martes, julio 20, 2021

LA FILARMÓNICA INAUGURA SU TEMPORADA CON MAHLER

               Desde febrero 2020, cuando el Colón recibió con entusiasmo "La guerra de las galaxias" (música en vivo y gran pantalla visualizando el célebre producto de ciencia ficción), el teatro, vencido por la pandemia, debió cancelar una temporada ambiciosa. Este año hubo en marzo un amplio Festival Piazzolla conmemorando su centenario, y anunció una programación bien distinta a las habituales, con todas las restricciones que el covid impone y   como base un aforo del 30% del Colón. Las circunstancias obligan a una programación modesta en cualquiera de los tres rubros de la gran sala: ópera, conciertos y ballet; y el recrudecimiento en abril, mayo y junio obligó a cerrar el teatro en esos meses. Ahora (y veremos hasta cuándo) se inauguraron las temporadas de concierto y ópera (aunque ésta fue reemplazada por una semi-ópera monteverdiana) y pronto habrá ballets de coreógrafos argentinos.

               En condiciones normales por supuesto escuchamos a Mahler tal como él escribió sus expansivas obras y sólo se presentaría una versión orquestal muy reducida de "La canción de la Tierra" como una curiosidad fuera de abono de su versión original. Quiso la suerte  que Arnold Schönberg realizó un arreglo en 1920; lo hizo con un objetivo práctico: había fundado la Sociedad para la Ejecución Musical Privada y consideró que en un pequeño ámbito se podía presentar la obra maestra de Mahler (a quien admiraba profundamente) en una versión  completa pero de orquesta reducida, sin cambiar las partes cantadas. Décadas después, para ser publicada por la Universal (representada aquí por Barry), Rainer Riehn cambia algunos detalles de la orquestación schönbergiana, y esto trae un dilema: si hay algunos pasajes que me resultaron algo excéntricos ¿es debido a Schönberg o a Riehn?  Recordar que hay discos de obras de Johann Strauss II muy bien arregladas por Schönberg y sus discípulos Berg y Webern, realizados para poder cobrar necesitados dineros ante la pobreza de postguerra. Y también que los gigantescos "Gurrelieder" tienen varios estilos debido al cambio artístico del compositor. Dos veces Schönberg escribió artículos sobre Mahler: le tuvo respeto y admiración.

               Enrique Diemecke, artista interesante pero desparejo, casi siempre estuvo muy cómodo en el mundo mahleriano, y en este caso lo encontré muy concentrado y respetuoso. Un programo corto pero intenso nos dio una hora de gran placer pese a que la orquestación original es mucho mejor; tan grande resulta la inspiración del compositor que incluso así emociona. Por supuesto que escuchando y siguiendo una excelente partitura del original volvían a mi mente las magníficas versiones de Walter con Ferrier, la de Baker y en la versión baritonal la de Fischer-Dieskau. Tanto Guadalupe Barrientos como Gustavo López Manzitti estudiaron a fondo la música y el texto y dieron versiones de calidad. Sólo 17 ejecutantes tuvieron la ardua obligación de dar a conocer esta especial experiencia y lo hicieron con mucho cuidado. No me sorprendió que Xavier Inchausti (violín), Néstor Garrote (oboe), Claudio Barile (flauta), Fernando Chiappero (corno), Gabriel La Rocca (fagot), Matías Tchicourel (clarinete) y Marcelo Ayub (piano) descollaron con trabajos de alto profesionalismo, pero los restantes también merecen una mención: Nelly Guevarra, 2º violín; Denis Golovin, viola; Benjamín Báez, violoncelo; Javier Dragún, contrabajo; Paula Llan de Rosos, corno inglés; Alfonso Calvo, clarinete requinto; Sebastián Tozzola, clarinete bajo; Christian Frette y Federico del Castillo, percusión; y Felipe Delsart, órgano. Comparo con la orquestación original y observo en las maderas que no hubo piccolo ni contrafagot; en los bronces que sólo hay un corno; ausentes trompeta, trombón y tuba. La percusión fue considerable en el arreglo (2 percusionistas) pero es probable que faltó alguno de los 9 instrumentos del original. Además no hubo arpas; en cambio Schönberg añadió piano y órgano.

