Es extraño que tan pocos compositores se hayan animado a convertir en ópera la más famosa obra de Shakespeare, o quizás este mero hecho lo explica: el temor a no lograr una versión congruente y valedera. Hay sólo una de buen nivel aunque bien lejana a las maravillas verdianas respecto a otras piezas: el "Hamlet" de Ambroise Thomas. La ópera sin cortes dura 2 h 50´, pero la pieza llega a las 4 hs: es obvio que cualquier libreto debe cortar mucho para ser viable, ya que cantar toma mucho más tiempo. Y el libretista esmerarse en rescatar lo esencial y ser lo más fiel posible en ambientación. Elsinore (Helsingör) era una fortaleza vikinga danesa cuidando el estrecho que lleva al Kattegat de sus vecinos hostiles vikingos suecos en una lejana época medieval de incursiones danesas en Escocia e Inglaterra. Hoy en el mismo lugar hay otra fortaleza (Kronstadt en Helsingör) rodeada de una ciudad moderna y a pocos kilómetros de la sueca Helsingfors; la visité y me impresionó mucho por su mezcla de hosco fortín visto desde afuera, pero adentro un palacio de evidente riqueza y atracción. Data de 1585 durante el reino de Federico II; he leído muchas veces que la historia de "Hamlet" es de una lejana época medieval, pero leyendo la obra de Shakespeare en inglés no veo la menor alusión a la época vikinga y Shakespeare usa la gran terraza de Kronstadt frente al mar para la escena del encuentro de Hamlet con el fantasma. La historia básica que cuenta sería similar en muchas zonas del mundo europeo de entonces (1600) pero también en ese indefinido Medioevo, y no deja de recordar a la "Elektra" de la antigua Grecia. Por supuesto que el genio del bardo da un extraordinario vuelo a la obra, pero no es totalmente invento de él; está basado sobre dos obras que luego se perdieron: una probablemente del inglés Thomas Kyd (circa 1588-89), luego recontada en "Der Bestrafte Brudermord, oder Prinz Hamlet aus Dänemark" ("El castigo del asesinato del hermano, o el Príncipe Hamlet de Dinamarca"), de autor anónimo, por supuesto que en traducción al inglés (Shakespeare no sabía alemán). Así figura en Collier´s, pero en Macropaedia Britannica se opina distinto: el burdo libro alemán estaría basado en Shakespeare…Hay un evidente disparate si fuese medieval: mandar a estudiar a Hamlet a Wittenberg, ciudad alemana donde nació la reforma luterana y cuya universidad se fundó en 1502. Siempre he leído que Hamlet está imaginado en lejana época medieval pero tengo dos ediciones de la pieza y no dan ningún dato: la de Britannica Great Books y la de The World Publishing Company (Cleveland-New York). Y mi guía Hachette "Pays Nordiques" dice algo inverosímil: que sería del S. V, cuando se sabe muy poco de esa época y no había una sociedad vikinga organizada como sí la hubo desde el s. VIII en adelante. Además figura en las "Histoires tragiques" de François de Belleforest editada en 1570; una traducción inglesa de una de ellas, "The Hystorie of Hamblet", fue conocida en 1608, de modo que no pudo servirle a Shakespeare, aunque quizás alguien le contó la de Belleforest (creo que el bardo no sabía suficiente francés). De todos modos, la famosa hesitación de Hamlet para matar a Claudius es idea de Shakespeare.
Conocí la pieza en la magnífica versión cinematográfica de Laurence Olivier con música de William Walton durante mi adolescencia y la vi muchas veces; décadas después vino la versión sin cortes de Kenneth Branagh, muy respetable; dura casi 4 horas contra algo más de 2 hs de la de Olivier y francamente puedo prescindir de Rosenkrantz y Guildenstern. En teatro, en Roma y en italiano, Zeffirelli la presentó en un pequeño teatro circular de modo muy abstracto pero fuertemente dramático y me comunicó la esencia cabalmente. No voy a ocuparme de las innumerables distorsiones de fondo que se han visto en teatros porteños salvo alguna excepción muy en el pasado.
Volvamos a la música; Liszt y Tchaikovsky realizaron poemas sinfónicos de interés aunque no son de sus mejores. También rescato el ballet de Boris Blacher que se vio aquí en los años 50. Hay canciones de Ofelia de Brahms y Strauss y una notable música de Shostakovich para una versión cinematográfica rusa de admirable comprensión; y "La mort d´Ophélie" y "Marche funèbre" de Berlioz. Hay músicas incidentales que no conozco ni sé si están grabadas de Haydn, Milhaud, Thomson y Pierné, oberturas de Gade y Joachim, dos obras de Lekeu ("Marche d´Ophélie" y "Hamlet", estudio sinfónico), un ballet de Lambert, de MacDowell el poema sinfónico "Hamlet and Ophelia"; óperas de oscuros compositores italianos (L. Caruso, F. Faccio). En suma, una sola ópera interesante y de un francés, no un inglés.
Hasta 1937 "Hamlet" de Thomas fue una ópera muy popular en el Colón pero en versión italiana, casi siempre con Titta Ruffo; yo sólo conocí en mi infancia y adolescencia dos arias de Hamlet por él en discos de pasta: "O vin, discaccia la tristezza" y "Come il romito fior"; me fascinaban. Lo cantó en 1908, 1909, 1910, 1915, 1916, 1926 y 1931; tuvo Ofelias como Galli-Curci, Barrientos y Marengo; Reyes Claudio como Cirino, Journet y Pinza; directores como Mancinelli, Marinuzzi y Calusio. Sólo en 1937 se dio en francés: Singher, Bovy, Froumenty, director Calusio. Y luego silencio ininterrumpido. Por eso me alegré cuando la programó Juventus Lyrica hace 2 años en una versión discutible porque Jaunarena añadió fragmentos hablados de Shakespeare a la música pero con buen reparto y sentido dramático: dir., Schvartzman; régie, Jaunarena; escenografía: Córdova; con Noguera, Pisani, De Salvo, Cirera, Cudina Begovic y Bürgi. Por mi parte conocí gracias a Callas la escena de la locura de Ofelia en francés hace varias décadas y me cautivó. Luego, ya en tiempos bastante más cercanos, conseguí dos grabaciones en CDs; una con Sutherland, Milnes, Morris, y Bonynge dirigiendo la Welsh National Opera Orchestra; Decca;1993. La otra, en vivo, es una de coleccionista cedida por un amigo, con Simon Keenleyside, Natalie Dessay, Robert Lloyd y Louis Langrée dirigiendo la Orquesta del Covent Garden; Live; BBC Radio Broadcast, 20/5/2003. Tanto Keenleyside como Langrée estuvieron en la función que comento del Met de 2010, y el Met y el Covent tomaron como base la versión de Genève en 1996: quedaron los decorados de Christian Fenouillat, el vestuario de Agostino Vacalca, las luces de Christophe Forey; sin embargo, Brian Large, si bien tomó como base la régie de Moshe Leiser y Patrice Courier, modificó algunas cosas. Aparte de Keenlyside el reparto fue el siguiente: Ophélie: Marlis Petersen; Gertrude: Jennifer Larmore; Claudius: James Morris; Laërte: Toby Spence; El Espectro: David Pittsinger; Polonius: Maxim Mikhailov; Sepultureros: Richard Bernstein, Mark Showalter; Horatio: Liam Bonner. Actores: Rey: Peter Richards; Reina: Joshua Wynter; Villano: Christian Rozakis.
En mi catálogo RER 2000 figura otra versión: Hamlet: T. Hampson; Ophélie: J. Anderson; Gertrude: D. Graves; Claudius: S. Ramey; Laërte: G. Kunde; A. de Almeida, Orq. Fil. de Londres (EMI), 1993; muy competitiva. Otras: En directo: Skovhus, Pendatchanska, Rydl, Cortez, Simic, López Yáñez; dir., Giovaninetti, Fil. de Radio France; Serenissima 1994, CD. En directo: Keenlyside, Dessay, Vernhes, Uria-Monzón, Hollop, Shtoda; dir., De Billy, Orq. Liceo; CD/DVD EMI Classics; 2003. En directo: Degout, Devielhe, Alvaro, Brunet, Vernier, Behr; dir., Langrée; régie, Teste; Opéra-Comique; CD/DVD Naxos 2018. Por supuesto, también hay grabaciones de arias o escenas. Del brindis, además de Ruffo, Battistini, Schlusnus, Skovhus, Merrill; de la escena de la locura: Galli-Curci, Tetrazzini, Melba, Jo, Gruberova, Dessay, Norena; y de Come il romito fior, De Luca y Stracciari. Quiero también mencionar que hay otra ópera de Thomas que bien merece conocerse y es "Mignon" (sobre libreto derivado de "Wilhelm Meister" de Goethe), contiene varias arias muy bellas; la versión con Horne, Vanzo, Welting, Zaccaria y Von Stade, con de Almeida dirigiendo la Orq. Philharmonia (Sony, 1977) es muy recomendable.
