26 de diciembre fue un gran éxito; comprobaron que un adolescente "alemán" (aunque salzburgués) podía escribir una notable ópera italiana. Varias arias fueron bisadas y el dúo entusiasmó: el primo uomo (castrado) dijo que si no hubiera tenido éxito, hubiera estado dispuesto a que lo operen de nuevo… La ópera siguió teniendo total aceptación durante la siguiente quincena. Luego padre e hijo fueron a Turín una semana, y siguieron viajando a Brescia y a Venecia, escuchando óperas distintas en cada lado. Y agregaron Vicenza y Verona. El copista ya hizo cinco copias completas de "Mitridate": dos para Viena, una para Milán, una para la Duquesa de Parma, una para la corte de Lisboa.
"Mitridate" es seguramente la ópera más italiana de Mozart, respetando las características de cada voz. Lleva el número 87 de Köchel; se perdió el manuscrito. El libreto es de Vittorio Amedeo Cigna-Santi de Turín sobre la traducción de Parini de la tragedia de Racine. Jean Racine es el indiscutible gran autor de tragedias francesas del siglo XVII y se caracteriza no sólo por su perfecto lenguaje sino porque da preeminencia a los aspectos psicológicos de los personajes por encima del relato de la acción. El libreto de Cigna le es fiel, salvo que añade dos roles: el tribuno romano Marzio e ismene, hija del rey de los Partos. Si bien no son esenciales, enriquecen el desarrollo de la obra.
Conviene saber algo sobre Mitridate VI Eupator (132-63 a.C.). Fue monarca absoluto durante medio siglo, conquistando buena parte de los territorios que bordeaban el Mediterráneo Occidental y llegando a Grecia. Cuando intentó atacar a Roma fue vencido en buena parte porque su hijo Farnace lo traicionó y el Rey se suicidó. Ponto era una zona que daba al Mar Negro bien alejada del Bósforo; los Partos estaban muy cerca, y siguiendo la misma dirección hacia el Este, se llegaba a la Cólquide de los Argonautas y Medea (actual Georgia). El texto de Parini ya había ido usado por Alessandro Scarlatti en su "Mitridate Eupatore" de 1707. A su vez el de Cigna había sido puesto en música por Quirino Gasparini y estrenado en Turín en 1767.
Mozart siguió la tradición y escribió para Mitridate y Aspasia 6 cavatinas y arietas en 2 partes separadas por un ritornello; las arias con da capo variado se prestan a situaciones en las que se intensifica la acción, y hay 8; y también 7 arias en dos partes con da capo acortado. Además, un dúo y un quinteto final. No hay coro pero sí figurantes. Tengo la notable grabación Philips dentro de su Edición Completa Mozartiana; dura 3 hs 14 minutos. (Leopold cuenta que las funciones duraban ¡6 horas! porque se intercalaban ballets de otros compositores y largos intervalos; ningún historicista pretendería tal cosa, así como debemos aceptar la ausencia de castrati). Leopold Hager dirige la Orquesta del Mozarteum de Salzburgo con este reparto: Mitridate: Werner Hollweg (tenor); Aspasia: Arleen Augér (soprano); Sifare, hijo de Mitridate: Edita Gruberova (soprano, originalmente castrato); Farnace: Agnes Baltsa (mezzosoprano, originalmente castrato); Ismene: Ileana Cotrubas (soprano); Arbate, Gobernador de Nymphea, capital de Ponto: Christine Weidinger (soprano, originalmente castrato); Marzio: David Kübler, tenor.
¿Qué pasó en la función de "Mitridate" que presencié el 4 de diciembre, primera de cuatro funciones en el Teatro 25 de Mayo? Además de la falsedad de poner en primera plana Ópera de Cámara del Colón, 50 años, cuando tal Ópera desapareció durante décadas, fue reducida de 3 actos a 2 y duró sin contar el intervalo una hora 45 minutos. O sea que faltó una hora y media. Se eliminaron totalmente los personajes de Ismene y Marzio. Curiosamente figura en el folleto anual como estreno latinoamericano pero esto no apareció en el programa…Con "Mitridate", en principio un estreno mozartiano y por ende importante, terminó la magra temporada que se inició con la repetición de "Powder my face" de Adès y siguió con "El Principito" de Rachel Portman, estreno, en el propio Colón dentro de la programación para niños (perdiendo así autonomía la Ópera de Cámara). De paso, el folleto equivocó el K.: no es 97 sino 87 (correcto en el programa de mano). Y no está mal que en el programa figure el K. según Einstein: 74a; esto es así porque Alfred Einstein modificó los números originales de K. de acuerdo a documentación que permitía ubicar más exactamente en el tiempo cada obra del vasto catálogo.