               "Die chinesische Flöte" ("La flauta china") se denomina la colección realizada por Hans Bethge de traducciones libres de poética china, y a su vez Mahler adaptó los textos de Bethge; en general suenan muy auténticos aunque hay agregados mahlerianos. No escribió dúos; las canciones I, III y V están a cargo del tenor; las II, IV y VI, de la mezzosoprano, aunque con la aclaración de que la última es muy extensa; más que la suma de las 3 del tenor. Li T´ai Po es el poeta dominante: I, II, IV y V; la II es de Chang T´si; y la última, de Mens Kao-yen y Wang Wei. Pese a que en mis dos visitas a China separadas por casi 50 años no encontré vino de uva sino de arroz, quizás era distinto en la lejana época de Li T´ai-po. Vivió entre 701 y 762 y es considerado uno de los dos más grandes poetas chinos (el segundo: Tu-Fu). También llamado Li Po, tuvo profundo conocimiento del taoísmo y hacia 744 era famoso (Tu-Fu fue muy influido por Li Po). Fue un gran bebedor de vino y lo menciona con frecuencia en sus poemas románticos. También escribió sobre la amistad, la soledad, el paso del tiempo y las alegrías de la naturaleza; fue imaginativo y brillante.

               Tras dirigir en el Met de New York, ya sabiendo Mahler que tenía un grave problema de mala formación valvular del corazón y le quedaban pocos años de vida, pasó el verano en Toblach (Tirol). Fue un viejo amigo, Theobald Pollak, quien le sugirió el libro de Bethge; a Mahler le atrajo la idea, pero su ánimo había cambiado: no podía hacer lo habitual en verano: largas caminatas, andar en bicicleta, remar, dedicarle tiempo a subir montes o recorrer bosques. Le dijo a su discípulo Bruno Walter (que tras la muerte del compositor será quien haga conocer "La canción de la Tierra"): "Debo estar solo y afrontar sus terrores; me encuentro con la nada y debo empezar una nueva vida". Dijo su mujer Alma Schindler: "ansiedad y tristeza nos acompañó en todos lados". Pero inició la obra en Julio, la terminó el 1º de septiembre, y de inmediato empezó a componer la Novena sinfonía. Consideró que "La canción de la tierra" era una sinfonía con cantantes.

                

               "Das Trinklied vom Jammer der Erde" ("La canción del bebedor sobre la tristeza de la Tierra") tiene 3 secciones de 6, 8 y 12 líneas y terminan con la misma frase: "Oscura es la vida, la muerte". Es música tensa y dramática que exige mucho del tenor debido a la tesitura que se mantiene aguda buena parte de su duración. Frases interesantes: "Cuando se acercan los problemas los jardines del alma se secan". "Una copa llena de vino en el momento adecuado vale más que todos los reinos de esta tierra". "Las tumbas reciben la luz lunar; en ellas se acurruca una forma salvaje y espectral, ¡un mono!" López Manzitti, pasados sus 50 años, mantiene la seguridad de sus agudos; supo ser Tristán en el estreno en Montevideo de "Tristán e Isolda" en el año pre-pandemia y probablemente es el mejor tenor argentino para el desafío que Mahler le presenta. El arreglo schönbergiano funcionó bien, aunque se añore Mahler puro.

