martes, julio 27, 2021

“ALTRICANTI”, PANORAMA MONTEVERDIANO EN EL COLÓN

 

               Claudio Monteverdi (1567-1643) fue el compositor ideal para pasar del Renacimiento al Barroco; él lo llamó "Prima Pratica" y "Seconda Pratica". Fue el mayor compositor de óperas de su época, pero desgraciadamente sólo tres nos han llegado de las 14 que compuso; Mantua hasta 1627 y Venecia desde 1630. Las tres se han dado en Buenos Aires. Su música litúrgica es gigantesca y parte de ella está en sus Madrigali Spirituali. De los madrigali algunos son llamados Canzonette; madrigales numerados hay 9 series. Las primeras tres son anteriores a 1600; la 5ª serie trae una variante: incluye clave, chitarrone y algún otro instrumento; data de 1605. Señalemos que ya desde el Tercer libro las ediciones son múltiples. Hay un grupo de materiales denominado Scherzi musicali, editado en 1607. El sexto libro data de 1614 y es complejo; algunos son a 5 voces pero también está el "Lamento d´´ Arianna" a 4 voces (independiente de la ópera de la cual sólo ha quedado el Lamento para una sola voz) y la Sestina a 6 voces; todos con clave y otros instrumentos. La séptima tiene un límite de libertad: hay madrigales a 1, 2, 3, 4 y 6 voces, "con otros tipos de canto" y toda una variedad de acompañamientos llegando a 9 instrumentos; varios son a 2, 3 y 4 voces con continuo; y el ballo "Tirsi e Clori" comprende un tutti de 12 instrumentos. Una segunda serie de "Scherzi musicali" data de 1632. La octava serie se denomina "Madrigali guerrieri et amorosi con alcuni opusculi in genere rappresentativo" y dura nada menos que tres horas y media. Los textos son de grandes como Petrarca, Torquato Tasso y Rinuccini. Según la obra, las hay con distintas combinaciones de voces e instrumentos. El libro noveno es de "madrigali e canzonette a 2 e 3 voci" con continuo; toma "Zefiro torna" de la segunda serie de "Scherzi musicali".

               La pandemia es la responsable de "Altri canti", espectáculo cantado y actuado no operista, donde dos obras que son parte de la octava serie son claramente del llamado por su autor "stile rappresentativo": "Il combattimento di Tancredi e Clorinda" e "Il ballo delle ingrate". El espectáculo duró una hora 45 minutos y tuvo a dos responsables; Marcelo Birman, director de una orquesta barroca especialmente armada con grandes conocedores del estilo del siglo XVII; y Pablo Maritano en la dirección de escena. Los colaboradores del régisseur fueron: Nicolás Boni, escenografía; Renata Schussheim, vestuario; José Luis Fiorruccio, iluminación; y Matías Otálora, video. El subtítulo no me pareció convincente: "Tres pequeños dramas en música"; ya se verá por qué.

               Quiero aclarar que estuve muy bien ubicado en tercera fila de platea y vi todos los detalles, tanto orquestales como de escena. Los movimientos de Birman fueron aparatosos en exceso pero lo que se escuchó (y esto es lo importante) sonó bellamente y se adaptó a cada obra elegida. Desde sólo muy pocos ejecutantes hasta un plenario de no menos que 20, los instrumentistas fueron realmente buenos. No me extrañó que la coordinación con los cantantes estuviera de acuerdo a sus respectivas reputaciones pero ciertas exageraciones desagradables no son monteverdianas en absoluto y lamentablemente las hubo. No olvido los deplorables errores de criterio de Maritano en "Giulio Cesare in Egitto" de Händel, como Julio César bajando del avión.

