lunes, diciembre 13, 2010

LA GUERRA DEL COLÓN SE DESATÓ: EMPLEADOS CONTRA GOBIERNO

                              
            Escribí semanas atrás "La alarmante crisis del Colón empeora": Ahora  estamos en guerra sin cuartel y desembozada.  Ya no es alarmante  sino que atemoriza.
            Por un tiempo pareció que era factible un acuerdo. En realidad, se firmó un acta entre el Gobierno y los trabajadores de ATE el 25 de Noviembre. Tiene el sello de la Subsecretaría del Trabajo del Ministerio de Desarrollo Económico. Dos representantes de la Subsecretaría asistieron a la ceremonia. Por la parte sindical: José Piazza, Delegado General Teatro Colón; Máximo Parpagnoli, Delegado General Adjunto; Pastor Mora, Delegado Junta Interna; y por ATE, su Secretario General, Rodolfo Arrechea. El Dr. Lucas Arakaki por el Gobierno de la Ciudad; el Dr. Carlos Alberto Lelio como miembro de la Comisión Paritaria Sectorial del Colón; Jorge Rey como asesor de Relaciones Laborales Colón; y la Dra. Lucía Pettis, Dirección General Técnica y Legal.  Ningún miembro del otro sindicato, SUTECBA. Tengan en cuenta que años atrás ATE no podía firmar este tipo de acuerdo, sólo SUTECBA.
            "Las partes acuerdan mantener conversaciones formales e informales en procura de tratar los temas que han sido objeto del conflicto y de esta manera alcanzar una solución sartisfactoria. Durante las conversaciones, ambas partes se comprometen a mantener el diálogo y abstenerse de toda medida que pudiera obstaculizar el mismo, ello con miras a mantener el principio de buena fe". Se fijaba la siguiente audiencia para el 15 de Diciembre "a efectos que las partes puedan manifestar el avance de las negociaciones". Pero el acuerdo apenas duró unas horas…
             Lo siguiente proviene de una fuente confiable laboral del Colón: "Al inicio mismo de estas negociaciones, el funcionario designado por el Gobierno" (Rey) "en vez de mantener la buena fe acordada, provocó pública y explícitamente a los trabajadores, no una sino dos veces, en sendas asambleas: la primera al día siguiente de la firma del acta (en la sala Saulo Benavente) en horas del mediodía y la segunda en el escenario a las 19 hs. Los dichos del funcionario fueron: que no había ninguna propuesta en el orden salarial, que él no conocía la problemática del teatro, que había que darle tiempo ya que se estaba empapando del tema y que la responsabilidad de la situación actual del Colón era de los representantes de los trabajadores. Este discurso repetido en ambas asambleas fue lo mismo que rociar con nafta la ya tensa situación y prender un fósforo. La gente agotó su paciencia  (había 150 personas participando) y la moción del paro hasta que aparezca una propuesta racional y un interlocutor válido que conozca mínimamente qué es el Teatro Colón fue votada por amplia mayoría".
            Esto llevó a la cancelación de tres de las cuatro funciones de "Falstaff" y de un importante concierto de la Filarmónica (Concierto de Aranjuez de Rodrigo con Romero y Quinta Sinfonía de Mahler dirigida por Diemecke) y el público no fue debidamente informado, encontrando las puertas frustrantemente cerradas o siendo avisados por el propio García Caffi dentro de la sala que la función se cancelaba porque el escenario estaba tomado por los trabajadores (y el foso a oscuras).
            Como se apilaban las cancelaciones, García Caffi debió ir más arriba y se reunió con el Ministro de Cultura Hernán Lombardi y el Jefe de Gabinete Horacio Rodríguez Larreta. Se decidieron sanciones  y fueron comunicadas en una conferencia de prensa. Andrés Ibarra, Secretario de Recursos Humanos, dijo: "se implementará un sumario y una suspensión indefinida contra los principales trabajadores responsables de esta situación, y se les impedirá entrar al Colón hasta que la situación se defina". Siete personas, según una fuente, incluso Parpagnoli, han sido sancionadas (pero otras fuentes dicen 47!). Paradójicamente, es quien tiene más posibilidades de ser elegido como Director en representación del personal del Colón en la elección del 15 de Diciembre.
