sábado, abril 18, 2020

MET HD LIVE. ESTRENO DE “MARNIE” DE NICO MUHLY


        Nico Muhly era para mí un compositor desconocido y no recuerdo que aquí se haya estrenado nada de él. Sin embargo, el Met ya había estrenado antes otra ópera suya, "Two boys", y "Marnie" fue un encargo del Met en coproducción con la English National Opera. Y tuvo el privilegio de ser seleccionada para HD Live. Yo conocía el tema porque fue una película de Alfred Hitchcock de 1965 sobre una novela de Winston Graham con Tippie Hedren y Sean Connery; esta historia de una cleptómana de retorcida psicología no me pareció de lo mejor del director pero sí que tuvo aspectos interesantes. Medio siglo más tarde me refresqué su contenido investigando en Google, así como lo hice con respecto a Muhly, pero donde Google me ayudó muy poco fue cuando quise saber los lineamientos del libro; no encontré ningún artículo al respecto y en consecuencia no sé cuánto es invento de los tres sucesivos libretistas en la película ni en la ópera, a su vez con grandes cambios comparada con la obra de Hitchcock.
         Winston Graham fue un inglés nacido en Manchester en 1908 que falleció en Londres en 2003. Escribió 40 libros, entre ellos los 12 de la saga Poldark, ambientada en Cornwall después de la Guerra civil americana, y "Marnie", una policial psicológica primeramente adaptada como pieza teatral y luego al cine y a la ópera (esta última postmortem).
         El primer guionista para Hitchcock (que fue director y productor) fue Joseph Stefano, que había trabajado largamente para el director, incluso en "Psicosis"; pero meses más tarde murió y fue reemplazado por Evan Hunter, cuyo muy profesional guión fue en general aceptado por Hitchcock, pero Hunter disintió cuando el director quiso incluir una escena de violación esencial para él; Hunter tanto insistió que Hitchcock lo echó; fue Jay Presson Allen (mujer) quien le dio nueva forma. Tal como la filmó el espectador no vio la violación, sólo el rostro crispado de Marnie. Otro habitual colaborador fue el autor de la música, Bernard Herrmann, pero al director le molestó que hubiera un autoplagio de cierta música realizada para una película de otro director, y no lo volvió a contratar; así era Hitchcock de duro. Quiso tener a Grace Kelly para Marnie pero ella ya estaba casada con el Príncipe de Mónaco y los monegascos no aceptaron que la Princesa hiciera un rol de cleptómana; Hedren había sido protagonista de "Los pájaros" y le interesó mucho hacer el personaje (estuvo presente, ya octogenaria, en el estreno de la ópera). Tomaré el criterio de comparar las diferencias entre la película y la ópera.
           Nico Muhly nació en el Estado de Vermont en 1981 y tuvo su Master en Juilliard; además estudió con John Corigliano. Trabajó con Philip Glass de los 22 a los 29 años como editor, director y tecladista. Abiertamente gay y de problemas mentales declarados por él en un artículo de la revista The New Yorker, su amplia producción musical responde por un lado a su formación académica, por otro a ciertos aspectos del minimalismo y en grado muy abundante al mundo del rock. El Met estrenó su ópera "Two boys", libreto de Craig Lucas y puesta de Bartlett Sher, ya coproducida con la English National Opera que la estrenó primero en Junio 2011; el Met la dio a conocer en Octubre 2013. Dos adolescentes gay viven juntos y llegan a tal grado de altercado que uno mata al otro; tema muy amargo de la nueva cultura. (Su primera ópera, "Dark sisters", de 2010, parecería tener algún argumento ligado a un crimen; no me consta). 
