La pandemia fue terrible a partir de marzo del año pasado en múltiples sentidos; uno de ellos implicó el cierre de valiosas instituciones como la Academia Bach de Buenos Aires tras 37 años de actividad. Cuando empezó el Covid nadie sabía cuánto tiempo tardaría en poderse controlar, pero surgió la posibilidad de tener vacunas y el Teatro Colón decidió en Julio de este año iniciar actividades con 30% de aforo y estrictos controles; funcionó. Pero otras instituciones no tuvieron la base financiera necesaria, ya que fueron muchos los rubros que bajaron su productividad y pocos los que pudieron ayudar a la música clásica. La Academia denomina a sus conciertos "Reprogramación ciclo 2020-2021". Me llegó en la computadora el aviso del segundo concierto pero no del primero, y como al parecer no hubo avisos en los diarios que leo (La Nación y Clarín) me perdí el primer concierto; les pedí que me enviaran la programación entera y la recibí, gracias a lo cual pude asistir a dos de los conciertos de la temporada. El primero se realizó en la Fundación Beethoven e incluyó el Doble concierto en Re menor de J. S. Bach, la Suite de "Abdelazer" de Purcell y "Laudate pueri Dominum" de Händel, con los Solistas de la Academia Bach.
El Segundo concierto tuvo lugar en la Iglesia San Juan Bautista, "organizado por la Asociación Academia J. S. Bach", en Alsina 824. Es una iglesia imponente y fue elegida porque tiene un muy buen órgano, tocado por Mario Videla. Como hizo en otros años, un sistema permite proyectar al artista en una pantalla colocada en la zona del altar. Enrique Rimoldi, notable organista, fue su asistente de registración; a veces pasó al lado izquierdo y afectó la visión de las manos y los pies de Videla, pero así se pudieron escuchar los registros que hacen tan variada la música de órgano. Primeramente, obras de Henry Purcell: Música Ceremonial en la Capilla Real: Voluntary en Sol, Z. 720 y Voluntary en Do, Z.717. Z. es "F. F. Zimmerman´s Analytic Catalogue" (1963). Voluntary según Willi Apel (Harvard Dictionary of Music): "Piezas inglesas para órgano que se tocan durante el servicio de la iglesia". Ya existen en el siglo XVI y principios del XVII (Byrd, Weelkes, Gibbons). Pero en los siglos XVII tardío y XVIII "se incorporaron elementos de preludio, tocata, aria operística, suite y sonata, excediendo las limitaciones del estilo de iglesia". John Blow y Purcell fueron los mejores de fines del XVII. "Muchos mediocres de los siglos XVIII y XIX escribieron voluntaries; con frecuencia eran improvisados". Los elegidos por Videla fueron un grato comienzo del concierto. También de Purcell, "2 elegías para el funeral de la Reina Maria II", Z.860: "Man that is born" (El hombre nacido de mujer") e "In the midst of life" ("En medio de la vida"). En estas elegías se unieron al órgano los 4 integrantes de "Iucundi Musici": Ailín Palacios (soprano), Verónica Nostro (contralto), Ramiro de la Rúa (tenor y conducción), Fernando Borrás (bajo). Iucundi en latín: agradable, festivo, ameno. Resultaron buenos cantantes, coordinados con Videla. "Man that is born of a woman" es texto de Job 14, 12: "El hombre nacido de mujer no tiene sino pocos días para vivir y están llenos de miseria. Surge como una flor y es cortado; huye como si fuera una sombra y jamás permanece quieto en un solo lugar". "In the midst of life" es una Paráfrasis sobre la antigua Antífona "Media vita in morte sumus": "En medio de la vida estamos en la muerte: ¿A quién podemos acudir en busca de socorro sino a ti, oh Señor? Estás justamente enojado por nuestros pecados. Sin embargo, oh Señor todopoderoso, oh Santo y misericordioso Salvador, no nos dejes caer en los amargos sufrimientos de la muerte eterna". Una aclaración: esta Mary II forma parte de un reinado compartido con William, que era protestante y de los Países Bajos mientras que ella era católica.
Pero fue fiel a William, que había echado a James II; ella murió a 32 años debido a la viruela. Las Elegías son música profunda y altamente expresiva. Otro Voluntary, en La, sobre el Salmo 100, Z.721, fue interpretado por órgano y grupo vocal.