El público francés operístico del s. XIX era muy de seguir una moda; dominó durante un tiempo Auber, luego Meyerbeer, y le siguieron Gounod y Massenet hasta el final del siglo. Ambroise Thomas tuvo vida larga (1811-1896); en el Conservatorio de París sus profesores fueron Lesueur en composición, Kalkbrenner en piano; ganó el Premio de Roma y volvió con mucha música de cámara, pero le atraía la ópera; desde 1837 escribió óperas livianas en cantidad para la Opéra-Comique, pero la que le dio fama fue "Mignon", 1866; dos años después también fue un éxito "Hamlet"; en ambas los avezados libretistas fueron Jules Barbier y Michel Carré. En 1894 "Mignon" llegó a las mil representaciones. Profesor de composición desde 1852, sucedió a Auber como Director del Conservatorio en 1871 y el trabajo fue tan absorbente que produjo pocas obras después. Una me intriga: "Francesca de Rimini"; sería interesante compararla con la de Zandonai. Y también una anterior, apoyada por Berlioz: "Le Caïd".
El libreto naturalmente elimina escenas enteras que no tienen relevancia en cuanto al tema central; también cambia de orden algunas escenas o deja de lado el original y lo reemplaza por algo más adaptable al género operístico. Por ejemplo, la Primera Escena del Acto Primero de la pieza va a estar pero más tarde. Es interesante saber que Hamlet es barítono porque la Ópera de París carecía de un tenor adecuado para el personaje y lo celebro: el barítono me parece mucho más de acuerdo con las necesidades de timbre y actuación de este complejo Hamlet. El Preludio es breve e intenso, muy bien orquestado, e incluye un tema relacionado con el Fantasma del Rey Hamlet. Se abre el telón en una sala del palacio. Coro de cortesanos alabando al nuevo Rey y a la Reina. El Rey Claudius coloca una corona sobre la cabeza de Gertrude, madre de Hamlet (el Rey es su tío). Rey: "Tú que fuiste la mujer de mi hermano coronándote obedezco el deseo de los Daneses. ¡Sé mi mujer!". En voz baja hay este cruce significativo; ella: "No veo a mi hijo"; él: ¡Silencio, sé Reina!". Cortesanos: "¡Saludamos con entusiasmo este casamiento glorioso! ¡Que nuestras voces suban hasta el Cielo!". Se van todos de la escena; aparece Hamlet (H). Monologa: "Cae mi padre bajo los golpes de un destino ciego y celoso. Dos meses han pasado y mi madre está en los brazos de un nuevo esposo. ¡Oh mujer, te llamas inconstancia y fragilidad!". En la pieza este monólogo es mucho más extenso y ocurre después de un tenso coloquio con su madre y el Rey, también muy largo. Sé que puristas tratarán a mis siguientes palabras de sacrilegio, pero creo que el camino de Olivier es el justo: la pieza es demasiado larga y se va por las ramas una y otra vez, y son varias las escenas literariamente atrayentes pero que quitan ritmo al relato. Simon Keenleyside es un caso poco común: un gran actor cantante y viceversa, como lo fueron Vinay, Vickers y el maduro Domingo en Otello: tiene notables medios vocales y gran musicalidad pero todo al servicio de la construcción del personaje, que parece apoderarse de él hasta el telón final, y eso ya se hace evidente en este primer monólogo: él está indignado pero no sabe que su padre fue asesinado. Las escenas con el Fantasma están por venir; en la pieza se sabe del Fantasma desde el comienzo mismo: Francisco (un soldado) y los oficiales Bernardo y Marcellus (¿por qué nombres tan italianos y latinos en Dinamarca?), además de Horatio (Ho, amigo de Hamlet) ven al Fantasma y reconocen los rasgos del Rey Hamlet. Luego, en muy amplia escena, dialogan el Rey con Laërte (L), la Reina y Hamlet; el Rey reconoce que Hamlet es su sucesor y le recrimina su exceso de tristeza por la muerte del padre; además le pide que se quede en Dinamarca y que no vuelva a estudiar en Wittenberg; y a L que también se quede y no vuelva a Francia, pero quiere enviarlo a Noruega. Cuando se van Hamlet tiene el monólogo que aparece en la ópera muy cortado (se inicia en la pieza "O, that this too too solid flesh would melt": "Oh, que esta carne tan tan sólida se derrita": pero en la ópera: "¡Vains regrets!" (¡Vanas lamentaciones!"). Lo que sigue funciona muy bien en la ópera pero no está en la pieza, donde recién en el Tercer Acto hay un dúo con Ophélie, o sea que el texto es de los libretistas: Ophélie (O) está cantada por Marlis Petersen, una escandinava alta y bella. Ella sabe que H quería partir (pero no que el Rey le pide que se quede) y cree que es porque el corazón de H la olvida. H contesta: "¡No tengo el corazón de una mujer!". O: "¿Merezco tal injuria?". Y en los minutos siguientes escuchamos el único momento en el que H cede (no en la pieza): "¡Nunca dudes de mi amor! ¡Tu imagen calma y serena hubiera acompañado mis pasos en la soledad! ¡Pero tu presencia me consuela!" O: "¡Espíritu de los cielos y de la Tierra, sean testigos de su amor! ¡A ti se confía mi amor!" Es un bello dúo romántico de grata melodía y fue la única vez en la que H y O se concentraron en sus sentimientos amorosos; poco después habrá revelaciones que cambiarán todo. Keenleyside pudo relajarse y Petersen cantó con grato timbre y buen estilo. Entra L, entonces muy amigo de H, para contarle que el Rey le pide que vaya a Noruega a combatir; y entonces canta una emotiva aria que ensalza a su hermana: "¡Ella es mi orgullo y mi vida! Reemplázame a su lado". Bien cantado por un joven tenor de muy decidido aspecto, Toby Spence. Fanfarrias; viene una fiesta; H no quiere estar y se va. Coro de Damas y Señores: "¡Honor al Rey!" Oficiales y Pajes: "¡Dejemos de lado el aburrimiento! ¡El placer nos llama! ¡Son demasiado escasos los momentos felices en la vida!" (es un coro agregado, naturalmente). Enseguida después entra Ho (Liam Bonner, muy correcto) con Marcellus y se dirigen a un grupo de jóvenes oficiales, que no creen al primero cuando les dice que vieron al fantasma del Rey Hamlet; los dos salen para ver a H y los oficiales se añaden al Coro que se repite más brevemente.
Un muy expresivo y trágico Preludio de notable orquestación nos lleva a la terraza donde apareció el Fantasma. Ho y Marcellus reciben a H. Se escucha música lejana y un cañonazo; suenan las campanas de la Medianoche y aparece el fantasma. H: "¡Espectro infernal, imagen venerada, oh mi padre, oh mi Rey!" El Espectro hace el gesto de quedarse solos; los amigos se resisten pero H les ordena irse, "no temo por mi vida inmortal". El Espectro (E): "Soy el alma inmortal de tu padre. Un poder divino me arranca de los fuegos profundos y me pone en tu ruta para dictarte tu obligación". H: "Me someto a tu voluntad santa" (¿no es contradictorio que el Espectro diga que sale del Infierno?). E: "¡Si tu corazón alberga un pío recuerdo de mí, véngame! ¡Ataca sin miedo ni compasión! ¡Llegó la hora de castigarlo!" (se escuchan fanfarrias en el palacio). "El adulterio ensució mi palacio imperial; el ahora proclamado Rey sabiéndome dormido, vertió el veneno en mis labios" (distinto en la pieza, donde es en el oído). "No esperes para atacar la hora de su arrepentimiento, pero reprime tu ira ante tu madre, dejemos al Cielo el castigo. ¡Recuérdame!" El admirable David Pittsinger, que conocimos aquí como Don Quijote en la ópera de Massenet, conservaba su poderosa voz e imponente presencia en 2010; muy bien maquillado, tanto su cuerpo somo su vestuario eran muy blancos y luminosos, lejanos de la imagen vaporosa que suele adoptarse pero dramáticamente eficaz, ya que en el escenario sólo es visto por H o por otros si el E lo quiere; la cuarta pared también lo ve y queda impactada. Se va a vivo paso. H: "¡Querida sombra, obedeceré tu orden! ¡Oh luz, gloria, amor, dulce embriaguez, adiós!". Fuerte cierre de acto con un conmovedor Keenleyside. No son muchos los directores de orquesta franceses que van al Met y Louis Langrée no es muy conocido, pero evidenció conocer a fondo la obra: la llevó con empuje y claridad y la Orquesta la tocó como si la tuviera en repertorio, con absoluta firmeza.