               "Der Einsame im Herbst" ("El solitario en otoño") tiene 4 estrofas de 4 líneas; está basada en Chang Tsi y presenta a la mezzosoprano. Mahler lo inicia en 3/2, "Algo moroso y cansado": corcheas continuas de violín y muy expresiva melodía de oboe; tras 24 compases la cantante inicia pp la primera estrofa: "Nieblas otoñales flotan azules sobre el lago; cubierta de escarcha está el césped; como si un artista hubiera rociado polvo de jade sobre los delicados pimpollos". Barrientos es una Amneris: una voz amplia y dramática; pero aquí trató de adaptarse al mundo distinto de la mezzo mahleriana china y logró acercarse con un estudio concienzudo del texto alemán y un control de su voz que la llevó a ofrecer (como en esta primera estrofa) un canto pp bien proyectado. La segunda estrofa sigue siendo de la naturaleza: "El dulce olor de las flores se ha desvanecido; el frío viento doblega sus tallos. Pronto las hojas doradas y marchitas de los capullos del loto flotarán sobre el agua". Mahler señala en cuanto a esta última frase: "con suave expresión". Antes de la tercera estrofa, pasaje orquestal "Sensitivo y apremiante" con los violines "apasionados" primeramente y luego menos rápido pero con sfp (sforzando piano). Entra la voz, "sin expresión": "Mi corazón está cansado". Tempo Primo, sin apurar, 3/2: "Mi lamparita se apagó; quiero dormir" (pp, 2/2). "¡Voy hacia ti, querido lugar de descanso! ¡`Sí, dame descanso, tengo necesidad de solaz!" Tempo I, nuevamente el violín y el oboe: "Lloro mucho cuando estoy sola". Fluyendo: "El otoño en mi corazón persiste demasiado" (muy expresivo). Por primera vez la orquesta va al ff ¡pero por sólo un segundo! "Pp, con gran ímpetu", manteniendo el 3/2: "Sol del amor, ¿podrás dejar de brillar para que mis amargas lágrimas se sequen suavemente?" El postludio mantiene las corcheas del violín y las maderas, final pp "morendo".  

               III. "Von der Jugend" ("De la juventud") es la canción más breve, la única pentatónica a lo chino, fresca y alegre (así se expresa al empezar: "Behaglich heiter"). Doce compases de las maderas y la trompa y llegamos al canto brillante del tenor: 7 estrofas de 3 líneas de Li T´ai Po. "En la mitad del pequeño estanque hay un pabellón de porcelana verde y blanca. Como el lomo de un tigre, el puente de jade se arquea hasta el pabellón". Diez compases orquestales llevan a la tercera estrofa: "En la casita están sentados amigos, bellamente ataviados, bebiendo, hablando. Algunos escriben versos". Siguiente, "Más lento": "Sus mangas de seda se deslizan hacia atrás, sus gorros de seda están cómicamente bajos en sus nucas". Tras 13 compases orquestales, la quinta estrofa: "En la pequeña y quieta superficie del estanque todo aparece maravillosamente como una imagen de espejo". Otros 14 compases orquestales nos llevan a la sexta estrofa: "Todo está al revés en el pabellón de porcelana verde y blanca". Y esta vez la última estrofa está acoplada a la sexta: "El puente parece una media luna con el arco invertido. Amigos bellamente ataviados bebiendo y hablando". Fin en ppp y con la orquesta y el tenor juntos.