               Antes de algunos Madrigali guerrieri se escuchó la Sinfonía (en el sentido que entonces tenía esa palabra: un fragmento musical tocado por un reducido grupo y bastante breve) al Tercer Acto de "Orfeo".  "Altri canti d´amor", un bastante extenso coro a 6 voces con texto de Giovanni Battista Marino, no se tocó ni cantó, pero sí le dio su título al programa: "Altri canti". En cambio se escuchó y vio "Hor che´l ciel e la terra", 9 minutos en 2 partes de Francesco Petrarca por un coro a 6 voces, cuerdas y continuo. Las 6 voces: dos sopranos: Oriana Favaro y Daniela Tabernig; pero luego las 4 voces fueron cantadas por 5 sin razón: Martín Oro, contratenor, cantó la parte de contralto; aceptable. Dos tenores: Santiago Martínez y Pablo Urban. Y un bajo cantado por dos: era suficiente Alejandro Spies sin agregar un segundo bajo, Iván García. Todos ataviados como si fueran monjas sin distinción de sexos. La luz precaria se adecua a la amargura del texto: en la primera parte: "Velo, pienso, ardo, lloro"; en la segunda: "Muero y nazco mil veces por día". Más que guerrero tanto el texto como la música son tristes y bellos. Ka interpretación estuvo bien lograda, sobre todo los dos violines y el continuo.

               Curiosamente "Il ballo delle ingrate" data del 4 de junio 1608 y fue estrenada en Mantua; su incorporación a la Octava serie de madrigales es extraña, ya que el Libro octavo se publica en 1638. Además no es un madrigal sino un texto de Ottavio Rinuccini que nada tiene que ver con los madrigales: informa Luciano Marra de la Fuente: "Es un ballet de corte creado para las celebraciones del matrimonio de Francisco IV Gonzaga y Margarita de Saboya. Se cuenta la historia del descenso de Venus" (y el Amor) "al infierno para suplicar a Plutón por las almas ingratas a los efectos del Amor, a través de secciones de danza con canto en forma de diálogos y monólogos". En la grabación de Raymond Leppard dura 38 minutos; no miré al reloj en el Colón pero me pareció algo más corto. Y cierra la Serie Octava, tal como está en el diccionario Grove. Ésta es la estructura: Sinfonía; Diálogo de Amor y Venus; Sinfonía; diálogo de Plutón, Amor, Venus, Sombras del Infierno; Baile (4 minutos); Plutón, Una de las Ingratas, Coro. Como se ve, y pese al título, sólo hay 4 minutos de baile. Hay algo que se llama buen gusto y al respecto las opiniones varían: en mi caso me pareció kitsch la ropa de Amor y excesiva la de Venus (parecía mostrar los pechos). Las dos aparecen sentadas a considerable altura; el Amor a la izquierda, Venus a la derecha. Monteverdi eligió las voces adecuadas: Venus es una mezzo, Amor una soprano liviana, Plutón un basso profundo (evidentemente tenía en Mantua al artista adecuado) y la Ingrata una soprano con habilidad dramática. El texto de Rinuccini es muy refinado y Monteverdi da el carácter exacto a cada personaje. Venus: Adriana Mastrángelo; Amor: Constanza Díaz Falú; Plutón: Hernán Iturralde; Una Ingrata: Favaro; Espíritus infernales: Martínez, Urban, Felipe Carelli, Spies; Almas ingratas: Sofía Di Benedetto, Rocío Fernández, Luz Matas; Eco de las ingratas: Ana Sampedro, Romina Jofré, María Paula Alberdi, Daniela Prado. Desarrollo: Amor pide a Venus que no entre al infierno, que irá él a hablar con Plutón; pero desde su posición Venus canta con Plutón y le dice que esas mujeres ingratas se ríen del martirio ajeno, gozan de ser bellas sin saber relacionarse con caballeros que las aman, o rechazan a gentiles guerreros, tienen corazón de tigre ante amantes fieles. Plutón dice a Amor que por eso están en el Infierno. Pero Venus le recuerda a Plutón su amor por Proserpina y que por ese dulce amor haga que el mundo vea estas sombras dolientes. Plutón acepta y dice a las Sombras que abran las tenebrosas puertas y traigan a las almas ingratas. Venus y Amor: "¡Oh miserables, felices si el destino os hiciera menos crueles!" Plutón: "Moveos ante mí, vosotras que sois rebeldes al Amor". Baile. Reflexiones de Plutón: "Que no turbe Plutón el bello aspecto de las Reinas. Amor bajó a este reino oscuro y me pidió ver a estas infelices en perpetuos llantos; suspìran tardíamente por haber despreciado a sus amantes. Pero volved a lagrimar en el infierno, os obliga vuestro pasado". Una de las ingratas: "Cruel sentencia; aire sereno y puro, ¡adiós para siempre! Aprended tener piedad, mujeres" (el coro lo repite); "¿Dónde están las pompas y los amantes? ¿Dónde van mujeres que el mundo tanto apreció?" (el coro repìte). Final amargo, ya que Plutón no cede ante Venus. Aleccionador contenido para aquellas mujeres que vieron su estreno en Mantua. 