El reparto fue el siguiente: Mitridate: Santiago Martínez, t; Aspasia: Constanza Díaz Falú, s; Sifare: Florencia Burgardt, mezzo; Farnace: Martín Oro, contratenor; Arbate: María Virginia Savastano, s. O sea que hay dos cambios de criterio con respecto a la grabación; Farnace: contratenor en vez de mezzo; y Sifare: mezzo en vez de soprano (esto me extraña, hay un problema de tesitura). Mi grabación no da el dato de cuántos músicos de orquesta lo grabaron; el programa sí: 22. En el estreno milanés la orquesta fue poderosa, sorprendente para la época: 28 violines (14 primeros y 14 segundos), 6 violas (que a veces tocaban "col basso": violoncelos y contrabajos); dos violoncelos, 6 contrabajos (¡); 2 claves; 2 oboes; 2 flautas (que a veces tocaban oboe); 2 fagotes (que podían doblar a los violoncelos); 2 trompetas; 4 trompas; timbales. No sé cuántos instrumentistas hubo en la Orquesta del Mozarteum; diría que menos; pero sin duda no 22, que fue la orquesta en Buenos Aires. Sin embargo resultó no sólo suficiente sino lo mejor de la noche: 6 primeros violines (concertino: Ana Cristina Tartza); 4 segundos; 3 violas; 3 violoncelos; 2 contrabajos; 2 oboes; 2 cornos. No quita que al cortar una hora y media quizá no se necesitó tener 2 flautas, 2 trompetas y timbales. Ulises Maino dirigió y además acompañó en el clave los recitativos, haciéndolo con imaginación y dentro del estilo. No tengo idea de si él intervino en los cortes o meramente tuvo que aceptar lo que decidió el puestista; presumo lo segundo, teniendo en cuenta que éstos hacen lo que quieren actualmente en todo el mundo, cuando deberían atenerse al libreto como los directores de orquesta deben hacerlo con la partitura. Maino nació en 1992 en Buenos Aires y a sólo 27 años ya tuvo amplia experiencia dirigiendo ópera; fue nombrado el año pasado Director Musical de la Ópera de Cámara. Tras estudiar en la UNA se perfeccionó con Scarabino, Gorelik, Diemecke y Calderón. Dirigió con estilo y buen gusto, cosa difícil teniendo en cuenta la brutalidad de la puesta, y la orquesta tuvo gente de calidad, como Tartza, Polizzi, Calomarde, Massun Sovic, Dottori, y especialmente Leonardo Melgarejo, muy bueno en comprometido solo de corno.
Y ahora las malas noticias. No es novedad que la puesta en escena ha declinado en los últimos 30 años hasta niveles terribles en el mundo entero y no hay disparate que se haga en Argentina que no se equipare o esté por debajo de los que se hacen en Europa y en los presumiblemente mejores lugares. Este "Mitridate" no es de lo peor que he visto; es más, vi un DVD de esta ópera totalmente extravagante años atrás; y todos los Mozart poco conocidos fueron editados en Austria en versiones uniformemente malas. Eso sí, sin reducir la música ni cortar personajes. El Director de escena es Julián Ignacio Garcés y dados los resultados es triste saber que egresó de Dirección Escénica del ISATC pero no me sorprende, recordando la versión que meses atrás dieron en el CETC de "La Finta Giardiniera". Que también haya estudiado en la Hamburg Staatsoper sólo vale para aspectos puramente técnicos, no lo conceptual que es donde más fallan. Estudió actuación, teatro musical, canto lírico, coreografía contemporánea y pintura, lo que impresiona. Es Co-director con Maino de la Compañía Sol Lírica y me parecieron bastante más atinadas sus puestas de "Il Signor Bruschino" o de "Il Mondo della Luna" que este "Mitridate". Quizás haya un factor determinado por la carencia de fondos al elegir un solo decorado muy básico (una pared grisácea que permite la entrada y salida de personajes) diseñado por Diego Cirulli y un vestuario muy cambiante en calidad y estilo de Mariana Seropian. Las luces de Verónica Alcoba a veces fueron acertadas, otras no, a lo que se agregan caracterizaciones desparejas de Jimena Delpino y Damián Brissio (me pareció acertado el aspecto que le dan a Mitridate, pero en otros casos me pregunto si lo hubieran hecho distinto sin lo pedido por el régisseur). El Diseño de sonido de Gustavo Bruno y Nicolás Di Chiazza fue esporádico, cuando se quiso crear algún clima especial de guerra o brutalidad. Los comentarios de Garcés en el programa fueron escasos y exagerados en su descripción de Mitridate y sus hijos, sin dar un argumento coherente para quien no conoce la ópera. Como además durante media hora no funcionó la máquina de sobretitulado y cuando se arregló estaba la pantalla tan mal colocada (muy por debajo de la visión de la mayoría de los espectadores) que se leía a medias, la mayor parte de los espectadores trató de ir entendiendo lo que pasaba; el único intervalo me reveló a través de amigos que habían entendido poco; les expliqué lo que pude (yo tengo el libreto porque está en el folleto del CD). En la estética de la época se tomaba a figuras famosas de la antigüedad y los libretos no pretendían dar la verdad histórica; si era un Rey guerrero se le daba alguna escena que reflejara esa condición, pero siempre había una trama amorosa complicada que se llevaba la mayor parte del tiempo. Estas figuras siempre tienen amores difíciles y las psicologías son contradictorias. Aquí todo gira en torno a traiciones no sólo guerreras sino amorosas; pero en esa época las cosas no terminaban como en "Hamlet": al final los desenlaces suavizaban las cosas. Garcés, de manera completamente forzada, en vez de que Mitrodate perdone, como dice el libreto, los mata a todos… Eso en un estreno y con mala información es tergiversar las cosas de modo imperdonable. En una ópera bien conocida, "Orfeo ed Euridice" de Gluck, Trunsky también cambió el final como quiso. Es una enfermedad que parece afectar a los régisseurs: "yo tengo razón, no el libretista ni el compositor".
