Hace varias semanas escribí sobre "Tannhäuser", denominada "ópera romántica" por Richard Wagner. Hoy voy a referirme a "Lohengrin", que tiene la misma denominación, tomada de quien primero la usó, Weber en "Der Freischütz". Muchos la consideran la ópera más melódica wagneriana y por eso en las décadas iniciales del siglo XX abundaron las grabaciones de sus arias principales en italiano: "Mercè, cigno gentil", no "Mein lieber Schwan". Tengo una debilidad por esta obra, que es la que más me interesa de las primeras tres maduras (la primera es "Der Fliegende Holländer", "El Holandés Errante", no "El Buque Fantasma" como se la llamó durante décadas en Buenos Aires). Y elegí esta versión 1986 porque entonces todavía se respetaban los libretos y la puesta de August Everding es valiosa pese a fallas; además el elenco tiene considerable nivel aunque con altibajos. Obra enormemente grabada y a veces muy bien, bien dada es un gran placer.
El Medioevo en cualquiera de sus etapas ejerció una total fascinación en el espíritu creador de Wagner, tanto en sus aspectos terrenales como en los religiosos y míticos. Incluso dos de las primeras tres óperas de juventud están ligadas a ese amplio período de tiempo, que nace al caer el Imperio Romano y continúa hasta el Renacimiento: "Die Feen" y "Rienzi"; sólo "Das Liebesverbot" se ambienta en el Renacimiento. De las 10 grandes "Der Fliegende Holländer" es un caso especial porque no está definido el siglo, pero es un mito que puede suceder en cualquier etapa de nuestra historia. De las otras 9 sólo "Die Meistersinger von Nürnberg" es del Renacimiento; el Ring es del Medioevo más antiguo, la época de Attila; "Tristan und isolde" de una etapa celta ciertamente anterior al siglo X; "Lohengrin" y "Parsifal", del siglo XI y "Tannhäuser" del XIII.
El libreto de "Lohengrin" se basa en una leyenda que "nace de las tradiciones y relatos de los francos, frisones y anglosajones, amalgamados y fundidos con algunos hechos históricos; fue llevada a los Países Bajos al Noroeste de Francia por las invasiones germánicas." (Duverges). Hay una versión de los trovadores ubicada en Nijmegen en la que la Princesa de Bouillon se queja al Emperador alemán que un príncipe sajón pretende usurparle sus dominios aplicando la ley sálica: la princesa no podía heredar el ducado de su padre por su condición de mujer; el Emperador admite sus derechos pero él no puede hacerlos respetar, hay que apelar al Juicio de Dios mediante un paladín que la defienda en un torneo (lamentable procedimiento judicial pagano adoptado por los cristianos en el Medioevo: el derecho se definía por las armas). "Llega un esquife tirado por un cisne trayendo a Elías, el esperado paladín". Gana el torneo y se casa con la hija de la Duquesa con una condición: que jamás deberá interrogarle para saber su nombre y estirpe; años después ella, tras tener nada menos que 7 hijos, le interroga; entonces Elías va con el cisne a Nijmegen y "ante el Emperador, acusa a su mujer de haber faltado al juramento; se marcha para siempre". Muy parecido a lo que se ve en la ópera. En Alemania esta curiosidad imprudente "se vuelve el eje central del Caballero del Cisne". Será Wolfram von Eschenbach (sí, el que figura en "Tannhäuser"), el Minnesinger de Suabia, el que "nos pinta una duquesa de Brabante virtuosa y pura acusada" (falsamente) y entonces "aparece Lohengrin, enviado de Montsalvat, conducido por un cisne, y le dice: ´si yo debo ceñir la corona en este país, en otra parte pierdo un Imperio; no me preguntéis jamás quién soy; de lo contrario perderéis mi amor. Dios me ordenará abandonaros´." Se casaron, tuvieron varios hijos, "hasta que la curiosidad de la duquesa hizo que se marchase con tristeza; su amigo el cisne le condujo al Gral", pero antes dejó a su mujer "su espada, su trompa y un anillo" (Duverges). Palabras de Von Eschenbach: "Loherangrin descendía de Parzival" (y así se llama su poema), "y llevado por senderos de tierra y agua retornó a su patria para servir al Gral". Y el poema de Konrad de Würzburg dice: "Prosigue tu ruta mi cisne amado. Si tengo necesidad de tu concurso en momentos de peligro yo te llamaré y tú retornarás hacia mí". "El nombre de Loherangreil (del cual deriva el de Loherangrin y su contracción Lohengrin) parece tener su origen etimológico en la fusión de las palabras Loheran, que quiere decir oriundo de Lorena, y Greil, que es una de las primeras denominaciones de la palabra Gral" (Duverges). Wagner encontró luego de la de Wolfram la de un anónimo seguidor de aquel Minnesinger en una versión moderna de Joseph von Görres.
Vale la pena dar datos sobre un importante personaje histórico que aparece en la ópera: Heinrich I der Vogler ("Enrique el Pajarero"). Aparte del mito de la ópera, puede haber intervenido en casos similares. Vivió entre los años 876 y 936 y fundó la Dinastía de Reyes Sajones Alemanes (918-1024). Padre del Emperador del Sacro Imperio Germánico Romano Otto I el Grande (936-73). Duque de Sajonia a partir de 912 y de Turingia en 918, es elegido Rey de Germania al año siguiente, no reconocido por Baviera y Suabia, pero en ese mismo año logró control parcial de Suabia y mantuvo a raya a Arnuld, Duque de Baviera, en una batalla. En 925 recuperó a Lotharingia (actualmente Lorraine). Entre 924 y 933 pagó tributo a los magiares para evitar sus incursiones; durante esos años Heinrich fortificó ciudades y entrenó a caballeros; con ellos atacó a varias tribus eslavas en Bohemia, Brandenburg y Meissen. Y en 933, cuando los magiares reanudaron sus incursiones, los venció. En 934 añadió Schleswig, en poder de los daneses, a su reino. Estos datos son de la Enyclopedia Britannica; Duverges agrega que "creó los Margraviatos de Brandeburgo, Schleswig, Austria y Estiria, fundó muchas ciudades y dio a Alemania los primeros reglamentos municipales". Un dato más (en la Collier´s): no fue coronado Emperador porque se negó a que lo coronara el Papa. Si bien no figura fecha de su presencia en Antwerp, debería ser 932 debido a su necesidad de agregar tropas para luchar contra magiares y daneses. Antwerp, gran ciudad flamenca de Bélgica en la actualidad, que visité con gran interés hace unos 20 años, era en la época de "Lohengrin" ya una ciudad portuaria; en 1979, según la magnífica guía Hachette, era el tercer puerto del mundo, después de New York y Rotterdam. Fue ciudad romana, luego monjes benedictinos irlandeses no sólo lograron muchas conversiones, además secaron los polders; pero en 837 sufrieron la invasión de Normandos vikingos. Un siglo más tarde la situación era otra: los Normandos no se instalaron y brotaron ducados y condados; en el caso de Antwerp supìeron explotar las buenas posibilidades económicas del puerto y pasó a ser la ciudad principal del Brabante. Y a ella llegó Heinrich I para pedir su apoyo a los de allí en su lucha inmediata contra magiares y daneses. Antwerp en alemán, Antwerpen en flamenco, Amberes en castellano.
¿Cuál es la esencia de la obra? Tanto Wagner como Liszt nos lo dicen en sus escritos (así figuran en el libro de Duverges). Wagner: "Todo el interés de ´Lohengrin´ estriba en la lucha interior que se entabla en el corazón de Elsa y que envuelve todos los secretos de su alma; la duración del hechizo que colma cuanto la rodea con maravilloso poder de bendición y la más persuasiva sensación de verdad sólo depende de que Elsa se abstenga de formular la pregunta ¿de dónde? La pregunta lucha por concretarse y el hechizo frente a la realidad se desvanece". Bien dice Duverges: "Lohengrin es el prototipo del amor supraterreno que sólo puede ser comprendido imperfectamente por los espíritus finitos". Nos expresa Liszt: "Elsa ama con ingenuidad adorable, guiada por el altísimo privilegio de su inspirada clarividencia, de su intuición, esa preciencia sólo concedida al corazón, cuando en lugar de seguir los dictados de la inteligencia presta a esta última su propia luz rarísima. Sólo el temor de perder al ser amado impulsa a la doncella al perjurio. Antes de su repentino extravío, sentía con sinceridad absoluta la identidad del amor y de la fe". Y Wagner agrega: "Tan sólo la misión del caballero es milagrosa; él es tan humano que siente, vive, ama y posee un corazón que se conmueve como el de cualquier mortal". Y Elsa se pierde porque la astuta maldad de Ortruda "le sugiere la maligna idea de que así como un hechizo le ha traído a su paladín, este mismo hechizo se lo podrá quitar" (Duverges).
Es curioso que cuando Wagner empezaba a esbozar "Tannhäuser" encontró la leyenda de Lohengrin (1845, 32 años) mientras estaba en París; luego se tomó un descanso en Marienbad (Marianske Lazné en checo) y sin embargo esbozó el relato de "Lohengrin". En noviembre volvió a Dresden y leyó su poema delante de Schumann, el arquitecto Semper (creador de la Semper Oper en Dresden) y Hiller; su valor literario fue muy apreciado. (Además mientras ensayaba "Tannhäuser", estrenada el 19 de Octubre allí, también terminó la primera versión en prosa del futuro libreto de "Die Meistersinger"; la imaginación y capacidad de trabajo wagneriana era enorme). Es difícil de entender que su plan de composición empezó por el tercer acto y terminó con el primero, pero así lo hizo, y para mayo de 1848 había terminado la obra, incluso la orquestación. Tenía previsto estrenarla en Dresden, donde era Director Musical de la Corte Real Sajona, pero la revolución a fin de año (allí y en tantos otros lugares) lo impidió, y dadas las ideas políticas wagnerianas (que aspiraba a una Alemania unida, cosa que sólo ocurrió varias décadas más tarde) y a sus intrigas revolucionarias, fue al año siguiente al exilio en Zurich y el estreno tuvo lugar un año después gracias a Liszt, Director de la Ópera de Weimar. Después de nada menos que 38 ensayos, se estrenó el 28 de agosto de 1850, a los 37 años, la bella obra de un joven genio concluída a los 35. Ante la pretensión de algunos cantantes de hacer cortes, expresó desde Zürich: "Me he esforzado en poner la música en una relación plástica tan estrecha con el poema y la acción que estoy perfectamente seguro de mi trabajo". La función duró 5 horas y el compositor lo atribuyó a lentitud en los recitativos, corregida en las siguientes representaciones. Liszt le dijo: "Tu ´Lohengrin´ es una obra sublime de un extremo a otro. Al estudiarla brotaron lágrimas de mis ojos en más de un pasaje". Wagner le dedicó la ópera así: "Tú eres el que ha despertado los mudos signos de esta partitura a la vida luminosa de los sonidos; sin tu rara dedicación mi obra dormiría en alguna caja". En esos mismos días inició nada menos que "El anillo de los Nibelungos". Recién la pudo ver en Viena en 1861…
La obra logra una transición entre la ópera romántica y el drama musical místico. Ya desde el Preludio inicial deja atrás las formas anteriores operísticas, utilizando cromatismos y Leitmotiven y orquestando con asombrosa riqueza de ideas. Durante cien años fue su ópera más exitosa. En 1858 la presenció Luis II de Baviera en Munich; deslumbrado, decidió que cuando fuera Rey llamaría a Wagner a su servicio, con las consecuencias positivas para su carrera que cambiaron su vida. A Wagner le fascinó la mitología desde la infancia, y hay en "Lohengrin" similitudes a varios mitos (el de Zeus-Semele, el de Isis-Serapis, el de Cupido y Psique, el cisne y la paloma), pero se agrega algo que prefigura a la Tetralogía: la maldad pagana de Ortruda, que en un famoso pasaje invoca a Wodan (luego Wotan) y Freia, lo cual es muy lógico; el cristianismo es cosa nueva en ese territorio; más allá de la breve invasión de los Normandos los paganos que ya estaban fueron atraídos por esos Dioses norteños. "Lohengrin" innova al lograr continuidad musical y ser a la vez valiosa en lo melódico y lo armónico, en la coherencia del relato y en la orquestación, siempre de acuerdo a lo que se está contando incluso cuando no hay texto. No voy a decir que es infalible; tengo algunas reservas, pero son pocas. De paso, Ortrud es una creación de Wagner; no figura en ningún antecedente de esta historia, y se convierte en figura esencial.