Pasamos a Johann Sebastian Bach. Por supuesto, Bach es el máximo entusiasmo en la gran carrera de Videla, y en este concierto se planteó tocar la tremenda "Passacaglia y fuga", BWV 588. Tengo una duda: ¿no supe escucharla o sólo ejecutó la Passacaglia? Y si fue así, en el programa figura la Fuga. En el catálogo R.E.D. 2000 está como BWV 582; ¿cuál es el número correcto? Sí se agregó el Preludio coral "Wo soll ich fliehen hin" ("Dónde debo huir"), que fue anunciado; BWV 694, de la colección Kirnberger. Volviendo a Videla, me impresionó la seguridad con la que, septuagenario, resolvió los ingentes problemas de dos teclados más las notas graves tocadas con los pìes; y la Passacaglia en sí es sin duda una de las obras maestras bachianas de su juventud (se cree que la escribió entre 1708 y 1712). Apel define así la Passacaglia en Bach: "Una variación continuada basada en un ostinato claramente distinguible que normalmente aparece en el bajo pero que puede ser transferido ocasionalmente a una voz más aguda".
Finalmente, Georg Frideric Handel, como se escribía su nombre y apellido en Inglaterra (y así lo pusieron en el programa). Primeramente el Concierto en Sol mayor, op. 4 Nº 1, HWV 289, para órgano. Debo decir que dos cosas me extrañaron: tengo las magníficas versiones de 16 conciertos para órgano de Handel por E. Power Biggs con un órgano que había sido tocado por el compositor, pero no son sólo para órgano: tienen apoyo orquestal (Adrian Boult dirige la Filarmónica de Londres) y aquí no lo hubo. Y me resulta incomprensible que figure en Sol mayor cuando en la interpretación de Biggs está en Sol menor; los movimientos coinciden, es la misma obra; el op. 4 tiene 6 conciertos para órgano y orquesta. Sin embargo debo reconocer que sin la orquesta igual la obra me resultó muy bella y comprensible. Creo que el órgano también tocó música que en la versión original está tocada por la orquesta. Dice Biggs: Larghetto e staccato: "La orquesta empieza con finos acordes declamatorios y pasajes en escalas. El órgano contesta con música similar. Las cuerdas tienen una serie de notas parecidas a una marcha y el órgano en cambio alterna con pasajes líricos". Allegro: "Atrayente tema del órgano descendiendo la melodía y saltando una octava. Una figuración fantasiosa en tonalidad menor pasa del órgano a la orquesta. En cierto momento hay una excelente pequeña cadenza. Un breve Adagio para el órgano lleva a un Andante final en el cual la melodía es presentada por el órgano y luego por las cuerdas de alta tesitura. Con creciente elaboración se desarrolla en variaciones hasta los acordes finales". La ejecución de Videla fue muy clara.
Las Chandos Anthems son una etapa muy interesante de la creación handeliana. El Anthem es típico de Inglaterra; así lo define Apel: "Una composición coral inglesa escrita con palabras inglesas de la Biblia o de otro texto sagrado e interpretada durante el culto de la Iglesia Anglicana, donde equivale al motete en el rito romano. Generalmente está acompañada por un órgano. Si incluye partes para cantantes solistas se la llama anthem en verso. El anthem empieza con la Reforma y el establecimiento del inglés como lenguaje litúrgico. Los primeros los escriben Tye y Tallis hacia 1560; hacia el final del siglo XVI Byrd inicia los anthems en verso, desarrollados por Gibbons. El anthem de la Restauración tiene creadores como Purcell y Blow; al tener múltiples secciones se parecieron a las cantatas. El anthem Barroco llegó a su punto más alto en los gloriosos anthems de Handel donde casi todos fueron creados para ocasiones festivas (los Chandos, 1716-18; Coronación, 1727; y Dettingen Anthem, 1743)". Los Duques y Barones de Chandos empiezan a tener títulos con John Bridges Chandos (1490-1557); el que nos interesa es James Bridges, Primer Duque de Chandos, que también fue Marqués y Conde de Carnarvon y Octavo Barón Chandos de Sudeley, miembro del Parlamento de 1698 a 1714. Durante 8 años (1705-13), durante la Guerra del Linaje Español, fue el pagador general de las fuerzas inglesas, logrando obtener gran riqueza. Hizo construir una magnífica casa en Canons, Middlesex; y durante 2 años Handel, empleado por Chandos, compuso 11 anthems (el programa menciona 12 anthems pero me extraña que el Nº 12 en ese caso no esté grabado) y el oratorio "Esther". Escuchamos el Chandos Anthem VI (Salmo 42), HWV 251d: "As pants the hart for cooling streams" ("Como el ciervo jadea por las corrientes de agua"), por el grupo vocal y órgano; 1ra. Audición. Tiene 7 partes; se inicia con una breve Sinfonia, en el viejo sentido de la palabra, música tocada por instrumentos sin texto cantado. Tiene 7 partes en total; las que son para coro en este caso fueron interpretadas por sólo 4 cantantes. 2, Coro: "Como el ciervo jadea por las corrientes de agua, así clama mi alma por ti, oh Dios". 3, solo (contralto): "Lágrimas son mi pan de cada día, mientras ellos dicen, ¿Dónde está tu Dios?" 4: Solo (bajo): "Porque fui con la multitud y la conduje hasta la casa de Dios". Coro: "Con voces de alabanza y agradecimiento, por parte de aquellos que guardan la fiesta". Dúo (soprano y tenor): "¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí?" Coro: "Confía en Dios, porque aún he de alabarle". El comentario en el programa da un dato interesante: "aparece un coral como cantus firmus que Handel dejó sin identificar. Es en realidad el coral ´Christ lag in Todesbanden´ (´Cristo yacía en los lazos de la muerte´)". Todos los Chandos Anthems están grabados en varias buenas versiones en Inglaterra. Lamentablemente no los tengo y me resultó valioso conocer el elegido por Videla en versión que me pareció correcta y comprensible.