Con una puesta tan desangelada tomo este estreno como el borrador de un verdadero estreno, donde los únicos valores estuvieron en la orquesta y algunos cantantes. Entonces estarán los personajes eliminados, volverá la música cortada y habrá lo que pide el libreto, ambientes variados que bien pueden lograrse sin gastar tanto mediante proyecciones, y con ropa de época. Y algunos figurantes. Veamos. Antes de la obertura hubo extraños movimientos escénicos y ruidos, vaya a saber para qué. La obertura fue cercenada, sólo la primera de sus tres partes se oyó, mientras que había movimiento en escena; la obertura es para ESCUCHAR, no para ver; ¿qué piensan, que la música instrumental no merece respeto?
EL Acto Primero tiene varios cuadros. El primero ocurre (ocurriría) en una plaza de Ninfea. Allí se encuentran Arbate acompañado de ediles con Sifare, Príncipe de Cólquide, escoltado por oficiales y soldados. Mitridate está guerreando con los romanos, lejos de allí. Sifare, medio hermano de Farnace, está enojado porque éste ya está en la ciudad. Y nos enteramos que ambos están enamorados de "la bella griega" que es novia de Mitridate: Aspasia (en Racine se llama Monime). Arbate promete apoyarlo. Aspasia, agitada, asegura a Sifare que Farnace está cruelmente intentando que ella ceda ante él: "¡este bárbaro que ofende a su padre y quiere imponer su amor a un corazón libre que lo odia!". Sifare asegura que la protegerá pero también la ama, sólo que no se impondrá a ella. Y aquí hay un matiz que no corresponde: Sifare está vestido como mujer. Aspasia canta una bella aria "Al destin, che la minaccia", y se va. El siguiente recitativo de Sifare no es secco sino accompagnato y espera merecer el afecto de Aspasia. Y en una extensa aria se explaya al respecto. El Segundo Cuadro transcurre en el templo de Venus (teóricamente; en esta puesta todo es igual y pronto aburre). Farnace acompañado de sus soldados y de sacerdotes cerca del altar dice a Aspasia: "Huye y ven conmigo; te daré el trono" (en franca insurrección con respecto al padre); "dame la mano frente al altar". Pero su audacia proviene de que cree muerto a su padre. Ella retruca duramente: "No ofreceré mi mano al amigo de Roma, el vil Farnace". Él. "¿quién te dijo que lo soy? Quiero tu mano y la tendré", y la trata violentamente; ella pide auxilio a Sifare, que aparece. Se insultan y se disponen a cruzar espadas cuando Arbate les dice que está llegando Mitridate; gran sorpresa. Arbate canta un aria diciéndoles que refrenen sus sentimientos ya que el padre no los perdonaría. Aspasia canta un aria donde confiesa que el peligro de Sifare ante el padre es la razón de su sufrimiento. Farnace trata de unir a Sifare a un complot para que Mitridate no entre a la ciudad, pero Sifare le asegura que obedecerá al padre. En una elaborada aria Sifare le promete ser leal y no acusarlo. Viene aquí un gran corte: Marzio le promete apoyo y Farnace asegura que si Mitridate no lo trata bien el recurrirá al apoyo romano. El Tercer Cuadro es en el Puerto con dos flotas ancladas en direcciones opuestas (con mi imaginación lo vi, no con mis ojos). Mitridate baja de un barco grande (sin ismene, cortada, y sin los Partos) con la Guardia real, y las tropas desembarcan; lo espera Arbate y sus seguidores. Nada de esto se vio, pero sí se escuchó una vigorosa Marcha. Cuando lo vemos a Mitridate en vez de la gran plaza él entra al único reducto, herido, manchando la pared, y cantando su aria con furia: fue vencido pero con dignidad. El aria figura como Cavata, no Cavatina: no logré encontrar en los diccionarios cuál es la diferencia. En un recitativo dice el Rey: "en una sola noche Pompeyo me venció". Llegan los hijos y Mitridate les reprocha: "¿por qué en momentos tan graves dejaron Cólquide y Ponto". "Vinimos porque nos llegaron noticias de vuestra muerte; nos alegramos de veros vivo". (Están cortados el reproche de Ismene y el deseo de Mitridate que ella y Farnace se casen, y el aria de Ismene lamentándose de su suerte ya que sabe que Farnace no la quiere). Los hijos se van; Mitridate interroga a Arbate, que le cuenta las intenciones de Farnace hacia Aspasia y el buen comportamiento de Sifare. Mitridate, primero en un recitativo accompagnato y luego en una feroz aria, asegura que si comprueba el mal comportamiento de su hijo lo hará caer muerto. Y así termina el Acto Primero.