Wagner dio mucha importancia a que los intérpretes no sólo que cantaran bien sino que tuvieran perfecta dicción y actuaran de modo convincente y matizado. "Los recitativos no pueden interpretarse en forma débil, sin energía, monótona y sin acentos". Personalmente creo que la presencia casi muda de Ortruda en el Primer Acto es un error (sólo canta en grupo sobre el final), pero el compositor-literato asegura que si lo actúa con la suficiente expresividad y manteniendo su dignidad de hija de los duques de Frisia igual impacta. El Coro debe reaccionar ante las diferentes circunstancias; el combate debe parecer real, Lohengrin pone su vida en juego. Decorados y vestuarios deben estar de acuerdo a lo que se sabe de ese período histórico y a lo que Wagner especifica. Elsa ya al final del Primer Acto, tras la intervención de Ortrud, debe parecer indecisa: la duda ya se implantó en ella. En el Segundo Acto Telramund hace su diatriba desde el templo porque allí está protegido. "El decorado y los trajes y armas deben ser de estilo románico; Lohengrin es un caballero del Gral, no del Cisne".
Escuché mi primer "Lohengrin" por radio en 1951; yo tenía 12 años pero algo de ópera ya conocía. Radio Municipal en esa época era la radio del Colón y la versión era notable; director Karl Böhm y en los papeles principales Fehenberger, Goltz, Res Fischer, Karl Kronenberg y Greindl. (En 1950 me había gustado "El gallo de oro" de Rimsky-Korsakov dirigida por Rodzinski). Para cuando lo vi en 1964 otra era la historia; tenía 25 años, estudiaba música en la UCA y un año más tarde fui fundador de Tribuna Musical, y en el ínterin había formado suficientes bases musicales como para evaluar la versión. Muy bien dirigida por Lovro Von Matacic, con notable puesta de Pöttgen y Oswald, tuvo un elenco importante aunque mejorable; Fritz Uhl, Victoria de los Ángeles, Christa Ludwig, Carlos Alexander y Franz Crass; la gran figura fue la Ludwig y el encanto e inteligencia de de los Ángeles tuvo algunas fisuras; Uhl correcto pero sin carisma, Alexander exagerado y Crass impecable. Antes de la vez siguiente ocurrieron tres cosas que me permitieron profundizar en el estudio de la obra: la compra de la magnífica versión en vinilo dirigida por Kempe (Fil. de Viena), con J. Thomas, Grümmer, Christa Ludwig, Fischer-Dieskau y Frick, grabada durante 17 días en 1964 inaugurando el restaurado Theater an der Wien; 300 personas intervinieron en esta grabación EMI. El regalo inestimable por parte de Juan Miguel García Fernández (uno de los fundadores de Tribuna Musical) de la que considero la más bella partitura de toda mi colección: en "Neue Ausgabe" ("Nueva Edición") de Breitkopf & Härtel, Leipzig, 1887, precedida por la dedicatoria a Liszt que mencioné; 395 páginas en ideal calidad de impresión y en perfecto estado (lo sigue estando), propiedad de nuestro gran artista Ernesto Drangosch, 1909, que lo recibió como regalo de Navidad. Por último, recién llegado a Viena el 16 de Abril de 1967, pude conseguir una entrada en "Stehplatz" (parado) en la entrada de platea de la Ópera (al menos allí esperé dos horas, no 12 como con Callas en "Tosca" en el Covent Garden el 24 de enero de 1961); en Viena son decentes; uno marca con un pañuelo la baranda sobre la cual apoya los brazos y en el intervalo se va a comer alguna delicatessen). Fue una admirable versión con Berit Lindholm, la Varnay, el ideal James King, Berry y Kreppel, director Wallberg y buena puesta (olvidé poner al responsable en el cuaderno que llevé hasta 1970; luego me casé…y se terminó el tiempo libre). Me gustó mucho la versión del Colón de Septiembre 1979 dirigida por Peter Maag (que aplicó su fórmula equilibrada: "acero dentro de terciopelo"), muy buena puesta de Oswald y Lápiz, y un elenco de primera (esos años de Valenti Ferro…): Thomas, una joven y fresca Eva Marton, dos buenas Ortrudas (Ute Vinzing y Ruth Hesse), Leif Roar (adecuado Telramund) y muy digno Rey por Víctor de Narké. Bastante buena la de 1991 dirigida por Gabor Ötvös con régie de Moshinsky y escenografía y vestuario de John Napìer; dos Lohengrin medianos (Matti Palm, Gary Lakes); una buena Elsa (Anne Evans), Vinzing de nuevo como Ortruda y buen Telramund (Anthony Raffell); la información del libro de Leonor Plate no indica quién cantó el Rey y cae en el error de llamar a Telramund Tetramondo, como se hacía en las funciones en italiano. Hubo una versión más, bien dirigida por Ira Levin en 2010 pero con un mediocre Lohengrin, John Horton Murray; Heinrich: Rydl; Elsa: Ann Petersen; Telramund: James Johnson; Ortrud: Janina Baechle; Heraldo: Gustavo Feulien. Régie y escenografia: Oswald; Vestuario: Lápiz. En cuanto a grabaciones tengo los datos de otras en mi catálogo R.E.R. 2000 de CDs y DHVs. Una la tuve, me pareció admirable y me la birlaron: del Met 1947, dir. F. Busch: Melchior, Traubel, Harshaw, Hawkins, Ernster (GFON). Hay otra del Met con Melchior, pero de 1950: Traubel, Varnay, Janssen, Ernster, dir. Stiedry (DANA). Hay una versión en vivo de 1942 que imagino notable: Völker (tengo las arias por él), Müller, Klose, Prohaska, L. Hofmann; dir. Heger, Ópera de Berlín (PREISER). Conozco dos versiones de calidad de los años 50: Windgassen, Steber, Uhde, Varnay, Greindl; Keilberth, OFest. De Bayreuth (TELDEC, 1953); y Schock, Cunitz, Klose, Metternich, Frick; Schüchter, Hamburg RSO (EMI). Hay tres versiones en VHS que no conozco: P. Hofmann, K. Armstrong, E. Connell, Roar, S. Vogel; OFBayreuth, Nelsson (Philips); Domingo, Studer, Vejzovic, Welker, Lloyd; OÓpera de Viena, Abbado; 1990, UNCJ; y Frey, Studer, Schnaut, Wlaschiha, Schenk; OFBayreuth, Schneider, régie de Herzog; Philips. No conozco las otras versiones, que como se ve son muy abundantes; un imaginario ranking sería como sigue. King, Janowitz, G. Jones, Stewart, Ridderbusch; ORadio Bávara, Kubelik ; DG, 1996. Thomas, Silja, Varnay, Vinay, Crass; OFBayreuth, Sawallisch; Philips, 1995. Kollo, Tomowa-Sintow, Vejzovic, Nimsgern, Ridderbusch; OFBerlín, Von Karajan; 1981. Jerusalem, Studer, W. Meier, Welker, Moll; OFilViena, Abbado; DG, 1994. Konya, Amara, Gorr, Dooley, Hines; OSBoston, Leinsdorf; RCA, 1965. Domingo, Norman, Randová, Nimsgern, Sotin; OFViena, Solti; Decca, 1987. Seiffert, Magee, Polaski, Struckmann, Pape; Berlin Staatskapelle, Barenboim: TELDEC, 1999. Heppner, Sweet, Marton, Leiferkus, Rootering; OSRadio Bávara, C. Davis; RCA, 1995. Y Schachtschneider, Kirschstein, Hesse, Imdahl, Kreppel; RSO Sudoeste Alemán, Swarowsky; CAL, 1968. Esto es lo que figura en mi catálogo, pero me enteré que hubo muchas más. En cuanto a las de a partir del año 2000, las pongo como apéndice al final del artículo, ¡ya que son 20! Además de las múltiples grabaciones sueltas de los Preludios a los Actos 1º y 3º, también hay una multitud de registros de las arias; elijo las siguientes. Del Rey, Kipnis. Del Sueño de Elsa: Ponselle, De los Ángeles (1950), Behrens, Destinn, Rethberg, Flagstad, Reining, Lemnitz. De "Euch Lüften": Lotte Lehmann, Reining, Destinn, Flagstad, Jeritza. "In fernem Land" y "Mein lieber Schwann": Wittrisch, Slezak, Roswaenge, Lorenz. Y para completar: funciones del Colón anteriores a 1950. Al año siguiente de la inauguración (1909) se dio en italiano, y así fue también en 1913, 1920, 1927; no faltaron talentos en dirección (Mancinelli, Serafin, Marinuzzi) y en los cantantes: Ludikar, Kruscenisky, Galeffi, Muzio, Pasero, Fleta, Pertile, Granforte. En alemán en 1923, 1936, 1941 y 1942. Notables directores: Schalk, Busch y Kleiber; buenos régisseurs: Ebert, Gielen, Erhardt; y admirables cantantes. Lohengrin: Kirchhoff, Wittrisch, Melchior; Elsa: Lemnitz, Jessner, Bampton; Ortrud: Olczewska, Lawrence, Kindermann, Pauly; Telramund: Schipper, Janssen; Rey: Kipnis, Cordon. En suma, el Colón ha tenido una considerable calidad en 14 temporadas, buen número. Pero Buenos Aires la vio bastante antes, en 1883, y luego se repuso.
