"Ernani" es la primera ópera de Giuseppe Verdi basada en una pieza de Victor Hugo. La segunda será la celebérrima "Rigoletto". Más allá del valor musical, Hugo se sintió molesto por las tergiversaciones de los libretos, desgraciadamente inevitables debido a la fuerte censura austríaca. Pese a los cambios ambas óperas tienen fuerte dramatismo, incluso con errores que hice notar cuando escribí sobre "Rigoletto". "Ernani" es su quinta ópera, después de "I Lombardi allá prima Crociata"; data de marzo 1844 su estreno en el Teatro La Fenice de Venecia, y su libretista es el mismo que en "Rigoletto": Francesco Maria Piave. Curiosamente data del mismo año la siguiente ópera, "I due Foscari", sobre los Dux venecianos, con libreto de Piave pero estrenado en noviembre en el teatro Argentina de Roma (los argentinos no tienen nada que ver con ese teatro).
Justamente "Ernani" había provocado una gran controversia cuando fue estrenada en París en 1829. Pero 2 años antes había publicado una enorme pieza, "Cromwell" (demasiado larga para verla en el teatro) precedida por un fundamental prefacio. En él atacó las clásicas unidades de tiempo, lugar y acción y sugirió la unión de lo grotesco y lo sublime: "Todo lo que hay en la naturaleza es parte del arte". En 1829 "Marion de Lorme" fue prohibida por la censura debido a la mala imagen que daba de Luis XIII. Sin embargo, en ese mismo año estrenó "Ernani", escrita en apenas un mes; su estreno fue promovido por un grupo de jóvenes poetas liderados por Théophile Gautier. No se estrenó en 1829 sino el 25 de febrero de 1830 con tumultuoso éxito y ello se repitió en numerosas veladas: la batalla romántica se había ganado. Poco después llegó uno de sus dos mayores éxitos: "Notre-Dame de Paris", extensa novela de ambientación medieval que con el tiempo fue la base de fundamentales versiones cinematográficas.
Busqué en mi colección de libros de autores franceses y encontré "Hernani" y "Le Roi s´amuse" ("El Rey se divierte"), que es la base de "Rigoletto", en excelentes versiones castellanas en la tan bienvenida Colección Austral. Las había leído durante mi adolescencia y están marcadas con reacciones mías en distintos episodios; releídos, muchas décadas después pienso lo mismo: magnífico romanticismo aunque a veces se pase de los límites. En la pieza los personajes son una miríada además de los principales; en la ópera son sólo 3 los que se agregan. Por dar algunos ejemplos de los que no se mencionan en la ópera: el Rey de Bohemia, el Duque de Gotha, Don Gil Téllez Girón, Don Pedro Guzmán de Lara. Naturalmente hay cortes en la ópera, pero ninguno que afecte al desarrollo de la acción. El único cambio esencial está en los minutos finales: no sólo muere Ernani, también caen Doña Elvira (envenenada por propia decisión para acompañar a Ernani) y el suicidio con puñal de Don Ruy Gómez de Silva. Dos momentos poco creíbles lo son tanto en la pieza como en la ópera: el cambio de Don Carlos de un momento al otro perdonando a los juramentados, y la absurda ilusión de Ernani que Don Ruy permitirá su casamiento y no cumplirá lo pactado con respecto a su muerte. También puede conceptuarse que para la época de Don Carlos ya se estaba en una época en la que no había obligación de dar asilo a quien lo pidiera.
Los personajes en la ópera son los siguientes: Ernani, cabecilla de bandidos (en realidad, Don Juan de Aragón), tenor; Donna Elvira, sobrina y prometida de Silva (soprano); Don Carlos (Carlos I de España, Carlos V, Sacro Emperador Germano), barítono; Don Ruy Gómez de Silva, grande de España, bajo; Don Riccardo, caballero del Rey, tenor; Iago, caballero de Silva, bajo (tan distinto al Iago de "Otello"); y Giovanna, asistente de Elvira. Figurantes y coros: Bandidos, Caballeros y Partidarios, Cortesanos, Electores, Pajes y Damas de Compañía.
A 18 años tuve la suerte de ver "Ernani" en el viejo Met, magnífica sala de gran belleza y excelente acústica. Cuatro grandes artistas estuvieron esa noche en cartel; tres en plena forma: Mario Del Monaco (única vez que pude verlo), Leonard Warren, estupendo como el Rey; y Cesare Siepi, muy buen Silva. Zinka Milanov decepcionó con voz insegura y dificultades de afinación. Lo extraño es que cantó 10 años más en el Met. Dimitri Mitropoulos no estuvo cómodo en el lenguaje verdiano. Fue floja la primera representación en el Met en 1903, con grandes nombres en declinación: Marcella Sembrich, Eduard De Rezské (Gómez de Silva); estuvieron correctos (no más) el tenor Emilio de Marchi y el barítono Antonio Scotti. Estuvo Rosa Ponselle en las reposiciones de 1921 y 1928 y pese a ser una gran estrella no fue bien recibida; asombroso teniendo en cuenta su magnífica grabación (que tengo) del aria "Ernani, involami". Nadie menos que Martinelli fue Ernani; Giuseppe Danise reemplazó al indispuesto Titta Ruffo y Ezio Pinza en 1928 fue un extraordinario Silva.