Tras el Intervalo siguió el Acto Segundo, Cuadro Primero, aunque cortando la primera escena entre Farnace e Ismene en duro diálogo, y luego aria de Farnace confirmando que no la quiere. También se corta diálogo de Ismene y Mitridate, que le informa que hará ejecutar a Farnace. Se reanuda en recitativo de Aspasia y Mitridate, donde él menciona que saldrá a guerrear nuevamente pero con ella, tras darle Aspasia la seguridad en el templo de que será suya; ella responde que él tiene todo el poder sobre ella, obedecerá. Pero él asegura que se da cuenta de que Farnace la enamoró y manda llamar a Sifare; cuando éste llega le dice que su padre ha sido traicionado y que Sifare debe convencer a Aspasia de cuál es su deber; sigue un aria de Mithridate, muy enojado; y se va. Al quedarse solos Sifare le confiesa su amor y ella el suyo. Pero Aspasia sabe que debe cumplir con el Rey y le pide que no la vea más; en un recitativo accompagnato Sifare apasionadamente sufre por haberle confesado un amor imposible. En una extensa y bellísima aria con trompa obbligato Sifare declara que si se queda más tiempo olvidará sus obligaciones; y se va. A su vez Aspasia reflexiona dolorosamente y en una conmovedora aria, "Nel grave tormento", cree no poder resistir. El segundo Cuadro sucede en el campamento de Mitridate (nuevamente, imagínenlo, ya que seguimos en el mismo desagradable lugar, cada vez más sucio y destruido). Cortado el diálogo del Rey e Ismene. Llegados los hijos, el Rey les dice que retomará el acero y vengará su honor en el Capitolio romano. Con grave imprudencia, Farnace le indica la debilidad de sus tropas; pero Sifare se ofrece a reemplazar al padre en ese asalto a Roma. Se corta la entrada de Marzio como embajador romano, rechazado por el rey, que siente confirmada la traición de Farnace. También se corta otra aria de Ismene que le insta a no ser tan severo; se va. Farnace denuncia a Sifare como enamorado de Aspasia, y en un aria confiesa su culpa pero insiste con su revelación.. Se va con Arbate. Mitridate le ordena a Sifare a esconderse y escuchar el diálogo del Rey con Aspasia; cuando ella llega, él pretende que está viejo y ella no sería feliz con él. Aspasia vuelve a decirle que su deber es estar con el Rey, él pretende que se vaya con Farnace el traidor; ella, descontrolada, confiesa que ama a Sifare; éste sale del escondrijo y piensa que todo está perdido. El Rey asegura que los matará a los tres en una violenta aria y parte. Ellos, primero en recitativo secco, luego accompagnato, y finalmente en Dúo, aseguran que morirán juntos, algo muy trágico; sin embargo, el Dúo es bello, sereno, con amplias coloraturas. Y así termina el Acto. En esta versión sigue de inmediato el Tercer acto. Se corta el diálogo entre Mitridate, Aspasia e Ismene y el aria de Ismene pidiendo clemencia para los condenados por el Rey; y se va. Ríspido diálogo entre el Rey y Aspasia, que se niega a reanudar el vínculo amoroso con el Rey y pide que Sifare sea perdonado; esto sólo ofusca más a Mitridate; ella le expresa que no le asusta la muerte. Pero llega Arbate y declara que han llegado buques romanos a la costa; rápida aria del Rey, dispuesto a jugarse en la batalla; y sale. Extensa escena de Aspasia: recitativo secco; alguien le acerca una copa con veneno; en recitativo accompagnato acepta el envío del Rey. Y luego en emotiva cavatina que alterna con recitativo piensa que quizá también Sifare esté tomando un veneno, pero él es un héroe y el sacrificio de ella quizá lo salve. Y está por tomarlo cuando llega Sifare y tira la copa al piso; enseguida le informa que irá a pelear al lado de su padre; ella parte. Él reflexiona y decide que morir con heroísmo limpiará su honor, primero en recitativo y luego en una expresiva aria. En el Cuadro segundo Farnace está en prisión, lamentando su destino, cuando cae el muro y por la brecha entra Marzio, diciéndole: "Roma sigue leal en sus pactos contigo", pero esto y lo que sigue se cortó, incluso el aria de Marzio donde ratifica que Farnace seguirá siendo bienvenido. Pero sí se vio la escena en la que Farnace siente remordimiento por sus acciones y decide no traicionar al Rey en un aria muy positiva. Cuadro Tercero en un patio interno; a lo lejos se verían incendiadas las