La versión que comento del Met tuvo estos artistas: Lohengrin: Peter Hofmann; Elsa: Eva Marton; Ortrud: Leonie Rysanek; Telramund: Leif Roar; Rey Heinrich: John Macurdy. Heraldo: Anthony Raffell. Dir. de orq: James Levine. Régie: August Everding. Escenografía: Ming Cho Lee. Trajes: Peter Hall. Luces: Gil Wechsler. 1986. Dir. de coro: no pude encontrar el dato pero tengo entendido que fue un director alemán invitado.
Y ahora empezamos a recorrer la obra a partir del asombroso Preludio al Acto Primero; si se tiene en cuenta que el Leitmotiv principal, el Gral, está en el aria del protagonista en la que explica quién es, nos damos cuenta de que, pese a esa extraña manera de empezar a escribir desde el Tercer acto para atrás, tenía el diseño clarísimo y que probablemente muchos de esos Leitmotiven ya estaban en su cabeza mientras escribía el libreto. Orquestación: 3 flautas, 2 oboes, corno inglés, 3 fagotes, 2 trompas en Mi, 2 trompas en Re, 3 trompetas en Re, 3 trombones (2 tenores y 1 bajo), tuba, timbales en La y Mi, platillos; 10 primeros violines (8 de ellos divididos en 4 partes en ciertos momentos), segundos violines en 4 partes, violas, violoncelos, contrabajos. Violines en armónicos en los primeros cuatro compases. Para los Leitmotiven usaré las denominaciones según Duverges. Llama a esos 4 compases Armonía de los ángeles, y suscitó reacciones de grandes artistas. Baudelaire: "Uno se siente elevado de la tierra y despojado de los lazos de la materia, experimentándose el extraordinario deleite que se goza en las alturas, donde disfrutamos de un inmenso horizonte y de una suave luz divina". Liszt: "Es como un éter vaporoso sobre el que se diseña la visión del Gral en toda su magnificencia luminosa", y en efecto sigue desde el quinto compás el Leitmotiv del Gral, al principio muy suave en violines divididos y "normalizados" (no en armónicos) ; se unen las maderas en el compás 20, todos en p; entran las trompas en el 36, trombones y tuba en 45; en 50 se añaden timbales y se pasa al f y ff; en 68, p y sereno, se escucha el descendente Adiós al Gral. Retorna pp Armonía de los ángeles y un fragmento del tema del Gral. No me es grato mirar a Levine pero sí escuchar el resultado y es un wagneriano admirable con una Orquesta imbatible. Recordé la sorpresa y polémica que produjo Christoph Von Dohnányu en su única visita a Buenos Aires cuando sin solución de continuidad dirigió una obra de Ligeti aprovechada por Kubrick en "2001, Odisea del espacio"; en verdad, funcionó: a un siglo de distancia dos grandes compositores nos elevaron de la Tierra al espacio, más allá de las connotaciones religiosas en el caso de Wagner.
Acto Primero. Escena 1: Una pradera a orillas del río Scheldt (Schele en flamenco, Escalda en castellano), cerca de Antwerp. Rey Heinrich, sentado bajo la encina, el lugar para presidir juicios; a su lado Condes y nobles sajones. Enfrente Condes y nobles de Brabante; al frente Friedrich von Telramund y a su lado Ortrud, su mujer. El Heraldo (Heerrufer) está en medio del alboroto de los soldados sajones. En los compases de introducción, Bastante rápido en 4/4, se añade a la orquestación del Preludio 3 trompetas en Fa en el foso y4 trompetas en Do en el escenario, y 2 clarinetes. La música es brillante in crescendo del p al ff; en el 9º compás se levanta el telón; ene 13 los trompetistas en el escenario hacen el Llamado real (Leitmotiv). El Heraldo (H) en nombre del Rey dialoga con los de Brabante que le contestan en Coro f-ff; si bien Wagner no da indicación en cuanto a la intensidad del canto, resulta evidente que debe ser f; les dice: "¡Escuchad, nobles y hombres libres de Brabante! Heinrich, Rey de Germania, viene para que bajo la ley del reino combatan con sus huestes. ¿Admiten y obedecen?" Hombres de Brabante: "¡Obedecemos! ¡Bienvenido, Rey, a Brabante!" Como corresponde, el H debe cantar con firmeza y poderío, además de tener un aspecto convincente; ambas características fueron las del notable bajo-barítono Anthony Raffell (que también fue Telramund en Buenos Aires), aunque con alguna aspereza. Rey (R): "¡Dios esté con vosotros, queridos hombres de Brabante!" Se refiere al final de la tregua con Hungría y a las amenazas de los magiares de volver a atacar Germania, pero ahora hay fortalezas y soldados entrenados. "Llegó el momento de preservar el honor del recinto: ¡Este y Oeste deben hacerlo! ¡Todo germano debe prepararse a la lucha para que no se vuelva a atacar terreno nuestro!" (o sea que Brabante era considerado germano; en realidad eran flamencos aliados). Pese a que los Turingios no están incluidos en las instrucciones wagnerianas al principio de la escena, resulta que sí están presentes: Sajones y Turingios: "¡Dios nos apoya para salvar el honor alemán!" Rey: "Vengo a pedirles que vayan a Mainz, donde estará concentrado el ejército; ¡pero me veo forzado con pena a ver que sin líder estáis en discordia interna! Me cuentan que hay confusión y violentas peleas, de modo que os pregunto, Friedrich von Telramund, que tenéis alta virtud; contadme la causa de esta disidencia". John Macurdy, de dilatada carrera en el Met, fue un admirable R por la firmeza y musicalidad de su canto pero sobre todo por su presencia poderosa y muy expresiva. Telramund (T): "¡Gracias, Rey, por haber venido a juzgar! Diré la verdad. Al morir el Duque de Brabante confió sus hijos a mi tutela: la joven Elsa y el niño Gottfried. Su vida era para mí el tesoro de mi honra. Un día Elsa llevó al niño a un bosque y luego regresó sin él; con fingida inquietud preguntaba por su hermano que al separarse de ella se extravió. Fue vano intentar hallar al perdido y cuando a Elsa apremié con amenazas su palidez y temblorosa irresolución denunciaron su nefando crimen" (dos aspectos dudosos: apremiar con amenazas; que la natural reacción de palidez sea tomada como motivo de culpabilidad; y puede haber una tercera: supuestamente bastante gente conoce la manera de ser de Elsa y sabe que tiene buen corazón: ¿cómo creer que ella pueda hacer un acto criminal?). Pasé a tenerle un invencible rechazo y por eso renuncié al derecho de su mano que su padre me había acordado; por ello tomé por esposa, con placer" (la presenta al Rey) "a Ortrud, de la estirpe de Radbod, príncipe de Frisia" (en el Norte de Holanda). "Acuso a Elsa de Brabante y la denuncio como fratricida, reclamando para mí por derecho estas tierras como pariente más próximo del Duque" (Leitmotiv "Acusación": cuatro compases rítmicos descendientes). "Además, mi esposa es de la progenie que otrora dio príncipes al país". (¿No es flagrante que ambos son ambiciosos del poder? ¿Cómo concuerda esto con la imagen que tiene el R de T?). Tanto los hombres como el R quedan chocados ante tamaña acusación. T: "En fantásticos sueños vive la altanera doncella que rechazó mi mano con desdén" (otra en contra de quien la acusa: ¿no había dicho que horrorizada la rechazó? Es una falla del libreto o de un personaje que se traiciona públicamente). "También la acuso de secretos amores" (¿qué pruebas tiene?). R al H: "¡Llamad a la acusada!" "Comience el juicio; ¡que Dios me inspire!" H: "¿Se fallará según fuerza y derecho?" R: "¡Que deje de protegerme este escudo si no juzgo con severidad y clemencia!" (los dos extremos; cuelga su escudo de la encina). Los sajones y turingios: "¡Que nuestras espadas no vuelvan a sus vainas mientras no se haya dictado una sentencia justa!" (y los brabanzones deponen las armas a sus pies). H: "Demando en alta y clara voz: ¡Elsa, os invito a comparecer!" Leif Roar fue T en Buenos Aires en la versión dirigida por Maag y en la grabación de Bayreuth dirigida por Nelsson; tiene la firmeza para los frecuentes agudos del personaje pero también la rapidez e intensidad; es verdad que a veces grita pero en este personaje no me molesta: T es un muy ingrato rol: no sólo odioso sino que luego lo sabemos manejado por Ortrud; no le toca ni un momento grato en toda la ópera. Toda la escena es rápida, nerviosa, con fragmentos musicales ominosos, con intervenciones muy breves y precisas de los coros; difícil, sin duda.
