El Metropolitan ha promovido considerablemente las óperas minimalistas desde hace varias décadas. Philip Glass en particular tuvo considerable apoyó; meses atrás escribí sobre "Akhnaton". También se conocieron óperas de John Adams, especialmente "Nixon in China"; el 2 de septiembre 2020 se pudo ver la versión representada el 12 de febrero 2011.
Hay 5 grabaciones pero sólo una está en DVD; dirigida por el autor y con algunos artistas coincidentes con el Met, está en Nonesuch y se grabó en el mismo año, 2011. De las otras una, la primera, fue grabada en 1987 en Houston para la radio PBS, dirigida por De Main. En el mismo año se grabó la única en estudio (RCA) pero también para Nonesuch; dir, Edo De Waart. La grabación Naxos está en 3 CD, se realizó en 2008 y la dirigió Marin Alsop. Y en París se grabó en 2012 para Mezzo TV; director Briger, y las dos damas son Sumi Jo y June Anderson. En 2012 escuché y vi el DVD de 2011 en casa de unos amigos y la obra me interesó; la versión del Met es la única otra que escuché y vi.
He aquí los datos de la versión del Met. Dir de orq: El autor. Richard Nixon: James Maddalena. Pat Nixon: Janis Kelly. Mao Tse-Tung: Robert Brubaker. Chiang Ch´Ing: Kathleen Kim. Chou En-Lai: Russell Braun. Henry Kissinger: Richard Paul Fink. Tres secretarias: Ginger Costa-Jackson; Teresa S. Herold; Tamara Mumford. Soldado chino y Camarero: Leo Kubota. Coreografía: Mark Morris. Bailarines solistas: Haruno Yamazaki, Kanji Segawa. Régie: Peter Sellars. Decorados: Adrianne Lobel. Trajes: Dunya Ramisova. Sin subtítulos.
John Adams nació el 15 de febrero 1947 en Worcester, Massachusetts. Tuvo profesores como Leon Kirchner y Roger Sessions que quisieron orientarlo hacia la música serial, pero salvo su gran respeto por Schönberg, no le atrajo. Decidió irse a California y siguió estudiando en San Francisco, donde fue influido por el minimalismo. Pero más que por el minimalismo rígido de Glass por el más flexible de los ingleses Howard Skempton y Gavin Bryars., que ponen el acento en las células estructurales. La producción de Adams fue abundante y muy ecléctica, cambiando de estilo según lo que quería contar musicalmente, con o sin voces. Daré ahora una síntesis donde las óperas sólo serán mencionadas, después de lo cual me referiré a sus tres óperas principales, las que dio el Met. Adams es muy valorado en el Hemisferio Norte pero se lo conoce mal en Buenos Aires.
Previo a 1987 (año de "Nixon in China"), va encontrando su estilo en obras como "Phrygian Gates" y "China Gates" y su labor atrae al director de la Orquesta de San Francisco, Edo De Waart, que incluirá varias obras de Adams en sus programas. Son de especial interés "Shaker Loops" (1978), "Harmonium" con textos de Emily Dickinson y del arduo inglés John Donne (1981), su homenaje a Schönberg en "Harmonielehre" (1985). De ese mismo año hay una breve obra satírica sobre Mao Tse-Tung, "The Chairman dances". De 1987 es "Nixon in China", y de 1991 "The Death of Klinghoffer", año también de una extensa obra, "El Dorado". Al año siguiente escribe su "Sinfonía de cámara" para 15 instrumentos, virtuosista nuevo homenaje a Schönberg. En 1993 el Concierto para violín, turbulento y agridulce; Premio Grawemeyer, el que da más dinero entre los premios de música clásica en Estados Unidos. Tomando el título de Schiller, la extensa obra sinfónica (50 minutos) "Naive and sentimental music". Adams es un buen clarinetista, pero fue otro el que estrenó el extrañamente llamado "Gnarled buttons" ("Botones retorcidos"), Concierto para clarinete y orquesta de cámara muy áspero. El Concierto para piano y orquesta de 1997 también tiene un título extraño, "Century Rolls" ("El Siglo rueda"). De casi 2 horas es el oratorio de Navidad multilingüe "El Niño" (su título está en castellano), que estrenó Kent Nagano. Sigue otra obra de neto contenido espiritual, "On the Transmigration of Souls", estrenada por Lorin Maazel. Llegamos a 2005 y estrena la ópera "Doctor Atomic"; poco después escribe una ópera infantil, "A flowering tree", basada en un cuento hindú. Luego, una ópera-oratorio, "The Gospel according to the other Mary"; un Concierto para saxofón; "Sheherazade 2", sinfonía dramática para violín y orquesta; y en 2014 su Segundo cuarteto. Como se ve, una producción amplia y heterogénea; muy grabada por otra parte. Sólo conozco dos de sus óperas y me intriga escuchar algunas de sus restantes obras. Una curiosidad: ha realizado buena cantidad de orquestaciones de otros autores, entre ellos "La mufa" y "Todo Buenos Aires" de Piazzolla.