               Con "Von der Schönheit" ("De la belleza"), volvemos a la mezzosoprano; sólo esta canción (la cuarta) es de contenido parcialmente alegre de las que le tocan. Nos vuelve a acompañar Li T´ai Po. "Cómodo; dolcissimo", se inicia con violín pp con sordina y flauta p; trinos y apoyaturas, ¾ alternando con 2/4. Ya en el sexto compás entra la voz, sin aclarar con qué fuerza entre pp y ff. "Jóvenes muchachas eligen flores como las de loto en la orilla. Se sientan entre matorrales y hojas, reúnen flores sobre sus faldas y se burlan entre sí" (canto de contralto hasta el la grave). "El dorado Sol teje las formas, se refleja en las aguas relucientes. El Sol espeja sus delgadas piernas y dulces ojos". (Esta canción no se separa en estrofas y abarca 31 líneas). "El céfiro acaricia y levanta el tejido de sus mangas y lleva la magia de sus perfumes por el aire". Desde aquí cambia después de dos compases el sonido de la orquesta, "gradualmente más rápido" y en ¾ f y ff; poderosos acordes ff y enseguida "Più mosso subito". Amplio desarrollo muy brillante; tras 19 compases vuelve la voz, "Aún más rápido": "Vean, ¿quiénes son los atrayentes jóvenes retozones a caballo al borde del estanque? A distancia brillan como los rayos de sol; ahora entre las ramas de los verdes sauces trotan los vigorosos muchachos". Todavía más rápido: episodio orquestal intenso de 16 compases; retoma la mezzo: "El caballo de uno relincha contento pero se asusta y se va galopando sobre flores y pastos, sus cascos se apoyan con dificultad, atropellan como tormenta las flores hundidas". Todavía más rápido: "¡Cómo su crin se mueve frenéticamente y sopla la ventana de su nariz!"  Y de repente, tras ese inesperado episodio de muchachos y caballos entusiasmando a la narradora, reflejado con todo vigor por Mahler, vuelve la calma: Tempo Primo súbito, Andante: "El dorado Sol teje las formas, las refleja sobre el agua luminosa. La más bella virgen envía largas miradas de deseo tras él" (el Sol). "Su orgulloso aspecto es sólo pretensión". Muy tranquilo (Ganz ruhig); música orquestal pp; "En el centelleo de sus grandes ojos, en la oscuridad de su cálida mirada, su corazón agitado todavía tiembla y se lamenta". Postludio de la orquesta: 20 serenos compases finalizan en pppp. Esta canción tiene aspectos desconcertantes: tranquila y cálida en su primera sección, ruidosa e inesperada en la evocación de los muchachos a caballo; y un retorno al planteo del principio que termina en lamento y en un muy poético pero extraño amor por el Sol. El segundo sector resulta problemático por la tesitura baja y la rapidez que se le pide a la cantante, además de los ff orquestales: hasta Ferrier parece incómoda y algo tapada. La versión Schönberg es en ese sentido más llevadera, pero hubo momentos en los que la gran voz de Barrientos apenas se oyó. En las otras secciones cantó muy bien porque es expresiva y tiene sólidos graves. En la segunda sección hubo momentos orquestales arduos.

               V: "Der Trunkene im Frühling" ("El borracho en primavera"). Se inicia Allegro y audaz ("Keck"), 4/4. Sólo 3 compases de oboe, clarinete y trompa con sf-p y trinos. Es una canción de mucha garra, pero me pregunto si era necesario dos sobre el vino habiendo tanto para elegir. Al empezar el canto Mahler agrega "Pesante, a tempo". La estructura es de 6 estrofas de 4 líneas. Empieza metafísicamente: "Si la vida es sólo un sueño" (¡Calderón de la Barca!) "¿por qué, entonces, perturbación y zozobra? Bebo hasta que no puedo más durante el amoroso día!" Grandes saltos expresivos del primer violín. Segunda estrofa: "Y cuando ya no pudiera beber porque están llenos garganta y alma, ¡entonces voy a los tumbos hasta mi habitación y duermo maravillosamente!" Variada e intensa orquestación. Tercera estrofa: "¿Qué escucho al despertarme?" Más lento; "¡Oíd!" (pp el tenor): "Un pájaro canta en el árbol". Lento: pensativo: "Le pregunto si ya llegó la primavera". Hesitando: "Para mí es como un sueño" (sigue cantando pp). Cuarta estrofa: Tempo primo: canto "dolce": "El pájaro gorjea: ¡sí! ¡Llegó la primavera durante la noche!" "Mirando profundamente, de repente me di cuenta: ¡el pájaro cantó y se rió!" Quinta estrofa: "Tempo I subito": f: "Lleno nuevamente mi copa y la vacío por completo, ¡y canto hasta que la luna brille en los negros cielos!" (ff). "A tempo" suben y bajan las brillantes fusas y llevan a la sexta estrofa: "Y cuando ya no pueda cantar me volveré a dormir. ¿Qué tiene que ver conmigo la primavera? ¡Dejadme estar borracho!" Rápido cierre orquestal, sf-ff. La canción equilibra la borrachera con la naturaleza. Estuvo muy bien cantada, con los matices siempre adecuados.