Acto Segundo, Primer Cuadro. Los jardines del Palacio. No he comentado las escenografías, que distan de dar una idea de esa época (admitamos el s. XVI) y apelan como es habitual en estas últimas décadas a un ambiente único al cual se le añaden detalles en cada acto o cuadro. En este caso unas pocas "plantas" (minimalismo escenográfico) "ambientan" pobremente. Pero como ya se vio en el Acto anterior, hay un criterio de alguna validez dramática en dos biombos a cada lado del escenario que sirven o para ocultar o para dar un sentimiento de cerrazón a lo que se está narrando. Los vestuarios son más de época y en general fueron adecuados, y las luces estuvieron bien manejadas. En cuanto a la dirección actoral fue generalmente congruente con la narración. Entra O y monologa preocupada: "¡Su mano desde ayer no tocó la mía! Se turba al verme, huye cuando me acerco". Lee un libro que paralela sus pensamientos: "¡Adiós, dijo él, tenedme fe! ¡Frívola promesa! ¡En un día todo se borra, su corazón ya no me ama!". Ve a H, parece acercarse, sigue leyendo hasta la frase final: "¡Adiós, mejor morir" (H se va precipitadamente). Aria "Les serments ont des ailes" ("Las promesas tienen alas"): es un lamento ante la extraña indiferencia de un H que el día anterior le confirmaba su amor; naturalmente no sabe el motivo ni él puede decírselo, ya que su vida cambió horas después de estar con ella. Andersen supo dar tristeza a su timbre, tan feliz en el dúo de amor. El Acto Segundo en la pieza es muy distinto; se inicia con una larga charla de Polonius (P) con Reynaldo, su sirviente, para que acompañe a L y le permita aventuras juveniles pero no exageradas. Luego, en vez de la escena de la ópera, O habla con P de H y cuenta las extrañas actitudes que tuvo con ella, pero P cree que es el éxtasis del amor; como ella había rechazado por consejo de P las cartas de H, P opina que eso lo enojó y hay que comentarlo con el Rey. Volviendo a la ópera, entra la Reina y tiene un importante diálogo con O que no está en la pieza y cuyo libreto se corresponde con las angustias de ambas y resulta convincente. La Reina (Re) está interpretada por Jennifer Larmore, que mucho hemos apreciado en Buenos Aires, donde en su última visita se presentó en "Elisabetta, Regina d´Inghilterra" de Rossini. Re: "Esperaba encontrar a mi hijo cerca suyo". O: "¡Me huye, me evita! Permítame dejar la Corte y buscaré el asilo que me inspire Dios". Re: "¡No, te ama! Ese obstáculo desconocido no viene de él ni de ti". Aria intensa, de fuerte dramatismo: "¡Vi pasar un relámpago en su mirada sombría! Parecía seguir a un fantasma invisible. ¡Yo llamo, se estremece! ¡Contempla mi terror! ¡Rechaza horrorizado mi mano! ¡Tengo miedo, no partas, te imploro! ¡Sólo tú puedes curar su locura!". Larmore, en muy buen estado vocal, bella pero desencajada porque la Reina sabe la verdad, demostró ser una elección positiva para un personaje muy difícil. "Llega el Rey, déjame". R: "El alma de vuestro hijo está permanentemente afectada, su razón no le responde". Re: "Quizá sepa la verdad". R: "No sospecha nada". Llega H. R: "Llámame tu padre". H: "Mi padre ha muerto". R: "Su memoria me emociona, es en su nombre que te tiendo la mano". H: "Su mano está inerte; su memoria, borrada, ¡nadie sabrá su nombre mañana!" R: "Hijo…". H: "Soy Hamlet". Hace unos pasos para alejarse. R: "¿Buscas a O?" H: "La belleza, la juventud…¡En un solo día desaparece!" R: "Si nada te retiene, viaja por Francia e Italia". H: "¡Quisiera viajar en el aire entre las estrellas!" Se escucha música de fiesta. H: "Seréis testigos de un espectáculo nuevo. Hice venir a un grupo de artistas de rara habilidad: bufones, mimos, que darán lo mejor de sí mismos". R: "Que sea esta noche como lo deseas"; bajo a la Re: "No sabe nada"; Re, aparte: "Tengo miedo". Salen R y Re. H: "¡Padre mío, paciencia!" Marcellus trae a los comediantes; hay un coro cantado por ellos que fue cortado por Langrée. H, aparte: "Es creyendo que la víctima se levanta que más de un asesino confiesa su crimen". H a los comediantes: "Para divertir a la Corte y distraer al R interpretarán esta noche ´El Asesinato de Gonzago´. Les instruiré cuál será el momento de verter el veneno. Entretanto, diviértanse, ¡beban, ríanse, canten! ¡Fuera de eso, todo es falso, todo es vano! Yo conduciré la fiesta." Y llegamos al canto báquico que en italiano fue tan famoso, "O vin, discaccia la tristeza": "Ô vin, dissipe la tristesse"; si bien la tristeza está en el título, con frecuencia se la creyó una mera oda al vino, pero es mucho más. Una melodía muy pegadiza, tres estrofas, intervenciones del Coro, y un texto que indica a un alma en grave conflicto que se emborracha para suavizar la profunda amargura; sí, parece la letra del viejo tango, "Esta noche me emborracho, me mamo bien mamao para olvidar", pero H no quiere olvidar, bien por el contrario. Encontró en Keenlyside al intérprete ideal. Primera estrofa: "Oh brebaje encantador, tráeme embriaguez y olvido al corazón!"; lo repiten los comediantes. Segunda estrofa: "La vida es sombría, los años son cortos; Dios sabe el número de nuestros días de alegría. ¡Cada uno lleva una pesada cadena! ¡Crueles imposiciones, largas desesperaciones de nuestra alma!"; extraña reacción de Marcellus y Ho, ya que saben lo que le pasa: "¿Qué le sucede?"; lo repiten los comediantes, ellos sí con lógica. Tercera estrofa: "¡Lejos de nosotros, oscuros presagios! ¡Los más sabios son los locos!" Pero vuelve a la idea primera: "Oh brebaje encantador", etc. Y todos concurren, repitiendo. Y salen. En Shakespeare la Segunda escena es completamente distinta y nada de ella aparece en la ópera. Una habitación en el castillo. El Rey recibe a Rosencrantz y Guildenstern y les pide que, como viejos amigos de H, charlen con él y averigüen qué le pasa. La Rey les pide lo mismo, ellos aceptan y se van. Entra P, anuncia la llegada de los embajadores de Noruega y le dice que cree haber encontrado la razón de la locura de H. Sale y trae a Voltimand y Cornelius, dos cortesanos; el primero cuenta que el pariente noruego del R obligó a su sobrino Fortinbras a desistir de una presunta batalla contra los Polacos cuando se dio cuenta que ese ejército hubiera ido en contra del R; Fortinbras juró que nunca más atacaría al R. Entonces el tío aceptó que luchase contra los Polacos y envía al R el pedido de un permiso para pasar por sus tierras para llegar a Polonia; el R lo estudiará. Esto refleja una realidad: los países escandinavos después de la época vikinga tuvieron frecuentes conflictos entre sí, y la Polonia expansionista era otro problema; en suma, una prueba de que no estamos en tiempos medievales sino en lo que se ha dado en llamar Renacimiento. Salen los cortesanos. P es contundente: "Vuestro hijo está loco". Y lee una carta de H a O: "Al ídolo celestial de mi alma, la bellísima O, con su excelente pecho blanco: puedes dudar que las estrellas son fuego o que la verdad es la mentira, pero nunca dudes que te amo; oh querida mía, créelo; adiós". (Esto se relaciona con el dúo de amor de la ópera). "Ella, según mis instrucciones, no admitió más cartas, y él, rechazado, se entristeció, ayunó, se debilitó y fue cayendo en la demencia. Daré permiso a mi hija que lo reciba y los espiaré para probar mi idea; pero