           Entre 2003 y 2016 escribió 16 obras corales, incluso dos misas, pero la mayoría con títulos que sugieren música rock o pop; me intriga saber cuál es su religiosidad. De 2006 a 20013, música para 8 películas (ninguna me resulta conocida). También escribió música incidental para piezas de teatro; una se interna en una época completamente ajena a lo contemporáneo: "Ifigenia en Áulide" de Eurípides; otra responde al morbo pero fue escrita por Fernando Crommelynck ya en 1920 : "Le cocu magnifique" ("El magnífico cornudo"), aunque en versión traducida al inglés; aquí tuvimos a nada menos que a Barrault interpretándola hace unos 60 años: sacudió bastante mi sensibilidad adolescente. Entre 2001 a 20154 compuso mucha música orquestal semi-pop o rock pero también Conciertos para violoncelo y para viola. Agreguemos arreglos y orquestaciones para rockeros y muchos CDs, casi todos de música popular. En suma, un músico inquietante, con el cual se puede tener afinidad o no; yo sólo puedo opinar sobre "Marnie".
          "Marnie" tiene libreto de Nicholas Wright; la régie, de Michael Mayer; diseño escenográfico y de producciones, Julian Crouch & 59 Productions; luces de Kevin Adams; coreografía de Lynne Page; director del HD en vivo: no el habitual del Met sino Habib Azar. Hay un rubro que detesto, un invento alemán que me parece totalmente innecesario: dramaturgia; si hay libretista ¿a qué viene un dramaturgo? Pero el sentido que le dan no es el de antes, alguien que escribe una pieza de teatro, sino el que se inmiscuye en el libreto y a quien le han dado el derecho de cambiar lo que el libretista imaginó. Por supuesto, ahora al régisseur lo llaman productor. En fin, figura como dramaturgo Paul Cremo, ignoro qué ha cambiado. Director musical (lo llamábamos Director de orquesta): Robert Spano. 
        La obra se divide en dos actos, cada uno en varios cuadros; el Primero, 1 h 9´; el Segundo,1 h 4´.  Primer Acto, Primer Cuadro: Con el nombre de Marian Holland (en realidad Margaret "Marnie" Edgar) convence a Mr. Strutt, director de la compañía de contabilidad Crombie & Strutt, a tomarla como secretaria aunque carece de referencias. Strutt es un líder estricto y se trabaja mucho en la sala; el carácter arribista y untuoso que despliega "Marian Holland" crea tensiones entre aquellas que trabajan allí desde hace tIempo y se refleja en los comentarios corales, en una hábil orquestación, en armonías disonantes e innovadoras. Reciben la visita de Mark Rutland, cliente de Strutt; es un viudo rico y apuesto dueño de una compañía editora en Philadelphia. Charla con Marnie y le parece atrayente. En el Segundo Cuadro, de noche (no se aclara cómo consiguió la llave) roba 10.000 dólares (mucho dinero ya que la ambientación es de 1960) puesto que conoce las mañas de forzar una caja fuerte; no se explicita cómo lo aprendió; y huye. 
        Es buen momento para referirme a los intérpretes. Hace unos días envié mi comentario sobre "Diálogos de carmelitas" y fui entusiasta con respecto a la mezzosoprano Isabel Leonard; su interpretación de Marnie confirma que es un gran talento: timbre personal muy bien proyectado, musicalidad impecable, aspecto enigmático y bello y una asombrosa flexibilidad como actriz: todo esto se afirmó cuadro a cuadro cada vez con mayor variedad. No imagino mejor Marnie. Christopher Maltman (Mark Rutland) es uno de los buenos barítonos líricos de la actualidad; eficaz como actor, gratamente timbrado, mozartiano estilístico, dio de entrada la impresión de estar elegido a medida del personaje. Y Anthony Dean Griffey como Strutt, artista muy reconocido en el Met donde ha realizado numerosos personajes, sobre todo como un Peter Grimes de fuerte presencia dramática, dio la firmeza hosca requerida por ese severo empresario.  Por otra parte, la puesta está lograda, con buen manejo de actores, escenografías y vestuarios muy adecuados y luces psicológicas, adaptándose a los fuertes contrastes de la acción. En cuanto a Robert Spano, tengo un vivo recuerdo de su espléndida versión de la Séptima de Shostakovich con nuestra Filarmónica y me parece lamentable que no lo hayan invitado antes de sus 57 años al Met, teniendo además en cuenta que es director de la muy cercana Orquesta de New Jersey. Durante toda la ópera hizo una tarea impecable. Y el Coro, tan adaptable y convincente como siempre, dirigido por Donald Palumbo. 