Mi muy buena grabación tuvo varios de los artistas que brillaron en siguientes reposiciones del Met: Carlo Bergonzi, Leontyne Price (que el crítico Jay Harrison definió así: "Price filigranó una deslumbrante trama de sonido"). Mario Sereni es Don Carlo y Silva un bajo muy unido al Met: Ezio Flagello. Grabación de la R.C.A. Italiana, su Coro y Orquesta están dirigidos brillantemente por Thomas Schippers. Sin corte alguno, dura 2 h 18 minutos. Tengo en cinta magnética la versión que vi en el viejo Met, ya que fue difundida en la radio; y tomada también de la radio, una interesante versión Cetra dirigida por Previtali que tiene tres artistas de calidad: el mejor, Giuseppe Taddei como Rey; un valioso bajo, Giacomo Vaghi; una interesante soprano, Caterina Mancini; un poco menos logrado, el tenor Gino Penno. Atesoro algunas grabaciones lejanas de arias, sobre todo las de Riccardo Stracciari, para mí el de mejor estilo en los años 30, y mucho más antigua, otra gran figura, Mattia Battistini. En cuanto a "Ernani, involami", la Callas le da una extraordinaria fuerza dramática.
Vale la pena saber cuáles fueron las ideas que Verdi descartó como posibles óperas antes de decidirse por "Ernani": "Caterina Hovvard" ("Catherine Howard" en inglés) hubiera seguido la línea de las Reinas de Donizetti: es la otra que Enrique VIII hizo decapitar. Lástima que no se decidió por "Rey Lear", hubiera sido fascinante. "Rienzi" hubiera permitido una comparación con Wagner. "Cromvello" ("Cromwell") también lo hubiera ligado a Hugo pero así como era demasiado extensa como obra de teatro, hubiera sido tan larga como el Wagner de "Los Maestros Cantores de Nuremberg". Cuando "Ernani" se estrenó en Paris, Hugo estuvo tan indignado que la ópera se presentó con todos los personajes italianos y se llamó "Il Proscritto"…
Debe de haber muy pocas óperas en donde el cuarteto principal de personajes es el de 3 hombres enamorados de la misma mujer. El tema podría ser una buena comedia pero aquí el aspecto político es fundamental, ya que se trata de Carlos I de España pero también de Carlos V Emperador. Es curioso que Carlos V reaparece en Verdi en el final mismo de "Don Carlo" y al principio del Acto 1º en la versión italiana y del 2º en la francesa.
"Ernani" en Buenos Aires. Es asombroso que el nuevo Colón la haya presentado en una sola temporada, la de 1964. Sólido reparto, con Flaviano Labó (tenor, Ernani), Margherita Roberti (soprano, Elvira), el excelente Cornell MacNeil (barítono, Don Carlos) y Jerome Hines (bajo, Silva). Director: Fernando Previtali. En la segunda mitad del siglo XIX se vio con frecuencia; a dos años de esa etapa se vio en época de Rosas, 1849; fue la primera ópera verdiana vista en Argentina. Entre 1850 y 1900 su presencia fue muy abundante. Destaco la poderosa versión de 1882 en el antiguo Colón, con nada menos que Francesco Tamagno (que será Otello mucho más tarde y cantó ¡15 títulos! en esa temporada bonaerense) y el memorable Mattia Battistini como Don Carlo. Ya en el siglo XX, lo programó el Marconi en 1946 y el Avenida en 1963 con un elenco de gente muy poco conocida dirigido por Miguel Ángel Veltri. En el siglo XXI, por única vez apareció a un km de la CABA, en el Roma de Avellaneda, con meritorios buenos artistas en varias veladas: Oscar Imhoff/Gerardo Marandino (Ernani, E), Patricia Gutiérrez/Marcela Paturlann (Elvira, EL), Luis Gaeta/Federico Sanguinetti/Omar Carrión (Don Carlo, DC) y Ariel Cazes/Alejandro Di Nardo (Silva, S). Dir de orq, Mario De Rose; régisseur, Daniel Suárez Marzal.
Pero lo mejor fue presentado por Buenos Aires Lírica gracias a Claudio Ratier: fue el título inaugural de Buenos Aires Lírica en 2006 y volvió a darse en 2016; en los dos casos con buenos elencos y razonables puestas. 2006: Gustavo López Manzitti (E), Svetlana Volosenko (EL), Omar Carrión (DC) y Homero Pérez-Miranda (S). Dir de orq: Carlos Vieu; régie: Daniel Suárez Marzal. 2016: Nazareth Aufe (E), Monserrat Maldonado (EL), Lisandro Guinis (DC) y Silvio Sperandio (S). Dir de orq: Juan Casasbellas; régie: Crystal Manich.
Mi catálogo RER 2000 da los datos de otras tres versiones además de la de Schippers. 1) En CD y DVD: P. Domingo (E), M. Freni (EL), R. Bruson (DC), N. Ghiaurov (S); dir de orq: R. Muti; régie: L. Ronconi. EMI, NVC, 1982-84. 2) CD: L. Pavarotti (E), J. Sutherland (EL), L. Nucci (DC), P. Burchuladze (S); Dir de orq: R. Bonynge. Decca, 1987-98. 3) CD: G. Lamberti (E), S. Sass (EL), L. Miller (DC), K. Kováts (S); dir de orq: L. Gardelli. Philips 1981-96. Hay también buena cantidad de grabaciones de arias, especialmente "Ernani, involami"; mencioné algunas ya.
Y llegamos al reparto de la versión del MET que voy a comentar. Es de 2012, dirige Marco Armiliato y la régie es de Pier Luigi Samaritano. Marcello Giordani (E), Angela Meade (EL), Dmitri Hvorostovsky (DC), Ferruccio Furlanetto (S); Mary Ann McCormick (Giovanna), Adam Laurence Herskowitz (Don Riccardo), Jeremy Galyon (Iago). Dir del Coro: Donald Palumbo. Trajes: Peter Hall; Luces: Gil Wechsler. Video: Peter McClintock.