llega H, por favor majestades partid", cosa que hacen. Curioso diálogo de P y H, que está leyendo: "¿Me conocéis, Señor?"; H: "Eres un pescadero"; P: "No"; H: "Ojalá fuerais hombre tan honesto como ellos; tal como está el mundo, hay un honesto entre diez mil personas. ¿Tenéis una hija?"; P: "Sí"; "H: "Que no camine bajo el sol, concebir es una bendición pero no conviene que le pase a vuestra hija". P: "¿Qué leéis?"; H: "Una sátira insultante: dice que los viejos tienen barbas grises, caras arrugadas y carecen de ingenio" (descripción de P). P: "¿Caminarías fuera del aire?"; H: "entrando a la tumba". P: "Señor, partiré"; H: "Encantado que lo hagas, ¡pero no partiré de mi vida!"; P: "Que le vaya bien"; H: "¡Estos tediosos viejos tontos!" (todo esto está preparado por H, que aparentemente está loco). Se va P, entran Rosenkrantz (Ros) y Guildenstern (Guil): H: "Mis excelentes amigos, ¿cómo les va?"; Ros: "Como indiferentes niños de la Tierra"; "El mundo se ha vuelto honesto"; H: "Entonces se viene el Juicio Final, pero vuestras noticias no son verdaderas. ¿Por qué vienen a esta prisión que es Dinamarca?" Ros: "Entonces lo es el mundo"; H: "Nada es bueno ni malo, es el pensamiento que considera así a los hechos"; "podría estar dentro de una nuez y creerme el Rey del espacio infinito"; Guil: "La sustancia misma del ambicioso es meramente la sombra de un sueño". H: "¿Fueron mandados a verme? Sí, lo fueron"; Guil lo admite. H: "¡Qué obra es el hombre!, ¡cuán noble su razón!, ¡cuán infinito en facultades!, ¡en acción como un ángel!, ¡en comprensión como un Dios!; ¡el parangón de los animales! Entonces, ¿por qué para mí parece la quintaesencia del polvo?; el hombre no me deleita ni la mujer". Toda esta escena es muy buena en la pieza pero no se presta fácilmente a una ópera; demasiado ligada a lo metafísico y psicológico. A partir de allí hay escenas superfluas y extensas: primero con Ros y Guild sobre los comediantes, luego de P con H, y a continuación H con los comediantes; allí se ocupan largo rato de episodios de la Ilíada que conciernen a Pirro, Eneas, Ilion, Príamo y Hécuba. Salen P y varios comediantes, y ahora sí vamos al meollo del asunto, que está brevemente en la ópera: las instrucciones para "El asesinato de Gonzago", con un agregado que debería estar en la ópera: añadiendo líneas propias de H al texto de los Comediantes; se lo da sólo al Primer Comediante. Luego éste se va, con Ros y Guil. H queda solo en un largo monólogo donde se trata a sí mismo de cobarde; una sola frase es aprovechada en la ópera, algo alterada: "que gente culpable cuando ve escenificadas sus maldades se declara culpable". Sobre el final tiene frases útiles: "El espíritu que vi puede ser demoníaco, pero si el R se traiciona quedará demostrada su falta y sabré que se trata del espíritu de mi padre". Telón en la pieza.
Vamos ahora al Segundo Cuadro del Segundo Acto de la ópera, que en la pieza es el Primer Cuadro del Tercer Acto y está precedido por varias charlas largas. Para Olivier las consecuencias de la escena mimada por los comediantes son el final de la película. La crucial escena de los comediantes es más breve en la ópera pero su esencia se respeta. Gran sala del Palacio; el Rey y la Reina se ubican en un lugar elevado al fondo; gente de Corte, un espacio en el centro para los comediantes; sobre el costado derecho, un asiento para O; H en el suelo apoyándose sobre las piernas de 0; P, Ho y Marcellus (este último cerca de H). En la pieza la Re invita a H a presenciarlo al lado de ella pero él prefiere estar con O; lo toman como una manifestación de amor. En la ópera la acción la inicia H, a O: "Permitidme sentarme a vuestros pies". O: "¡Vuestro aspecto me asusta y me da frío!". H a Marcellus: "Mirad siempre al R y si palidece avisadme". Pantomima: un Rey viejo con corona del brazo de una Reina cuyo traje se parece al de Gertrude; luego hay un amplio diálogo entre Rey y Reina, donde él dice que está viejo y que tras su muerte ella tendrá un segundo marido, y ella larga frases fuertísimas como ésta: "¡Que un segundo marido sea maldecido! Si hay segundo marido es porque mató al primero". Pero en la ópera es en efecto Pantomima y H le va contando a O lo que ocurre (¡como si ella fuera ciega!). Notable solo de saxofón. H: "Es el viejo Rey Gonzago y la reina Ginebra; ella expresa dulces juramentos de amor". En la pieza el Rey opina que lo que se decide se quiebra con frecuencia y está por probarse si el amor lidera a la fortuna o viceversa. Ella vuelve a asegurar que si fuera viuda seguiría siendo su mujer. En la ópera y la pieza el Rey se va a dormir. H: "¡Pero aparece el demonio tentador, el traidor! ¡Se acerca, tiene el veneno! La Reina le tiende una copa homicida. Él la toma y vierte la muerte en el corazón del Rey" (en la boca en la ópera). "¡Dios recibe el alma del Rey! Y el asesino coloca la corona de oro en su propia cabeza". La régie en el relato es muy audaz: a partir de la presencia del villano H se para y es él quien le pone la corona al Rey y le dice: "¡Estáis pálido!". R: "¡Echad a estos viles histriones!" H, aparte: "¡Se esclareció mi duda!", y haciéndose el loco: "¡Golpeemos al miserable, fue él quien vertía el veneno!" (y señala al R). "¡Venguemos el asesinato del R mediante la muerte de su asesino!" Se acerca al R: "¡Insulta al Cielo y a Dios!", y le arranca la corona. R: "¡Mortal ofensa, ciega demencia que hiela de horror los corazones!" (lo repiten O, P, Marcellus). Cortesanos: "¡Temblamos de terror!" y H repite el canto báquico, pero la emoción es demasiada y colapsa. El R sale precipitadamente seguido de la Re, O y la Corte. Telón de la ópera. Por alguna extraña razón, la Reina de la Pantomima era hombre y negro. En Shakespeare el Cuadro inicial del Tercer Acto empieza con un informe de Ros y Guild sobre su charla con H; se van y el R le pide a G que deje la sala; él y P espiarán la reunión de O con H. Cuando entra H reflexiona en su famosísimo "To be or not to be" (con el que empieza el Acto Tercero de la ópera). Luego dialoga con O (esto en la ópera ocurre luego de la escena en la que el R reza); O se va, entran el R y P: el R quiere mandar a H a Inglaterra para que se ocupe de que le paguen el tributo inglés a Dinamarca (hubo fuerte influencia danesa porque durante largo tiempo ciertas regiones de Inglaterra estuvieron ocupadas por ellos). La pieza pasa al Segundo Cuadro: Una sala en el castillo. H y comediantes dialogan; luego breve intercambio con P, Ros y Guild, y después con Horatio encomendándole que fije su vista en el R durante la Pantomima. Se escucha una marcha danesa (las funciones eran con música) y entran todos para ver la función; H habla con el R, P y la Re con palabras crípticas, y luego dialoga con O. En breve Pantomima se ve la esencia de la acción; luego unas pocas palabras de Prólogo; sigue la charla de R y Re hasta que el R se duerme. H cambia ideas con R y Re; interesante: el R pregunta cómo se llama la pieza; contesta H: "La ratonera" (sí, como la de Agatha Christie…). Vuelve con O y le indica: entra Luciano, sobrino del Rey; es el villano y dice: "estas hierbas mágicas están infectadas y de inmediato usurpan una vida sana". El R reacciona furioso y se va. Gran finale en la ópera pero muy distinto en la pieza, que se