           Como hará varias veces durante la ópera, Marnie cambia de apariencia y de ciudad. Visita a su madre inválida en Baltimore y le entrega el dinero para una casa nueva. Si bien Denyce Graves es mulata clara y Leonard tiene un tinte bien blanco, a veces pasa que el padre es blanco y la madre mulata y la hija sale blanca (hay películas sobre el tema) y Graves tiene una gran personalidad, como sabemos aquí. Mujer madura y hosca, no parece apreciar la generosidad de su hija y la trata con dureza; Marnie lo tolera. Luego Marnie pide trabajo en Halcyon Printing, editora ubicada en Philadelphia, y pese a que cambió su apariencia, el director resulta ser Mark Rutland, que la reconoce. Aunque Strutt sabe que ella le robó y quiere llevarla a la justicia, Mark se siente atraído por ella y reembolsa a Strutt.  Hasta aquí la película y la ópera siguen caminos parecidos pero en esta escena, quizá siguiendo a Graham o si no innovando, aparece un personaje que se hace detestable: es Terry, hermano de Mark y su suplente en la empresa. Mala idea la de músico y libretista asignar este mujeriego violento y desagradable a un contratenor (Iestyn Davies) haciéndolo inverosímil , quizá emulando al maestro de Muhly, Glass, que dio el personaje de Akhnaten a un contratenor; pero en ese contexto muy estilizado molesta menos. Terry no está en la película. Invita a Marnie a una partida de póquer en su departamento; ella previamente se reúne con compañeros de trabajo en un pub; un extraño afirma haberla conocido con otro nombre pero ella logra zafar. Marnie va a la partida de póquer; luego Terry se le insinúa de modo bastante procaz; ella lo rechaza y se escapa. Cambio de escenario; en la casa de Mark, su madre, la Sra. Rutland (Janis Kelly, mezzosoprano), le reprocha que no está actuando bien como gerente. Kelly, británica, tuvo una carrera más dedicada a los conciertos que a la ópera, donde generalmente cantó personajes de flanco como Marcellina ("Le nozze di Figaro") o Berta ("Il Barbiere di Siviglia"). Se la sintió cómoda en este personaje de madre autoritaria involucrada con la dirección de una empresa. La Sra. Rutland tampoco aparece en la película. Llega Marnie, invitada por Mark con una excusa de trabajo; ella se refiere a su amado caballo, Forio; él a su soledad desde que murió su esposa. Se desata una tormenta y ella tiene un ataque de pánico (fuertemente mostrado en la película, donde además luego tiene pesadillas durmiendo y reacciones emocionales con el color rojo).  Mark la consuela y le declara que ella lo fascina; intenta besarla, es rechazado y ella renuncia a su trabajo. Luego de noche abre la caja fuerte pero Mark lo sospechaba y la encuentra; entonces amenaza entregarla a la justicia si no se casa con él (Mark es un personaje también conflictuado como lo son todos los principales en esta ópera); ella acepta muy a regañadientes (admirable la actuación de Leonard en esta escena). La acción vuelve a Baltimore, donde la madre de Marnie comenta con su vecina Lucy  que recibió una carta de Marnie anunciando que estará ausente durante un tiempo; la madre desconfía de ella y cuenta algo terrible: que cuando era pequeña mató a su hermano (¡). Última escena del Primer Acto: Marnie y Mark en presunta luna de miel en un crucero; ella se niega a tener relaciones, él trata de violarla (en la película la viola); ella se encierra en el baño y se corta las venas; él logra entrar y evita que se desangre. Muy duro fin de acto.