Dejo para el final "Nixon in China" y me refiero a "The Death of Klinghoffer", cuyo estilo es muy distinto. No es realista; de oscura ambientación, disonante, contrapuntística, con meditaciones corales sobre el significado de su asesinato. Fue filmada y se vio en el Sundance Film Festival. Coincidió con la Guerra del Golfo de 1991. Está basada sobre el secuestro sufrido por Klinghoffer en 1985 en el transatlántico "Achille Lauro" por el Frente de Liberación de Palestina; el protagonista tenía 69 años, estaba en silla de ruedas y no era una figura importante ni tenía sentido matarlo. El hecho de que el libreto no condenaba al grupo palestino ocasionó polémica cuando se la ofreció en el Met; Peter Gelb, director del Met, defendió la obra. La vi en casa de amigos y si bien me pareció una obra realizada con calidad técnica no acepté ese aspecto. Reafirmando la condición de operista político de Adams, "Doctor Atomic", de 2015 y ofrecida por el Met (la incluyeron recientemente pero no pude verla) es sobre Robert Oppenheimer, el Proyecto Manhattan y la primera bomba atómica. Libreto de Adams y Sellars.
Debo reconocer que me cuesta ser completamente objetivo con Sellars porque detesto profundamente sus puestas de las óperas de Mozart-Da Ponte; su presencia en el intervalo vestido de manera ridícula no contribuyó a que mejore mi opinión pero el hecho es que no sólo
estuvo ligado a Adams en sus óperas políticas sino que fue Sellars quien lo convenció de componer "Nixon in China". Antes de ir más lejos es fundamental dar una síntesis de los verdaderos motivos que tuvo Nixon para ir a China. Pero antes una experiencia personal. He sido siempre hombre de centro ya desde mi adolescencia, pero acepté acompañar a un gran amigo que era director comercial de la compañía de mi padre en la que yo trabajaba; mi hermana y yo lo acompañamos a él y a su mujer a una fascinante vuelta al mundo: Suiza, Paquistán, India, Singapur, Hong Kong, China, Japón, Hawaii y New York-Buenos Aires. El año: 1962; la audacia: lograr ir a China en peligroso momento; se preparaba la funesta Revolución Cultural que tuvo a la mujer de Mao como cabeza. El pretexto: conocer la manera de construir de los chinos en la actualidad de entonces y compararla con la nuestra; por ello visitamos dos fábricas y tomamos notas, pero ello no nos privó de ir a la Gran Muralla o a la Ciudad Prohibida (que todavía no estaba prohibida…). Y además ir a un concierto sinfónico donde había obras chinas pero también el Concierto para violín de Sibelius muy bien tocado. Nuestro guía hablaba perfecto castellano y era muy correcto; nos llevó a un lugar donde yo compré discos de música china mientras él elegía ejemplos de escritura china de siglos atrás. Cuando años después supe lo que pasaba me quedé preocupado: qué le habrá pasado a ese guía tan educado o a aquellos que tocaban música occidental sabiendo que los mandaban al campo a trabajar o los trataban mal. Increíblemente pasaron en la política dos cosas extraordinarias: en China Deng Hsiao Ping logró que China tras la muerte de Mao y la caída del Grupo de los Cuatro liderado por la mujer de Mao fuera aceptando gradualmente una economía capitalista; y en la URSS Gorbachov permitió la caída del Muro de Berlín y que un capitalismo mal manejado (no por su culpa: Occidente no ayudó) cambiara profundamente las cosas: la caída de la URSS y una nueva Rusia bastante más pequeña cuando los países del Cáucaso, los del Báltico y los "stan" pasaron a ser independientes. En cuanto a la China musical una extraordinaria película con Isaac Stern mostró la resurrección de una China abierta a la gran música de Occidente. Tras casi 50 años volví a la poderosa China actual por cierto no democrática pero sorprendente, tan cambiada como la Rusia de Yeltsin comparada con la de Brezhnev (mis dos viajes rusos). Todo esto me ayudó a entender mejor la ópera que comento.