prolonga con H muy sereno. Ho confirma que el R es culpable. Luego Ros y Guild le dicen que el R no se siente bien y la Re le pide que la vaya a ver; Ros siente que la amistad con H se diluye. A su vez entra P y pide que vea a la Re, H sigue diciendo locuras. Al quedarse solo, expresa: "Debo ser cruel, pero no inhumano. Largaré dagas en mi habla pero no usaré las verdaderas", y sale. Escena Tercera: Una habitación en el castillo. El R con Ros y Guild; R: "Mandaré con urgencia a H con ustedes a Inglaterra, su presencia es peligrosa". Guil: "No muere sola una majestad, sino que arrastra a los que están cerca de ella; nos apuramos a viajar con él", y se van. Entra P: "H va a ver a su madre y lo espiaré; luego volveré y le contaré". Dejo aquí para pasar a la ópera. Una habitación del departamento de la Re. H: "Pude matarlo y no lo hice. ¿Qué detuvo mi mano?". Y sigue algo muy esperado en una ópera sobre H, "Être ou ne pas être" ("To be or not to be") pero lamento que justamente aquí la inspiración de libretistas y compositor flaqueó: el texto es escaso, la calidad musical, mediana. "Ser o no ser, oh misterio. Morir, dormir. Ah, si pudiera encontrarte, quebrar mi lazo con la Tierra. ¿Cómo es ese desconocido país del cual ningún viajero ha retornado?" El resto repite las primeras frases y agrega "soñar quizás". La riqueza meditativa y metafísica del amplio texto merecía otro tratamiento. Entra el R y monologa primero en recitativo: "Creí sustraerme en vano del remordimiento. Mi hermano entró en la vida eterna, ¡yo destiné mi alma a la muerte eterna!" H, a parte: "¡Se ofrece a mi puñal!" Aria del R: "¡Te imploro, hermano mío! ¡Apacigua la cólera de Aquel que juzga a los reyes! Mis pensamientos se arrastran en la Tierra, ¡Dios no me escucha!" Y vuelven las palabras iniciales. Es un aria expresiva y variada que refleja las contradicciones del R; James Morris ya no tenía en 2010 la extraordinaria calidad vocal de cuando cantó Wotan con dirección de Levine y régie de Schenk; su voz había adquirido una nasalidad y blandura no tan evidente como cuando aquí cantó Timur, pero conservaba su intensidad interpretativa. El texto es mucho más largo en la pieza; vale la pena citar frases que no han perdido verdad y son aplicables en 2020: "En las corruptas corrientes del mundo las ofensas pueden evitar la justicia y pueden comprar a quienes la ejercen"; pero luego: "¡Oh corazón negro como la muerte! ¡Ayudadme, ángeles!", y se arrodilla para orar. En la ópera: H: "Ora, el arrepentimiento podría salvar su alma. ¡Es cuando esté intoxicado con el poder que el infame debe caer bajo mis golpes!" R: "¡Cuál fantasma he visto pasar en la noche sombría! ¡Ven, P! (Llega P); "¡Ví pasar el espectro del Rey muerto!" P: "Controlaos; ¡una palabra suya o mía puede traicionarnos!", y se van. El texto de H en la pieza es mucho más largo y no hay entrada de P ni susto del R; coincide en no atacarlo orando, pero tiene frases fuertes en cuanto al momento de matarlo: "Espada, te usaré cuando esté durmiendo borracho, o en su rabia, o en el incestuoso placer de su cama". En la ópera hay palabras importantes de H cuando se van P y el R: "¡P es su cómplice! ¡El padre de Ofelia!" Inmediatamente entran O y la Re. Re, aparte: "¡Quiero leer su pensamiento!" A H: "Querido H, el altar está preparado, he aquí tu novia" (H no contesta). La R insiste, H contesta: "¡Que me caigan los cielos encima antes de que se realice este casamiento funesto! ¡Id a un claustro, O! ¡Es loca quien puede creerse amada por H! Mi alma es de mármol y está cerrada a los suspiros del amor". O: "Vuestro amor prometido de rodillas que hacía toda mi gloria ¿acaso no debía creerlo?" H: "He perdido la memoria de esos dulces recuerdos". O: "¡Puesto que ya no me amáis, os devuelvo esta prenda" (su anillo). H, tomando el anillo: "¡O, felicidad desvanecida!" Desde aquí cantan en trio simultáneo, O comprobando que ese amor terminó de un día para el otro y que su alma quedará cerrada para siempre a los sueños del amor; H repitiendo las mismas palabras, pero la Re está convencida de que es una mentira, y tiembla por la duda que invade su alma alarmada, la cólera de H no se apaciguó ante tanto amor. O sale llorando y empieza el gran enfrentamiento entre madre e hijo. Recordemos que en la pieza la escena anterior entre O y H transcurre sin la Re y es previa a la Pantomima de los comediantes. También nos enteramos que P espía la reunión entre la Re y H. Es un punto álgido de pieza y ópera y su nivel de intensidad es puesto en música admirablemente, de lo mejor en la obra. Re: "La cólera más que la demencia parece estar en tus palabras. ¡Acepta los consejos de una madre que no puede proteger tu vida! ¡Has ofendido gravemente a tu padre!" (la Re debería decir "tu tío", ya sabe que él rechaza llamar "padre" a quien no lo es). H: "¿Quién ofendió a mi padre?" "¿Recuerdo borrado? No, ¡implacable!" Re: "¡Tu lenguaje es el de un insensato!" H: "¡Y el vuestro es de una culpable! ¡Es mi madre a la que un loco amor llevó al hermano de vuestro esposo! ¡No huyáis! ¡Mirad en las profundidades de vuestra alma y reconoceos!" Re: "¿Queréis asesinarme?" H: "¡No, madre mía, cometer un parricidio es tan criminal como matar a un Rey para casarse con su hermano! No me adelanto al juicio del Cielo. Ya no estáis ante un hijo". Re: "Hasta el Cielo tiene piedad de madres que lloran. ¡Hijo mío, te tiendo mis manos desesperadas!" H: "Vuestras manos vertieron el veneno". (Comparando los retratos de los Reyes hermanos) "Aquí la gracia y la belleza serenas, el coraje, la fe, las virtudes soberanas que son la majestad de los reyes". Allí, el adulterio, el miedo, el artificio, el asesinato, el monstruo, el perverso, parecido a los demonios del infierno, que usted dio como sucesor del otro!" Aria de Re: "¡Pardonne, hélas!", en la que pide piedad llorando con música intensa. El hijo es implacable, ella colapsa sobre una cama; aparece el Espectro; H se alarma, siente que su reacción es tardía (el Rey no murió) pero el Espectro le recuerda que no debe atacar a su madre (en su ira H estuvo tentado y se notó en sus gestos matarla y pese a los llantos volvió a sentir ese impulso) aunque sí recordar que debe vengarlo. Ella mira a H y éste le pregunta si no ve al Espectro; no, ella no lo ve (sólo ven al Espectro aquellos que él decide que lo vean). H: "Madre, arrepiéntase, ore, duerma en paz", y se va. Re: "¡Noche terrible, de espanto y de horror!" y cae delante del reclinatorio. Si bien no está en el libreto, ve moverse una cortina, entiende que los están espiando y ataca con la espada; sin saberlo mató a P. P en la pieza tiene mucha participación, pero es muy escasa en la ópera; lo interpretó bien Maxim Mikhailov. Para mí esta escena es lo más logrado y demuestra que Thomas era un compositor de importancia, segundo sólo de Gounod en esa etapa de la ópera francesa. Tanto Keenlyside como Larmore dieron lo mejor de sí mismos como cantantes y actores en 14 minutos de enorme intensidad: dos grandes artistas. Telón. En la pieza también cierra el Tercer Acto y añade a la excelente síntesis de los libretistas de la ópera dos cosas: mata a P (ocurre en el Cuarto Acto de la ópera) y cuenta que irá a Inglaterra según lo decidido por el R aunque no se dejará manejar por Ros y Guild.