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Debido al concierto Mozart de Cangemi en el Colón no pude asistir al concierto denominado "El arte de la flauta dulce barroca" el 16 de octubre en la Iglesia Metodista Central a cargo de María Laura Wirth (flautas) y Diana Lopszyc (espineta)con obras de Henry Purcell, Daniel Purcell, Händel y J.S. Bach, pero una semana más tarde estuve en esa iglesia tan cercana a Videla y también a un gran amigo, Van der Meulen. Fue un placer volver a ella para asistir a "El arte del violoncello", a cargo de José Araujo, con comentarios de Videla. Cuestiones familiares me impidieron asistir al concierto denominado "En la corte de Federico el Grande", que tuvo lugar en la Biblioteca del Convento, Alsina 824, con obras de J. S. Bach (parte de "La Ofrenda Musical"), Carl Ph. E. Bach (Trío Sonata Wq 149) y Johann Quantz (Trío Sonata QV2), con Gabriel Pérsico (flauta traversera barroca), Pablo Saraví (violín barroco), Gabriela Massun-Sovic (violoncelo barroco) y Mario Videla (fortepiano y comentarios). Por último, la primera comunión de un nieto también me impide asistir al último concierto, en la Iglesia Metodista Central, el 20 de noviembre, con los Solistas de la Academia Bach y el Grupo de Canto Coral dirigido por Néstor Andrenacci: Concierto en sol menor, BWV 1056, de J. S. Bach; del mismo, Cantata Nº 196, "Der Herr denket an uns" ("El Señor piensa en nosotros"), y otra Chandos Anthem de Händel, "Let God arise" ("Dejad que Dios se eleve").
De modo que el concierto de Araujo fue mi despedida este año a mi querida Academia Bach. La muy interesante novedad fue la serie de 7 Ricercares (1689) de Domenico Gabrielli. Vida corta (1651-1690), nacido en Bolonia, alumno de Legrenzi, "en 1680 fue violonchelista en la Capilla de San Petronio de Bologna y llegó a ser miembro de la Academia Filarmónica. Compuso unas 12 óperas, 3 oratorios y varias cantatas. Sus ´Ricercari per violoncello solo´ se conservan sólo en manuscritos. ´Sus ricercari reflejan tanto una técnica de ejecución avanzada como una aguda conciencia de la sonoridad adherente al instrumento; contienen pasajes floridos y cuerdas dobles, triples y cuádruples". Me resultó sorprendente que Alfred Loewenberg en el Grove escribió el apellido con una ele, Gabrieli; por otra parte, afirma que Domenico (sea Gabrieli o Gabrielli) fue uno de los primeros en componer para el violoncelo. Sea como fuere, me resultaron gratas y bien escritas, y por cierto, tocadas con gran nivel, más allá de encontrar algunos agudos un poco ásperos (pero bien puede ser el instrumento). En otro plano, me asombró que no haya ninguna grabación de cualquier obra de este Gabrieli-Gabrielli en el catálogo R.E.D. 2000 de CDs.
Por supuesto que las Suites de Johann Sebastian Bach para violoncelo son famosísimas; el interés de esta versión, aparte de la calidad del violoncelista, es que escuchamos la Primera suite, en Sol mayor, BWV 1007, por un instrumento barroco. Revela claramente que, si bien suena muy bien en el violoncelo contemporáneo, fue imaginada para un sonido como el que pudimos apreciar. Por ende, fue una experiencia muy atrayente.
No estuve de acuerdo, en cambio, con la extraña idea de escuchar el Adagio cantabile de la Sonata Nº 8, "Patética", para piano, de Beethoven, por violoncelo y un mediocre y diminuto clave; Videla lo consideró un tributo al genio de Bonn y esta vez no acepto su punto de vista (casi siempre lo apoyo).
Pablo Bardin
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