Escena II, en el mismo lugar. Entra Elsa (E) vestida simplemente de blanco; la sigue su cortejo de doncellas. Cantan los hombres: "¡En su rostro luce el candor y la pureza! Quien tan cruelmente la ha agraviado deberá estar muy seguro de su culpa". Y en efecto dos Leitmotiven se suceden: "Candor", una bella melodía lenta y descendiente; e "Inocencia", melodía en cambio ascendente muy simple y de corto rango (de Mi a La). R: "¿Eres Elsa de Brabante?" (contesta E con signo afirmativo); "¿Me reconoces como juez?" (E lo mira y repite el gesto). "¿Conoces la acusación tan grave que se formuló aquí contra ti?" (E mira a T, tiembla, y mirando al R hace un ademán afirmativo). R: "¿Qué alegas?" (E hace un gesto significando "nada"). R: "¿Reconoces tu culpa?" E mirando a lo lejos, dice: "¡Pobre hermano mío!" Los hombres: "¡Qué actitud singular!" R, conmovido: "¿Qué debes confiarme?" Largo silencio. Ella teme tanto a T que no se anima a hablar y al mismo tiempo sufre por no saber qué pasó con su hermano, pero la actitud del R la anima, y así le cuenta su visión en una magnífica aria: "Einsam in trüben Tagen". Se inicia con el Leitmotiv "Sueño de Elsa", una melodía lenta muy pura y atrayente; "Sola, en días infortunados dirigí a Dios mi súplica. Mis gemidos arrancaron un plañidero eco que en poderosos sones se expandió. Al cerrar los ojos me embargó dulce ensueño". Los hombres: "¿Cae en éxtasis?" R: "E, defiéndete ante la justicia!" Y entonces aparece el tema del Gral, y extasiada canta E: "!Con resplandeciente armadura se apareció un caballero!". Leitmotiv de Lohengrin breve y contundente. "Jamás había conocido virtud tan pura". Leitmotiv "Gloria", cuatro acordes contundentes seguidos de una contestación melódica. "De su cinto colgaba una trompa de oro y se apoyaba en su espada. Vino por los aires y con gestos corteses me infundió consuelo" (Leitmotiv: amplio tema positivo y rítmico). "Ese caballero me defenderá y será mi paladín". Magnífica Eva Marton en este rol eminentemente lírico cuando ya cantaba personajes dramáticos como Tosca (en Buenos Aires, 1982, con Domingo en plena Guerra de Malvinas o la Emperatriz de "La mujer sin sombra" aquí en 1979) y había cantado Ortruda en el Met (¡); voz de bello timbre, muy musical, ensoñada al principio y enérgica al anunciar a su paladín, actuada con sensibilidad y su cuerpo adelgazado, lució fina y atrayente. Los hombres: "¡Protéjanos la gracia del cielo para que veamos bien quién es el culpable!" R a T: "¿Reflexionaste a quién acusas?" Pero T tiene una salida: "Su espíritu lleno de fantasías no me confunde. "¡Sueña con un amante! Para acusarla poseo pruebas seguras" (pero no las muestra…). "Me repugna que se dude de mí; ¡he aquí mi espada! ¿Quién osará combatir conmigo por el valor de mi honor?" Buena jugada: contestan los brabanzones: "¡Ninguno, sólo por ti combatiríamos!" (T sí tiene una sólida reputación como guerrero). T al R: "¿Recuerdas mis servicios cuando vencí combatiendo a los fieros daneses?" R: "En ningunas manos más que en las tuyas dejaría librada la suerte del país. Pero sólo Dios debe hoy ser juez en esta causa". Los hombres: "¡Juicio de Dios!" R, desenvainando su espada y clavándola en el suelo, a T: "¿Aceptas en una lucha a vida y muerte, por el Juicio de Dios, sostener tu acusación?" T: ¡Sí!" R a E: "¿Aceptas que aquí a vida y muerte te defienda en combate tu paladín, por el Juicio de Dios?" E: ¡Sí!" "Ese caballero dará por mí fe y será mi paladín. Oíd aquello que al enviado de Dios ofrezco en recompensa: en los dominios de mi padre él ceñirá la corona; me consideraré dichosa si acepta todos mis bienes ¡y si quiere llamarme esposa a él de ofrecerme tal cual soy!" El H ordena a los cuatro trompeteros que se ubiquen en los cuatro puntos cardinales; H: "¡Quien venga aquí a combatir en el juicio de Dios, preséntese!" Largo silencio, E se inquieta. Hombres: "Sin respuesta queda el llamamiento". Leitmotiv "Espera ansiosa", 2 compases melódicos, curiosamente ascendentes, del clarinete bajo. Y enseguida, Leitmotiv "Súplica": diminuto, 4 notas descendientes del oboe. E al R: "Que se llame de nuevo a mi caballero; está tan lejos que no ha oído". Vuelven a llamar, sin respuesta. Hombres: "¡Con este sombrío silencio la condena Dios!" E ora de rodillas, las Doncellas también; E: "¡Oh, Señor, di ahora a mi caballero que me socorra en la desgracia!" Y simultáneamente las Doncellas: "¡Señor, dispénsale tu amparo!" E: Permíteme verlo cual lo soñé, para que pueda contemplarle cerca de mí!" Algunos ven a lo lejos una barquilla tirada por un cisne; un caballero viene de pie. Los Hombres a 8 voces con entusiasmo cantan: "¡Cómo resplandece su armadura! ¡Ya se aproxima! ¡Por medio de una cadena de oro, el cisne le conduce! ¡Ha ocurrido un prodigio!" Simultáneo con esta última frase, las Doncellas cantan: "¡Gracias, Dios y Señor que proteges al débil!" T asombrado, O sobresaltada (reconoció la cadena de oro, sabe que es del hermano de E), E en éxtasis, y los coros precipitándose hacia el Caballero. Toda la Segunda Escena fue muy claramente marcada por Everding, salvo una falla inexcusable: ¡al cisne no se lo ve! Atrayentes y de acuerdo a la época los decorados de Ming Cho Lee y los notables vestuarios de Peter Hall; bien las luces de Wechsler. Es extraordinaria la constante creatividad wagneriana en las orquestaciones y las escenas corales y la fuerza de la narración. Y admirables tanto Levine y la orquesta como los coros.
La Tercera escena se inicia sin solución de continuidad. Lohengrin (L) viene de pie apoyado en su espada; armadura de plata; un casco cubre su cabeza; trae el escudo a la espalda y un pequeño cuerno de oro suspendido al flanco. Hombres y Doncellas: "¡Salve, enviado Divino!" E lanza un grito al verlo; O se aterroriza al ver al cisne y L. L sale de la barquilla y canta: "¡Gracias, mi cisne amado! Retorna por la dilatada corriente y sólo regresa para nuestra dicha" (retornará en el Tercer Acto). Leitmotiv del Cisne: apenas dos acordes, no me parece inspirado. Leitmotiv de Admiración: en cambio es melódico y largo y acompaña al bello Coro de Hombres y Doncellas: "¡Qué dulce y sublime temor nos arroba! ¡Qué suave poder nos hechiza! ¡¡Qué divino y bello es contemplar a aquel que a nuestro país trajo un milagro!" L: "¡Salve, R Heinrich! ¡Que Dios procure siempre victoria a tu espada!" R: "¡Gracias! Presiento el poder que te ha traído a este país. ¿No has venido hacia nosotros enviado por Dios?" L: "Para combatir por una joven gravemente acusada he sido enviado. Ahora debo saber si me confiere el derecho de rehabilitarla". A E: "Dime, E, antes de considerarme tu paladín: ¿quieres sin pesar ni temor confiarme tu defensa?" E: "¡Mi héroe y salvador, tómame! ¡Soy tuya!" L: Si triunfo en el combate ¿me aceptarás por esposo?" E: "Seré tuya en alma y vida". Y ahora vienen las frases más cruciales de la ópera: "Debes hacerme una promesa: jamás has de preguntarme ni intentarás saber de dónde he venido ni cuál es mi nombre y origen". E: "¡Jamás se me ocurrirá preguntarlo!" Y L lo repite como subrayándolo, con el Leitmotiv "Pregunta prohibida": dos compases con un tema contundente que se repite enseguida, y otros cuatro ascendentes y melódicos. E: "¿Cómo albergar una duda tan culpable que me induzca perder la fe en ti? Así como me proteges a tu condición seré fiel". L: "¡E, te amo!", abrazándola. Coro de Hombres y Doncellas similar al anterior con el leitmotiv Admiración, cantado p. L deja a E bajo el amparo del R y luego desde el medio del proscenio exclama: "¡Escuchad, pueblo y nobles: E de Brabante es inocente de todo crimen! ¡Falsa es tu acusación, Conde de T! El Juicio de Dios te lo ha de probar". Nobles brabanzones: "¡Renuncia a la lucha! ¡Jamás podrás ser vencedor! Te lo aconsejamos con lealtad". T: "¡Vale más morir que ser cobarde! Sea cual fuere el encanto que te ha traído, extranjero, que tan audaz pareces, no me conmueve tu fiera amenaza. Yo no mentí jamás. Acepto combatir contigo y espero que la victoria probará mi derecho". L: "¡Rey, ordena nuestro duelo!" R: "Avancen 3 testigos por cada adversario y midan el campo de la lucha". H a los testigos: "¡Nadie intente estorbar el combate! Aquel que no respete el derecho en paz será castigado: el libre perderá una mano y el siervo pagará con su cabeza". Y a L y T: "Observad con lealtad las leyes del combate. Con malas artes no pretendáis estorbar el veredicto. Dios os juzgará según el derecho y la equidad. Confiad más en Él que en vuestra fuerza". L y T: repiten desde lados opuestos las últimas frases del H al unísono. R, avanzando: "¡Dios, Nuestro señor! Yo te invoco para que asistas a este combate". Con el leitmotiv "Plegaria" (primer sector en solemnes acordes, segundo con expresiva melodía), canta el R: "Concede fuerza heroica al brazo del justo y amengua el vigor del falso. Ilumínanos, ya que nuestro saber es sólo error". Peter Hofmann fue L y tuvo gran éxito; si bien su voz no era de las mejores, tenía razonable buen timbre, actuaba bien y conocía a fondo el texto; incluso había cantado roles pesados como Siegfried y Tristan en años anteriores; pero tenía algo poco habitual en los tenores wagnerianos: el "physique du rôle": buena altura, gratos rasgos, cuerpo atrayente, ni flaco ni gordo; ahora tenemos dos artistas con esos talentos, mejores voces y mayor intuición interpretativa: Kaufmann y Beczala; pero Hofmann con justicia fue la imagen de L en 1986. Sin embargo ya hay síntomas de decadencia; pocos años después tuvo la enfermedad de Parkinson y dejó de cantar clásico y pasó a ser cantante popular (varios lo hicieron, como Kollo y Melchior). También vale el admirable canto de Macurdy en la Plegaria. Señalo que T es un guerrero con coraje más allá de sus tramas malignas (es mentira decir que no miente). Y que el H sabe perfectamente qué hacer en un Juicio de Dios, no necesita órdenes del R. Con excepción de paganos como O, la fe en Dios es profunda en esos pueblos y si creen que L es enviado por Él, debe ganar. Ciertamente les hubiera sido útil estudiar Derecho Romano para evitar esos absurdos Juicios de Dios en los cuales creían. Entramos ahora en un concertante de gran complejidad como el del final del segundo Acto de Tannhäuser. E y T al unísono, O por su lado ("Tengo plena fe en su fortaleza"), T, aparentemente convencido de su derecho ("¡Dios mío, no desampares mi honor!") y el R, Los Hombres y las Doncellas pidiendo que Dios revele su justo fallo y bendiga al ganador. El R retira la espada que clavó en el suelo y con ella golpea 3 veces el escudo suspendido de la encina; al tercero empieza el combate, que será muy breve y violento. Con un revés abate a T, que intenta levantarse pero cae de nuevo. L pone la punta de la espada en la garganta de T: "Por la victoria de Dios tu vida me pertenece. Te la concedo para que la consagres al arrepentimiento". El R envaina su espada y conduce a E hacia L, que la abraza. Amplia melodía del Leitmotiv "Dicha" en el exultante canto de E. R y Hombres: "¡Salve a tu estirpe, protector de la inocencia!", y en concertante complejo, corta intervención de O ("¿Quién le ha vencido destruyendo mi poder?"), L ("Pude alcanzar la victoria tan sólo por tu pureza", T ("Dios me ha castigado"). Y sobre el final, El R y los hombres exclaman "Jamás vendrá un héroe semejante de nuevo a estas tierras" y Las Doncellas "¡Gloria a tu llegada!". Poderoso y brillante fin de acto.