Richard Nixon fue un político muy controvertido pero hubo aspectos positivos durante su gestión. Nixon era presidente desde 1969 y heredó la Guerra de Vietnam; erróneamente creyó que Mao podría presionar a Vietnam del Norte pero Vietnam si bien era comunista no tenía buenas relaciones con la China avasalladora de Mao y más bien apreciaba el apoyo de Rusia, que a su vez estaba en malos términos con China. Para ir preparando su visita a China Nixon envió a Henry Kissinger para reuniones clandestinas con ese hombre de gran talento político, Chou En-Lai, única figura que podía suavizar la combinación Mao Tse-Tung y su mujer Chiang Ch´ing. Mao dio una típica señal muy china: invitar a jugadores estadounidenses de ping-pong a jugar en China, sabedor de la fabulosa rapidez y precisión de los jugadores chinos a metros de distancia de la mesa. Al enterarse Rusia que Nixon iría a China lo invitaron a visitar antes a la URSS, donde Nixon logró algo importante y valioso: firmar los Strategic Arms Limitation Talks (SALT): las Conversaciones para Limitar las Armas Estratégicas. La visita a Pekín tuvo razonables resultados y así volvió a Estados Unidos con su reputación reforzada en 1972. Lamentablemente sus fallas de comportamiento lo llevarán eventualmente a renunciar tras el escándalo revelado por el Washington Post y esto naturalmente lo recordaron todos los americanos que vieron la ópera de Adams. Fue muy arriesgado el viaje a China puesto que Mao estaba viejo y manejado por su mujer, ya en plena Revolución Cultural.
Quince años después del viaje de Nixon, Sellars le propone la ópera a Adams, que como se recordará había escrito una breve obra satírica sobre Mao. Y al principio esa fue la tendencia, pero cambió cuando deciden que la libretista sea Alice Goodman, que escribe bien y tiene un enfoque más complejo; de fuerte carácter los tres, tuvieron considerables discusiones antes de ponerse de acuerdo. El Tercer acto cambió fundamentalmente con respecto al enfoque original con grandes agasajos y debo admitir que la densidad de la ópera aumentó positivamente y que fue la idea (no el texto) de Sellars. Se estrenó en 1987 en la Houston Grand opera y el montaje de Sellars se vio en una cantidad de ciudades: New York, Washington, Los Angeles en Estados Unidos; Amsterdam, Edinburgh, París y Frankfurt en Europa, y Adelaide en Australia. Otras producciones se vieron en Chicago, Helsinki (en finés) y Bielefeld (en alemán). Además hubo una versión de concierto en Londres y Tallinn (Estonia). Sellars convenció a Adams: Mao debe ser un Heldentenor (como en Wagner) y "Nixon es un Boccanegra", un barítono melancólico.
Dos factores me molestaron en la función del Met: la eliminación de los títulos y los micrófonos de cuerpo amplificando el canto. La orquesta no es la habitual: no tiene fagotes, trompas y tuba; en cambio hay saxofones, pianos, variedad de percusión además de la normal: bloque de madera, papel de lija, campanillas de trineo, cascabeles.