               Orquesta: 5 viola da braccio, clave, chitarrone (continuo); en lugares amplios la orquesta puede duplicarse (así aclara el Grove) y naturalmente es lo que hizo Birman; tengo la impresión de que además de lo expresado por el compositor hubo algún agregado distinto, pero no lo puedo afirmar; sí que sonó muy bien. Recuerdo años atrás una admirable versión de Mastrángelo del "Lamento d´Arianna"; esta vez sin duda cantó Venus con estilo y calidad aunque me sorprendió un volumen algo bajo, cuando su voz es generalmente más sonora. Ciertamente no fue pequeña la voz de Díaz Falú; sin duda rinde. Sin embargo (quizá por estar tan chillonamente vestida) faltó un refinamiento que Monteverdi siempre necesita. Desde que volvió a Argentina tras sus años europeos Hernán Iturralde es el mejor bajo barítono que tenemos, no sólo por medios vocales notables sino por la inteligencia en la composición de sus personajes y su aptitud para cantar en distintos idiomas desde el Barroco hasta la vanguardia actual. A diferencia de las damas, lo vistieron de modo no sólo regio sino de época. Su canto fue impecable y sólo tengo una pequeña intriga; me pareció que algunas notas muy graves no llegaron a los extremos que Monteverdi escribió (como los Re del Barón Ochs) pero puedo equivocarme. Como siempre, se le entiende cada palabra. Favaro es una cantante que se adapta con facilidad a distintos estilos; tiene muy buenos medios vocales y su belleza le ayuda. Los restantes: es mínimo lo que cantan; lo hicieron bien.

               No está de más mencionar los instrumentos que se oyeron durante la velada: 4 violines (eran rudimentarios en la época monteverdiana), 1 viola da braccio, 2 violas da gamba, 2 violoncelos, 1 contrabajo, 2 flautas dulces, 1 cornetto, 4 sacabuches, 1 archilaúd, 1 guitarra barroca, 2 tiorbas, 2 arpas (1 en escena), 2 claves, 1 órgano, 1 percusión. Total: 23. Dice el programa: "con instrumentos de época".

               También vale citar frases de Monteverdi en el Prefacio a su Octavo libro de madrigales: "He reflexionado que las principales pasiones o afectos de nuestra mente son tres: la ira, la moderación y la humildad o súplica. El arte de la música también apunta claramente a estos tres en sus términos "agitado" ("concitato"), "suave" y "moderado". En cuanto al "agitado", me he dedicado con no poca diligencia y esfuerzo para redescubrir este género".