naves romanas en la puesta que no tuvimos. Entra Mitridate herido y rompiendo todavía más cosas, ya que la gran idea del régisseur es que el único ambiente sea una alegoría del desastre. Nos informa que él mismo se hirió porque no quiso morir atacado por una espada enemiga y que su hijo demostró su lealtad. Luego perdona a Aspasia y ella pide que él viva. En el original Ismene entra y asegura al Rey que fue Farnace el que incendió los barcos romanos; en esta versión fue Arbate; y el Rey también perdona a Farnace con alegría. Pero, como anticipé, el régisseur no admite el final feliz y pese a que el texto es el mismo, los mata a los tres; este rey sí que sabía disimular… Y naturalmente se elimina el breve Quinteto final, ya que del Quinteto quedan sólo dos. Y como el Quinteto ataca a Roma, me pregunto si en esa ciudad se representa esta ópera. La régie de Garcés subraya la violencia de Farnace y Mitridate que tiran al suelo a Sifare y Aspasia sin miramientos. Por otra parte Sifare y Aspasia se besan apasionadamente cuando están solos. Es verdad que el texto tiene frases duras pero hay un estilo para las óperas de esa época que no fue tomado en cuenta.
Florencia Burgardt me impresionó en "La Finta Giardiniera" y aquí confirmó que tenemos en ella a una mezzosoprano de calidad lista para compromisos en el Colón. La voz tiene un bello timbre, buen volumen y rinde en los tres registros; el estilo no sólo le fue bien enseñado sino que ella tiene una evidente afinidad con el canto mozartiano y tuvo momentos refinados. Además es una actriz convincente. Sólo le deseo que le toque un régisseur más afín a respetar el libreto.
A Constanza Díaz Falú se la asocia con personajes de coloratura con notas muy agudas, como la Reina de la Noche. No es el caso de Aspasia, aunque su tesitura llega a veces a agudos considerables. Pero sí es un personaje muy exigente tanto en lo vocal como lo actoral y además extenso. Su timbre es incisivo pero ello es lógico en sus arduos diálogos con Farnace y Mitridate; sin embargo, a medida que avanzaba su relación amorosa con Siface el timbre se hizo más cálido y su fraseo más tradicionalmente mozartiano. Su labor en el Dúo y en el aria final fue realmente muy buena. Siempre actuó con intensidad.
Mitridate es un personaje muy arduo de interpretar, ya que está casi siempre enojado y arrogante y ello no resulta fácilmente compatible con la línea mozartiana. Santiago Martínez este año interpretó en el Colón un rol completamente distinto: el Ernesto de "Don Pasquale", dulce bel canto tardío. No lo escuché en ese personaje pero sí en otras obras y no lo imaginé como Mitridate; ya que la régie lo hizo todavía más intransigente, se necesitaba una transformación marcada. La tuvo en cuanto al maquillaje, que lo hizo mayor y torvo; no lo reconocí. Ya en el aria de entrada se observó un problema vocal: el registro agudo es bastante firme pero los graves casi no se oían, y la música está llena de saltos de octava. Pero sólo cuando se está informando vía Arbate o cuando disimula su música es más liviana; el resto del tiempo el Rey está irascible y dispuesto a condenar. Hubo momentos en el agudo donde hubo más grito que canto y eso no lo pide Mozart. Con todo, su rendimiento fue haciéndose más parejo en el centro y grave, y actuó con garra. Según el criterio de Garcés, en los minutos finales el Rey disimula; según Mozart, perdona; pero en ambos casos canta con mayor suavidad. Como balance final, un buen Mitridate.
Se ha visto a Martín Oro en gran cantidad de personajes del Barroco en esta ciudad; generalmente no me satisfizo ni vocalmente ni como actor. Es más: he sentido una declinación en años recientes. Y me complica que estoy acostumbrado a escuchar a Farnace en la gran voz acontraltada de Agnes Baltsa. Pero nunca lo había escuchado y visto en un rol tan violento de por sí y agrandado en la visión de Garcés. Si distorsionó la línea melódica puede ser que no haya hecho otra cosa que obedecer los dictados de la régie (y ¿quizá?) del director de orquesta. Su Farnace fue odioso hasta que se arrepiente muy al final, pero en Mozart siempre tiene que haber línea y no la hubo. Como actuación estuvo lejos del amaneramiento que mostró en otros roles: aquí fue el macho alfa pero exagerado.