Acto II, Escena I. En el interior del castillo de Antwerp. La escenografía debe presentar el Palas (morada de los caballeros), el Kemenate (morada de las doncellas) y el porche de la iglesia. Es de noche. Hay una Introducción (no Preludio) orquestal dominada por el Leitmotiv "Tenebrosos proyectos", una melodía lenta de amarga belleza. El acto, pese a un fragmento muy brillante en la Tercera escena, se basa en la creciente duda instaurada en el ánimo de E por O, así como por las audaces intervenciones de T y O ante la Corte. La melodía de Tenebrosos proyectos es tocada p por los violoncelos apoyados por los timbales pp. Pronto aparece la Duda en los fagotes y enseguida la Pregunta Prohibida en corno inglés y clarinetes. Vuelve a aparecer la Duda y se levanta el telón en el compás 45 mientras retorna Tenebrosos proyectos. Vestidos con ropa oscura y servil están T y O en el porche de la iglesia, ya que allí están protegidos (no se admiten arrestos en ninguna parte de la iglesia). Se añaden flautas y oboes, violines y violas en tremolo, crescendo al f, y en el compás 53 Rápido en 2/2 se escucha una fanfarria jubilosa desde el Palas: primero los vientos (3 trompas, 3 trompetas, 3 trombones), luego agregándose piccolo, 2 flautas, 3 oboes, 3 clarinetes, timbales y platillos, todo ff, las maderas con trinos; Leitmotiv Fanfarria festiva; se suaviza al final, p ritenuto sin trinos en flautas y fagotes; y se vuelve (64), a Tenebrosos proyectos, en violoncelos. Compás 74, T: "¡Levántate, compañera de mi vergüenza! El alba no debe vernos aquí". Su reacción es lógica: si bien Lohengrin le perdonó la vida, T está condenado al destierro, cosa terrible en esa época, si bien podía ser menos grave si el desterrado tenía amigos fieles en la zona donde se exilaba; pero la orden del Rey podía ser terminante y enviarlo a zonas lejanas fuera del Sacro Imperio Germánico Romano. El libreto no lo especifica. O no está dispuesta a aceptarlo (tampoco queda claro que la consorte deba acompañarlo al exilio). O: "No puedo partir; aquí me quedo. ¡De la pompa del festejo de nuestros enemigos déjame aspirar terrible y mortífero veneno que terminará con nuestra vergüenza y sus alegrías!" Palabras que la definen como pura maldad y odio y que provocan la reacción de T: amenazador: "Mujer execrable, ¿qué me encadena a tu lado? ¿Por qué no dejarte y huir lejos para recuperar mi paz y mi conciencia? Por ti perdí mi honor y fama". La música es muy rápida y dramática, en 2/2 y f-sf (sforzando); T está furioso y desesperado porque su imagen dependía de su fama de gran guerrero. Sólo así se podía tolerar su acusación muy dudosa y mal planteada teniendo en cuenta el respeto y afecto del pueblo hacia E, pero ni él ni O podían imaginar un apoyo del Cielo y la aparición de L. "¡Mi escudo de armas está quebrado, mi hogar, maldito! ¿Por qué no preferí la muerte ya que ahora me siento tan desventurado? ¡He perdido mi honor" (y para colmo justo entonces vuelve a escucharse la fanfarria). O, como si nada hubiera pasado: "¿Por qué profieres tan fieros lamentos?" T: violentamente: "¿Por qué me despojaron de la espada para matarte?" O: "¿Por qué dudas de mí?" T: ¿No fue tu testimonio y afirmación lo que me impulsó a acusar a una inocente? ¿No me mentiste diciendo que en el espeso bosque desde tu solitario castillo la viste consumar el crimen? ¿No afirmaste que tus propios ojos vieron a E arrojar a su hermano al estanque? ¿No cautivaste mi corazón orgulloso con tu predicción de que bien pronto la añeja estirpe principesca de los Radbod iba a reinar de nuevo? ¿No me aconsejaste que rehusara la mano de la pura E para tomarte por esposa en calidad de última descendiente de los Radbod?"
O: "Todo te lo dije y lo probé". T: "E hiciste de mí el infame cómplice de tu falsedad". Pero ¿qué prueba le dio O salvo su afirmación? ¿Y él acaso no conocía la pureza y bondad de E? No, T no es un dechado de virtudes aparte de ser un muy buen guerrero: lo movió la ambición de poder; ¿y cómo no advertir la maldad de O, su total falta de escrúpulos? Si no hubiera aparecido L hubiera sido muy difícil para E encontrar a un paladín para ese absurdo Juicio de Dios basado sólo en la habilidad guerrera. En el siguiente diálogo O con su Leitmotiv "Burla" (breve diseño rápido) lo llama cobarde, canta "¿Dios?" con furia pagana, "Te probaré cuán débil es el Dios que le protege". Pero el débil es T: Leitmotiv "Debilidad de espíritu": tres compases en blancas descendentes en pp. T: "¡Oh, salvaje vidente!, ¿qué urdes aún misteriosamente para embrujar mi alma?" O: "¿Conoces a ese héroe que aquí trajo un cisne?" T: "¡No! O: ¿Qué darías por saberlo si te dijera que al obligarlo a declarar su nombre y origen concluiría ese poder que le presta un encanto?" T: "Ahora comprendo la prohibición que impuso". Y desde aquí en adelante todo cambiará en la ópera. O: "Nadie tiene el poder de arrancarle su secreto salvo aquella a quien severamente prohibió formularle esas preguntas. No debemos huir de aquí. Despierta en ella sospechas justificadas" (o que lo parezcan). "Adviértela de la existencia de un sortilegio que consiguió falsear el juicio. Y si esto fracasara nos queda un medio: ¡la violencia! No en vano me inicié en las más misteriosas artes. Todo ser que debe su fuerza a un hechizo basta que se le ocasione la más mínima herida para que se muestre quién es; habiéndole cercenado un solo dedo el héroe estaría en tu poder" (ella es bruja y cree que L es brujo; no se imagina que su fuerza viene del Cielo; pero ella se aterró viendo al cisne: ¿no podía colegir que L sabe lo que realmente ocurrió?). T: "Por astucias mágicas he perdido el honor. Si aún me engañas, ¡ay de ti!" O: "Te enseñaré el dulce placer de la venganza". Leitmotiv "Juramento de venganza": 5 compases ascendentes en ff. O y T al unísono: "¡Juramos una acción vengadora desde la sombría noche de nuestro corazón! ¡Vosotros que estáis sumidos en dulce sueño sabed que os vela la desgracia!" Toda la música de esta sección final es de fuerte imaginación y tiene grandes contrastes rítmicos, melódicos y orquestales. Y necesita de cantantes actores que se pongan en la piel de sus personajes totalmente. Los tuvo en Rysanek y Roar; él mostró tanto su peligrosa ira (Roar es un apellido escandinavo pero para los que hablamos inglés "to roar" es "rugir") como su debilidad; hombre de fe, se somete a una bruja. Y ella engaña a su marido como lo hizo antes pero juega con fuego: como dije antes, L no es un brujo: un milagro cristiano lo trajo y lo que O trama parecerá tener éxito; sin embargo no sólo llevará a E a cometer un terrible error: ella habrá arruinado su relación con el hombre que ama; pero la consecuencia de la trama de O también destruirá a T y hará que retorne vivo Gottfried. Leonie Rysanek había sido E durante años; esta vez fue O con resultado discutible: demasiada gesticulación y un canto desparejo, de impacto indudable pero también con afinación deficiente, sobre todo en los minutos finales de la ópera. Admirable artista, hizo en su larga carrera proezas como cantar las tres figuras principales de la "Elektra" straussiana (se recordará que su única presencia en Buenos Aires fue como Klytämnestra); no obstante, esta vez se equivocó: no era un rol para ella pese a transmitir una maldad aterradora.
Acto II, Escena II. Aparece E en el balcón del Kemenate, la ven T y O sin que E lo sepa. E canta su segunda aria, "Euch Lüften, die mein Klagen" ("Brisas a las que confié mis quejas"), "os agradezco ahora la dulce dicha que me embarga". En la Época Medieval había un contacto muy directo con la naturaleza; para ellos hasta las brisas tenían vida propia. No hay en el aria ningún Leitmotiv, es una bella melodía lenta muy lírica. Ty O dialogan durante el aria. E: "Guiándole a través de las ondas propiciaron su viaje" (el de L). O: "¡Maldecirá la hora en que la alcanzó mi mirada!" E: "Os pedí que secáseis mis lágrimas; ¡acudid ahora a refrescar mis mejillas encendidas de amor!" O: "A ella déjamela a mí, para ti su paladín!" (T parte). E: Repite la misma frase. Marton la cantó con refinada línea y proyección, además de mucho encanto; pobre E, no tiene noción de que es su último momento de paz. De inmediato se escucha la voz de O, plañidera: "¡E!" E: "Tétrico y lastimero resonó mi nombre". O: "¿Tan extraña te parece mi voz? ¿Rechazas a la infeliz que impulsaste a un eterno deshonor? Desde la lejana soledad del bosque donde vivía lloraba el infortunio que pesa desde hace tiempo sobre mi estirpe. ¿Qué mal te causé? ¿Cómo podrás envidiarme la dicha de que me eligiera por esposa el hombre que tú voluntariamente despreciarte? Debe sufrir por el infeliz extravío que le impulsó a acusarte a ti, inocente. El remordimiento desgarra su corazón, está condenado a terrible expiación. Después de breve e injusto dolor sólo ves la sonrisa de la vida. Puedes separarte de mí impulsándome por el camino de la muerte para que los sombríos destellos de mi dolor no empañen tu ventura". E, muy conmovida: "Cuán mal respondería a tu clemencia, ¡oh Todopoderoso! si rechazase a la desventurada que postrada en el polvo me implora. Espérame, yo misma te haré entrar" (se retira del balcón y penetra en el castillo). E no sólo es inocente sino que parece ser incapaz de razonar; durante el alegato de O ella sólo interrumpía con reacciones como "¡Justo Dios!"; en último caso podría consultar a L antes de hacerla entrar en Palacio. Es verdad que ignora la maldad de O, pero sí sabe que T es imperdonable y que resultó obvia el ansia de poder de ambos y que fue él quien la rechazó. El alegato de O es de un caradurismo total. ¿O Wagner se equivocó haciendo a E tan fácil de embaucar? Sea como fuere, O queda sola y tiene los dos minutos más intensos de toda la obra: "¡Entweihte Götter" ("¡Dioses profanados!"), durante los cuales invoca a Wodan (luego Wotan en el Ring) y Freia, los dioses paganos nórdicos, para que la ayuden en su desgracia; teniendo en cuenta cómo se los caracteriza en el Ring, se entiende la invocación a un Dios tan carente de escrúpulos como Wodan, pero Freia es todo lo contrario; lo veo como un error de Wagner libretista. "¡Confortadme para servir vuestra sagrada causa! ¡Aniquilad el insultante orgullo de los apóstatas! ¡Bendecid mi simulación y astucia para que triunfe mi venganza!" La música es tremenda, muy rápida, en 2/2 y ff, y la artista debe cantar varios La y dos La sostenido. Rysanek lo cantó bien, llegando con adecuado volumen a los agudos y dando carácter a esa O fiel a sus Dioses, pero no pude dejar de pensar en la enorme Christa Ludwig y su fabulosa repercusión en el público del Colón en 1964: 3´de aplauso cerrado pese a que la música sigue; por supuesto Maag interrumpió la orquesta. E desde adentro: "Ortrud, ¿dónde estás?"; sale del castillo, acompañada de 2 doncellas con antorchas. O: "Aquí, a tus pies". Prosternándose. E, retrocediendo azorada: "¿Debo verte así a ti, que contemplé llena de altivez y esplendor? ¡Levántate! Si me tenías rencor, yo te perdono, y si dí lugar que por mí sufras te ruego también que me perdones. A aquel que mañana llamaré esposo he de suplicar que con alma generosa perdone a Federico". O: "Me encadenas con lazos de gratitud". E: "Al clarear el alba deseo verte pronto ataviada con magníficas prendas para acompañarme al templo donde esperaré a mi héroe para ser su esposa ante Dios". O: "Aún poseo un don del cual poder alguno puede despojarme; por él quizá protegeré tu vida; déjame descifrar tu porvenir. ¿Tú crees que él, tan magnífico, nunca te dejará mediante la misma magia que lo trajo?" E: "Nunca has poseído la dicha que sólo la fe nos procura". Breve leitmotiv "Fidelidad a la promesa". En simultáneo (mala idea en este caso, quita claridad): E: "¡Entra a mi casa! ¡Déjame enseñarte la dulce delicia de la confianza más pura!" Y O: "Este orgullo me muestra cómo debo combatir contra esa confianza; ¡lamentará su altivez!" E lleva a O dentro del Kemenate mientras T sale de la sombra y monologa: "¡Así entra la desventura en esta casa! ¡Quien me robó el honor debe morir!"