ACTO I
La Introducción orquestal es minimalista y poco interesante. Iré dando en castellano los textos iniciales de cada fragmento. Primer Coro: "Soldados del Cielo sostienen el firmamento"; unas 40 personas frente al público con caras serias, con idéntico vestuario; acompaña una melodía tocada por las maderas. "Sigue las órdenes de los pobres que mandan el mundo con verdad y gracia. Trátalos con justicia, págales bien, reemplaza lo que destruyes. Divide la propiedad del terrateniente; no trates mal al enemigo cautivo. Respeta a las mujeres, es su derecho". El Coro luego canta "El pueblo es heroico ahora" y mencionan típicas frases maoístas: "Tres reglas de disciplina" y "Ocho puntos que deben ser tenidos en cuenta". Este segundo coro cambia el acompañamiento. El coro se divide en dos partes: una a la derecha y otra a la izquierda. La música es ff tanto en las voces como en la orquesta. Aparecen arbolitos sin hojas al fondo. Vestuario de invierno. Muy bien presentada la aparición del avión aterrizado "Spirit of ´76", que trae a Nixon (N) desde Hawaii y Guam; música poderosa y positiva. Aparición de N seguido por su mujer, Pat Nixon (P), por Kissinger (K) y por varios ayudantes, mientras a su vez los chinos los reciben con el protocolo habitual, liderado por Chou En-Lai (Ch) rodeado de varios asistentes. Dice Ch: "Espero que vuestro vuelo haya sido sereno; me enorgullezco de saludarlo". N le da la mano y en breve aria asegura que esta visita es histórica. Dice cosas poco felices: "En nuestro viaje desde Shanghai el campo me pareció gris y seco". Y Pat añadió con cultura europea: "Brueghel". N: "Venimos queriendo la paz para todos los seres humanos y recordé los astronautas del Apolo. Vivimos en una época incierta; ¿quiénes son nuestros enemigos o nuestros amigos? Hemos cruzado un océano de desconfianza lleno de los cuerpos que los americanos perdimos" (alusión innecesaria a la guerra con Japón) y agrega una alusión lunar y sarcástica: "El Mar de la Tranquilidad de la Tierra". Ch, mientras van caminando dentro del hotel (cambio de decorado); "Sé que América" (los Estados Unidos) "es buena de corazón; pero nadie es amigo nuestro. Hay que admitirlo, si este encuentro no es exitoso nuestro nombre se anula; no salimos del bosque". Una frase es significativa: "Hay noticias que tienen su misterio".
Llevan a N a una sala de encuentros; llega Mao Tse-Tung (M) acompañado de sus secretarias; presentes Ch y K. M está en silla de ruedas pero lo pasan a un cómodo sillón. La conversación será larga y difícil, ya que M tocará muchos temas de manera bastante agresiva y a veces incoherente; N hablará bastante menos y tratará de encontrar temas que los unan. N: "Estoy casi mudo debido al placer de estar aquí". M: "Dijo lo mismo; nuestro común viejo amigo Chiang Kai Shek no estaría contento si nos viera. ¿Conoce su último discurso?" N; "No debería despreciarlo". Ch: "En nuestra comunicación mencionaremos este tema". K: "El Presidente" ("Chairman") "debería estar contento: lo leen en Harvard". N: "Su libro entusiasmó al país chino y cambió al mundo". M: "No podría cambiarlo; me basta con pensar que algo quedará en los alrededores de Pekín" (suaviza la realidad). N, audaz: "Hablemos ahora de Vietnam, Taiwan, Japón". M: "Háblelo con el Primer Ministro" (Ch); "lo mío es filosófico". N sobre K: "Es mi hombre de confianza". De modo quizá demasiado liviano, dice: "Mirándolo uno no diría que es James Bond". Ch: "Todo el tiempo hace trabajo de espionaje". N salta a un tema delicado: "Me gustaría tener otro turno como presidente" y M lo apoya de extraña manera: "Tiene mi voto, me gusta la gente de derecha, aunque no a De Gaulle" (demasiada personalidad). Interesante reflexión: "Entre los seguidores de Marx la extrema izquierda tiende al fascismo". N; "¿Y la extrema derecha?" M: "Así son llamados los verdaderos Marxistas por la extrema izquierda". K: Su revolución durará mil años". M: "Los fundadores están al principio pero luego vienen los explotadores, pescadores de hombres, y luego un olvido organizado". N: "El futuro de China podría quebrar el Mercado de Futuros". M: "Nuestra presencia en el mercado de acciones de New York llenaría unos cuantos bolsillos, pero no hay seguridad en ese camino". N: "No quiere que China sea rica". M se sale de tema: "Usted quiere llevar a sus muchachos de vuelta a casa" (pensando en Viet Nam, sin duda era lo que quería N). N: "¿Y si lo hiciéramos?" M: "Nuestros ejércitos no salen