Finalmente, María Eugenia Savastano como Arbate; el rol era originariamente de castrato soprano. Ella tiene una dulce voz lírica de mediano volumen, bien manejada aunque con pocos rasgos personales. Como Gobernador de Nymphea responde a Mitridate y en última instancia no puede proteger a quien lo traiciona. Creo que una voz con más carácter (digamos con más política) hubiera correspondido más al gobernador de la capital de Ponto; un fraseo más insinuante y cargado de sentido.
Vale mencionar dos integrales en CD además de la de Philips: a) Mitridate: G. Sabbatini; Aspasia: N. Dessay; Sifare: C. Bartoli; Farnace: B. Asawa; Arbate: H. Le Corre; Talens Lyriques, G. Rousset (Decca, 1998); b) Mitridate: B. Ford; Aspasia: L. Orgonasova; Sifare: Ann Murray; Farnace: J. Kowalski; Arbate: J. Fugelle; ROHO, P. Daniel (Pioneer), también VHS, 1995.
Me enteré que recientemente Marcelo Lombardero renunció como Director de la Ópera de Cámara del Colón. No lo lamento ya que el resultado de su gestión fue muy distinto y distante de los grandes logros de las etapas de Valenti Ferro, salvo excepciones. Si bien el folleto 2020 anuncia óperas de cámara, dos de ellas son breves y se dan juntas, otra es reposición, las tres son contemporáneas y se dan en el CETC, y no se anuncia Director de la Ópera de Cámara, lo cual hace pensar que siendo el CETC el responsable será Miguel Galperin, Director del CETC. Adiós lo más esencial de la Ópera de Cámara: las magníficas óperas del Clasicismo; ¿tomará ese compromiso el ISATC? Este año hizo "La Finta Giardiniera".
En suma, he dado una crítica muy pormenorizada porque un estreno de Mozart es lo que merece; lástima que aspectos importantes no fueron bien enfocados.
Pocos melómanos, incluso polacos, conocen a Stanislav Moniuszko; sin embargo, es el mejor operista polaco del siglo XIX. Y en ciudades como Varsovia y Cracovia se siguen dando sus obras. Pero, como pasa con Ferenc Erkel, notable compositor húngaro de esa época, casi no tiene difusión internacional. Me dirán que es por el idioma, pero se escucha Szymanowski fuera de Polonia como se conoce a Janácek fuera de la República Checa. Más bien el motivo es el mismo que el caso Albert Lortzing en Alemania o Sullivan en Gran Bretaña. Sus obras son tan típicas de su origen que viajan mal, como le pasa a la zarzuela. Conozco dos obras de Moniuszko desde hace décadas: una, "Halka", la más famosa, la escuché por radio; la otra, "Hrabina" ("La condesa") la tengo casi completa en un vinilo; ambas me gustan y merecen conocerse. No tengo simpatía por la labor del régisseur polaco Michal Znaniecki, cuya labor tanto en el Colón como en el Festival de Tigre me parece muy criticable; su idea de dar a conocer a Moniuszko es en principio positiva, pero sólo si se hace bien; no fue así. En vivo se pudo ver "Flis" ("El remero"), estreno. En pantalla, "Halka".
Nació en 1819 en Ubiel en la Provincia de Minsk, que entonces era polaca (ahora Bielorrusa). Pronto se mudaron a Varsovia (1827) para que el niño pudiera estudiar música. Su profesor fue August Freuer, discípulo de Joseph Elsner, maestro de Chopin. Pero debieron volver a la Provincia de Minsk, esta vez a la ciudad de Minsk, por razones de estrechez financiera. Sin embargo, las cosas mejoraron en 1837; a los 18 años los padres lo enviaron a Berlín, donde estudió en la Singakademie con Rungenhagen contrapunto y composición durante dos años. Pudo ver bastante ópera dirigida por Spontini. Volvió a Polonia, esta vez en Wilno; obtuvo un puesto de organista, se casó, y escribió sus primeras "operetas" (algo parecido a la opereta sin serlo realmente) y vaudevilles. Logró que la "opereta" "La Lotería" se diera en Varsovia; y allí Wolski escribió el libreto para la ópera "Góralka". Era en realidad la primera versión en dos actos de lo que luego será "Halka"; dificultades debidas a la dominación italiana de la Ópera hicieron que recién 10 años más tarde se pudiera escuchar la versión final de "Halka" en 4 actos (1858). Fue un gran éxito y lo nombraron Director de la Ópera, cargo que conservó hasta su muerte. En ese mismo año escribió "Flis", en un acto, texto de S. Boguslawski. Compuso "Hrabina" al año siguiente, y su otra ópera famosa, "Straszny dwor" ("La mansión embrujada") en 1861-64. En otro orden de creación fue notable compositor de misas y también compuso una enorme cantidad de canciones (unas 250) que se hicieron muy populares. Fue un siglo en el que el único gran creador polaco vivió en Francia (Chopin) y en el que Polonia sufrió varias invasiones, afectando la vida cultural. Asombra la cantidad de libros escritos sobre Moniuszko, confirmando su gran popularidad.