 Primera Escena del Acto Segundo: pasaron varias semanas; Marnie está en su casa; se quita las vendas de las muñecas, las heridas van cicatrizando. Su resistencia a Mark continúa; se visten para una cena de negocios, y ella le da una información muy grave: Terry planea apoderarse de la compañía. Aparte de esto, Mark sigue frustrado por la convivencia sin sexo y la convence de ver a un analista. Escena con este profesional: tras varias semanas, Marnie logra recordar una tormenta ligada a un soldado, a su madre y al hermanito muerto; no sabe quién lo mató ni por qué. En la siguiente escena están en la casa de campo de la señora Rutland Marnie y su marido. Terry amenaza con desenmascarar a Marnie, y luego vitupera a Mark por la emboscada que le ha tendido a ella, y ambos se trenzan en una fuerte pelea parada por la Señora Rutland. Y ésta, sola con Mark, le revela que es ella quien estuvo planeando la adquisición de la empresa familiar y que no lo dirigirán ni Mark ni Terry; será un gerente que ella respeta llamado Malcolm Fleet. Mark queda desconcertado.
  La siguiente escena es muy ardua de realizar en una ópera; no sorprende que la película sea mucho más eficaz, aunque se utilicen proyecciones que ayudan. Mark llevó al caballo Florio a los establos en su propiedad y Marnie, ágil amazona, participa en una caza al zorro subida a Florio, que saltando una valla se espanta y cae tan mal que no hay más remedio que sacrificarlo y lo hace la propia Marnie. Ella enloquece de dolor. Por otra parte Mark trata de ayudar a Marnie, arrojada al suelo, y a su vez se lesiona. Su madre en la siguiente escena va a verlo en el sanatorio y le expresa que no puede entender su matrimonio con Marnie. Se retira y al rato llega Marnie; parecen entenderse mejor y se tratan bien, pero luego Marnie le roba las llaves. En la siguiente escena ocurre algo muy raro: Marnie está frente a la caja fuerte de la oficina e intenta robar pero no puede; la abre, sí; sin embargo algo sucede en ella de profundo cambio: no quiere llevarse el dinero. Luego va a Baltimore a ver a su madre y allí se entera que ha muerto. Va al cementerio y le llega una revelación que le cambia la vida: Lucy, la vecina de su madre, le cuenta que su madre mató a su hermano y fue una prostituta. Un cliente trató de violar a Marnie cuando era niña; la madre quiso defenderla, se cayó y quedó inválida. Pero Marnie tomó un atizador de chimenea y mató al hombre (el soldado). No me quedó claro por qué la madre mató al niño. Ante estos drásticos episodios dignos del más oscuro Tennessee Williams se comprende la cleptomanía compulsiva y la imposibilidad de formar pareja y tener una vida sexual. El relato de Lucy lleva a Marnie a rechazar sus sentimientos de culpa y necesidades de transgresión. Aparecen Mark y de modo completamente innecesario Terry. Si bien Mark espera que tras un tiempo se puedan reconciliar, ella afronta la verdad y se entrega a la policía afirmando "Soy libre". Puede predecirse que al salir de la cárcel tendrá una vida distinta y probablemente positiva, quizá con Mark. 
Al caer el telón se tiene la impresión de una obra rápida, de numerosos diálogos, sin momentos de lucimiento vocal puro, con personajes muy falibles. Marnie, al principio tan chocante, termina siendo una personalidad que bien orientada puede ser positiva y atrayente. Sin duda bien escrita y orquestada, hay un talento difícil en Nico Muhly y su obra estuvo en buenas manos. No menciono en detalle a los comprimarios por falta de datos: Psicólogo, Lucy, Laura Fleet, Dawn, Miss Fedder, etc. 
Abogo por la reposición de la refinada "Vanessa" de Barber y por un criterio de incluir en las temporadas dos obras de Estados Unidos, una nueva y la otra repuesta.
Pablo Bardin

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