            En recientes semanas se han realizado demostraciones en la calle Cerrito delante del Colón, y han mostrado unidas a ambas orquestas, siendo su número mucho mayor que las 40 personas denunciadas por García Caffi. También han manifestado en frente del edificio de Gobierno de la Ciudad.
            Declaraciones incendiarias de García Caffi en la prensa han profundizado el abismo, ya que acusó a los trabajadores de protestas puramente políticas, llamándolos "piqueteros de la cultura", y dando contestaciones muy ambiguas y sibilinas a preguntas relevantes que le hicieron.
            Es muy probable que lo poco que queda de la temporada se levante (lo principal hubieran sido funciones de ballet y éstas han sido canceladas hace ya muchas semanas) pero a esta altura, es lo de menos. El asunto principal es el triste futuro de una institución en angustioso proceso de desintegración, apenas seis meses después de su pomposa reapertura. La guerra del Gobierno contra sus empleados ya empezó temprano en 2009 cuando García Caffi asumió el puesto y anunció la transferencia de unos 400 empleados. Aunque los trabajadores ya han ganado varios juicios, la última palabra no está dicha. Por otra parte el teatro está incompleto ya que la restauración demostró ser sólo una fachada y falta aun mucho trabajo. Los técnicos trabajan fuera del Colón en condiciones deplorables. Y ahora la totalidad de los empleados está en abierta rebelión.
            Teóricamente la temporada 2011 está totalmente planeada y debería anunciarse en estos días; en realidad, ha sido costumbre en años recientes de vender los abonos en dos etapas, en Diciembre y Marzo.  No veo cómo puede esto suceder en la actual situación de completa hostilidad, pese a que García Caff  está abiertamente apoyado por Lombardi y Rodríguez Larreta. Si no se logra una serie de básicas coincidencias entre personal y gobierno, no habrá temporada. Y no hay señal de que se intente tenerlas. Si hay arreglo, deberá tener cláusulas obligatorias para ambas partes.
            Las vacaciones normales de los empleados cubren Enero y la mitad de Febrero. Hay vagas promesas que en Febrero-Marzo podría haber un ajuste salarial, pero habrá que ver si es suficiente y si los empleados lo aceptarán. De todos modos, hay fuerte resaca contra García Caffi (y contra la Directora del Ballet Lidia Segni) y la relaciones están en un punto tan bajo que es difícil imaginar a este equipo todavía a cargo el próximo año. Hay fuertes rumores de que no habría temporada de ballet, lo cual si cierto es terrible, ya que ésta es la compañía residente y sus salarios deben pagarse igualmente, bailen o no bailen. Una reciente sentencia judicial ordenó al Gobierno arreglar los pisos en un perentorio plazo de cinco días pero por supuesto el Ejecutivo no lo cumplió.
            Creo que los empleados tienen razón en sus demandas pero han aplicado malos métodos de lucha. No han sabido informar al público en general de la verdadera situación y en cambio han hecho enemigos con huelgas inoportunas. Deberían cambiar, y también el Gobierno. El problema sigue siendo la cúpula del poder: García Caffi simplemente ha seguido los lineamientos indicados por Mauricio Macri. El Director del Colón ha mostrado un singular grado de torpeza en el manejo de gente, pero el propósito de Macri y el suyo ha sido irritativo desde el principio mismo, y hasta con mejor manejo el resultado tenía que ser un desastre. Y lo es. Y seguirá siéndolo salvo que haya un completo cambio de mentalidad. ¿Podrá Macri, notoriamente terco, poco sutil y nada interesado en la cultura, aceptar la derrota y corregir el rumbo? Ciertamente lo dudo.
TRADUCCION DEL ARTÍCULO DEL 7/12/10 del Buenos Aires Herald

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