ACTO i, ESCENA I. Un refugio de montaña en Aragón. Hay un breve Preludio expresivo, "Adagio". A distancia se ve el castillo moro de Don Ruy Gómez de Silva. Crepúsculo. Una banda de montañeses rebeldes y bandidos comen, beben, juegan a las cartas y limpian sus armas. Coro rápido: "¡Hurrah, busquemos placer al menos en el vino! ¿Qué nos queda, evitados por todos, si no bebemos? Juguemos, va que el oro es vano tesoro, como llega se va. Juguemos, si no hay bellezas que nos hagan más grato vivir. A través de bosques y laderas nuestros únicos amigos son el mosquete y la daga. Son nuestras almohadas cuanto dormimos en horribles grutas". La aparente alegría es desmentida por el texto: estamos en una época en la que cierta gente era echada por bando del rey o del alcalde sin merecerlo y se unían con ladrones en curiosa hermandad. Ven llegar a E y la música cambia: más lenta, acompaña la reflexión del grupo ante la llegada de su líder: "¡E tan pensativo! ¿Por qué, tan valeroso, tienes pálido el rostro? Compartimos todos lo mismo. No hay mortal que plomo o daga no pueda herir. ¡Busquemos algún placer en el vino!" (en esa última frase vuelven a la música del principio). Recitativo de E: "Gracias, queridos amigos. Escuchen ahora los motivos de la tristeza de mi corazón, y si no me ayudan quizás E estará perdido para siempre". Sigue su única aria, muy atrayente: "Come rugiada al cespite": "Como el rocío al pimpollo de una flor marchita, la voz de una dama aragonesa llegó a mi corazón; fue el primer latido de amor que por primera vez me dio alegría; mañana el viejo Silva, un hombre inhumano, quiere arrastrarla a la cama nupcial. ¡Si me la quitan moriré!" Recitativo: E: "Raptémosla". Coro: "Lo haremos, ¿pero ella tendrá el coraje de aceptarlo?" E: "Me lo juró". Coro: "Entonces te acompañaremos al castillo de noche y lucharemos". E: "Ella será mi ángel consolador en la tristeza del exilio". Cabaletta de E: "Oh tú que mi alma adora, ven y llena mi vida de flores; el amor dominará. Si puede verte riendo E olvidará sus sufrimientos". Y los bandidos vuelven a afirmar "la belleza de ella será la estrella que nos guiará". En la escena hay una amplia escalera que permite al coro sentarse en distintos escalones.
ACTO I, ESCENA II. Departamento de EL en el castillo de S, de noche; ella está sola. Rec de EL, previa música lenta y oscura. "¡Llegó la noche y S no volvió! ¡Ojalá no retornase! Este odiado viejo que como inmundo espectro me persigue hablándome de amor hace que yo tenga a E en mi corazón cada vez más". Dicho así parece que E es un salvavidas más que un amante. En esa época llamaban viejo a un hombre de 60 pero no nos dan la edad de S; 60 no es 80 y puede estar sexualmente bien. No se aclara por qué ella no puede públicamente negarse a cumplir con la ceremonia de casamiento. Sea como fuese, ella a continuación canta la mejor aria de la ópera: "¡E! E, involami": "¡E! E, ráptame, evítame el aborrecido abrazo. Huyamos, si me es concedido vivir contigo; te seguiré por cavernas y tierras inhóspitas. Un Edén delicioso serán para mí esos antros". Bella melodía y difíciles coloraturas se suceden. Entra un coro de azafatas, trayendo caros regalos. "¡Cuántas jóvenes de Iberia te envidiarán, señora! ¡Cuántas quisieran estar en el tálamo de S, que te adora! El esposo te destina estos espléndidos collares, parecerás una reina con gemas y belleza. Mañana jubilosamente todos te saludarán esposa". EL: "Es dulce el deseo ingenuo que vuestros corazones os indican". Pero separándose canta la cabaletta, brillante en su coloratura: "Desprecio todo lo que no venga de E, no hay gema que pueda convertirse en amor. Vuela, tiempo, y trae pronto el feliz instante de mi fuga; es suplicio demorarlo a un corazón que ama". Las Damas observándola cantan: "Quizá sea una novia en vez de una amante, ya que no muestra alegría". Salen las damas y entra DC, con Giovanna (nodriza de EL). DC a Giovanna: "Que venga a verme y pronto". Giovanna: "Señor, desde hace varios días, siempre meditabunda, no quiere compañía; S está ausente". DC: "Entiendo; ahora obedéceme". Giovanna: "Así será"; y se va. DC, solo: "¿Por qué EL robó mi paz? Le amo y a ella nada le importa mi poder y mi amor. Ella prefiere a un enemigo jurado, un bandido. Trataré de tentarla una vez más". "Bandido" también se dice "Masnadiero", palabra aquí usada; es interesante que pocos años después Verdi creó sobre Schiller "I Masnadieri" ("Los bandidos"), la ópera que sólo se vio una vez de Buenos Aires en el último medio siglo (el Argentino la presentó en el Coliseo). Entra EL: "¿Usted aquí y a esta hora?" DC: "Me trae poderoso amor". EL: "Mentís". DC: "Un Rey no miente". EL: "Debéis iros". DC: "Ven conmigo, verás cuánto te amo". EL: "¿Y mi honor?" DC: "Serás el honor de mi corte. ¿Permitirás que un bandido se vanaglorie de poseer tu corazón?" EL: Cada corazón es un misterio". Sigue un importante dúo que inicia DC, lo contrasta EL y en el minuto final lo cantan juntos. DC: "Escuchad el misterio de mi corazón. Desde el día que os conocí, bella como un primer amor, perdí mi tranquilidad. Quiero amor puro con vos, debéis ser la alegría y la vida del enamorado rey". CD, con intensidad: "En mis venas fluye orgullosa sangre de Aragón; el esplendor de una corona no puede imponer amor en mi corazón." Desde aquí cantan ambos, él repite sus palabras, ella no: EL: "No debo aspirar al trono ni quiero los favores del Rey. Vuestro amor es un regalo o demasiado grande o vil para mí" (mencionar lo vil es demasiado insultante). Recitativo: DC tomando el brazo de ella: "No te quiero escuchar, serás mía. Ven, sígueme". EL: "¿Dónde está el Rey? No lo reconozco". EL se apodera de una daga del Rey: "Dejadme o en desesperación atacaré nuestros corazones". DC: "Tengo hombres leales". La