Acto II, Escena III. Amanece. Dos guardias desde lo alto de la torre tocan diana (2 trompetas) y contestan desde otra torre lejana (también 2 trompetas): Leitmotiv Diana: dos compases (tresillos de corcheas, seguidos de negras y blancas, con un sentido de pregunta y respuesta, y entre p y f. A partir del compás 30 cesan las dianas pero la orquesta inicia un extraordinario despliegue virtuosístico. Sobre un pedal de cuerdas el tema de las dianas se escucha en maderas inicialmente; luego se agregan trompas y las maderas tocan variaciones sobre el material de la diana mientras entran los cuatro trompetistas y tocan el llamado real, todo esto mientras los guardias abren las puertas y los sirvientes realizan diversas tareas. Se inicia la segunda sección: algo más rápido, Wagner arma un complejo episodio: trinos pp continuos de timbales, las cuerdas hacen nerviosos diseños de semicorcheas y simultáneamente maderas y bronces tocan bloques rítmicos variados hasta que en el compás 106 entran los dos coros masculinos, cada uno dividido en cuatro voces: son los nobles y los dependientes que se contestan. "Nos han llamado temprano; ¡el día promete ser grato! Quien realizó tan sublimes maravillas nuevas proezas va a cumplir". Me recuerda por su estilo liviano y alegre algún coro del tercer acto de "Los maestros cantores". Luego un rápido episodio orquestal rodea a los trompetistas que anuncian la llegada del Heraldo: éste se ubica bien arriba, delante de las puertas del Palacio. H: "Os doy la decisión del R: queda fuera de la ley y proscripto Friedrich Von Telramund: quien le ampare y acoja en su compañía será igualmente desterrado por la ley del Imperio". Coro de los Caballeros: "¡Maldito sea el traidor! ¡Que le tema el honrado! ¡Huyan de él la paz y el reposo!" Todo ello apoyado por una orquestación poderosa en ff. H: "Además el R les hace saber que ha investido al extranjero enviado por Dios con la tierra y corona del Brabante. El héroe no quiere ser nombrado Duque y pide que lo llamen Protector del Brabante". Contesta el Coro: "¡Acatamos fielmente al Protector del Brabante!" H: "Hoy el R celebra con ustedes el casamiento del Protector, pero mañana vendréis preparados para la lucha; él mismo os conducirá a nobles y gloriosas proezas". Coro: "A quien animoso batalle con el héroe se le abrirá el camino de la gloria. ¡Dios le envió para la grandeza del Brabante!" Extenso, entusiasta y nuevamente con gran orquestación, vuelve a demostrar la asombrosa capacidad técnica wagneriana; pero será el fin de lo positivo porque se reúnen cuatro nobles amigos de T y se dicen: "El R quiere llevarnos lejos de nuestra tierra en contra de un enemigo que no nos amenaza; ¿pero quién podrá contrarrestar la orden del R?" Y para su gran sorpresa aparece T y les dice: "Yo lo haré". Los cuatro se sorprenden; T les dice: "¡Aquel que arrogante quiere conduciros a la guerra será acusado por mí de impostor!" Los nobles: "¡Estarás perdido si te oye el pueblo!" Y lo llevan dentro de la iglesia. Cuatro pajes aparecen en la puerta del Kemenate; desde lo alto a los vasallos: "Paso para E, nuestra señora! Va a la iglesia para rogar a Dios". Los pajes abren pasaje mientras la multitud se aparta, hacen despejar las gradas de la iglesia y se colocan a ambos lados de su puerta. A partir de la entrada de T y hasta el final de la escena la música es de notable invención orquestal, y las voces de niños le añaden un toque de inocencia.
Acto II, Escena IV. Otros cuatro pajes preceden al cortejo y se detienen en la terraza; pasa una larga fila de damas ricamente ataviadas que baja hacia el palacio y cruza el proscenio para dirigirse a la iglesia. El Leitmotiv "Bendición popular" está tocado por 1 flauta y 2 clarinetes; es una melodía lenta y solemne de gran belleza. Luego se le agrega el tema "Felicidad" de E (Primer Acto). En el compás 32 se inicia un sereno y lento doble coro masculino de Nobles y Caballeros con los temas "Felicidad" y "Bendición popular". "¡Que Dios la guíe! Ya se acerca; parece un ángel inflamado en casto ardor. ¡Salve a E de Brabante!" Hacia el final se agregan mujeres y niños (sopranos y contraltos). E aparece en lo alto del castillo seguida por su cortejo de doncellas pero O, ricamente ataviada, está entre ellas y las Doncellas no disimulan su rechazo y O a su vez se enoja. E pagará duramente su tontería de poner a su enemiga dentro de su cortejo. Cuando E va a subir la primera grada de la iglesia O se planta delante de ella y le espeta estas odiosas palabras; "¡Atrás, E! ¡No tolero más seguirte como sierva! Debes ante todo cederme el sitio inclinándote humilde ante mí". E: "¿Por qué este repentino cambio?" O: "Porque un instante olvidé mi rango ¿creías que debo arrastrarme detrás de ti? He resuelto vengar mis sufrimientos y exijo cuanto me corresponde". E: "¡Me engañó tu hipocresía cuando anoche te me aproximaste gimiendo! ¡Quieres, orgullosa, suplantarme tú, cuyo esposo ha juzgado Dios!" O: "Antes de ser proscrito por una injusta sentencia su nombre era altamente respetado en el país. En cambio el tuyo ¿quién le conoce aquí cuando tú misma no puedes nombrarle?" Los hombres: "¡Cerradle los labios!" O: "¿Puedes decirnos si su estirpe y nobleza están probados?" Caballeros, doncellas y pajes: "¿Será verdad?" E: "¡Pérfida, mujer impía! Tan puro y noble es su origen que por siempre será condenado quien dude de su misión". O: "La pureza de tu campeón cuán pronto se empañaría si debiera revelar la naturaleza del encanto por el cual ejerce tal poder. Si no tienes la audacia de preguntárselo debemos creer que vacilas por temor a que su virtud sea una farsa". Las Doncellas: "¡Amparadla contra el odio de la infame!" Toda esta confrontación tiene música intensa y variada; Rysanek comunicó ese odio con clara articulación de las palabras y dominio de la música, más allá de algún exceso. Los Hombres: "¡Hagan lugar, llega el R!" Sin solución de continuidad, se inicia:
Acto II, Escena V. El R, L, los condes y caballeros sajones, suntuosamente vestidos, salen del palacio formando un solemne cortejo, pronto interrumpido por el tumulto que reina, pero los Brabanzones cantan: "¡Salve, viva el R! ¡Gloria al Protector de Brabante!" El R: "¿Por qué tal desorden?" E, en brazos de L: "¡Mi señor!" L: "¿Esa mujer desdichada a tu lado?" E: "¡Protégeme de esa mujer, repréndeme si te desobedecí! Ya ves cuán mal premia mi bondad". L a O: "¡Mujer execrable, apártate de ella! ¡Aquí no has de vencer jamás!" Y a E: "¿Logró derramar ponzoña en tu corazón?" E llora y no contesta. Señalándole la iglesia, le dice L: "Allí con alegría podrán correr tus lágrimas". L y E con el cortejo se dirigen al templo, pero no terminaron las sorpresas: T baja las gradas de la iglesia y perdiendo su protección impetuosamente se dirige al R: "Príncipe engañado por la impostura, ¡deteneos!" Los Hombres: "¡Atrás, maldito, vete o eres hombre muerto!" T: "Soy víctima de horrible injusticia". R: "¡Atrás, márchate pronto!" T: "El juicio de Dios ha sido falseado y profanado". R: "¡Detened al pérfido!" T a L: "A quien ahí con tanta pompa veo acuso de hechicería". Y audazmente pone en tela de juicio al R: "Mal habéis presidido la justa que me arrebató mi honor habiendo omitido interrogar a quien acudió al juicio de Dios" (que lo pudo matar y no lo hizo…) "Sobre su nombre, origen y rango, ante todos públicamente le interrogo. ¿Quién llegó bogando conducido por un cisne silvestre?" L: "No es a ti, que perdiste el honor, a quien debo responder. Aún al R me niego a dar estos datos y también al Supremo Consejo de los Príncipes. Sólo a ella debiera responder" (extraño error de libreto: tampoco a ella, que prometió públicamente no hacerle jamás preguntas al respecto). Allí se inicia otro complicado concertante de ideas disímiles. L: "¡Veo que tiembla! Debo ampararla en su terrible turbación. ¡Que no se despierte nunca la duda en esta pura doncella!" O y T: "Germina la duda en el fondo de su corazón; ¡el que vino a traerme desgracia será vencido si se sabe su secreto!" Hombres, Mujeres, Pajes, R: "¿Cuál será el secreto que debe guardar el héroe? ¡Si revelarlo le resulta peligroso, lo debe guardar! Protegeremos al caballero del peligro; ¡su proeza hizo evidente que es un noble de alto rango!" (nadie menciona que no mató a T). Y lo que canta E revela que sí ha germinado la duda: "Podría serle peligroso si revelara aquí su secreto; sólo siendo ingrata le traicionaría exigiéndole una explicación. ¡Si supiera su secreto no se lo contaría a otros! ¡Pero mi corazón tiembla, lleno de duda!" (ella juró públicamente no preguntárselo). R: "Contéstale al infiel, ¡eres demasiado noble para temer su acusación!" Los Hombres: "¡Te apoyamos! Nunca lamentaremos que te vemos como el primero entre los héroes". En paralelo con L: "Danos tu mano, creemos fielmente en ti. Tu nombre es noble aunque no lo reveles". Y a su vez L: "¡Héroes, no lamentaréis vuestra confianza aunque no conozcáis mi nombre y linaje!"