"FLIS". En mi infancia yo iba al delta todos los fines de semana salvo en verano con el barco de mi padre y es un gran recuerdo; ya entonces estaba muy concurrido, había entusiastas del water-ski llevados por las Chris-craft y para estar tranquilos había que derivar el barco a los arroyos menores donde yo pudiera "navegar" con mi chinchorro, atracar y explorar los bosques. Ya adulto pasaron décadas sin que yo vuelva, hasta que Walter Guth, experto técnico con quien yo había presentado los conciertos del Mozarteum en la radio durante muchas temporadas, me indicó ante un comentario mío que no quería tirar los discos de pasta que ocupaban demasiado espacio que él podía pasarlos a CD y tenía su estudio en el delta, donde vivía. Fui en lancha a verlo, acepté y él me hizo unos 80 CDs con ese material hará unos 10 años. Luego me enteré que Znaniecki se había entusiasmado con la belleza del delta y había logrado que la Dirección de Cultura apoyara un festival breve en Tigre basado en conciertos y una ópera en zonas cercanas del delta y al aire libre, complementado con películas de ópera que se veían en el jardín del Museo de Arte. Y que dado el lugar programaría obras ligadas al agua. Hubo cinco temporadas y es poco lo que vi; no me atraían las condiciones ni las obras; hace dos años "La tempestad" de Purcell sobre la obra de Shakespeare también fue llevada a los jardines del Museo Larreta en la CABA y me resultó lamentable. En cine fui a los jardines del Museo para ver "Rey Roger" de Szymanowski, ópera que me fascina, y la puesta de Znaniecki me pareció pésima.
Este año me dejé tentar por Moniuszko y sintetizo la experiencia de ir a ver "Flis" así: interesante bordear el Río de La Plata en una lancha Sturla (con bastante rebote debido al viento) pero mucho más atrayente ir penetrando en el delta a través de una enorme cantidad de barcos de turismo (muchos anclados) y de pequeños ríos con sus respectivas casas, muelles y yachts, hasta que finalmente llegamos al Museo Sarmiento en una de las islas, donde se presentó "Flis". Allí terminó el placer. (La Sturla sale a pocos metros del Buquebus).
En la gacetilla decía falsamente que el espectáculo se llevaría "a cabo sobre balsas y chatas especialmente seleccionadas" y que "las escenas tendrán lugar en el agua". Nada de eso.
Ni el menor parecido con el Festival de Bregenz. Una cantidad insuficiente de sillas con demasiadas bajo el sol se colocaron delante del Museo Sarmiento (que no hubo tiempo de visitarlo ni antes ni después) y como la Sturla llegó tarde en cuanto llegamos empezó. Era el 24 de noviembre a las 16,15 hs. No nos dieron ningún programa y tengo los datos gracias a Boris. De repente apareció una mujer (Klau Anghilante) en el peor estilo populachero y empezó a contarle a la gente del modo más mediocre datos sobre Moniuszko y luego a contarles algo sobre "El remero". Pronto la interrumpieron desde el público corrigiéndola alguien que resultó ser el actor Tomás Rivera Villatte, que pasó a hablar con ella, y que a su vez fue interrumpido por otro del público, el actor José Dondo. Todo lo que creí entender es que eran hermanos y peleados entre sí. Y allí empezó a escucharse en mediocre parlante una orquestita de sonido primario, que tras un rato logré discernir que provenía del jardín, en diagonal a unos 30 metros desde donde yo estaba sentado, bien adelante y cerca del parlante, que pareció muy atrayente a un pichicho que pasó y le orinó (luego alguien vino a limpiar…). Y entonces aparecieron gradualmente el argentino Leonardo Estévez como Jakub; Hubert Stolarski como Franek (creo que El remero), joven y vigoroso tenor; la linda Iga Caban como Zosia, la chica que responde a su amor; el argentino Alfredo J. Martínez como Antoni, protestando desde la entrada del Museo; y la mezzo Gosha Kowalinska como Szóstak, aparente guardiana de la zona. Intervino varias veces un pequeño coro instalado para que pudieran leer la partitura y más tarde unas bailarinas realizando con bastante flexibilidad una coreografía folklorizante de Diana Theocharidis en unos troncos elevados con fondo de bosque (la música nos da danzas de Cracovia y Kujawiak). Los gratos vestuarios bien polacos fueron de Malgorzata Sloniowska y habían sido diseñados para una puesta de la Fundación Jutropera con la Ópera de Silesia en Bytom. El Coro y ballet FOT me pareció bueno; la Orquesta Juvenil de Ópera Sol Lírica dirigida por Bartosz Olejnik, exhibiendo