del país", y expande sus ideas: "Nuevos misioneros prometen cambiar nuestro arroz en pan y sumergirnos en la sangre de nuestros hermanos y crucificarnos en la cruz de la uisura. Luego vienen las Boinas Verdes" ("Green Berets", combatientes), "asegurando sus valores en cartera. ¿La fue del pueblo? Otro mito para vender bonos. El pueblo tiene la determinación de dividir la tierra para hacerla de todos. Que vivan los que viven". N: "La Historia contiene su respiración". M: una frase es señal clara de su intransigencia; "Ya no necesitamos a Confucio", y en efecto para entonces el pueblo sólo debía tener una lectura: el Pequeño Libro Rojo escrito por M y donde cada frase es una orden. El canto de M es ff y con frecuencia desaforado. Si se tratase de un wagneriano joven el canto de Robert Brubaker sería cuestionable, pero M es viejo y está descontrolado en sus ideas y maneras; el artista comunicó esa etapa decadente de una figura política de larga experiencia. James Maddalena cantó con frecuencia a N, y aunque su voz a veces es áspera en esta etapa tardía de su carrera, comunica de modo muy auténtico la personalidad del presidente; su manera refleja incomodidad social. K está desaprovechado por la libretista; interviene poco y no ayuda que la voz de bajo de Richard Paul Fink sea ingrata. En cambio Russell Braun da buen timbre y canto expresivo a Ch. Sigue M: "Hombres platónicos quieren pasar sus vidas en la luz del día y escuchar gracias al viento el sonido de las industrias". N contesta bien: "Creo que el salto a la luz es el primer paso de la juventud de una nación; nuestro deber es mostrarles tanto el futuro como el pasado. Unamos las manos padres e hijos, hagamos la paz: la historia es nuestra madre". M: "La historia es una cerda sucia". Ch a N: "Deja de lado el hecho de que hay manos levantadas para golpear y para apoderarse de otros niños. Su mano me parece ambigua". N: "No hay razón para que usted nos crea; nunca diré algo que no pueda cumplir y haré más de lo que usted supone". K: "Apoyo al presidente". M: "Me estoy poniendo viejo y blando y no pediré que lo echen. N: Es un alivio escucharlo. Me reúno con gente pobre". M: "´Seis crisis´ no es un mal libro" (escrito por N). N: "Lee demasiado". Buen final para una charla difícil. Cuatro años más tarde mueren M y Ch y cae la Banda de los Cuatro; Deng Hsiao Ping cambiará el país. Cuatro años más tarde habrá renunciado N por el escándalo famoso.
Habitación de los Nixon. Dúo "La noche es joven": N es bien distinto como político y como marido: con su mujer es sincero y directo y le tiene cariño; y ella lo quiere profundamente. Todo esto se refleja en el largo dúo, en el que él y ella se refieren al noviazgo y sus bailes; la música imita los big bands de jazz y también refleja melódicamente la calidez del noviazgo y de los años de casamiento. El sincero canto de Maddalena se complementó con el cariño de la voz de Janis Kelly, una escocesa completamente convincente como americana y una actriz espontánea. Transición: baja el telón y delante de él dialogan los Nixon con Ch. N: "Nunca me sentí mejor". P: "Sea un promotor de la paz, Primer Ministro Ch." Ch: "Está habiendo menor presión; ¿no podríamos sentir que es posible la paz?" Una gran sala con 3 mesas de banquete. Hay amplio espacio delante de las mesas y a los costados, facilitando la presencia del Coro y luego de bailarines. En la mesa central N está al lado de Ch y P, de Chiang Ch´Ing (Chi). K enfrente de Ch; M ausente. Hay banderas de Estados Unidos. Se levanta Ch y canta música muy escuchable y sutil: "Hemos empezado a celebrar", donde agradece la visita de N aunque defendiendo plenamente el comunismo chino. "Nos maravillamos de haber sobrevivido a muchas batallas. Pese a tener maneras de pensar muy distintas logramos encontrar puntos de vista en común. Bebamos deseando que llegue el tiempo en el que seremos hermanos nuevamente". A su vez N, en su discurso que empieza "Mr. Premier", agradece a todos aquellos que hicieron posible esta reunión. "Millones me escuchan a través de la tecnología satelital. Hemos sido enemigos y todavía tenemos diferencias; empecemos en los próximos 5 días una larga marcha por nueva carretera; debemos lograr nuestro propósito". Comparten brindis. N: "Estuve equivocado al oponerme a China". K: "No me creerán lo conmovido que estoy". Todos, contentos, chocan los vasos en amistad. Coro: "Nos maravillamos". N: "Es como un sueño". Telón. Pero no estuvieron M y Chi.