El Acto 4º en la ópera es breve y está dedicado a la gran escena de la locura y muerte de O. En la pieza ese acto es mucho más largo y contrastante. Primera escena: Una habitación en el castillo. Dialogan el R y la Re, quien insiste en la locura de H y cuenta que mató a P. R: "Me hubiera matado a mí si hubiera estado en lugar de P; su libertad está llena de peligros para todos". La Re no cuenta la verdad de cómo fue esa dura entrevista con su hijo, aunque sí que H se llevó el cadáver. El R encarga a Ros y Guild que busquen a H y averigüen donde dejó H al muerto. Solo con G, le dice que deben juntar a sus amigos más sabios y comentarles lo ocurrido; "Mi alma está llena de discordia y desaliento". Segunda escena: otra habitación en el castillo. H: "Bien ocultado" (el cadáver). Entran Ros y Guild, le preguntan dónde está el cadáver para llevarlo a la capilla, pero H llama "esponja" a Ros que el Rey usará y luego se lo tragará, y contesta crípticamente en cuanto a dónde está: "El cadáver está con el Rey, pero el Rey no está con el cadáver. El Rey es una cosa de nada. Llevadme a él". Escena Tercera: Otra habitación en el castillo. R monologa: "¡Es peligroso que este hombre siga estando libre! Pero lo ama la multitud distraída que no enjuicia, sólo mira. Las enfermedades desesperantes sólo se corrigen mediante métodos drásticos". Entra Ros, le cuenta que H no quiso decir dónde está el cadáver pero que está afuera. Entran H y Guild, y sigue una entrevista con el R desopilante. R: "¿Dónde está P?" H: "En la cena; no donde él come sino donde lo comen gusanos políticos. Un hombre puede pescar con el gusano que comió al Rey. P estaría en el Cielo; mande mensajeros a buscarlo; si no lo encuentran, usted puede buscarlo en el otro lado. Si pasa un mes podrán olerlo subiendo las escaleras que llevan al corredor". R a cortesanos: "Id a buscarlo". H: "Allí estará hasta que usted lo vaya a buscar". R: "H, para resguardaros ante esta muerte es urgente que os vayáis a Inglaterra". H: "¿A Inglaterra?; bien; adiós, querida madre". R: "Tu amante padre, H". H: "Mi madre; padre y madre es hombre y esposa en una sola carne; ¡a Inglaterra!"; y sale. El R dice a Ros y Guild: "Acompañadlo a pie, llevadlo a bordo con urgencia"; salen Ros y Guild. R: "Inglaterra, si os importa mi amor teniendo en cuenta mi poder, puesto que todavía tenéis la cicatriz roja y cruda tras haber sufrido la espada danesa y queréis homenajearme, apoyaréis mis cartas que ordenan la muerte de H. Hasta que no ocurra no volverán mis alegrías"; sale. Los daneses colonizaron las secciones norte, centro y este de Inglaterra en el siglo IX tardío (anglosajón) dejando una fuerte influencia: la Danelaw fue reconocida hasta el s.XII en la Inglaterra del Este, llegando hasta Londres; un ejemplo: severas multas para quien no respete la paz; muchos nombres daneses quedaron incorporados. Cuarta escena: Una llanura en Dinamarca. Extraña reflexión política sin contacto con la trama principal y presencia de Fortinbras: "Id, capitán, a saludar al R danés: decidle que con su consenso Fortinbras hará una marcha atravesando su reino. Si su majestad lo permite, iré a explicarle nuestra obligación"; y se va con soldados. Entran H, Ros, Guild y otros. H: "Señor, ¿de dónde son estos soldados?". Capitán: "Vienen de Noruega para atacar cierta parte de Polonia, comandados por Fortinbras, un reducido pedazo de tierra de escaso valor, pero los polacos lo defenderán con una guarnición". Se va. Ros: "¿Nos acompaña, señor?" H: "Enseguida, id adelante" y se queda solo (se incumple lo pedido por el R). H: Reflexiona sobre las actitudes humanas, se enoja consigo mismo por no haber ya cumplido con su misión, cuando "veo la muerte inminente de 20.000 hombres luchando por un pedazo de tierra y el honor, mientras yo no cumplo; ¡desde este momento sean mis pensamientos sangrientos o nada valdrán!" Escena Quinta: Elsinor: una habitación en el castillo. La R, Ho y un Caballero; éste se refiere a O, contando sus extraños gestos y palabras de O que indican que va perdiendo el juicio. Ho trae a O. Ella enseguida mezcla una canción con frases habladas en diálogo con la Re. Era algo típico de Shakespeare en esa muy rica época musical de la etapa tardía de Elizabeth agregar canciones o danzas en la trama, aunque en pequeña proporción (no eran músicas incidentales extensas). Y además la actriz debía poder cantar agradablemente; a veces las canciones eran folklóricas o anónimas y de larga data. La canción es aplicable a P: "Está muerto y se ha ido, Dama, su cabeza sobre césped verde y a sus pies una piedra". Entra el R; la canción de O cambia y se refiere al amor: "Antes de tumbarme me prometiste casamiento". Luego, hablando: "Mi hermano sabrá lo que ocurrió"; se despide y se va. El R a Ho: "Sígala de cerca"; éste sale. El R parece confirmar a la Re que H murió (pero el contexto nos da que el R lo ordenó aunque no llegó confirmación; además la Re acepta que la muerte de H es necesaria); "su hermano en secreto ha venido desde Francia. Todo esto me da muerte superflua" (el sentido es que su calidad de vida está en profunda crisis). Entra un caballero, alarmado porque un furioso L avanza hacia el R y una cantidad de gente grita: "Nosotros elegimos: L será Rey". Entra L con sus seguidores, pero él pide que lo dejen solo y cuiden la puerta. L ataca al R: "¡Oh vil R, dadme mi padre!", pero el R lo enfrenta muy calmo. Extrañas palabras de L: "Mi gota de sangre me proclama bastardo, hace cornudo a mi padre, graba a fuego a la prostituta ante la casta frente de mi verdadera madre" (¿pero a quiénes se refiere? no figura nada semejante previamente en la obra). R: No te preocupes, Gertrudis, no tengas miedo por mi persona: un R está divinamente protegido" (¿y los muchos reyes asesinados?). L; "¿De qué manera murió? ¡Al diablo, lealtad; promesas, al más negro demonio! ¡Conciencia y gracia, al más profundo pozo! Desafío mi condenación. Me vengaré por la muerte de mi padre; mi deseo irá lejos y nadie me parará". R: "No tengo culpa por la muerte de tu padre". Vuelve a entrar O, y aparentemente por su aspecto L se da cuenta que está loca y se desespera. Ella sigue cantando y combina su tristeza por la muerte del padre con una oferta de flores variadas "porque el gentil y dulce Robin es toda mi alegría". Se dice L: "Pensamiento y aflicción, pasión, el mismo infierno, todo lo convierte en cortesía y belleza". O vuelve a cantar sobre la muerte de su padre, y luego hablando: "Y oro a Dios para todas las almas cristianas; Dios esté con vosotros", y se va. El R dice a L: "Si llegas a encontrar que yo soy culpable, el reino es tuyo", pero no le dice que el culpable es H…Escena Seis: Otra habitación en el castillo. Un sirviente dice a Ho que unos marineros quieren entregarle cartas de H; entran los marineros; el Primer marinero dice: "Esta carta es para usted; proviene del embajador que estaba yendo a Inglaterra". Ho lee: "Cuando hayas examinado este envío, facilítale que vea al R, tiene cartas para entregarle. A los dos días de navegar fuimos perseguidos por piratas; pero luchamos y los abordamos; sin embargo lograron separarse de nuestro barco y quedé prisionero. No obstante me pidieron que los ayude en un asunto; los marineros te indicarán dónde estoy". Ho a los marineros: "Los llevo al R y luego me llevaréis a quien les entregó las cartas". Salen. Escena Séptima: Otra habitación en el castillo. El R le cuesta a L que "quien mató a vuestro noble padre atentó contra mi vida"; "no lo ataqué porque su madre lo quiere y la gente lo aprecia mucho". Entra un mensajero y le da una carta de H; hay otra para la Re; sale. El R lee: "Os informo que estoy desnudo en vuestro reino. Mañana pediré ver vuestros ojos y os pediré perdón y explicaré la razón de mi imprevisto y extraño retorno solo". L: "Espero vivir y decirle "Tú hiciste eso". R: "¿Podré guiarte?". L: "Sí, con tal de que no me pidas paz". R: "Tengo armada una proeza que él tendrá que intentar, y caerá; su muerte será tal que parecerá un accidente hasta para su madre". L: "Agradeceré ser yo quien intervenga". El R menciona a un Normando, Lamond, de eminente habilidad guerrera; L lo conoce y lo cree la gema de una nación. Lamond a su vez dio un brillante respaldo al talento de L como espadachín, y H lo envidió. R: "Pienso en una lucha entre ambos. Usaréis una espada especialmente tratada para que baste un leve roce para causarle grave daño". L: "Tengo un ungüento que aplicado en mi espada bastará un pequeño toque para que él muera". R: "Tendré preparada una bebida en un cáliz con veneno para cuando él pida tomar algo en un descanso de la lucha". Así de perversos son ambos, esperable en el R, pero no en L. Entra Re con una terrible noticia: O se ahogó. Ella se dirigió a un sauce que está encima de un arroyo llevándole guirnaldas que quiso colgar de una rama, pero éste se quebró y ella cayó al arroyo. Su vestido mojado la mantuvo flotando un tiempo mientras ella cantaba viejas melodías; pero luego el peso del agua la sumergió y tuvo una muerte barrosa (¿quién la vio y no la socorrió? ¿ella no sabía nadar o su locura no la hizo reaccionar? ¿quién se lo contó a la Re?). Se van, primero L, luego el R y la Re.