copiosa barba, tocó con cierta rudeza la simpática música. La obra duró unos 45 minutos y me costó imaginar que hubiera un trabajo de dirección de escena por parte de Znaniecki. Franek se enojó con el peluquero Jakub porque Antoni, padre de Zosia, pretende que se case con Jakub; luego Franek y Zosia lograron cantar haciendo equilibrio sobre un borde de un mausoleo dedicado a Sarmiento. Aunque fue poco clara la acción, aparentemente Franek resultaría ser un hijo desaparecido (investigué media hora en Google pero la traducción Google de un texto polaco era un desastre y no entendí hijo de quién) y por ende era aceptable que se casara con Zosia. No había subtítulos… Durante la función la gente se movía cada vez que el sol se movía. Teóricamente la acción ocurre al lado del Río Vístula. Aclara la gacetilla: "Este proyecto se originó como un proyecto de la Fundación Jutropera con la Ópera de Silesia en Bytom, Polonia, en junio 2019. Cooperó y cofinanció el Instituto de Música y Danza de Polonia". Hubo otra función a las 18 hs, y el día anterior se hizo un preestreno. Además el 23 hubo una gran gala en el Museo Sarmiento y otra de cierre en el mismo Museo el 30 de noviembre.
Las voces polacas y argentinas me parecieron buenas (especialmente los enamorados) y actuaron con entusiasmo. En cierto momento Franek es apoyado por hombres y mujeres con cañas y Franek amenaza a Jakub. En otra escena ella abofetea al peluquero. La ópera me resultó una obra menor de Moniuszko aunque agradable, pero es difícil dar una opinión segura sin más información.
Por suerte "Halka" se trasladó de Tigre a la CABA y se presentó en el Club Polaco, Borges 2076. Tiene un muy concurrido bar cervecero y en planta baja; descendiendo una escalera se llega a diversos sectores del Club; uno de ellos es un ambiente más bien pequeño sonde se pueden proyectar películas o DVDs. Vi muchos polacos o descendientes, muy pocos que no lo fueran; ningún colega. Fui asediado por una señora Testigo de Jehová que me quería añadir; no lo logró. La versión que se ofreció fue la original en 2 actos por la Ópera de Cámara de Varsovia, realizada por TVP Kultura, con puesta en escena tradicional de Kazimierz Dejmek. Más allá de los valores de la música y la puesta, la presentación fue deplorable. Debía empezar a las 19 hs del 22 de Noviembre y recién a esa hora apareció un técnico que tomó 20 minutos en realizar los ajustes necesarios para presentar el DVD; pero olvidó los subtítulos en castellano (el DVD los tenía)…Luego una linda señora de la Embajada de Polonia tomó otros 20 minutos para elogiar el Festival pero no dio programa ni argumento. Empezó 19,40 y duró una hora y media.
Síntesis tomada de Google: una joven campesina enamorada de un hombre de clase alta queda embarazada por él, que la engaña comprometiéndose con la hija de un alto funcionario Real para conservar su riqueza; ante lo cual Halka se suicida". No cuentan que el campesino Jontek está muy enamorado de Halka, pero ese sentimiento no es correspondido. Google para ciertas búsquedas no sirve para nada y no logré encontrar el reparto ni el director de esta versión, que por supuesto me hubiera debido llegar con la gacetilla del Festival o en la sala donde se proyectó. Hacer cultura de esta manera es indecente.
Sin embargo vale la pena recomendar esta versión si se puede conseguir. Los artistas son muy buenos, la puesta respeta la obra y la Orquesta está dirigida con cabal conocimiento. Cada personaje está interpretado convincentemente; el tenor Jontek tiene un aria muy linda (la grabó Beczala); Stolnik, el aristócrata, es un cínico; la hija del alto funcionario se da cuenta de los derechos de su rival y canta bien (soprano lírica); la desesperación de Halka se hace cada vez más evidente y la cantante es notable musical y actoralmente. Además los coros son de primer orden y los bailes folklóricos resultan muy auténticos. La ópera transcurre en una aldea de los Cárpatos polacos a mediados del siglo XVIII. Los minutos finales son impactantes, al llegar ella a las puertas de la iglesia y darse cuenta que todo está perdido: muy lograda puesta iluminada con pericia. Ojalá se pueda ver de vuelta en mejores condiciones.
En suma, faltó totalmente el profesionalismo en aspectos claves para el espectador en ambas óperas, más allá de los valores de los artistas. Así no se hacen las cosas.
Pablo Bardin
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