ACTO II
En el intervalo Thomas Hampson tuvo entrevistas con Maddalena, Kelly, Sellars, un asesor de K en ese viaje y con Adams, interesante. Se levanta el telón y está P en su habitación del Hotel Pekín sin N. "En este mundo no se puede contar con la suerte: lo que tiene que ocurrir ocurrirá. No me hago ilusiones; vengo de una familia pobre". Pronto vienen a buscarla mujeres chinas (Coro femenino), le regalan un elefantito azul. P: "El símbolo de nuestro partido" (republicano). Coro: "Este país es tan bello; alguna vez lo habrá visto todo". Cambian la escenografía; la llevan a la Comuna del Pueblo Siempre Verde y a la Clínica del Pueblo que resulta no ser de gente sino de cerdos… "Mire hacia abajo"; mira y toca un cerdito (la tratan como a una nena, afectuosamente). P: "Yo fui profesora y ahora estoy aquí para aprender de ustedes". Luego la llevan a conocer estudiantes de matemáticas, muy seriecitos. Va al admirable Palacio de Verano (apenas sugerido) y canta un aria: "En ese banco nos relajaremos y gustaremos los frutos de nuestras acciones. Que se reanude el plan eterno. Que esta unión quede inviolada". La llevan a ver las magníficas tumbas Ming, también apenas sugeridas: "¡Qué parque tan lindo!" Coro: "En esa época sabían trabajar la piedra". "Esto es profético", con sentido positivo; grata la música vocal, aburrida la orquestación. "Al fin el tiempo mejora, hace más calor". La trataron espléndidamente, como saben hacerlo, pero sin ir a la Ciudad Prohibida (quizás estaba cerrada):
Nuevo cambio de escenario y lo que se va a narrar me lleva a una anécdota de mi viaje de 1962. Reflejando el estado tanto de Rusia como de China, a pesar de estar enemistados había un solo avión ruso para conectar Pekín con Cantón; es pequeño y a la vez carguero y de pasajeros; se escucha un ruido de motor en problemas y aterrizamos en Changsha a mitad de camino entre aquellas dos ciudades; ciudad de la infancia de M. Un ómnibus destartalado nos lleva a un hotel de baja categoría; dos veces nos llevan de vuelta al aeropuerto y falsa alarma: el avión no está en condiciones. Nos quieren agasajar y nos llevan la primera noche a ver una "ópera contemporánea" con instrumentos tradicionales: es la historia de un ganadero tiránico y una muchacha maoísta está al frente de un grupo liberador; naturalmente lo castigan, toman el predio y lo manejarán en el futuro. Estaba bien interpretado y era típico del teatro de entonces; la ópera china del pasado no se permitía en ningún lado. El frío en la sala estaba en cero grado; todos con ropa de abrigo. Perdimos 2 días enteros de viaje y eso hizo que al ir a Japón sólo estuvimos 3 días en Tokyo; los 2 días de Kyoto desaparecieron; nunca pude volver a Japón. Y bien, en la ópera de Adams también quieren agasajar a los Nixon y no se dan cuenta de que para esa experiencia se necesita una tolerancia y comprensión ajena a los Nixon. Para peor hay un error garrafal e inexplicable: el factótum está interpretado por K; quizá K quiere demostrar que entiende los valores maoístas pero no se lo explicó a los Nixon, sobre todo a la simple americana que es P. Tampoco se los explicó Ch. Los Nixon, Ch y Chi están en la primera fila de la Ópera de Pekín, desnaturalizada en esa época. Ambientación absurda, una isla tropical. Entra el Destacamento Rojo de Mujeres; resulta que las Secretarias de M forman parte y que al frente está Chi…Canta el Coro: "Los pobres deudores venden sus hijas; hombres hambrientos venden sus bueyes por la ración de un día". El "chino" K es el factótum del terrateniente: en el ballet el "chino" K le da (aparentemente) tantos latigazos a la bailarina que cae moribunda; dice el "chino" K: "Ese pecho perfumado y engrasado, sacrificio que ante mi ´caricia´ reacciona con sangre; el primer corte quebró su piel amarronada". P no lo tolera y