reacción de ella, "¡Oh terror!", no es la adecuada. Y entonces ocurre algo inesperado: E emerge de una puerta secreta y expresa: "Entre esos hombres leales estoy yo" (¿está diciendo que fue maltratado al ser echado con un bando pero es leal y volvería a la sociedad si el Rey se lo pidiera? Pero DC inicia lo que será un Trío de fundamental garra en esta ópera. DC: "¡Tú eres Ernani! Me lo dice el desprecio que sienta esta alma al verte. Eres E el bandido, el turbador de estas tierras. Estarías perdido mediante una señal mía. Vete, te tengo piedad. Antes de estimular toda mi ira, huye, necio, de tu ofendido rey". Desde aquí DC repite sus palabras pero intervienen EL y E. EL se interpone con la daga entre los dos: "No, crueles, el odio extremo entre ambos no es para mí señal de amor. ¿Por qué hacer de la casa y el honor de EL blanco del desprecio mundial? Si se escapa de vosotros un mal gesto caeré herida de daga. Esta alma en momento de tal violencia no conoce a mi enamorado ni al rey". E: "¿Me conoces? Entonces sabrás que te odio; me robaste bienes, honores, mataste a mi padre. Aumentando la ira, ambos amamos esta mujer que tratas de seducir. En odiarnos y amar ambos estamos; ven entonces, te desafío, rey". Y entonces de improviso entra Silva. S: "¡Qué veo! En la zona más sacra de mi mansión, al lado de la que será mi esposa, ¿veo dos seductores? Entrad, mis fieles caballeros". Entran caballeros y otros, y Giovanna. "Que todos sean testigos del deshonor, de la vergüenza que le causan a su señor". Y de inmediato, un aria muy expresiva: "¡Infeliz! ¡Y creías tuyo" ("¡Infelice! E tuo credevi") "tan bella e inmaculada azucena! En cambio cae el deshonor sobre mi blanca cabeza. ¿Por qué la edad mantuvo un corazón joven en mi pecho? Me hubieran debido hacer un corazón de hielo". Recitativo (a DC y E): "El honor ofendido será vengado. Escuderos, entregadme mi hacha de armas, mi espada; el venerable S quiere venganza y pronto". Cabaletta, de mucho carácter: "Mientras al viejo le quede un arma para vengarse, ¡sabrá cómo suprimir el deshonor, o caerá vencido! Me hace temblar el súbito desprecio que me devora; buscando el pecho del traidor mi mano no temblará". Caballeros: "Ese noble corazón no puede reprimir su desprecio". S a E: "Salga". E: "Pero señor". S: "Las espadas hablarán; salgan ambos, cobardes"; y a DC: "Usted primero". Y en ese momento entra Iago, escudero de S, y dice, presentándolo: "El escudero real, Don Riccardo". S: "Bienvenido, espectador de mi venganza". Riccardo, señalando a DC: "Sólo lealtad y homenaje le corresponde al rey". E y EL, mirándose: "¡Sólo tiemblo por ti!" Esto lo dicen en un fragmento donde todos tienen una reacción. Giovanna, S, Iago, servidumbre: "¡Cielos, es el rey!" Riccardo: "¡Homenaje al rey!" DC: "¡Soy el rey!" Simultáneo más largo: DC a Riccardo: "Mira cómo el buen viejo deja ahora de lado la ira, vuelve a la razón con la presencia de su rey". Riccardo a DC: "El fuego del celoso inflama muy ferozmente el pecho de S, pero el respeto al rey toma el lugar del odio". S: "¡Un velo cae de mis ojos! Apenas le creo a mis sentidos; no podía sospechar la presencia de mi rey". Giovanna, Iago, servidumbre (para sí): "El rostro de S revela la amarga guerra que tiene en su corazón, pero controla su furia ante la presencia de su rey". E y EL repiten "¡Sólo tiemblo por ti!" Otro simultáneo: EL a E: "¡Tuya para siempre, o esta daga puede salvarme de los tiranos! Me reconforta en mi sufrimiento la constancia de mi fe". E a EL: "Escucha, EL; al amanecer podré salvarte de tanto sufrimiento; pero resiste ante el tirano, conserva tu fe en E". S: "No podía sospechar la presencia del rey", etc. Riccardo, DC, Giovanna, servidumbre: "Vuelve a la razón con la presencia de su rey", etc. Iago: "Controla su furia ante la presencia del rey", etc. S, arrodillándose: "Señor, lo lamento". DC: "Levántate, amigo, te perdono". S: "Ese incógnito…" DC: "Veo que te confundió". Susurrando: "La muerte se llevó a mi augusto ancestro, ahora se piensa cuál será el sucesor. Conozco tu lealtad y corazón; quiero el consejo de un hombre fiel" (se refiere al Sacro Imperio Romano Germano). S: "Es para mí un supremo honor". C con voz normal: "Si lo aceptas ocuparemos esta noche tu castillo". DC a E: "Quiero salvarte". DC a S indicando a E: "Este hombre fiel partirá de inmediato" (extraño: él sabe que es un bandido). E para sí: "¡El cielo me tuvo piedad!" E a sí mismo: "¿Yo tu hombre fiel? A cualquier hora seré el espectro que busca venganza; mi padre, que vos mataste, así lo requiere; sabré aplacar la sombra airada. Sabré extinguir el odio que me oprime". EL a E: "Huye, E, resérvate para mi amor; huye de este aire funesto; aquí todos te detestan. Como posees todo mi corazón podré mantener la constancia de mi fe en ti". Simultáneo final y notable del Acto. DC a S y Riccardo: "Más que ningún otro aspiro a la gloria con la que brilla la corona imperial; si el destino la coloca en mi cabeza, me mostraré digno de ella. Conmigo ascenderán al trono la justicia clemente y el mérito". Iago y Servidumbre (para sí): "S convirtió su furia en alegría; como cuando en el mar ya pasó la ira de los vientos. La residencia del rey da nuevo honor al castillo de S". S y Riccardo a DC: "Tenga fe en su derecho, Señor, es más santo y justo que cualquier otro: el laurel del emperador nunca estuvo en cabeza más augusta. Quien posee el amor de Iberia se ha ganado el del mundo". E y EL repiten sus textos. Giovanna para sí: "¿Por qué en plena juventud no muestra una sonrisa de alegría ahora que se acerca el día de la boda? Su ingenuo corazón no puede simular afectos" (ni su nodriza la entiende…). Los concertantes suelen ser muy valiosos en las óperas verdianas y este del primer acto de "Ernani" resulta atrayente y hábil.