               La Segunda Parte de este programa "es un drama pastoril" iniciado "por el virtuoso scherzo musical ´Zefiro torna´ para 2 tenores sobre una chacona". Ese scherzo fue luego pasado sin ningún cambio al Libro 9. Dos tenores jóvenes, Martínez y Urban, cantarán durante este sector del concierto. Esa pieza con texto de Rinuccini es bastante extensa pero la melodía es muy atrayente; Martínez tiene buen timbre de tenor lírico y es afinado; Urban es algo errático pero su vis cómica ayudó en esta sucesión de pequeños madrigales que presumo elegidos más por Maritano que por Birman (ambos son directores en el ISATC, Instituto Superior de Arte del Teatro Colón), teniendo en cuenta por un lado la ropa blanca que llevan los dos tenores, claramente moderna, y por otro sus movimientos de comedia. Pronto aparecen dos chicas campesinas, Tabernig y Díaz Falú, vestidas agradablemente pero fuera de época. Al principio no parecen interesadas en un flirteo, pero pronto cambian. "Quel sguardo sdegnosetto" ("Esa mirada desdeñosa") es el 2º de los primeros 5 Scherzi de 1632, todos para soprano y continuo y no nos ha llegado el autor de las letras; estos scherzi son breves, melódicos y divertidos; Tabernig, que generalmente se dedica a músicas más dramáticas, la cantó y actuó con gracia. Siguió "Bel pastor dal cui bel sguardo" ("Bello pastor cuya bella mirada"), dialogado, con estribillo repetido, es del Libro IX y lo cantaron Díaz Falú y Urban; es el primer madrigal de los "Madrigali e canzonette a 2 e 3 voci" y la letra también es de Rinuccini. "Perchè se m´odiavi" ("Por qué si me odiabas") figura en Grove a 3 voces y lo creo porque los datos son del gran especialista Hans Redlich; aquí sólo lo cantó Martínez (¿esos tres tenores cantan lo mismo? Si es así, de acuerdo; si no, se permitieron una libertad incorrecta Maritano y Birman). Como pasa con cualquiera de las piezas excepto las dos de Rinuccini, no se conocen los autores de los textos; son nada menos que 19.  Tabernig como Ninfa cantó "Soave libertate" (no "libertad" como figura en programa), que es del Libro VII, con texto de Chiabrera, y nuevamente no se respetó el original, que es para dos tenores; el VII data de 1619, fecha de plena madurez monteverdiana. Bien dice Marra de la Fuente: "La última sección de esta parte se vuelve más oscura con el expresivo madrigal "Interrotte speranze" ("Esperanzas interrumpidas"), del Libro VII, con una delicada polifonía imitativa para dos voces", con texto de Guarini; pero nuevamente (aunque con calidad) lo cantaron dos sopranos, Favaro y Díaz Falú, en vez de 2 tenores. Volvemos al Libro VIII con el "Lamento della ninfa", en realidad el 2º de 3 textos de Rinuccini; el 1º, "Non havea Febo"; y el 3º, "Si tra sdegnosi"; es curioso, el "Lamento della ninfa" lo cantan dos tenores y dos bajos (y Deller opina que la trilogía debería llamarse así); en el Colón lo cantaron una soprano y un trío vocal masculino y francamente me sonó lógico: Tabernig una Ninfa muy expresiva y el trío masculino formado por Martínez, Urban y Spies. Comenta Marra de la Fuente: "la introducción del trío vocal masculino pone en contexto la historia de la ninfa desconsolada por su amor perdido: "Amor dov´è la fe", "en estilo declamado sobre un acompañamiento (otra vez) de chacona": el trío masculino vuelve al final.

               La Tercera Parte comienza con "Altri canti d´amor", del Libro IX, con Díaz Falú, Tabernig y Martínez. Es el primero de los "Canti guerrieri"; en cuanto al autor del texto Grove pone un signo de interrogación, pero la grabación de Leppard da un autor: Giovanni Battista Marino. Nuevamente la versión que escuchamos no responde a cómo lo concibió Monteverdi: 2 sopranos, una contralto, 2 tenores y un bajo. Es extenso (7 minutos) y una parodia del inicio de los "Madrigali Amorosi", "Altri canti di Marte", también con texto de Marino. O sea que ofrece el lado guerrero del amor: "De Marte canto furibundo y orgulloso los duros encuentros y las batallas audaces". Es un muy buen comienzo del Monteverdi de estilo maduro e innovador.