Pero entretanto T se acercó a E y le dice: "¡Déjame contarte una manera que te dará certidumbre!" E: "¡Vete!" T: "Déjame robarle el extremo de un dedo y te juro que verás lo que te oculta; te será fiel y nunca te dejará!" (interesante: no ataca la fidelidad de L). E: ¡Nunca!" T: "Esta noche estaré cerca de ti; si me llamas, lo haré rápido y sin consecuencia" (salvo perder un dedo…). Los ve L: "¿E, con quién hablas? ¡Retroceded, pareja maldita, no quiero veros nunca más cerca de ella! ¡E, en tus manos y confianza está la promesa de nuestra felicidad! ¿Sientes que debes preguntarme lo que te prohibí?" E: ¡Mucho mayor que el poder de la duda es el del amor!" (Leitmotiv "Congoja": breve tema cromático descendente). L: "¡Salve, E! ¡Ahora podemos seguir adelante!" Y en paralelo, Los Hombres: "¡Ved, ha sido enviado por Dios!" y las Damas y los Pajes: "¡Salve!" Finalizando el Acto, Los Hombres en brillante y extenso coro exclaman: "¡Salve, tú y E de Brabante! ¡Que puedas caminar en paz, doncella muy virtuosa!" Guiados por el R, E y L entran en la Catedral (ya que tal es el rango de la iglesia). Se añaden en los últimos minutos un órgano desde la Catedral y nada menos que 10 trompetas ubicadas en tres distintos lugares. Telón. Pero ¿por qué el R no dio previamente orden terminante a guardias sajones que lleven presos a T y O fuera de Brabante? O encarcelarlos con rígido control. Éste es un R guerrero, nada blando. Pero claro, así Wagner lo tiene a T a mano para tratar de asesinar a L… Admirable la dirección de Levine y su orquesta; muy bien el coro; gratos decorados de acuerdo a lo sugerido por Wagner y vestuario suntuoso de época; correctas luces.
Acto III. Su Preludio es sin duda la pieza sinfónica más tocada de todo el repertorio wagneriano; en la ópera se fusiona sin solución de continuidad con la famosa Marcha nupcial, pero el compositor por supuesto realizó una versión de concierto que termina contundentemente; incluso allí, tiene una segunda versión con un toque significativo: por unos instantes se oye el tema de la Pregunta Prohibida, sólo para quienes conocen la ópera. El Leitmotiv Festejo de Bodas es en realidad tres: el del inicio mismo, una alegre explosión muy rápida en 2/2 de 7 compases; el B, con el mismo arranque pero distinto y de 4 compases; y el C, mucho más sereno, de 4 compases, expresado por oboes, fagotes y trompas. En la ópera los compases 120 y 131 son de transición, suaves, ya con ritmo de marcha, pp. Al levantarse el telón la Primera Escena nos presenta la cámara nupcial; hacia el medio y atrás el lecho nupcial, de gran calidad. Ya en el 5º compás se escucha la Marcha nupcial (Leitmot¡iv "Epitalamio", 8 compases) cantada suavemente desde lejos por el Coro de hombres y mujeres: "Treulich geführt": "Lealmente acompañados entrad aquí, donde os guardará la bendición del amor". Abren la marcha pajes con antorchas. "¡Cese el rumor de la fiesta y las delicias del corazón os sean concedidas!" A partir de aquí entran los del Coro: por la derecha, las doncellas que conducen a E; por la izquierda, el R y los nobles que acompañan a L. "Perfumado recinto, engalanado para el amor, ¡acógelos en tu esplendor!" Y se repite "Treulich geführt" y la siguiente frase, con lo cual se cierra la Marcha: "Ánimo victorioso y amor puro, uníos por la fidelidad en sublime pareja". Se encuentran los cortejos en mitad de la escena; las doncellas presentan E a L; los dos, unidos en amoroso abrazo, permanecen en el mismo sitio. Ocho doncellas giran en su derredor; los pajes quitan a L su espada, colocada detrás del lecho de reposo, mientras las doncellas reciben el rico manto de E. Vale mencionar aquí que si bien la Marcha nupcial de Mendelssohn es de lejos la más utilizada en bodas tradicionales (que han disminuido mucho en recientes décadas), las hay donde resuenan los de la muy dulce de Wagner. Las 8 doncellas cantan el Leitmotiv "Votos de ventura", una simple melodía de 3 compases, y cantan dos frases; la primera: "Como Dios consagró vuestra gracia nosotras consagramos vuestra dicha"; paran unos segundos, y expresan: "Acompañados por la ventura del amor recordad siempre la hora presente". El R abraza y bendice a los desposados. Los pajes dan la señal de partida y el R y los nobles salen por la derecha y las doncellas por la izquierda. Vuelve a cantarse el Epitalamio, esta vez f al principio y gradualmente más p, a medida de su mayor distancia. La puesta se atuvo estrictamente a lo pedido por Wagner; enhorabuena.
Escena II. Se inicia el esencial dúo de L y E; sólo en los primeros 3 minutos hay una atmósfera cálida y romántica, pero luego la duda crece a tal punto que L siente que no hay vuelta atrás; su ilusión de enamorado fue quebrada por E. L: "Das süsse Lied verhallt" ("Se extinguió el dulce canto"); "estamos solos por primera vez desde que nos vimos. Ahora separados del mundo ningún indiscreto turbará la dicha de nuestros corazones. Si eres feliz, confíamelo ahora". E: "Arde por ti mi corazón con dulce frenesí aspirando una dicha que sólo Dios otorga". Luego cantando a dúo esa frase. L: "Sin habernos visto nos habíamos presentido. Tus ojos me dijeron su inocencia y tu mirada me instó a rendirte homenaje". E: "Yo te había contemplado antes. Te aproximaste en delicioso sueño y cuando despierta te vi frente a mí advertí que acudías por voluntad de Dios". Hasta aquí música bella, lenta y serena; pero E termina diciendo: "Tu nombre, que yo debo ignorar y no podré pronunciar jamás en mi suprema dicha". Estamos en el compás 103 y de allí en más el canto lento pasa a rápido, el p se hace f y la obsesión de E ya no para. E: "¿No me regalarás con el encantador sonido del tuyo? Permíteme sólo que mis labios lo pronuncien. Nadie nos espía" (es deshonesta: no le contó a L las palabras de T y el probable ataque de éste). L le hace mirar el jardín florido y compara su belleza con la de E con música de acentuado lirismo, pero ella retruca: "¿Es tan terrible tu secreto que deben callarlo tus labios al mundo entero? ¡Hazme conocer tu secreto para que con claridad vea quién eres!" L contesta durante 2 minutos (una mini-aria) de música fuerte: "Höchstes Vertraun" ("Suma confianza"), con dos nuevos Leitmotiven: "Advertencia" (breve y seco") y "Amor sin reparos" (expresiva melodía). "Debes apreciar la suma confianza que te concedí. Si jamás quebrantas tu promesa te estimaré como a ninguna otra mujer." Y trata de convencerla con dulces frases: "Tu amor me resarcirá de cuanto abandoné por ti: ningún destino es más noble que el mío" (pero está dispuesto a arriesgar su vida a partir del día siguiente comandando el ejército del R y dejándola sola por largo tiempo). "Si un rey me ofreciera su corona podría rechazarla con razón. Disipa par siempre la duda y que tu amor sea la garantía. No vine del dolor sino de un reino de delicia y esplendidez". Pero E reacciona de modo bien diferente: "¡Viniste a mí de esas delicias y a ellas anhelará volver! ¿Cómo puedo yo creer que mi fidelidad te bastará? En el temor por conservarte se marchitarán mis mejillas. Luego me abandonarás". L: "Jamás se desvanecerán tus encantos si permaneces exenta de dudas". E: "Tu esencia es hechizo y te trajo un misterio. ¡Allá el cisne! ¡Lo llamas! ¡Aunque me cueste la vida debo saber quién eres! ¿Cuál es tu nombre, de dónde has venido, cuál es tu estirpe?" L: "¡Ay de nosotros! ¿qué has hecho?" E ve entrar a T y 4 nobles brabanzones con espadas y da un grito de terror. "¡Sálvate!" Y le da su espada. L mata a T de inmediato; los nobles se arrodillan atemorizados; E se desvanece. L: "¡Huyó nuestra dicha!" Levanta a E y la tiende sobre la cama. E, abriendo los ojos: "¡Oh Dios eterno, piedad de mí!" L a los 4 nobles: "¡Llevad el cadáver al tribunal del R!"; se lo llevan. Llama a las doncellas: "¡Para conducirla ante el R engalanad a E! Allí he de responderle para que sepa quién es su esposo". En este dúo Marton demostró que era capaz de reflejar otra E, no la de las dos famosas arias sino la desesperada y obsesionada, cada vez más dramática e intensa, con dos veces en Si agudo. Y Hofmann fu expresivo en toda la música romántica, sólo se notó alguna dificultad en "Höchstes vertraun". E le salvó la vida a L tras traicionarlo; la entrega de la espada es un relámpago de escasos segundos (debe estar muy exactamente actuada).