Hemos llegado al final del acto y voy a dar mi opinión sobre los cantantes, el director de orquesta y la puesta. El Primer Acto dura 52 minutos, bastante más largo que los otros. Sin tener la voz ni la presencia de Mario Del Monaco, Marcello Giordani presenta un buen E, cantado y actuado con solvencia. Lamentablemente su salud lo abandonó y murió pocos años más tarde. Y lo mismo le ocurrió a Dmitri Hvorostovsky (Don Carlos), que como actor y cantante fue admirable: intenso, límpido en su fraseo, con un conocimiento del bel canto raro de encontrar en un artista ruso. Su cabello blanco va bien con el personaje, por otra parte. A Angela Meade no le ayuda un físico opulento pero tiene el dominio de coloratura necesario y actúa bien; la voz tiene grato timbre. Como era de esperar Ferruccio Furlanetto es un S de primera, incluso por la edad; conserva todos sus valores de timbre y fraseo y es un excelente actor. Correctos en los roles de flanco Mary Ann McCormick (Giovanna), Lawrence Herskowitz (Don Riccardo) y Jeremy Galyon (Iago). Nuevamente Marco Armiliato demostró ser uno de los mejores directores del repertorio italiano y especialmente del belcantista: no es novedad además que la orquesta es perfecta y también lo es el Coro manejado por el gran talento de Donald Palumbo. Con alegría afirmo que la puesta fue tradicional buena (o sea, respetuosa y en época, no rutinaria y aburrida). Pier Luigi Samaritano creó adecuados ambientes con la ayuda del vestuarista Peter Hall (eficaz y de buen gusto) y las luces de Gil Wechsler (habitual especialista del Met). El espectáculo es de 2012. Muy apreciado en el Met, Giordano murió a los 56 años en octubre 2019, tras haber cantado nada menos que 240 veces en ese teatro. Hvorostovsky fue una gran estrella del Met y murió cincuentenario en noviembre 2017.
ACTO II. Gran sala en el castillo con amplia escalera. Retratos dorados de la familia de S; armas ecuestres. Caballeros, pajes y azafatas. Coro: "¡Regocijémonos! ¡Que nos inunde la alegría! Cual flor que perfuma su virginal tallo es la belleza de EL. Esta flor será adorada por el más bello y gentil caballero que ahora supera en sabiduría y consejo a cuando brillaba de valor" (genuflexión pura). "Que este justo casamiento sea bienaventurado y produzca alegres nacimientos". S entra y lejos de agradecer dice a Iago que traiga de inmediato al peregrino; llega E disfrazado: "Que el cielo le sonría". S: "Acércate, peregrino; ¿qué necesitas?" E: "Pido hospitalidad". S: "Es sagrada para los Silva. No quiero saber quién eres ni de dónde vienes. Eres mi huésped; Dios te envió; dispone". E: "Señor, te agradezco". S: "Aquí el huésped es señor". Sale EL de su alcoba con vestido de novia, seguida de sus azafatas. S a E: "Se acerca mi novia. Lo será en una hora". A EL: "¿Por qué no te adornaste con el anillo y la corona ducal?" E: "Quiero ofrecerte un regalo, Duque". Sacándose la ropa de peregrino: "Mi cabeza". "Ofrezco todo, es el precio de mi sangre. Mil guerreros me persiguen; soy el bandido E, me odio y también odio la luz del día". EL para sí: "¡Se pierde el desventurado!" S para sí: "¡Está loco!" E: "Mis dispersados hombres huyen; soy vuestro prisionero: entregadme al rey y cobrad el premio". S: "Eso no ocurrirá; lo juro; quédate aquí seguro. S nunca traicionó". Es asombroso e incomprensible que proteja a E, ya que sabe que está enamorado de EL; y E fue un falso peregrino (es una seria falla de libreto). S: "Dentro de estos muros cada huésped es un hermano. Mis fieles, armad las torres del castillo" (¡franca oposición al rey!). Le hace una señal a EL para que se retire con sus azafatas y se va con Iago, caballeros y pajes. Pero EL (sola) vuelve. E, indignado: "¡Tú, mujer sin fidelidad! ¿Cómo puedes mirarme?" EL: "Hiere mi seno: pero era y soy fiel. Me llegaron informaciones que habías muerto". Mostrando su daga: "Cumpliendo con mi juramento, iba a suicidarme con esta daga en el altar; no tengo culpa, eres cruel". E: "Seca tus lágrimas, perdóname: fue delirio. Te sigo amando". EL: "Tu palabra me resuena en el corazón, más potente que el dolor". Bello dúo de E y EL, aunque obsesionados por la muerte: "¡Ah, si pudiera morir sobre tu pecho, oh mi EL (oh mi E). Este abrazo anticiparía la felicidad celestial. Nuestro amor sólo nos dará tristeza en la tierra". Y no se equivocan porque vuelve S y los ve. Se interpone entre ellos espada en mano. "Perversos, mi furor no tiene freno; rasgaré el ingrato corazón; me vengaré". Entra Iago: "Llegó el rey con un grupo a la