El Cuarto Acto es muy distinto en la ópera: nada de lo que precede al anuncio de la muerte de O aparece, y ella no canta en presencia de los reyes y el hermano. Obedeciendo a la costumbre parisiense, hay un ballet (incluido en la grabación de Bonynge, cortado por Langrée). Se inicia con un entreacto alegre ya que se supone que la escenografía nos da un sitio campestre con grandes árboles; lago con islotes y -atención- con sauces llorones; hay sol y mucha luz. No en el Met: el ambiente es parco y aburrido. Sí se canta un coro de paisanos contentos con la primavera: "¡vuelven los lindos días del amor!". O entra con flores y lianas en su cabellera suelta y se dirige a la gente del coro. Naturalmente, tal como está contada en la pieza no sirve para una ópera romántica con escena de la locura, pero ésta no se parece a las de las óperas de Donizetti; es más dulce, no hay conflicto político, no le espera un hacha que la descabece. Es extensa, unos 20 minutos, y pasa por varios sentimientos y tipos de música. Se inicia con "À vos jeux, mes amis" ("A vuestros juegos, amigos): "Nadie me siguió. Dejé el palacio bien de mañana. La alondra planeaba en el aire. ¿No me reconocen? H es mi esposo y yo soy O. Si alguien les dice que me huye y me olvida, ¡no lo crean! ¡Si traicionara su fe, yo perdería la razón!" (juego inteligente de los libretistas, cuyo texto casi no se relaciona con la pieza. En estos primeros 4 minutos su música es cándida y toma vuelo cuando menciona la alondra, se oscurece en las últimas palabras. En una transición con coloratura les da flores a dos jóvenes. Luego, de modo muy significativo, menciona la fábula de las Willis (que bien se conocía en Francia por "Giselle"). "¡Pálida y rubia duerme bajo el agua profunda la Willis que despierta mira con fuego! ¡Que Dios salve al que se demore durante la noche a los bordes del lago azul! ¡Feliz la esposa en brazos del esposo! ¡Mi alma está celosa de una felicidad tan dulce!" (contradice lo que dijo antes). Y sigue un canto florido "lalala" de aire oriental. El siguiente fragmento es extenso y de texto repetitivo, alternando con más canto florido: "La sirena pasa y os arrastra al fondo del lago azul durmiente". Fragmentos repetidos pero sobre el final: "¡Ah, cruel, te amo, ves mis llantos, muero!" Y se escucha un expresivo coro lejano "bocca chiusa". El final indica posible suicidio, cosa que no es así en la pieza: "¡Helo aquí, creo escucharle! Para castigarlo por su demora, blancas Willis, ocultadme entre vuestras cañas". Y cita una frase de H del dúo de amor: "¡Duda de la luz, duda del sol, pero nunca de mi amor! Ah!" (flota un tiempo y luego la corriente se la lleva). Los libretistas mencionan un lago, no un arroyo, y parece más coherente; en un arroyo generalmente se hace pie; y quizás en su locura no se da cuenta que al fondo del lago ella no respira. La puesta de ese ahogo es deplorable, fracasada; con tantos recursos técnicos disponibles se podía hacer verosímil. Andersen es una artista de buena técnica y muy perceptiva; su versión fue de calidad aunque sin el nivel de las grandes especialistas a partir de Callas.
Quinto Acto. Es breve en la ópera, sólo 20 minutos. La pieza empieza igual con dos sepultureros llamados extrañamente clowns, en el cementerio de iglesia de Elsinore. Supongo que los interpretaban clowns y de allí llamar así a sepultureros, quizá porque sus palabras no son dramáticas y toman su trabajo con humor. La escena es mucho más larga en la pieza; al principio discuten si O (sin mencionarla pero el contexto es claro) tendrá un entierro cristiano como lo requiere su salvación; el coronador lo aprobó, le dice el Segundo al Primero. Luego dicen que Adán según la Biblia fue el primero en cavar. Sale el Segundo Sepulturero, llegan H y Ho. El Primero canta una canción sobre si le corresponde casarse, a H le parece que no debe hacer algo tan reñido con su actividad. El Primero tira una calavera por los aires; H: enojado por la irreverencia. El Primero tira otra calavera desde el foso mientras sigue cantando. H especula sobre quién podría ser el que habitaba esa calavera, y luego dialoga con el Sepulturero. Éste le cuenta que trabaja desde el día en que el Rey Hamlet venció a Fortinbras Padre y en que nació el Príncipe Hamlet, a quien mandaron a Inglaterra porque está loco, como lo están los ingleses. Y le muestra la calavera de Yorick, el bufón de la corte. Y aquí empieza el famoso fragmento en el que H, con la calavera en la mano, recuerda a Yorick, a quien conoció bien y lo llevó tantas veces en sus espaldas; y ahora es esta horrible calavera. Luego especula sobre si los restos de Alejandro el Grande pueden tras transformaciones ser el tapón de un tonel. En la ópera hay Sepultureros y dialogan con H pero el contenido es totalmente distinto; incluso desperdician incluir la escena con la calavera de Yorick. El Primer Sepulturero afirma: "Dama o príncipe, hombre o mujer, descienden a la sepultura; ¡que Dios reciba el alma! Aquí todo es vano salvo el placer del vino; ¡la vida está en el vino!". Luego con alguna variante repiten los dos Sepultureros. Llega H sin Ho; les pregunta para quién es el foso y aseguran no acordarse; se van cantando "¡La noche sucede al día, es la ley del mundo!". Bien interpretados por Richard Bernstein y Mark Showalter. H en un recitativo declara estar cansado y tener frío y enseguida recuerda a su querida O, que el amor la demacró y le hizo perder la razón y luego canta una bella aria romántica, "Comme une pâle fleur" ("Come il romito fior" en italiano): "Como una pálida flor nacida cerca de una tumba tu corazón quebrado sucumbe. ¡De mi destino fatal Dios te impone la ley! ¡Perdóname! Debido a mi rechazo cruel tu alma desolada para siempre y tu razón afectada sólo aspiran al Cielo. ¡Mira mis lágrimas, querida O!". El aria permitió a Keenlyside expresar su lado cálido y enamorado con belleza de timbre y gran expresividad.