               VI: "Der Abschied" ("La despedida"). Extensa, magistral, bellísima, el adiós a la vida, noble y sensitivo, se equipara con el cuarto y último movimiento de la extraordinaria Novena Sinfonía. Sobre poemas de Meng Kao-Yen y Wang Wei; la partitura no indica cuándo se pasa de uno a otro. Si bien parece lógico que Men Kao-Yen sea el autor hasta que se llega al interludio, la partitura no menciona a los autores. La Enciclopedia británica nada dice sobre Men Kao-Yen y en cambio se refiere largamente a Wang Wei;  me referiré a este último después del interludio.  "Schwer" ("Serio"), 4/4, está marcada la extensa introducción orquestal lenta de 18 compases. Fluido, en estilo narrativo, sin expresión: "El Sol se pone detrás de las montañas. El crepúsculo desciende en los valles con sus sombras llenas de frescura". Un do grave de violoncelo, sempre piano, dura 8 compases; una flauta, pp, acompañando a la cantante, y cuando ésta calla, dos compases más que terminan "morendo". Tempo I, ahora escuchamos al clarinete con trinos y al oboe como la flauta; una trompa se agrega con un breve motivo rítmico. En el 5º compás canta dulcemente la mezzo: "¡Mirad! Como una barca de plata la luna flota hacia arriba en el lago azul del cielo" (bella imagen). "Escucho un suave viento detrás de los abetos". Se añaden corno inglés y flauta en los siguientes 6 compases; luego, Bastante moderato; 2/2, dentro de cada compás el clarinete combina tresillo y dosillo 9 compases, y pasa a la viola con algún cambio de 3-2 a 3-3. Vuelve la voz, pp: "El arroyo canta con grato sonido en la oscuridad". El oboe acompaña "molto espressivo" con una admirable melodía, mientras el clarinete continúa con su ritmo de 3-3 y 3-2. "Las flores empalidecen en el crepúsculo". Algo más rápido, sin voz:  el violín lleva la melodía y tras 6 compases sigue pero más rápido; frecuentes sf, tras otros 5 compases, "Pesante", acompañado por la trompa; y 9 compases más nos llevan al canto después de una música intensamente expresiva. Sigue cantando pp: "La Tierra respira, llena de calma y sueño", con el oboe y su atrayente melodía. Luego es el violín que pp pero con algunos sf toca una melodía triste y muy comunicativa, acompañando a la cantante: "Cualquier anhelo quiere soñar", y 7 compases después: "Los hombres cansados van a su casa para recordar durmiendo la olvidada alegría y juventud". Violín, clarinete y clarinete bajo llevan a la siguiente frase, pp: "Los pájaros se posan tranquilos en sus ramas", y con similar acompañamiento de oboe y clarinetes, canta: "¡El mundo duerme!" Lento, 7 compases de muy simples intervenciones de p y ppp en trompa y clarinetes. Muy controlado: "Una brisa fría se siente en la sombra de mis abetos. Estoy parada y espero a mi amigo; lo espero para una despedida final". Sólo la acompaña la flauta, pp. Luego, Fluyendo en ¾, flauta en p con brevísimos apoyos de violín y viola durante 6 compases; "Gradualmente progresando hacia compases enteros": la melodía la lleva el violín en pp con apoyo de cuerdas y maderas durante 26 compases (crescendo en las últimas 4). La cantante, en "Pacíficos compases enteros": "Anhelo, oh amigo, gozar a tu lado de la belleza de este atardecer." Pesante, a tempo, crescendo a ff: "¿Dónde estás? ¡Me has dejado sola mucho tiempo!"; toda la cuerda, 2 clarinetes, fagote, trompa. A tempo, muy fluyente, flauta, clarinete, p; violín y viola, pp, 6 compases. Calmando la música: "Camino subiendo y bajando con mi laúd sobre pastos suaves y profundos"; canto sereno acompañado por el violoncelo muy expresivo aunque pp, como el violín y la viola; 7 compases agregando contrabajo y trompa. Manteniendo el tempo y con los mismos acompañantes, ella canta: "¡Oh belleza, oh mundo, borracho de eterno amor y vida!"; por primera vez canta f y ff, pero no los instrumentos salvo dos compases. Otros 11 compases sin canto con música similar, y aunque no lo dice la partitura, empieza el Interludio, Moderato.

                Ambas partes son una despedida pero la segunda es mucho más intensa. Esta Primera Parte tiene 25 líneas, de las cuales 17 se refieren a la naturaleza o a gente cansada; sólo de la 18 a la 25 hace referencia a un presunto amor sin aclaración de sexos (recordar que la versión para barítono también existe). La Segunda Parte sólo tiene 13 líneas y está narrada por un tercero.