puerta del castillo, quiere entrar". S: "Ábrele". E: "Te pido me des la muerte ya". Dramático trío: S: "No, quiero una venganza mucho más terrible; ocúltate, nadie te encontrará. S sabrá castigar la horrible infamia". E y EL: "Ten la más terrible venganza contra mí pero sé humano con ella (con él), ten algo de piedad. Juro que ella (él) no tiene culpa". E pasa por una puerta secreta detrás de un retrato. EL se retira a su habitación. DC entra con Riccardo y caballeros. DC: "Primo, ¿por qué encuentro armado tu castillo? Miserables condes y duques ¿despiertan la hidra monstruo de la rebelión? También yo estoy despierto y sabré sofocar las madrigueras almenadas. Habla". S: "Señor, los Silva son leales". DC: "La última horda de rebeldes fue dominada; E se refugió en tu castillo. ¡Entrégamelo o el fuego quemará todo! Sabrás que cumplo mi palabra". S: "Un peregrino pidió hospitalidad y se la concedí; no debo traicionarlo". DC: "Quiero tu cabeza o la de E". S: "Tened la mía". DC: "Don Riccardo, tomad su espada". A los otros: "Buscad por todo el castillo, descubrid al traidor". S: "El castillo es leal como su señor". Poderosa aria de DC dirigida a S: "Ya veremos, viejo audaz" ("Lo vedremo, veglio audace") "si puedes resistirme, si desafías la venganza de tu rey. Piensa, antes de que todo caiga sobre ti con la fuerza de un relámpago". S: "Un Rey de Iberia no querrá el deshonor de los Silva". DC: "No hay otra vía que tu cabeza, traidor". Vuelven los caballeros, trayendo armas. Coro: "Se exploró hasta los lugares más remotos sin éxito. Los centinelas fueron desarmados; no debes perdonar a quienes traicionaron confianza y honor". DC: "Bajo tormento hablarán y dirán dónde está el bandido". EL, con Giovanna y sus damas, se arrodilla a los pies de DC: "Parad, que no sea muda la piedad en el rey". DC, sorprendido: "Todo rencor callará puesto que lo pide EL". A S: "Esta doncella será rehén de tu lealtad. Que me siga, o entregas al culpable". S: "Esto no puede ocurrir; ¡no debéis elegir herir mi alma! Le amo, es el único solaz de este viejo; antes golpea esta cabeza" (momento musical muy expresivo). DC: "¿Y E?" S: "Que ella os siga. No quiero traicionar mi honor". Caballeros a S: "Debes obedecer". DC a EL, en un aria atrayente y acompañada: "Ven conmigo" ("Vieni meco"), "sólo con rosas quiero entrelazar tu vida; ven conmigo, no tendrás horas penosas. Seca las lágrimas de tu mejilla pálida, piensa en la alegría que te espera y te hará feliz". Simultáneo: Giovanna y damas para sí: "Esto apura la muerte de S más que la edad". Riccardo y caballeros a EL: "Créelo, la alegría que te espera te hará feliz". S para sí: "Sed ardiente de venganza S te hará sentir". EL: "La suerte que me espera hará eterna mi tristeza". SC sale con Riccardo y los caballeros, seguidos de EL que toma del brazo a Giovanna; la acompañan las damas. S: "Que el cielo te acompañe" (se refiere a EL). "El odio siempre estará en mi corazón, oh Rey". Saca dos espadas de la armería, abre la puerta secreta y le entrega una a E. "Ven, sígueme, elige una". E: "¿Dónde?" S: "Al campo de honor". E: "No quiero hacerlo; no debo". S: "¿Empalideces ante el acero?" E: "Me lo impiden tus años". S: "Uno de nosotros morirá". E: "Me has salvado; mátame pero escúchame. Antes, mi última plegaria". S: "Habla". Para sí: "Tengo un infierno dentro de mí". E: "Déjame verla una última vez". S: "El rey se la llevó". E: "¿Qué has hecho? Es nuestro rival, le ama". S llama a sus caballeros: "Vasallos, a las armas". E: "Debes darme una parte en tu venganza; quiero hacerla contigo". S: "¿Mantendrás tu palabra?" E le entrega una trompa de caza: "Cuando quieras que E muera tócalo y E morirá". S: "Dame tu mano derecha, júralo". E: "Lo juro por mi padre". E y S: "Dios nos escucha y castiga al perjuro; que el aire y la luz del día le fallen, que la infamia sea la consecuencia del mentiroso". Entran los caballeros: "Aquí estamos sanos y salvos para cumplir tus órdenes". S: "La ira me rejuvenece, perseguimos al raptor". Final intenso: E y S: "Caballeros en la silla de montar, armas, sangre, venganza". Caballeros: "Tus caballeros están prontos, por ti aspiran sangre y venganza". E y S: "S los guía y los apura, les dará un digno premio". Caballeros: "¡Si S nos urge seremos más audaces!" E, S, Caballeros blandiendo espadas: "Estas espadas, precursoras de muerte, encontrarán el camino para cada corazón. El que intente resistir caerá primero; tener piedad será un crimen". Y todos salen. Un final de acto poderoso y sanguinario.