               Sin duda la más famosa obra de los "Madrigali guerrieri" es "Il combattimento di Tancredi e Clorinda", sobre el Canto XII de "Gerusalemme liberata" (1581) de Torquato Tasso. Dura unos 22 minutos y quien narra es llamado Testo (Texto), cantado por el barítono Víctor Torres. Es notable: el narrador canta casi todo el tiempo; los "protagonistas" se mueven como actores pero casi no cantan (recordar que sus yelmos impiden que los amantes se reconozcan). Haré algunas menciones: "Tancredi cree que Clorinda es hombre y quiere probarlo con armas. Ella grita: ´¿Qué traes corriendo?´. Él: ´Guerra y muerte´. Ella: ´Tendrás guerra y muerte´. Tancredi baja del caballo (ella no lo tiene). Ambos empuñan el hierro agudo. Está oscuro: la sombra y el furor impiden usar el arte en el encuentro. No llegan a herirse; la vergüenza irrita el desprecio y la venganza. Luego, ambos tiñen de sangre al otro; se miran y exhaustos apoyan su peso sobre el pomo de la espada. Aparece el primer albor en Oriente. Pregunta Tancredi a Clorinda: ´Te ruego me digas quién eres, ya sea yo vencido o vencedor´. Contesta: ´En vano preguntas lo que no suelo contestar´. Tancredi: ´Tu negativa alienta mi venganza, bárbaro descortés´. ¡Aunque débiles vuelven a la cruenta pelea! Llega la hora fatal del fin de Clorinda. El hierro penetra el bello seno y bebe ávido la sangre. Él apremia a la virgen herida; ella dice las palabras extremas inspiradas por Dios: ´Amigo, has vencido: te perdono y te pido que me bautices lavando todas mis culpas´. Llenó su yelmo de agua en un riacho y al liberar la frente de la moribunda la reconoció y quedó asombrado. Dijo las sagradas palabras, la roció con agua y ella feliz y vivaz pareció decir: ´Se abre el cielo: me voy en paz´". No tengo la partitura; el lector se dará cuenta que incluso en esta síntesis aparecen las palabras de ambos duelistas con frecuencia, y esto es porque las dice el Testo (Texto). Tancredi fue García, que largó un exabrupto violento nada monteverdiano, Favaro cantó poco y hacia el final, pero lo hizo bien. Ambos actuaron con destreza aunque en la puesta Torres se mezclaba con ellos. Hay nada menos que 16 estrofas, todas de 8 líneas; 128 líneas, la enorme mayoría cantadas por Torres, talentoso y maduro artista que se atuvo al "stile rappresentativo" en todo momento, con algunos pasajes de rapidez rossiniana (que creó la ópera "Tancredi").  Expresa Marra de la Fuente, y coincido: "El ensamble instrumental intercala, en secciones cortas, imágenes sonoras muy miméticas, como el trote del caballo, el cruce de las espadas o la muerte de Clorinda. Esa agitación se da con un desarrollo rítmico muy cambiante, en gestos musicales muy teatrales". En mi grabación dirige Leppard, el Texto (o Recitante) es tenor (Luigi Alva) y el conjunto instrumental es de cuerdas y continuo; Grove coincide. El conjunto instrumental que escuchamos estuvo muy eficaz y claro ante la dificultad de frecuentes cambios de velocidad

               Estoy en desacuerdo con el Epílogo innecesario: "Ave Maris Stella" del magnífico "Vespro della Beata Vergine", usado para que vayan apareciendo todos los artistas de la velada, cuando lo único con algo de religioso en el programa es la muerte de Clorinda. Aunque haya sonado muy bien la orquesta a pleno, nada tenía que ver con las presencias y sus ropas de Venus, Amor y Plutón, o de los amores pastoriles. Con un telón lento al morir Clorinda se cumplía con Monteverdi y Tasso. Pero es raro escuchar música de este extraordinario compositor y la velada, pese a sus fallas, tuvo valores considerables.

 Pablo Bardin

                

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