En la pieza en la Primera escena entra una procesión fúnebre: sacerdotes, el cadáver de O, L, R, Re, cortesanos, etc. Recordemos que H no conoce la muerte de O; por eso expresa: "¿A quién siguen? Parece ser alguien que atentó contra su propia vida; mejor ocultarnos" (se retira con Ho pero ve lo que pasa). Primer Presbítero: "Hemos mejorado sus exequias hasta donde tenemos autorización; su muerte fue dudosa y si no fuese por la presión de la Corte hubiera estado en tierra no santificada; aunque sea resuenan las campanas y se la entierra". L: "Que yazga en la tierra y que de su bella e inmaculada carne nazcan violetas. Os digo, grosero presbítero, que mi hermana será un ángel oficiante cuando vos estéis tendido chillando". H: "¿Cómo, la bella O?" Re, arrojando flores: "¡Dulzuras para la dulce! Esperaba que tú fueras la mujer de H". L: "No tiréis tierra todavía, quiero abrazarla" (salta dentro de la tumba). Pero H, declarando "Soy H el Danés", salta también él y pelea con L; los separan y salen de la tumba. H: "Amé a O, 40.000 hermanos no pueden amar como yo". R: "Está loco, L". Salen H y Ho, y el R le pide paciencia a L; se van. Segunda escena: Una sala en el castillo. Dialogan H y Ho; H: "Encontré en el barco la orden del Rey que al llegar a Inglaterra se me debía decapitar; entonces hice una nueva orden según la cual, dadas las buenas relaciones, se pedía a las autoridades que se ejecutara a los que llevan esta orden; tenía el sello de mi padre". Ho: "Así murieron Ros y Guild". Entra Osric, joven cortesano; con mucha pompa y palabrería viene a invitar a H a realizar un duelo con L empuñando estoque y daga. El Rey ofrece seis caballos de Barbaria contra seis espadas francesas con sus aditamentos; H acepta y pide que traigan los floretes. Se va Osric pero entra un Lord que pregunta a H si está dispuesto para la competencia; H lo confirma. Luego, ante Ho preocupado, afirma que será lo que el destino le tenga preparado. Entran R, Re, L, Osric, Lords y cortesanos trayendo floretes y manoplas; una mesa con frascos de vino. El R junta las manos de H y L. H se disculpa en cuanto al salto en el foso diciendo que fue un ataque de locura, L lo acepta. El R con gran metáfora asegura que hará un brindis con H después de la contienda. "Jueces, mirad con atención". Desde aquí el texto es parco, presume que su público del s. XVII temprano entiende si mira pero también si lee; no le ocurre lo mismo a un porteño del s. XXI y lo entiendo a medias. El primer lance según Osric es para H. El R le ofrece vino, H afirma que no lo tomará todavía. Segundo lance, también gana H. R: "Nuestro hijo ganará". Re: "Está gordo y no respira bien". R, al ver que la Re tiene una copa: "Gertrudis, ¡no tomes!", pero ella no hace caso. El R, aparte: "Es la copa envenenada, ¡demasiado tarde!" Se inicia el tercer lance; antes en un aparte, L se dijo: "Sin embargo es casi contra mi conciencia". L hiere a H pero éste también hiere a L. L expresa a Osric: "Me matan con justicia debido a mi traición". Re: "¡El trago, querido H! Estoy envenenada"; muere. L: "H, morirás. Apenas tienes media hora de vida. También yo moriré". H: "¡La punta envenenada! Veneno, haz tu trabajo"; atraviesa el pecho del R con la espada. "¡Incestuoso, asesino, maldito Danés, sigue a mi madre"; el R muere. L: "Intercambia perdones conmigo, noble H. Ni mi muerte ni la de mi padre son tu culpa, ni la tuya sobre mí"; muere. H: "Ho, muero; cuenta la verdad sobre mí, en este duro mundo cuenta mi historia". Marcha lejana y salva de cañón. Osric: "Fortinbras retorna de Polonia victorioso y saluda a los embajadores ingleses". H: "Profetizo que la elección" (de nuevo Rey) "sea Fortinbras, tiene mi voto moribundo. El resto es silencio"; muere. Ho: "Buenas noches, dulce Príncipe". Llega Fortinbras, que expresa: "Oh orgullosa Muerte, ¿ésta es tu fiesta que en tan escaso tiempo has matado sangrientamente tantos príncipes?" Primer embajador inglés: "Los oídos que deberían escucharnos ya perdieron su vida: veníamos a informar que Ros y Guild han muerto, de acuerdo a las instrucciones recibidas". Ho: "Los que vienen de Polonia e Inglaterra dad orden que estos cadáveres sean puestos en un alto lugar para que yo explique al mundo qué pasó. Fortinbras:
"Con tristeza recibo mi camino; tengo derechos en este reino que haré valer. Que cuatro
Capitanes lleven a H a ese lugar, ya que hubiera merecido ser Rey". Marcha fúnebre. Salen
llevando a los muertos; se escucha un estruendo de artillería. Telón.
En la ópera después de la escena con los sepultureros se corta la mayor parte de la pieza. Sin embargo comprobé que lo visto en el Met no coincide plenamente con el libreto de la versión Bonynge. Así, muy brevemente, H dice a Ho: "El R mandó asesinos a matarme; hace dos días me escapé" (sin aclarar lo de los piratas y de la muerte de Ros y Guild). También figura el salto de L y H en el foso, pero la lucha entre ambos es distinta antes; no hay torneo. Se aproxima L en la semioscuridad y dice a H: "¿Habéis temblado, Príncipe? ¿De dónde viene que no abrís vuestra mano a la mano de un amigo?" H: ¿Qué queréis, cuál es vuestro interés?" L: "¡Me lo preguntas, pérfido? ¿Qué le has hecho a O?" (H intenta retirarse). "¡Oh, querida niña! ¿Podía yo creer que H no la amaba?" H, alejándose: "¡L, que el Cielo os guarde!" L: ¿Piensas escaparte sin verter mi sangre?" H: ¿Tu sangre? ¡no!" (y para sí: "El crimen del padre no debe recaer sobre su hijo inocente". L: "¡Perjuro!" H: "¡Esto no lo tolero!" L, empuñando la espada: "¡Defiéndete, que Dios nos juzgue!" Ambos: "¡Que Dios nos juzgue!" Durante el duelo H es herido mortalmente; se escucha una marcha fúnebre. H: "¿Quién ha muerto?" L: "¡No sabe que O murió!" Extenso coro fúnebre: "Como cae la flor nueva bajo el soplo de los austros ella murió, joven y bella, bajo la brisa primaveral. ¡Roguemos por ella! ¡Dios la llama desde el seno de los cielos!" Traen un sarcófago con el cuerpo de O visible; detrás están R, Re, Ho, Marcellus y toda la Corte. H: ¡O!" R: "H!" Todos los otros: "¡H! ¡Dios!" H, al lado del féretro: "¡Muerta, helada, oh crimen! ¡Víctima deplorable de sus negros complots! ¡Te pierdo! ¡No, Dios clemente, úneme a ella, muero!" Aparece el Espectro (no en la pieza), la Re lo ve, asustada. El Espectro: "¡H!" H:"¡Dios, mi juramento! ¡Dale fuerza a mi brazo para penetrar su pecho, guía mis golpes!" El R muere. Re: "¡Dios!" (a diferencia de la pieza, ella no muere, respondiendo al pedido del Espectro). Los otros: "¡El R!" H: "¡No, el asesino de mi padre! He cumplido mi propósito. ¡O, muero contigo!", y muere. Telón. Problema teológico: El Espectro proviene del infierno, y H no puede invocar a Dios ni pretender ir al Cielo; L muere arrepentido. Error de libreto: P no muere, y está presente en esta escena final. Si la pieza adolece de irse por las ramas, no parece bien documentada en cosas como la alusión a Wittenberg, deja cabos sueltos como cuál fue lo que los piratas lograron dejando libre a H y no es inspirada en la escena de las muertes, la ópera pierde nivel al eliminar pasajes importantes o no aprovechar bien el "Ser o no ser". Queda claro que Shakespeare cree en el Cielo y el Infierno, pero también en lo paranormal (el Espectro). Dudas al final: el R, la Re y P ¿van a parar al Purgatorio o al Infierno? La pieza no es perfecta pero sí de las más importantes de Shakespeare (es valiente su ataque a la corrupción monárquica y lo psicológíco resulta de muy alto rango)) y la ópera se afianza como valiosa haciendo un balance de los aspectos positivos y negativos. Vale añadir que en los dos últimos actos se afianza Toby Spence como L, revelando intensidad tanto en el canto como en la actuación, y Ho, Liam Bonner, es siempre un buen ladero de H. Un último detalle: mis dos versiones de la pieza carecen de glosario y mi muy buen diccionario Appleton aclara algunas de las palabras antiguas pero otras no.
Pablo Bardin
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