ACTO III. TUMBA DE CARLOMAGNO EN AIX-LA-CHAPELLE. Aquisgrán en castellano, Aachen en Alemania. Hace 8 años visité por última vez Alemania y entre otras decisiones privilegié conocer Aachen; mi mujer, buena fotógrafa, sacó fotos digitales que he vuelto a ver varias veces. Veníamos de Essen, ciudad a la que fuimos debido al interés del museo Folkwang (pintura moderna alemana). Por las muy buenas autopistas, y sorprendidos por los muchos lugares verdes y el cielo límpido (nada tiene que ver este Ruhr con el de las minas de carbón de hace 60 años), circunvalamos una Köln (Colonia) con accesos difíciles en plena reconstrucción y tomamos la autopista sin problemas que nos llevó a Aachen, cercana a la frontera con Bélgica y a apenas media hora de Liège. Cito la guía Michelin: "Carlomagno (747-814), rey de los francos desde 768, eligió Aquisgrán para fijar allí de manera permanente la corte franca. En 800 fue coronado emperador romano. Sometió a los sajones y los bávaros y consolidó las fronteras de su reino contra las invasiones árabes, eslavas y danesas. Está enterrado en el octógono de la capilla palatina. Desde 936 a 1531 30 príncipes alemanes fueron consagrados reyes de Germania en la catedral de Aquisgrán. En 1562 la ciudad cedió el privilegio a Frankfurt". La amplia catedral (Dom) en el centro de la ciudad alberga la basílica octogonal "rematada por una cúpula que Carlomagno mandó construir poco antes de 800. Era el primer edificio construido al norte de los Alpes siguiendo el modelo de las iglesias bizantinas. El octógono está rodeado por una girola de dos pisos, en la que las aberturas del piso superior están cerradas con rejas de bronce de época carolingia. El altar mayor carolingio deslumbra con la Pala de Oro de c. 1020. En el ábside, el relicario de Carlomagno, un fantástico trabajo de plata dorada repujada, contiene los restos del Emperador". Un magnífico busto de Carlomagno puede verse a cierta altura. De la obra original sólo queda la llamada Pfalzkapelle (capilla del palacio) modelada sobre la Iglesia de San Vitale en Ravenna (magnífica, la visitamos hace 31 años con nuestras hijas adolescentes). Hay columnas de mármol y pórfido que fueron traídas de Ravenna y Roma. Se conserva el sepulcro que alberga sus restos desde 1215; es un féretro de oro y plata de 1215 y se lo ve en el presbiterio.
No lamento haberme extendido sobre este tema ya que para mí el Tercer Acto es el más importante y el Sacro Imperio duró un tiempo extraordinario, todavía vigente en el siglo XVIII. Expresivo Preludio de 2 minutos. DC a Riccardo: "¿Éste es el lugar?" Riccardo: "Sí". DC: "¿Y la hora?" Riccardo: "Es ésta, aquí se encuentra la liga…" DC: "¿Que conspira contra mí? La tumba de Carlomagno me ocultará de los asesinos" (ello implica más espacio que la del féretro que conserva sus restos). "¿Y los electores?" Riccardo: "Están juntos analizando los derechos de quien obtendrá la más bella corona del mundo, el laurel de los Césares". DC: "Si yo fuese elegido, haz que el bronce ignífugo de la gran torre resuene tres veces. Entre estas tumbas conversaré con los muertos y descubriré a los rebeldes". Sale Riccardo. Recitativo de DC: "¡Gran Dios! Ellos rodeados de mármoles sepulcrales afilan las dagas para matarme. ¡Cetros, riquezas, honores, bellezas, juventud! ¿Qué sois? ¡Barcas flotando en el mar de los años cuyas olas golpean dificultades constantes hasta que llegan al arrecife de la tumba y vuestro nombre se zambulle en la nada!" Muy bella aria, noble y reflexiva: "Oh, de´ verd´ anni miei" ("Oh, de mis jóvenes años") "sueños y larvas mentirosas, si creí demasiado en ellos ahora desaparece su encanto. Si ahora me llaman a ocupar el más sublime trono, como águila subiré en alas de virtud y haré de mi nombre el vencedor de los siglos". Gran trabajo de Hvorostovsky. DC abre la tumba con una llave y se refugia en ella. Envueltos en mantos entran conspiradores: "¡Ad Augusta! ¿Quién está?
¡Per Angusta! Que haya santo ardor en la liga, que llene el alma y encienda el corazón". Entran E, S e Iago, vestidos como los conspiradores: "¡Ad augusta!" Conspiradores: "¡Per Angusta!" Todos: "Por la liga santa y justa la voluntad del destino hablará desde las tumbas". S: "¿Alguno no vino?" Liga: "Aquí no hay cobardes". S: "Revelo el misterio: DC aspira ser nombrado en el Sacro Imperio". Iago y Liga extinguiendo sus antorchas: "Que caiga como una antorcha apagada. Eliminó los derechos de las tierras ibéricas; todos aquí están armados". S: "Que la suerte indique quién lo matará". Todos ponen su nombre en una tableta y las tiran en una tumba. Mientras S se dirige a esa tumba expresan los Conspiradores: "Cada uno está preparado a cualquier evento; herir o morir. ¿Quién está nombrado?" S: "E". E: "¡Qué alegría me es concedida! ¡Padre!" Iago y Liga: "Si caes serás vengado". S pide a E que le ceda el privilegio; éste se niega y S le recuerda que podría forzarlo a morir si tocara el cuerno. E: "Antes déjame herir de muerte a DC". S: Lo acepta pero agrega: "Te espera la venganza más horrible", frase clave que será verdadera. Liga: "Somos hermanos, hagamos un pacto, un juramento". Todos cantarán un coro breve pero importante, que como el de "La battaglia de Legnano" fue mal visto por la censura, que temió aleccionaría a la población en contra de los austríacos. "Si ridesti il Leon di Castiglia": "El León de Castilla se despierta, que cada monte y región de Iberia sea un eco del rugido del león, como hicieron con los Moros opresores. Todos