sube al escenario; mientras, un "soldado" le da un vaso de agua a la "muerta", que se repone y se para. Ella le quita el látigo al "chino", le pega una patada y se escapa. En nuevo decorado (una arboleda de cocos) aparecen mercenarios; interviene en la obra y colisiona con "Lao Szu", que le dice a los mercenarios que la azoten hasta que muera. P: "¡No pueden hacer eso!" N: "Es sólo una pieza, déjalos, podrían lastimarte". P sube al escenario, N la retiene. Chi cae "muerta". Lao Szu: "Éste es el destino de todo ser inferior que se pelea con un grande; dejen que se pudra". En el teatro, que no está al aire libre, se fabrica una "Tormenta Tropical" comentada por los Nixon y válida musicalmente en mayor grado que lo que se venía contando. Entra Hung, un representante del Partido en una misión de exploración. Entra la Marcha de la Compañía de Mujeres, que forma parte de la Milicia Roja de las Mujeres. En ella está Chi y la invita a P a adherirse (¡) y le va a dar un rifle, ¡pero se lo da N! (supongo que para que se dé cuenta de que es un falso rifle). La Compañía hace Práctica de Puntería y Danza con bayonetas. Canta el Coro femenino: "El cuerpo se rebela y tironea. Desde la tierra quemada camina la gente eludiendo a los muertos. Que el puño cerrado dé el primer golpe para el bien del Chairman Mao y para echar al tirano" (Chiang Kai Shek) "y compartir la tierra". Cambio de escenario: patio de la mansión del tirano. Oficiales del Kuomintang (partido de Chiang Kai Shek) y granjeros bien alimentados celebran el cumpleaños de su anfitrión. Danza de los mercenarios. Entra Hung personificando a un mercader extranjero y está Lao Szu: "Estoy aquí para tomar contacto con los muchachos que saben vivir; espero recibir algunas migas". N a "Lao Szu-K": "Hablas como un profesional". Miembros de la Milicia se agregan flores y ejecutan la Danza de la NacIonalidad Li. Dice Ching-Hua (la bailarina): "Parece tan raro vengarse después de tanto tiempo", y agrega algo inesperado: "Los mataré" (¿a quiénes?). Chi a P: "¡Ataca!"; pero P no ataca. Chi a sus subordinadas: "¡Avancen, fuego!" N: "¡Oh, no!" (pero sabe que no es en serio…). Los mercenarios se separan y dispersan. Los paisanos cruzan las puertas rotas, llorando de alegría. P: "¿Henry está bien?". N: "¡Se fue!" Hung corrige la actitud de Ching-Hua y la desarma. Coro: "Nada puede cambiar sin disciplina"; y repiten (¿a quién): "Deme ese rifle".
Terminada su tarea, K dice "¡Oh, qué día éste!", o sea que fue cómplice (quizá también lo fue Ch); ¿cómo puede ser que diplomáticos avezados y uno de ellos representando a Estados Unidos le hagan pasar un evidente mal rato a los Nixon? (porque también le cae muy mal al presidente) ¿y esto al día siguiente de los dos discursos importantes del día anterior? En la vida real ciertamente no ocurrió tal cosa. El factótum se llama Lao Szu en la obra; ignoro si esto significa algo pero juraría que los americanos que lo vieron en el Met tampoco lo saben. Más allá de todas estas reservas, los bailarines del Met lo bailaron muy bien, sobre todo los dos principales (la azotada y el soldado). Hay luego un conjunto, "Parece tan raro", con los Nixon, el Coro, las secretarias y Chi. Por último, un enojado solo acompañado por coro de Chi, "Soy la mujer del presidente Mao, que levantó a los débiles por encima de los fuertes", alaba la Revolución Cultural y se glorifica a sí misma: "Cuando aparezco el pueblo escucha mis palabras y por Mao yo hablo según su llibro. Dejad que yo sea un grano de arena ante el ojo del cielo y tendré eterna alegría." Kathleen Kim, americana de raigambre oriental (Kim parece coreano), reveló ser una soprano coloratura de firmes sobreagudos y tiene el aspecto adecuado para el personaje. Coro Revolucionario: El pueblo expresa su amargura ante elementos contrarrevolucionarios.