Acto III, Escena III. Una pradera a orillas del Scheldt (Escalda). Mañana luminosa. Acuden los guerreros de Brabante escoltando a su Conde respectivo y trayendo su bandera; la indumentaria es de guerra y son anunciados por las trompetas. Nuevamente las trompetas y llega el R con su séquito de nobles sajones. Leitmotiv Convocatoria, una melodía brillante y positiva. En la Introducción se utilizan nada menos que 10 trompetas y en 5 tipos: Mib, Fa, Re, Mi y Do, y van llegando desde distintos lugares, mientras las cuerdas tocan un diseño de tresillos y se agregan dos timbales; al principio sólo las trompetas en Mib. Rápido en 2/2. A partir del compás 16 las trompetas son reemplazadas ff por el Leitmotiv mencionado. Compás 33, trompetas en Re; 41, en Fa; 70, en Mi, y el Leitmotiv se va mezclando con ellas hasta llegar al 80, donde entran las 4 en Do pero con el Llamado real, y se añade el tambor. En los siguientes compases están todas las trompetas y los timbales son tres más el tambor; paran las trompetas en el 92 y la Convocatoria acompaña la llegada del R y su séquito. Al llegar el R a su trono bajo la encina irrumpe el Coro masculino doble (112): "¡Salve, R Heinrich!" brevemente; desde 123 el R los recibe: "¡Gracias, amados brabanzones! Siento inflamarse de orgullo mi corazón al encontrar en cada comarca alemana un ejército tan fuerte y numeroso. Se aproxima el enemigo del Imperio" (los magiares), "lo recibiremos con bravura, Fuera de su desierto del Este no osará más aventurarse". Con el Leitmotiv "Victoria prometida" (una melodía bien ritmada) concluye: "¡Para el país alemán, la espada alemana! ¡Sea así protegido el poder del Imperio!" El Coro repite las dos frases. Hasta el compás 177 hemos presenciado el boato guerrero de la época en un nuevo "tour de force" wagneriano de orquestación; desde el 178 todo cambia. R: "¿Dónde se encuentra aquel que Dios envió para gloria y grandeza del Brabante?" Los 4 nobles traen en una litera el cadáver de T cubierto con un manto y lo depositan en mitad de la escena. R: "¡Vuestro aspecto me causa terror!" Los 4 Nobles: "Es voluntad del Protector del Brabante: él os dirá lo que ocurrió". Los Hombres: "¡Se acerca la virtuosa E! ¡Cuánta palidez y aflicción en su semblante!" El R la conduce a un sitial cerca suyo y le dice: "¿Por qué te veo tan triste? ¿Porque está próxima su partida?" (E no contesta ni mira al R). Los Hombres: "¡Gloria al héroe de Brabante!" L entra con traje guerrero. R: "¡Celebro tu venida, caro héroe! Aquellos que fielmente has convocado te esperan, deseosos de combatir conducidos por ti, seguros de la victoria". Los Brabanzones repiten esas palabras. L: "Permíteme que te anuncie que a los valientes que he llamado no podré llevarlos al combate". Los Hombres: "¡Qué dura noticia nos da!" L: No vengo como camarada de guerra sino como acusador", y descubre el cadáver de T. L: "Espero vuestro juicio según derecho y razón. Ese hombre me atacó por sorpresa durante la noche". R y hombres: "¡Así como lo hirió tu mano sobre la tierra allá lo castigará la justicia de Dios!" L: "Ante vosotros acuso abiertamente de haberme traicionado a la esposa que Dios me dio". Todos a la vez: R: "¿Cómo has podido perderte?"; Los Hombres repìten; y las Doncellas: "¡Ay de ti, E!" L: "¿Oísteis cuando me prometió que nunca me preguntaría quién soy? Rompió el juramento sagrado, acogiendo en su corazón pérfidos consejos. No puedo ya retardar la respuesta; os daré a conocer mi nombre y estirpe". Y ahora viene la famosa y fundamental aria: "In fernem Land": "En un país lejano e inaccesible a vosotros se alza un castillo llamado Monsalvat, en medio del cual se eleva un luminoso templo, tan precioso que no tiene igual. Allí es guardado un cáliz cual reliquia milagrosa con suprema veneración. Para confiarlo a la custodia de los hombres más puros fue traído por una legión de ángeles y todos los años desciende del cielo una paloma para renovar su fuerza milagrosa. Es el Gral; pura y divina gracia infunde a su orden de caballeros. Quien es elegido para servirlo queda investido de un poder sobrehumano; contra él se estrella la astucia de los malvados, que al ser descubiertos sucumben en la noche de la muerte. Quien es enviado por él a lejanas tierras como defensor de los derechos de la virtud conservará su fuerza santa mientras permanezca ignorada su categoría de caballero; la esencia del Gral es tan sublime que no debe ser descubierta a los ojos profanos. Si sobre sus caballeros cae la duda al darse a conocer deben partir. Oíd cómo cumplo con la pregunta vedada. El Gral me envió hacia nosotros; mi padre Parsifal ciñe su corona y yo, su caballero, me llamo Lohengrin". Wagner había escrito un relato más extenso pero se convenció de eliminarlo. Por otra parte, tiene sentido considerar a Parsifal como un padre espiritual, no biológico. Monsalvat es Montserrat (Montaña aserrada), monasterio a 42 km. de Barcelona que visité a los 16 años con gente de mi colegio y volví ya casado unos 20 años más tarde. Según la guía Hachette anacoretas píos fundan en el siglo VIII una ermita; en 880 se erige una capilla consagrada a la Virgen; hacia 1030 se crea una abadía románica con los monjes benedictinos de Ripoll, luego reconstruida en estilo gótico en el siglo XIII; desde el XVI se convierte en un gran centro teológico durante dos siglos. Es ahora un centro de peregrinaje y de devoción marial. La guía menciona el "Parsifal" wagneriano pero nada dice sobre el Gral. Por cierto merece la visita; está construida a 725 metros sobre una estrecha terraza; además hay muy cerca una famosa Escolanía y un notable museo con pinturas de grandes como el Greco, Zurbarán y Caravaggio. La leyenda del Gral está ligada al ciclo del Rey Arturo y en particular a Sir Galahad, que unía la calidad de Caballero con lo Divino. La base bíblica es la sangre de Cristo recogida por José de Arimatea en una gran copa y mencionada en el Apocalipsis. Varios autores del medioevo, especialmente Chrétien de Troyes, contaron la historia de Perceval (Parsifal en Wagner) y es una bella leyenda religiosa; acento en "leyenda". Volviendo a la ópera, Hofmann cantó su aria con algunas dificultades pero expresivamente. Hombres y Doncellas: "Al anuncio de su sublime origen santas lágrimas de felicidad hacen arder mis ojos", música suave cantada p y pegada al final del aria. E: "¡El suelo tiembla! ¡Aire para la infortunada!", casi desvanecida. A partir de aquí suelen cortarse unos 4´30" (en este caso lo hicieron) porque son muy repetitivos, todos pidiendo que L se quede, él diciéndoles que el Gral lo reclama y debe irse. Pero así queda inmediatamente después la llegada del cisne y su otra aria; sería mejor que se escuche el párrafo de L donde le dice al R: "El caballero del Gral que desobediente quisiera combatir a vuestro lado sería privado de toda pujanza varonil. Permíteme que te prediga que una gran victoria será acordada a tu virtud: ¡Jamás Alemania, ni en lejanos días, será conquistada por las hordas de Oriente!" Pero en este caso reaparece el cisne, visto por Hombres y Doncellas (lástima que se repite la inadmisible falla del régisseur: no se lo ve). E: "¡Horror, el cisne!" L: "El Gral ya lo envía en busca del que tarda". L se aproxima a la orilla y contempla con tristeza al cisne. También esta aria, "Mein lieber Schwan", fue bastante más extensa en letra y música y se complementaba con un "canto del cisne", que explicaba que el cisne es Gottfried, pero a su vez fue eliminado (lo cantaba Gottfried). "Mi cisne amado, ¡cómo hubiera deseado evitarte este último y triste viaje! Transcurrido un año, el término de tu servicio estaría cumplido y liberado por el poder del Gral; hubiese querido contemplarte bajo otra forma" (¿por qué no aclara quién llevó el cisne al Monsalvat? "¡Oh, E, tan sólo un año a tu lado y hubiera sido testigo de tu felicidad. Entonces habría regresado tu hermano que creías muerto, guiado por el Gral. Si él volviera cuando yo esté lejos le darás esta trompa, esta espada y este anillo.La trompa será su salvaguardia en el peligro, en el rudo combate la espada le dará la victoria y este anillo le recordará a quien vino un día para salvarte del deshonor e infortunio". Abraza a E y le dice: "¡Adiós, dulce esposa! Me castigará el Gral si me demoro" (se abrazan y L se encamina hacia la orilla). El R, los Hombres y las Doncellas: "¡Oh, pena, sublime y noble ser! ¡Qué gran amargura nos causas!" Pero un imprevisto retorno de O pone en evidencia su maldad: "Vete, héroe orgulloso, para que pueda decir a esta necia quién te conduce en la navecilla. Por la cadenita con la que lo transformé reconozco en ese cisne al heredero del Brabante. ¡Gracias porque arrojas de aquí al caballero! Ahora a su patria se lo lleva el cisne. Si el héroe hubiera permanecido por más tiempo, tu hermano habría sido liberado". Todos: "¡Mujer abominable, ¿de qué nuevo crimen te jactas con sarcasmo insolente!" O: "¡Aprended cómo se vengan los dioses cuya gracia desdeñásteis!" Rysanek aquí controló mal su afinación aunque dio mucha garra y fuerza al personaje. Al escuchar las palabras de O, L se prosterna y ora; la blanca paloma del Gral aparece; L libera al cisne de su cadena; aparece un adolescente ricamente vestido: el joven Gottfried. L: "¡Ved al Duque de Brabante, nombradlo vuestro Jefe!" O lanza un grito y se desploma (no está claro si muere). Gottfried abraza a E, un instante feliz; de inmediato exclama "Mi esposo!" y cae muerta. Telón. El cristiano cree en milagros; ¿pero admite que un pagano convierta a un ser humano en un cisne? Ciertamente no; esta ópera es una leyenda con aspectos históricos verdaderos y momentos de pura fantasía imposible. También refleja una época ignorante donde pocos podían leer y las supersticiones abundaban, aunque con talento artístico notable, donde los países estaban casi siempre en guerra y cambiaban las fronteras con frecuencia. Y cuando los nobles eran guerreros y los Reyes se ponían a la cabeza de sus ejércitos, y la palabra "héroe" se aplicaba fácilmente, los palacios eran ricos y la gente de trabajo pobre o muy pobre. El siglo XIX gustaba mucho de la época medieval y los compositores de habla alemana solían ambientar sus óperas en esa época, no sólo Wagner; "Fierrabras" de Schubert y "Genoveva" de Schumann no se conocen aquí pero son dos buenos ejemplos de esa tendencia. Obviamente "Lohengrin" tenía que interesar y demuestra que los teatros disponían de buenas orquestas y podían realizar puestas suntuosas; y a Liszt no pareció molestarle que los enemigos eran los magiares.
APÉNDICE: Para aquellos melómanos a quienes les interesa saber qué opciones hay mencionaré algunas de las 20 versiones que me proporcionó un amigo bien informado, todas a partir del año 2000. 7 son DVDs, y elijo las siguientes: van en este orden: R, L, E, T, O; Dir, Grabadora. Lamentablemente, sin datos de régie. LYON 2006: H.P.König, K.F.Voigt, S. Kringelhorn, T. Fox, W. Meier; Dir, Nagano; CD/DVDOpus Arte. MUNICH 209: Fischesser, Kaufmann, Harteros, W.Koch, M. Schuster; Dir, Nagano; DVD Decca. DRESDEN 2016: Zeppenfeld, Beczala, Netrebko, Konieczny, Herlitzius; Dir, Thielemann; DVD DGG. BAYREUTH 2018: Zeppenfeld, Beczala, Harteros, W. Meier; Dir, Thielemann; DVD DGG. Y selección de CDs. MET 2006: Pape, Vogt, Mattila, R.P.Fink, L. DeVol; Dir, Augin; CD Celestial Audio. SCALA 2007: König, R. D. Smith, A. Schwanewilms, Fox, Meier; dir, Gatti; CD Premiere Opera. VIENA 2008: A. Anger, R.D.Smith, C. Nylund, F. Struckmann, J. Baechle; Dir, Segerstam; CD Premiere Opera. ESTUDIO 2012: Groissböck, Voigt, A. Dasch, G. Grochowski, S. Resmark; Dir, Janowski; CD Pentatone Classics. AMSTERDAM 2015: Struckmann, Vogt, Nylund, Nikitin, K. Dalayman; Dir, M. Elder; CD RCD Lives.
He utilizado en buena parte la traducción del libreto que hizo Duverges con algunos cambios.
Pablo Bardin
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