somos una sola familia, lucharemos con nuestras armas, nuestros pechos. Lucharemos tanto si la victoria nos sonríe o la muerte nos espera y la sangre de los muertos dará nuevo coraje a los hijos. Iberia será fértil en héroes y se redimirá de la servidumbre". Se escucha un cañonazo y enseguida otro: "El destino se cumplirá". Tercer cañonazo; DC aparece. Coro: "¡Carlomagno Emperador!" (imposible). DC golpea 3 veces la puerta de bronce: "¡Carlos V, traidores!" Se abre la gran puerta de la bóveda y entran 6 electores vestidos con brocados de oro, seguidos por pajes que traen cojines de terciopelo con la corona, el cetro y otras insignias imperiales. Damas y caballeros alemanes y españoles rodean al Emperador; entre ellas están E y Giovanna. Riccardo está al final de la procesión iluminada por antorchas. Riccardo: "La asamblea electoral le aclama augusto Emperador y le envía las insignias del César". DC a los electores: "La voluntad del cielo será la mía. Estos rebeldes conspiran contra mí". A los conspiradores: "Todos están bajo mi mano; la cerraré y todos caerán". A los guardias: "Separad a aquellos que son condes o duques; la prisión para el vulgo, el hacha para los nobles". E avanza: "Entonces cuéntame: soy conde y duque de Segorbia y de Cardona. Todos me reconozcan Don Juan de Aragón. Esperaba ser vengador de mi padre y mi país. No te maté; te abandono mi cabeza". DC: "Sí, caerá con la de otros". EL cae a sus pies: "Si el más gran trono te es dado, asombra a los que son humilde polvo perdonando". DC: "Calla, mujer". EL: "El cielo habló con mi voz; la piedad es una virtud augusta". Estas últimas palabras logran conmover a DC y llevan a la obra a su punto más intenso además de ser el Verdi más inspìrado. DC, mirando la tumba de Carlomagno: "Oh gran Carlos" ("O sommo Carlo"), "más que tu nombre quiero tener tus virtudes; imitaré tus gestas: lo juro ante ti y Dios". A los conspiradores: "Los perdono a todos". Llevando a EL hasta E: "Se casarán; ámense siempre. ¡Gloria y honor a Carlomagno!" Gran concertante cerrando el Acto, en simultáneo. EL y E: "¡A Carlos V gloria y honor! Rey clemente, te pareces a Dios al olvidar la ofensa. El augusto laurel en tus cabellos adquiere inusual y divino fulgor". Riccardo, Giovanna, Iago y otros cantan exactamente lo mismo, pero S para sí mismo vuelve a mostrar su amargura: "¡Mi ofendido honor grita venganza! Mis esperanzas han sido vencidas pero no domadas, sabré cómo realizarlas; sólo por mi odio mi corazón tendrá vida". DC: repite sus mismas frases. Sólo S oscurece brevemente la alegría de todos los otros.
ACTO IV. Terraza del Palacio de Don Juan en Aragón (recuperado por E). Al fondo se ven jardines iluminados. Damas y caballeros, gente con máscaras, pajes y sirvientas van y vienen alegremente. Coro de huéspedes y servidumbre: "¡Cómo se regocijan la novia y el novio! La tempestad de los días tormentosos no está más; el Cielo les sonreirá siempre". Aparece un enmascarado vestido en dominó mirando impacientemente al grupo. Coro: "¿Quién será este hombre que camina vestido de negro? Parece un espectro salido de una tumba por un encanto. Tiene carbones ardientes en los ojos". El enmascarado se retira al jardín mientras llegan otros. Coro: "Que aquí sólo haya festividad, que cada labio exprese alegría del corazón". Salen hacia la sala de baile mientras de ella vienen E y EL. E: "Cesaron los sonidos; al amor le gusta el silencio y el misterio. Mira cómo las estrellas parecen sonreír ante nuestro feliz casamiento". EL: "Así las vi brillar cuando estuve en el castillo de S y las horas me parecían siglos; ahora estás conmigo finalmente". E: "Y para siempre". Ambos: "Hasta el último suspiro tendremos un solo corazón". Pero se escucha distante una trompa; reacciona para sí E: "¡Maldición de Dios!" Vuelve a escucharla: "¡El tigre exige tener su presa!" EL, aterrorizada: "¿Qué te pasa?" E: "¿No ves una sonrisa infernal que se burla de mí?¡Es el viejo!" E: "¡Estás enloqueciendo!" Se vuelve a escuchar: E para sí: "´Me busca". E: "Una vieja herida me atormenta; tráeme una medicina; si me amas, ¡apúrate!" EL va a la cámara nupcial. E: "Ahora todo es silencio; quizás fue una falsa ilusión; seguiré a EL". Pero S aparece en la escalera: "Ésta es mi promesa: cuando quiera que E muera, al escuchar la trompa E morirá enseguida". Guarda su máscara: "¿Serías mentiroso?" E: "Ahora que el Cielo me sonríe, déjame beber la copa del amor". S ofrece a E una daga y un frasco de veneno: "Puedes elegir, pero con rapidez". E: "Duque, mi alma retrocede". S: "¿Dónde está el honor español, perjuro?" E toma la daga: "¡Moriré!" EL llega: a E: "¡Para, cruel! ¿Quieres extinguir dos vidas?" A S: "¿Cuál demonio infernal imaginó tal trama? Viejo, yo apuraré la muerte que te espera". Pero se disculpa: "Perdón, mi angustia habló". S: "Lloras en vano, no perdono". EL: "Soy hija de un Silva; le amo en una alianza indisoluble". S: "Por ese amor morirá". E: "No llores, necesito constancia; un juramento horrible me condena a muerte". Clava la daga en su pecho. EL: "¡Quiero morir, dame la daga!" S: "Delirar no cambia nada". E a EL: "Vive, te lo pido; adiós". E y EL: "La cama nupcial del amor fue el altar de la muerte". S: "Que venga el demonio de la venganza". E muere y EL cae desmayada. Telón final.
Amargo final aunque no tanto como en la pieza de Hugo, "Ernani" es una ópera valiosa aunque no de primer rango. Tuvo en el Met un reparto de buen nivel, una puesta adecuada y excelente orquesta y coro.
Pablo Bardin