               Interludio de varios minutos. Se inicia en 2/2, Moderato, Tresillos de violín, violoncelo y contrabajo, mínimas intervenciones de corno inglés, trompa, fagote. Compás 16, "Serio": tremolos graves de contrabajo, sf/p; notas profundas de percusión y trompa, breves diseños escuchados desde el principio de la canción; calderón en compás 29. Breve diseño cromático; silencio; ataque ff de cuerdas, trompa, clarinete y fagote; Molto ritenuto en 34, calderón en 35; 36, A tempo subito; contraste entre diseño rítmico de trompa e intensas frases de flauta y oboe llegando al ff. Estos elementos se van desarrollando con un efecto de gran tristeza, pasando de ppp a f. Sin solución de continuidad, la segunda canción se inicia en el compás 88, pero voy a demorar ocuparme de ella para comentar la información de la Enciclopedia Británica sobre Wang Wei.

               Wang Wei (699-759) fue considerado un modelo de educación humanística expresada en música, poesía y pintura. Vivió durante la dinastía T´ang (618-907). Aunque debió sufrir una inesperada cuestión política cuando, tras servirle al monarca, fue capturado y llevado a la capital rebelde de Lo-yang en 756, pero tanto esa ciudad como la cosmopolita capital Ch´ang-an fueron recobradas y fue rehabilitado como poeta y pintor. Pero entristecido por la muerte de su madre y su esposa, pasó a estudiar el budismo en su casa de Wang Ch´üan (Río Wang). Muchos de sus mejores poemas son de ese último año de vida. Fue reconocido junto a Li Po y Eu Fu entre los que perfeccionaron la llamada "poesía lírica".

               "Como hablando y sin expresividad", así se inicia la Segunda Canción, "Sin apuro": "Se bajó del caballo y le dio la bebida del adiós. Le preguntó dónde iba y por qué". Único acompañamiento: una nota grave pp de violoncelo, contrabajo y percusión. Los 7 compases orquestales que siguen (las maderas más violoncelo y contrabajo) desarrollan materiales anteriores. "Siempre sin expresividad": "Habló; su voz sonó velada". Hasta aquí la narradora; no queda claro quién es la persona a la que la protagonista "dio la bebida del adiós". Contesta el que viajará: "Amigo, ¡la fortuna no me ha favorecido en este mundo! ¿Dónde voy? Camino, voy a las montañas. Busco paz para mi corazón solitario". Doce refinados compases antes de que la voz siga: "¡Camino hacia mi hogar, mi lugar! Nunca iré a lugares lejanos. ¡Mi corazón está quieto y espera su hora!" Seis compases ppp. Luego Lento ppp, ¾: "¡La amada Tierra florece en todos lados durante el tiempo primaveral! ¡En todos lados y por siempre los horizontes son azules y luminosos!" Estas frases son cantadas en blancas con puntillo, fluídamente y con escaso apoyo instrumental hasta llegar a la última palabra, "ewig" ("siempre"), repetida 7 veces y separada por muy sutiles momentos orquestales pp. Los 5 minutos finales de la Novena sinfonía son la última despedida de la vida del compositor y tienen la misma triste belleza.  Tanto Diemecke como Barrientos supieron entender este final, idealmente expresado por De la Grange: "disuelto en el silencio de la eternidad".

               Mirando mi catálogo 2000 de CDs tuve una sorpresa: hay 4 grabaciones (quizás hubo otras después) del arreglo de Schönberg: Groop, Silvasti, Vänskä; Bis, 1994. Remmert, Blochwitz, Herreweghe; Harmonia, 1994. Rigby, Tear, Wigglesworth; RCA, 1993. Murphy, Moss, Carroll; RAM, 1998. O sea que la variante Schönberg debió esperar hasta 1993. Una increíble cantidad de grabaciones de Mahler sin arreglo, 31, revela el tremendo y reconocido atractivo de esta obra única, y muchas de ellas con artistas extraordinarios. En cambio son menos conocidos los del arreglo Schönberg; me inclino por el de Herreweghe.  

Pablo Bardin

        

 

              

               

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