ACTO III
Es la última noche antes de la partida de los Nixon. El proyecto original tenía más coros y baile pero Sellars le indicó a Goodman que lo rehiciera con una idea audaz donde los principales dan sus reacciones finales desde sus camas. Es a la vez interesante y extraño. La escenografía es una hilera de camas. Son las de los personajes principales; las camas de los Nixon y de Mao y su mujer albergan parejas profundamente distintas; están además cada uno por su lado los dos diplomáticos, K y Ch. Tras una Introducción orquestal hay una surrealista mezcla de esos 6 personajes. "Uno no puede satisfacer a hombres de piedra", dice K; N: "Todo lo que digo está mal interpretado"; Chi: "Morimos si luchamos y morimos si no luchamos; Ch: "Vimos desnudos a nuestros parientes" (los habían desnudado los de Chiang Kai Shek), "se necesitarán ríos de sangre para cubrirlos". Chi a M: "¡Les mostraremos a esos tipejos cómo se baila!" Se añade M a la mezcla: "Ésa era la época en la que cierta jugosa estrellita infiltró mi cuartel general". Más íntimo aunque interrumpido es el coloquio de los Nixon: ella recuerda las cartas que N le enviaba durante la guerra contra Japón: "Era el mejor momento para mí, cada noche leía tu pensamiento". Pero habrá que esperar la respuesta de N porque en la ópera pasamos a Ch: "Un pueblo en bancarrota recobró las claves de su historia". M da su pensamiento: "La Revolución es un juego de niños". Ch se lamenta: "Envejecí y no trabajé más que un niño" (obviamente injusto consigo mismo). Ahora sí N: "Los hombres estaban a salvo; fue cuando te dije adiós porque creí que podría morir" (contradictorio). Se vuelve a M y Chin, que rememoran épocas pasadas, y luego N: "De a poco me di cuenta de que las bombas japonesas no nos habían alcanzado". Ch: "No tengo hijos. No maté a nadie pero vi a muchos famélicos morir". Chi: "Las masas andan delante nuestro; nosotros las seguimos. Nada que me asuste me lastimó; ¿por qué habrías de ser tú quien lo haga?" Vuelve N: "La guerra estaba dislocada; Guadalcanal parece lejano". M: "Mientras avanzan las masas nosotros nos derretimos en la maleza". Chi: "Los asesinos están en las puertas de Shanghai. Deberíamos ocultarnos; la Revolución no puede parar". Ahora N se refiere a la política en los Estados Unidos: "Hablar suave y no mostrar mi juego se convirtió en mi lema. Descubrí que el olor de hamburguesas en una parrilla hacía que lloraran hombres fuertes". Ch sigue con su decaimiento: "Estoy viejo y no puedo dormir siempre ni puedo esperar que la muerte sea una novedad. ¿Cuánto de lo que hice fue bueno? Todo parece moverse sin remedio. ¡A trabajar! Fuera de esta habitación el estremecimiento de la gracia se hace sentir fuertemente en el pasto de la mañana". Y con esta extraña frase y música tranquila termina la ópera de un modo inesperado. Si bien Maddalena y Brubaker aciertan con el carácter de los personajes, las voces de calidad fueron las de Janis Kelly y Russell Braun. Como siempre en el Met, muy bueno el Coro, y eficaces los bailarines con una coreografía adecuada de Mark Morris. Resultado final: desparejo y discutible pero con aspectos interesantes que justifican verla.
Pablo Bardin
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